martes, 16 de marzo de 2010

Sermones del guardián de la devoción IV - 4º

CAPITULO CUATRO


Con sinceridad hacia

una posición segura


Summer Camp with Bhakti Vikas Swami in Croatia 45

Summer Camp with Bhakti Vikas Swami in Croatia por ISKCON desire  tree.

Bhakti Vikas Swami Summer Camp Croatia Aug 2009


ISKCON desire tree - Sri Advaita Appearance 01

ISKCON desire tree - Sri Advaita Appearance por ISKCON desire  tree.

This Festival poster is prepared by ISKCON desire tree for the pleasure of Srila Prabhupada and the devotee community.


Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Puro significa interesado en Dios. En la natura­leza innata de uno el interés por Dios está presente. Sólo el interés por Dios es la tendencia innata y cuando es descubierto podemos ver realmente todo como es. Allí todo está en el servicio del Absoluto y todo es completamente justo. La única anomalía surge cuando deseamos ver al Absoluto como el sirviente o no deseamos cooperar con Él (bhukti-mukti-spèha). Éstas son dos clases de equivocaciones, pero realmente todo está para servirle y yo también soy un sirviente incluido dentro de esa jurisdicción. Yo soy un sirviente. mi deber es dedicarme ciento por ciento a servirle. El servicio es la verdad. Servicio, no a la nación o sociedad o a la tierra o país, sino servicio al Abso­luto: Ésa es la verdad. Sólo la concepción errada ha venido a desviarnos de ese propósito y así causar nuestro sufrimiento; es algo así como una enferme­dad. Somos atacados por la enfermedad de la tendencia de explotación o la tendencia de renunciación.

El deber de cada jîva alma es el de ser una unidad orgánica inseparable para servir y trabajar para el interés del Todo Orgánico. Ésa es la idea básica.

Devoto: ¿Tiene cada unidad una relación eterna con el Todo que no sea la misma que la de los demás?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Ellas son individuales, pero en consonancia. Existe alguna relación afín entre ellas. También existen grupos de acuerdo con la naturaleza del servicio: dâsya, sakhya, vâtsalya y mâdhurya. Hay muchos grupos y ellos son afines. Algunas veces también puede haber pelea con la oposición, pero eso también es servicio.

Devoto: ¿Puede usted explicar algo más de lo que mencionó recientemente, que en la búsqueda de un devoto por llegar a ser puro, él debe enfrentar numerosas situaciones donde acepta algo superior y rechaza algo inferior; elimina la concepción inferior y acepta la concepción superior?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Son diferentes etapas de esa falsa concepción, diferentes estratos. Sâdhana significa progreso, lo que quiere decir eliminar algo e invitar algo superior. De esta forma, el proceso está allí y puede ser rápido en cierto caso y lento en otro. Este puede ser lento o rápido pero tenemos que pasar a través de diferentes etapas de acuerdo con la intensidad de ilusión.

Devoto: ¿Cuál es el factor que determina que pasemos a través de cierta etapa lenta o rápidamente?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Eso dependerá del sukètî y la sat-saôga.

Habrá alguna ayuda consciente y alguna ayuda secreta previa. Ajñâta-sukètî es cuando inconscientemente un beneficio desconocido viene a mí. Mientras que jñâta-sukètî es cuando conscientemente viene algún beneficio a través de la asociación de un sâdhu, un santo. Y ese sâdhu puede ser también de diferentes tipos.

Devoto: No entiendo. ¿El sâdhu puede ser de diferentes tipos?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Existen diferentes tipos de sâdhus.

Tenemos libertad de asociarnos y cooperar con una sección particular y el resultado depende también de la calidad de aquellos con quienes nos asociemos.

Devoto: Entonces, ¿la vida espiritual es algo donde aceptamos un nuevo concepto y eliminamos los viejos conceptos?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Existe una clasificación de la concepción errada: Bhûr, Bhuvaì, Svar, Mahâ, Jana, Tapa y Satya. Existen muchas clasificacio­nes dentro del plano de los conceptos erróneos. Y dentro de eso existen muchas subdivisiones como insectos, árboles animales etc. Pero al mismo tiempo debemos pensar que un árbol pudiera haber avanzado en el nirguòa mientras que un hombre pudiera no haberlo hecho. El concepto erróneo puede ser tan desesperanzadoramente peculiar en un hombre que tomará tiempo curarlo. Al mismo tiempo, el sistema mental de un árbol o de un animal puede ser más inclinado hacia el servicio, a pesar que su situación actual es muy lamentable.

Devoto: ¿La aceptación y eliminación de conceptos incluye sâdhu-saôga, que aceptemos o eliminemos allí también?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí, en sâdhu-saôga existen muchas consideracio­nes: El tipo de sâdhu, la tendencia de cooperación, también el respaldo de un sukètî previo. Hay muchas cosas para ser tomadas en cuenta.


adhiëùhânaê tathâ kartâ, karaòaê ca pèthag-vidham

vividhâä ca pèthak ceëùâ, daivaê caivâtra pañcamam

Bhagavad-gîtâ 18.14


Todas las acciones son efectuadas con la ayuda de estos cinco factores: “El cuerpo, el ego (en la forma del nudo de espíritu y materia), los sentidos indi­viduales, los diferentes esfuerzos y el destino o la intervención del Supremo Controlador Universal” No es que sólo un incidente es la causa, sino que muchos factores circunstanciales se reúnen para producir un evento en parti­cular. Todo acontecimiento es la combinación de muchas cosas: Su libre albedrío, sus antecedentes previos, su asociación actual, su naturaleza. Todas estas cosas han contribuido a su progreso. La circunstancia puede contribuir mucho. Esto no se limita solamente al libre albedrío del hombre con deseo de progresar.

Devoto: ¿Y respecto a vaiëòava-aparâdha u ofensas a los devotos?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí, existe clandestinamente, entonces se opondrá de manera grave a su progreso. En una circunstancia en particular pueden haber cosas más o menos importantes que interfieran o ayuden a su progreso.

Devoto: ¿Uno no puede decir qué factor es el más importante debido a que cada situación es diferente?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Generalmente, se nos dice que cuando se llega a la posición en la que se acepta al vaiëòava como el todo, entonces los deberes ordinarios hacia el medio ambiente mundano perderán su importancia. En ese estado la importancia debería dársele a las circunstancias sutiles relacio­nadas con el lugar dónde realmente deseo entrar. La simpatía o apatía de aquellos que están en el poder tendrá mucha importancia, mientras que la simpatía o apatía de aquellos que están en una posición inferior será de menos valor. Esto es sentido común natural.

Yo puedo desear progresar, pero si los altos oficiales no simpatizan con la idea, entonces habrá gran dificultad. Pero si la gente inferior, que está debajo de mí tiene alguna queja eso no importará mucho. Así, el vaiëòava y Viëòu recibirán la consideración más elevada y tendré cuidado de no cometer ninguna ofensa y no hacer nada que los desagrade. Nuestra atención extra estará dirigida a esto.

Devoto: ¿Está la relación Guru-discípulo por encima de este proceso de aceptación y eliminación?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Algunas veces vemos que esto sucede, pero esto es lo más desafortunado que se pueda enfrentar. Si encuentro algo equivo­cado en quien yo deseo depender de manera especial, entonces, esto consti­tuye un revés y una circunstancia desafortunada. El más grande revés es la desaparición del Guru. Pero ser favorables para con nuestro Gurudeva y después de su partida pedir ayuda de asociación íntima es una forma de no hacer a un lado a Gurudeva. Más bien esto nos ayudará a servirle más. Des­pués de la partida de Ärî Guru trataré de conseguir la ayuda de aquellos que son del tipo superior. Por lo tanto, si puedo conseguir esa ayuda de alguno de sus amigos, entonces no estará mal. Más bien es bueno, pues estoy obte­niendo ímpetu para hacer mi progreso más rápidamente, y mi progreso no se estancará por falta de un consejo favorable acerca de la forma y los medios.

El peligro surge cuando el Guru está presente y por alguna razón tengo que dejarlo. Esto es realmente algo muy peligroso y en esto también encontramos que la consideración relativa y la absoluta marchan a la par. Cuando ellas van juntas, la consideración absoluta debe siempre llevar ventaja.

Podemos estar mal dirigidos y así es fácil cambiar de un Guru no vaiëòava a uno vaiëòava, de saguòa a nirguòa. Pero en el nirguòa-viveka, en el mismo plano, si vamos a cambiar al Guru en su presencia, entonces esto se convierte en algo muy serio y delicado. Algunas veces tal clase de desastre puede caer sobre algún discípulo.

También existen los así llamados vaiëòava Gurus que han abandonado la línea correcta pero dicen estar en la escuela vaiëòava. Ellos tal vez vengan con alguna sinceridad pero debido a que han sido influenciados por la mala asociación, ellos han cambiado su fe. Esto es algo muy complicado, pero es posible hacer una diferenciación. Y cuando se define claramente que tal desafortunada situación existe, entonces el discípulo deberá tomar ciertas medidas. Es posible también que, descorazonado, alguien tome el riesgo de abandonar la posibilidad de avanzar en esta vida. Sin progresar, angustiado, él vivirá pensando: “Mi elección ha sido equivocada y mi intento en esta vida ha sido frustrado, lo que constituye mi mala fortuna. Sin embargo, teniendo confianza en la ayuda de mi Supremo Señor, espero que en mi próxima vida pueda encontrar el verdadero sendero del progreso”.

Pero también puede existir alguien resuelto que pueda cambiar su trayecto­ria de aquí para allá. Especialmente puede suceder, si alguna ignorancia incidental lo cubrió durante ese tiempo pero ya pasó y ahora puede ver cla­ramente. Él puede considerar: “Yo he comprado un tiquete sin escalas pero después de algún tiempo me he dado cuenta que existen algunos tropiezos en la línea. Por lo tanto, desde este cruce puedo aceptar otro tren, en otra línea, con el fin de ir allí donde no exista peligro”. Si es claro para nosotros que adelante existe peligro, entonces aunque hayamos comprado un tiquete para esta línea, tendremos que bajarnos del tren en este punto y aceptar otra línea, para alcanzar la meta. Es muy posible que esta consideración surja si las cosas ocurren de esta manera.

Alternativamente, alguien puede considerar que ya ha comprado un tiquete y que por lo tanto debería continuar en esa línea. Pero la consideración abso­luta es: “Deseo ir a ese destino, estoy yendo con ese propósito. Entonces, si encuentro que en el camino hay alguna dificultad, tendré que cambiar mi curso”. Esto es sentido común.


pârtha naiveha nâmutra, vinâäas tasya vidyate

na hi kalyâòa-kèt kaäcid, durgatiê tâta gacchati

Bhagavad-gîtâ 6.40


Quien es sincero en sus actividades no deberá temer nada pues el Señor es su guía. Por su dirección todas estas cosas están sucediendo. El toque final se encuentra en las manos del Supremo.

También existe la consideración de la asociación, saôga. Supóngase que yo he comprado un tiquete y estoy yendo tranquilamente hacia el destino, pero alguna asat-saôga, alguna mala asociación, viene a mí. Un engañador cubierto o alguna persona ignorante puede decirme: No, existe peligro adelante, así que bajémonos”. Puedo ser influenciado por eso falsamente. Puede suceder que por mala asociación alguien pueda ser llevado a rechazar un buen Guru.

También puede suceder que he comprado mi tiquete pero debido a alguna duda me confundo y me bajo. Pero al final veo que he cometido un error, que he cometido un gran error. Eso también puede ser.

De cualquier manera, nuestro anhelo sincero por la verdad nos rescatará y esa sinceridad en el anhelo depende de nuevo del sukètî pasado. El tipo y la calidad de ayuda inyectado a mí en mi estado inconsciente vendrá a ayudarme siempre. Desde el fondo ésta vendrá para decirme: “Haz esto, haz aquello”. La sinceridad es necesaria.

Cualquier suceso es una combinación de muchas cosas. Pero aquellos que son sinceros, que están ansiosos de ayudarse a sí mismos, no podrán estar descarriados por mucho tiempo. Ése deberá ser nuestro solaz, nuestro consuelo. “Si no deseo engañarme a mí mismo entonces nadie podrá enga­ñarme en este mundo”. Esa imparcialidad de mente es la que deberá tenerse debido a que el ojo vigilante del Absoluto está siempre allí. Debemos tener plena confianza y fe que el ojo vigilante del Supremo está en todas partes. Pueda que yo no vea eso pero Él es mi mejor amigo y sólo deseo llegar a Él. Y Él lo sabe. Entonces, hacia quién me dirijo. Él está mirando todo, aunque yo no lo vea. El Absoluto es la posibilidad absoluta. ¡El finito está yendo a encontrar al Infinito!

Esta es la tarea más audaz e imposible, pero la vamos a hacer posible por nuestro deseo íntimo. Nuestro íntimo deseo lo es todo.

Devoto: ¿Así que la mentalidad calculadora no puede ayudarnos?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Esta no puede ser de gran ayuda. Por supuesto, no podemos evitar calcular cuando estamos en cierta etapa. Pero aun así, debemos saber que el cálculo mental no nos será de mucha utilidad al final. La oración es más poderosa para obtener la ayuda del Altísimo, hacia quién estoy tratando de ir. Si busco su ayuda, entonces Él me enviará algún agente. Si puedo tener a tal agente a mí lado durante mi marcha, entonces estaré más seguro en mi progreso. Oración y äaraòâgati. La oración alcanza a Dios sólo cuando hay rendición.

Pero el cálculo puede ser de la naturaleza del autoanálisis: “Aquí no tengo nada. No tengo fuerzas, entonces ¿cómo podré levantarme? Mi conocimiento y mi juicio son fútiles y no tengo la fuerza. Mi libre albedrío, mi juicio, mi poder, son tan insignificantes. Entonces, ¿cómo podrán estos llegar a estar en contacto o hacer algún progreso en relación al Infinito? ¡Esto es imposible!” Esta forma de autoanálisis nos llevará a rendirnos.

La rendición y la oración serán de importancia primaria para cualquier estudiante espiritual. Äaraòâgati quiere decir rendición. En la medida que nos rendimos a Él, será genuina nuestra oración. Cuando me vea impotente, entonces y sólo entonces, mi oración será sustancial y la ayuda vendrá de conformidad. Sólo existe un factor más importante: El sâdhu-saôga. De esta manera, muchas cosas son interdependientes pero se le da importancia primordial al sâdhu-saôga. Pero el sâdhu-saôga es también influenciado por los resultados de muchos acontecimientos previos. Así, muchas cosas son interdependientes, pero algunos puntos se acentúan. Se ha dado más impor­tancia primero al sâdhu-saôga, luego a la Äâstra, luego al äaraòâgati, luego a la oración. A pesar que existen tantas cosas que conforman una ayuda com­pleja e interdependiente, al considerar el principio de ayuda primario y prin­cipal, elegiremos a sâdhu-saôga, la asociación con aquellos que son más avanzados que yo, y luego consideramos a la Äâstra, los consejos de los grandes sâdhus. Con estos dos empezaremos a dar pasos factibles en äaraòâgati. El äaraòâgati es real cuando es sincero. Y sinceridad significa: “Estoy desamparado. Por autoanálisis encuentro que estoy desamparado”. De la misma medida en la que me considere desamparado será la intensidad de mí oración al Señor y la ayuda de ese lado vendrá en el mismo grado.

Saôga significa actitud de servicio, no contacto físico sino servicio. Las cosas superiores pueden ser contactadas sólo a través de la relación de tendencia al servicio, no de otra manera.

Devoto: ¿Es por lo tanto la oración una actividad de más bendición?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: La oración también debe ser pura. “¡Oh Señor dame mi pan!” Es también una oración. Y otro tipo de oración es: “Por favor, sálvame, no conozco cuál es mi verdadero interés. Por favor ilumíname”. Hay tantos diferentes tipos de oración y cómo oremos está determinado por nues­tra asociación y consejo espirituales.

Devoto: ¿Es orar por la revelación del Absoluto más importante que glorificar al Absoluto?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí. “Por favor revélame ¿cuál es la verdad, quién soy yo, de dónde soy, cuál es mi meta de la vida y cómo alcanzarla, por qué estoy sufriendo? No sé cómo librarme de esta vida miserable, así que por favor ayúdame. Yo no lo sé, sólo puedo adivinar que Tú eres bondad, éxtasis y felicidad. Te deseo; estoy cansado de mi situación actual, no puedo tolerarla por más tiempo. ¡Por favor tómame!”

Devoto: ¿Debería a tal tipo de oración dársele más importancia y acentua­ción que a la glorificación del Absoluto?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: La oración de más alto grado que encontramos es: “Deseo tu conexión, puedes utilizarme. Considérame como tuyo y man­ténme en tu conexión utilizándome de acuerdo con tu dulce voluntad. No tengo reclamo o aspiración particular de alcanzar nada, sino que sólo deseo ser tu sirviente fiel y que Tú me utilices en la forma que gustes. Sólo deseo esa inseparable conexión Contigo. Soy tu esclavo, deseo ser tu esclavo. Deseo tu conexión, tu sincera conexión, y tu sabes mejor que nadie a qué conexión me refiero. No sé qué es lo correcto, pero tu sí lo sabes. Sólo considérame como tu propiedad y utilízame”. Ésa debe ser la naturaleza de nuestra oración.

Devoto: ¿Deberíamos tener espíritu temerario?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: ¿Temerario? Eso dependerá del discípulo. Cuanto más segura concepción recibe de su elevada expectativa se vuelve temerario a ese mismo grado. Rendición significa ser temerario: “Sin importar lo que venga yo me rendiré a Ti, tengo tal confianza. Me estoy rindiendo a Ti y si alguna oposición viene del medio ambiente, la toleraré”.

Un ejemplo es Prahlâda Mahârâja quien fue torturado aun por su propio padre. Existen muchos ejemplos similares.

Si eres un äaraòâgata, un rendido a Él, tendrás que soportar muchas cosas y si no eres temerario, te verás forzado a regresar. Con mentalidad temeraria has de tolerar cualquier tortura que venga y aun así no serás movido una pulgada de tu trayectoria. Así será.

Estaremos preparados para cualquier peligro, en cualquier ocasión. Cual­quier cosa puede venir, conocida o desconocida, creíble o increíble. Cualquier cosa podrá venir pero permaneceremos fuertes en nuestra posición. Fijando nuestra vista en Él, por quien es digno sufrir todo tipo de inconvenientes. Permanecer porque: “Estoy firme por la verdad”, será mi solaz.

Aun en asuntos políticos vemos que cuando alguien es capturado debe estar preparado para soportar cualquier clase de tortura, tal vez por ganar dinero, el espía está trabajando andando por tierra enemiga, pero si es detectado, tendrá que hacer frente a muchas clases de tortura. ¡No riesgo, no ganancia! Si por la verdad, si por mi deseo de encontrar la verdad, muchas fuerzas opositoras vienen en contra mía, ¿que haré? Permaneceré con mi cabeza erguida: “Yo no estoy equivocado”.

Al mismo tiempo, debemos orar como lo hizo Cristo: “¡Oh padre, perdóna­los por que no saben lo que hacen! No saben qué equivocación cometen conmigo. Perdónalos”.

Prahlâda Mahârâja aconseja que sin importar qué circunstancias adversas puedan venir a disturbarnos, deberemos tratar de verlas no como opuestas o indeseables sino como completamente correspondientes: “Esto debe venir y viene por la voluntad de mi siempre bienqueriente Señor. Muy bondadosa­mente me está enviando estas cosas aparentemente desfavorables pero son sólo su gracia”. Debemos tratar de ver afinidad positiva en el dolor y no sólo oposición negativa. Uno debe ver que nada viene sin su aprobación, así que esto debe venir por su sanción. No puede existir espíritu de represalia en Él, así que los inconvenientes han venido con un propósito: Purificarme. Éste es el definitivo propósito. Él está tratando de acabar las malas consecuencias de mis acciones pasadas. “De otra forma tendría que haber soportado estas malas consecuencias por largo tiempo; pero tal vez Él las está haciendo más intensas para que terminen en corto tiempo. Así, ésta es su gracia”. Si con esta actitud podemos enfrentar el peligro que nos rodea, entonces seremos liberados rápidamente de tal oposición.

Cuando la castiga a su niño, el afecto permanece escondido. No existe espíritu de represalia, más bien hay un espíritu de afecto: Ella desea corre­girlo. Pero si el niño reacciona: “Sí, se requiere de más castigo, madre. He cometido muchas travesuras, merezco más castigo”. Entonces la madre deja­ría de castigarlo pronto: “¡Oh él ha entendido que actuó de manera equivo­cada y por lo tanto pararé de castigarlo!” El resultado del castigo se logró y así el castigo deberá detenerse.

Así, cuando quiera que la oposición del medio ambiente venga a causarnos dolor, debemos verla como: “Es la benevolencia del Señor que me ha enviado este sufrimiento para corregirme, para liberarme tal vez pronto. Yo te invito: ‘Sí, ven, ven. Tú eres mi amigo. Tú eres mi amigo haciendo el papel de mi enemigo. Tú has venido a liberarme pronto, así que te doy la bienvenida. Tú has venido por la sanción de mi Señor sin la cual nada puede suceder. Así que si has venido seguramente ha sido para mi beneficio, entonces, te doy la bienvenida’”. Si con esta actitud recibes a las circunstancias desfavorables entonces pronto serás liberado de las garras de mâyâ.

Al mismo tiempo es necesario mostrar gratitud para con el Señor: “¡Qué bondadoso eres! Has hecho los arreglos para borrar la deuda adquirida en mi vida previa en corto tiempo. Eres tan bueno conmigo. Estás tratando de acabar con las reacciones de mis delitos de tanto tiempo, que de otro modo tomarían nacimiento tras nacimiento en ser disipados. Todo esto ha sido culminado en sólo unas pocas horas. Por esto ofrezco fielmente mis reveren­cias. Mis sinceras reverencias sean para Ti, mi Señor”. Con esta actitud él será exonerado rápidamente. Esa es la clave del éxito.

Devoto: ¿Cuál debe ser el entendimiento del devoto cuando su Guru lo castiga? ¿Debería ver que esto es para su beneficio?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí, Mahâprabhu dice que cuando el Guru castiga considera al discípulo como suyo: Él le tiene mucho afecto. Pero cuando él es indiferente es porque mantiene al discípulo a cierta distancia y no lo ha aceptado íntimamente. Cuando el Guru castiga es considerado una gran fortuna. Se puede pensar: “El ojo vigilante de Gurudeva está sobre mí y no tolerará ninguna equivocación. Es una gran fortuna, además de único y grandioso, el que su ojo vigilante este allí para que nada perjudicial pueda atacarme y hacerme caer. Él está allí”. El que el Guru esté castigando presu­pone que su ojo vigilante está sobre el discípulo. Esto deberá considerarse una situación afortunada.

En el último äloka de su Äikëâëùaka, Mahâprabhu dice también cómo debe­ría ser el estándar de la relación entre el devoto y el Señor. Aquí, por su puesto, se hace en relación a Kèëòa, pero encontraremos una relación similar entre el discípulo y el Guru.


âäliëya vâ pâda-ratâê pinaëùu mâm

adaräanân marma-hatâê karotu vâ

yathâ tathâ vâ vidadhâtu lampaùo

mat-prâna-nâthas tu sa eva nâparaì

Äikëâëùaka 8


Kèëòa puede mostrarme afecto, pero aunque piense que estoy bien agarrado de sus santos pies, Él también puede tirarme o pisotearme. Además puede suceder que Él llegue a ser indiferente. Él no me castiga, pero es indife­rente conmigo; Él no se preocupa por Mí. No soy nada para Él. Él me ha quitado de su compañía y esto es lo más peligroso. También puede suceder que Él abrace a otros, mostrándoles a ellos su afecto e ignorándome. Lo que un día aspire obtener de Él, lo están disfrutando otros y Yo soy excluido. Todo esto puede suceder ante mis propios ojos, pero aun así no tengo otra alterna­tiva que sujetarme bien de sus pies, agarrar sus santos pies muy fuertemente. No tengo otra alternativa pues Él lo es todo para Mí”.

Esta es la clase de apego por Él que trataremos de mantener. “No tengo otra alternativa a parte de su gracia. Él puede darme o no su gracia”. En diferentes etapas puede tratar conmigo de diferentes maneras. Puede mos­trarse apático conmigo pero aun así no tengo otra alternativa. Tengo que tolerar todas las eventualidades. Esa es la naturaleza de la relación entre el hombre y el Amo. Tal relación es invulnerable, inseparable, eterna y si llegara a cortarse la separación sería algo inimaginable; ésta es la íntima y natural relación que sostenemos con el Bien Absoluto.

No podemos siquiera concebir nada aparte de nuestra relación con Él, y ese es el eterno concepto. Tenemos que entrar en ese plano eterno y para eso debemos recobrar nuestra relación eterna, la conexión del finito con el Infi­nito. El hombre y el Amo. El Señor y el sirviente. De cierta forma esto es inconcebible, pero inconcebiblemente cierto. Trataremos de encontrar tal clase de relación con el Infinito pues constituye lo más importante en nuestra existencia.

La existencia separada no es posible. Esa conexión existe, pero la hemos olvidado. Ése es el problema. Y debido a este olvido y en acuerdo al grado de este olvido, todo llega a ser una anomalía. Todas las anomalías están confina­das a esta sencilla explicación. Todos los inconvenientes existen sólo por esta falsa concepción.


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jueves 11 de marzo de 2010

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