lunes, 15 de marzo de 2010

Sermones del guardián de la devoción II - 4º

CAPITULO CUATRO


Anunciando el ocaso


Radha Shyamsundar New Raman Reti ISKCON Alachua - 01

Radha Shyamsundar New Raman Reti ISKCON Alachua - 01 por ISKCON  desire tree.

Radha Shyamsundar New Raman Reti ISKCON Alachua - 06

Radha Shyamsundar New Raman Reti ISKCON Alachua - 06 por ISKCON  desire tree.


Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura apareció en 1838 en una muy famosa familia Kâyastha, que tenía el título de Dutta. En Calcuta hay un lugar llamado Hâù-khola Dutta, el cual fue llamado así en honor a su familia. Cerca de Bîrnagar existía una gran villa llamada Ulâ y la familia Mustauphi poseía tierras allí. La madre de Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura viene de esa línea familiar. Bhaktivi­noda Ùhâkura nació y creció en Ulâ, y estudió en el “Kèëòanagar College” (Universidad de Kèëòanagar). Desde luego, él poseía un talento excepcional y llegó a relacionarse con la sociedad educada de ese entonces, especialmente con un señor Duff, misionero cristiano que estableció la “Scottish Church College” (Universidad de la Iglesia Escocesa). Duff estaba animando a muchos de los jóvenes bengalíes de ese tiempo, para que se dedicaran al cristianismo. Posteriormente, Bhaktivinoda Ùhâkura se relacionó cercana­mente con la Sociedad Brahmo, los así llamados avanzados seguidores de Râm Moham Rây. El hermano mayor de Mahaèëi Devendranâtha Ùhâkura, Dvijendranâtha, fue su amigo muy íntimo.

Para su subsistencia aceptó el servicio al gobierno. Fue nombrado en Orissa como oficial de subdivisión y como inspector del templo de Jagan­nâtha Purî, donde su tarea fue protegerlo de la corrupción. Con el tiempo entró en contacto con el Ärîmad-Bhâgavatam y trató de comprenderlo, siendo sedu­cido gradualmente por el Bhâgavatam, el Ärî Caitanya-caritâmèta y la vida de Ärî Caitanyadeva. La Asociación Brahmo había esperado mucho de él debido a su naturaleza erudita; él podía escribir y debatir bien. Pero después de conocer el Bhâgavatam, se separó de ellos. Cuando estaba sirviendo en Dinâjpura, dio una charla sobre el Bhâgavatam y fue allí donde se separó completamente de la escuela Brahmo y entró a la escuela vaiëòava en la línea de Mahâprabhu; posteriormente leyó también las Äâstras y escri­bió muchos libros sobre el vaiëòavismo.


Nuevo pensamiento para el mundo


Después de su retiro, deseó ir a Vèndâvana y pasar el resto de su vida allí. Pero repetidamente tuvo el sueño que debería descubrir el verdadero lugar de nacimiento de Ärî Caitanyadeva. Él no pudo olvidar ese sueño; entró de nuevo al servicio en Kèëòanagar y allí consultó los registros locales; con la ayuda de estos registros y por su divina inspiración, descubrió el lugar de nacimiento en Yogapîùha, Mâyâpura. Luego, con profundo interés, visitó todo el Navadvîpa maòàala y con referencia a las Escrituras, dio una descripción de los lugares sagrados tanto antiguos como contemporáneos en el dhâma de Mahâprabhu. Estableció un comité para asegurar que continuara el servi­cio en el lugar de advenimiento de Mahâprabhu. Por último, él se lo encargó a nuestro Prabhupâda.

Desde el comienzo, el cuarto hijo de Bhaktivinoda Ùhâkura, Ärî Bimalâ Prasâd (el nombre de familia de Ärîla Bhaktisiddhânta Sarasvatî Gosvâmî), fue inclinado naturalmente al servicio de Mahâprabhu. Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura finalmente le confió el servicio directo en Mâyâpura. Lo aceptó un poco vacilante al comienzo, pero hasta último momento llevó a cabo el servi­cio con fidelidad. En este caso, desde el punto de vista práctico, Kuñjabhihâri Vidyâbhûëâna, más tarde Ärîmad Tîrtha Mahârâja, asistió muchísimo a Prabhupâda. Gradualmente muchos escolásticos se congregaron alrededor de él; con su ayuda, comenzó el movimiento del Ärî Gauàîya Maùh. Él fue inspi­rado por la prédica y la llevó adelante hasta el último momento de su vida.

Cuando Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura desapareció, Ärîla Prabhupâda arregló un encuentro de condolencia en una sala pública e invitó a muchos caballe­ros respetables. Entre ellos estaban los principales escolásticos de este tiempo, incluyendo a Bipin Pâl, el entonces director del Colegio Metropolitano; Satîsh Sarkâr, Pâñchkari Bandopâdhyây y otros.

Todos hablaron elogiosamente acerca de Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura, reco­nociendo que él le dio un nuevo pensamiento a la sociedad entera; que sus escritos fueron de carácter original, no estereotipado. Sus investigaciones sobre el vaiëòavismo superaron a las de todas los Âcâryas modernos. Shishir Gosh dijo una vez: “Hemos escuchado de los Gosvâmîs de la época de Mahâprabhu, pero los escritos de Bhaktivinoda Ùhâkura prueban que él ocupa la séptima posición entre los Gosvâmîs, nos ha dejado tantos escritos originales acerca de las enseñanzas de Ärî Caitanyadeva”. De esta forma, Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura entregó al mundo su literatura, él está por siem­pre en sus libros. Éstos tratan acerca de las enseñanzas de Mahâprabhu y el Bhâgavatam en una forma sistemática y científica, adecuada a la era moderna. Nuestra deuda a sus santos pies no tiene fin.


El Guru predominante de Ärîla Prabhupâda


Aunque Prabhupâda, como le fuera sugerido por Bhaktivinoda Ùhâkura, tomó iniciación de Gaura Kiäora Bâbâjî Mahârâja, su consideración sustan­cial como Guru estaba hacia Bhaktivinoda Ùhâkura. Bhaktivinoda Ùhâkura seleccionó para él a Ärîla Gaura Kiäora, pero por lo que sabemos de él, reco­nocía internamente a Bhaktivinoda Ùhâkura como su Guru. Encontramos que su interior y exterior fueron llenados por él en sentido espiritual. Prabhu­pâda inauguró muchos Maùhs (âäramas y templos) y a las Deidades las llamó “Vinoda-Vilâsa”, “Vinoda-Râma”, “Vinodânanda”, “Vinoda-Prâòa” y así por el estilo.

Veía todo a través de su Gurudeva, Bhaktivinoda Ùhâkura. Su intento de aproximarse a Râdhâ-Govinda o a Ärî Caitanya Mahâprabhu es inconcebible sin la intervención de Bhaktivinoda Ùhâkura. Traté de escribir algo acerca de Bhaktivinoda Ùhâkura y pienso que esta fue la causa del afecto de Prabhu­pâda para conmigo. Su atención fue dirigida hacia mí cuando traté de presen­tar al público la grandeza del carácter de Bhaktivinoda Ùhâkura en forma sistemática. Es mi propio sentimiento. Él puede dar todo a alguien que sea un poquito apegado a Bhaktivinoda Ùhâkura ese fue su espíritu. Se consideraba tan endeudado con la santa vida de Bhaktivinoda Ùhâkura, de tal manera, que vio a Ärîmatî Râdhârâòî y a Gadâdhara Paòàîta en él. Este es el más elevado ideal de Guru-tattva: Gadâdhara Paòàîta en Gaura-lîlâ y Ärîmatî Râdhârâòî en Kèëòa-lîlâ, en mâdhurya-rasa. También dijo alguna vez: “Si elevamos nuestra visión y observamos, encontraremos a Ärîmatî Râdhârâòî en Gurudeva”. Si elevamos nuestra cabeza un poco y buscamos, encontra­remos que es Ärîmatî Râdhârâòî misma quien está detrás de la función de Gurudeva; todos los demás son canales o instrumentos, pero la fuente real de la gracia como Guru brota de la Fuente Original de servicio, de amor. Él vio a Bhaktivinoda Ùhâkura con esa perspectiva.


sâkëâdd-haritvena samasta-äâstrair

uktas tathâ bhâvyata eva sadbhiì

kiê tu prabhor yaì priya eva tasya

vande guroì äri-caraòâravindam

Ärî Gurv-aëùaka 7


De acuerdo con todas las Escrituras, Gurudeva es directamente el Señor mismo, y los devotos puros realizan esto. Él es en realidad la manifestación simultáneamente igual y diferente del Señor, diferente en el sentido que es el sirviente más querido del Señor. Yo ofrezco mis reverencias a los pies de loto de ese Divino Maestro, Ärî Gurudeva”.

Se nos pide ver a Gurudeva no opaco sino transparente: Transparente a tal grado, que a través de él, el fin más elevado, la concepción más elevada de servicio, puede ser vista y obtenida. Podemos obtener esto allí. Si somos sinceros, veremos el vínculo más elevado viniendo desde la fuente misma. Así, se nos pide ver al Guru; no como limitado a su personificación material, sino como el mediador transparente de la función más elevada en su línea. Solamente podremos ver esto si nuestra visión es profunda, de acuerdo con la intensidad del äraddhâ del discípulo, él verá al Señor presente en su Guru­deva. El principio Guru-tattva, es muy especial, noble, amplio y profundo.

Así, se nos previene en contra de pensar que Gurudeva se encuentra sujeto a la relatividad material. Prabhupâda nos mostró, mediante su conducta ideal, el fervor que uno puede tener por Gurudeva. Somos testigos de esto en sus prácticas y enseñanzas. Guruvaika niëùhâ, apego exclusivo al servicio de Ärî Guru. Bhaktivinoda Ùhâkura era su mismo ser. Todo era Bhaktivinoda Ùhâkura.




Lealtad indomable a Mahâprabhu: Ärîla Bhakti­siddhânta Sarasvatî Gosvâmî Prabhupâda


Devoto: ¿Es verdad que Ärîla Bhaktisiddhânta Sarasvatî Gosvâmî solía criti­car de manera abierta a Îävaracandra Vidyâsâgar (un famoso escolar de sánscrito de la época)?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Una vez, Vidyâsâgar escribió en uno de sus libros “îävara-nirâkâra-caitanya-svarûpa” (El Señor no tiene forma; Él es una masa de conciencia). A pesar de ser sólo un muchacho, Ärîla Bhaktisiddhânta Sarasvatî Gosvâmî Prabhupâda fue adonde él y lo desafió: “¿Qué has escrito aquí? Tú dices Îävara, Señor, y luego dices nirâkâra, sin forma. ¿De dónde has sacado esto? Îävara, el Creador, el Amo, ¡¿Él es nirâkâra, sin forma?! ¿De dónde has sacado que Îävara es nirâkâra? Él tiene un tipo de âkâra, forma, y esa es cidâkâra, una forma transcendental, pero tú dices que Él es solamente una masa de conciencia sin ninguna forma y ¿Él es el creador? ¿De dónde has sacado esto?” En esta forma él desafió a Vidyâsâgar. Pero él era muy joven y por esto Vidyâsâgar no se inquietó por el desafío. Sin embargo, él cumplió con su deber. Este era su temperamento: Él solía refutarlo todo. Tenía que desafiar a cualquiera que estuviera en contra de la línea de Mahâprabhu, de otra forma no sentía haber cumplido con su deber.

Devoto: Sin compromiso.

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sin compromiso. Sólo asentar la protesta. Una vez, Rabindranâtha Tagore escribió cierto artículo en un libro, bajo un seudónimo y Prabhupâda, también bajo un seudónimo, escribió protestando contra éste.

Devoto: Mahârâja, ¿pasó algún tiempo personalmente con Ärîla Bhakti­siddhânta Sarasvatî Gosvâmî?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí, en mis últimos años con la misión, tuve la oportunidad de vivir con él. Con frecuencia, muchas personas solían venir a visitarlo, y quizás a él le gustaba tenerme a su lado para hablar con ellos y en una forma autoritaria y respetable explicarles sus enseñanzas. En sus últimos días su memoria se debilitó, y, cuando él hablaba, se requerían algunos älokas apropiados de las Escrituras para indicar y sustentar su línea de pensamiento; muy pocos de nosotros podíamos hacer esto. Cuando él estaba tratando de recordar cierto äloka para apoyar su conversación, yo general­mente se lo suministraba al momento, y algunas veces con anticipación. Claro, original­mente nosotros escuchamos todos estos älokas y su explicación de parte de él.


El coraje infinito del pionero


Cuando Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura comenzó el servicio del dhâma y Mahâprabhu, tuvo que hacer muchas cosas para atraer al público y para que aceptaran su descubrimiento del dhâma como auténtico. En ese tiempo, el lugar estaba deshabitado. Gradualmente se hizo una construcción de ladrillo y la adoración a la Deidad de Mahâprabhu fue comenzada. El templo llegó después. Generalmente los brâhmaòas cocineros que él requería, no solían permanecer ahí por mucho tiempo debido a que era un lugar aislado y había un ambiente salvaje alrededor. Para asegurar que el servicio continuara, tuvo que soportar muchas cosas indeseables. Por ejemplo, a veces él tenía que preparar gañjikâ (marihuana) con sus propias manos, ¡para el cocinero! De otra manera éste se habría ido. A veces, cuando llegaban personas ‘respetables’, tenía que hacer arreglos para conseguir tabaco. Y hubo muchos otras pruebas.

Nuestro Guru Mahârâja, Prabhupâda, también hizo cosas similares, al extremo. Cuando Anderson, el Gobernador, fue invitado a Mâyâpura, en ese tiempo se arregló con un hotel de Calcuta para traer una comida adecuada al momento, que hasta incluía carne. Y cuando Prabhupâda también sugirió algo similar para la prédica en el extranjero, yo protesté modestamente que si platos no vegetarianos, como el pescado, eran servidos en el área del Maùh traería críticas a la misión; a lo cual él replicó: “¡No, no! Ya decidí todo eso hace miles de nacimientos. Tenemos que hacer todo lo posible para el servi­cio a Mahâprabhu”. Esa fue su respuesta. Vaikuòùha-vètti, no kuòùha, no limitación: “Estoy preparado para hacer cualquier cosa para el servicio de Mahâprabhu, para la propagación de Su misión. La gracia de Mahâprabhu debe ser distribuida a través de lo largo y ancho de todo el mundo. Y para eso, debe hacerse todo lo posible. No dejar ninguna piedra sin voltear. Conexión física no es conexión. Debemos tratar de salvar nuestra pureza interna, eso es todo”. Y para salvar a muchas almas de una dieta y hábitos impuros, Ärîmad Bhaktivedanta Svâmî Mahârâja tomó también el riesgo de contaminación externa por cosas inmundas. Él tuvo que ir al lugar de esa atmósfera adversa para salvarlos. Si la casa está en llamas, uno debe correr el riesgo de quemarse si realmente se quiere salvar a los ocupantes.


La visión divina de Bhaktivinoda Ùhâkura


Devoto: Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura también tuvo una gran visión para el mundo.

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí. Él vio en su ojo divino que prema-dharma, la religión basada en el amor divino, es tan indiscutible en su carácter, que la inteligencia no podrá evitar adoptar esta concepción de religión pura como la más elevada. Amor, prema, el fino intelecto no puede sino detectar la doctrina del amor divino, en su concepción más elevada. Su idea era: “Con una mentalidad imparcial, los pensadores occidentales no pueden sino apre­ciar la doctrina del amor divino, como fue entregada por Ärî Caitanyadeva. Así, estoy seguro que en el futuro muchos de los escolásticos occidentales vendrán bajo la bandera de Ärî Caitanyadeva”. Ésta fue su convicción y así lo men­cionó en las conferencias que dictó a través de Bengala.

Cuando Ärîpâd Bhakti Sâraôga Gosvâmî Mahârâja regresó de predicar en Inglaterra, trajo a un señor Burchett con él. Una reunión aconteció en el Bagh Bazaar Maùh. Esa reunión fue presidida por un caballero de nombre Hiran Dutta, un buen escolástico y teosofista. En su charla él dijo: “Cuando éramos estudiantes en el City College, Bhaktivinoda Ùhâkura dio una confe­rencia en relación a que en un futuro cercano, eruditos occidentales vendrían y se uni­rían al saôkîrtana bajo la bandera de Mahâprabhu. Ahora clara­mente, soy testigo del hecho que su predicción está haciéndose realidad. Escuché esa conferencia en mi juventud y ahora en mi vejez veo la eviden­cia: Esto se está haciendo realidad. Estoy muy agradecido por ello”.

Devoto: ¿Su Gracia tuvo la oportunidad de tomar el daräana de Ùhâkura Bhaktivinoda?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: No. Él dejó este mundo en 1914 y yo me uní a la misión en 1926, doce años más tarde.

Devoto: ¿Tal vez conoció a otras personas que tuvieron contacto con él?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Hubo un Parvat Mahârâja que vivía al lado de Bhaktivinoda Ùhâkura cuando pasó su vejez en Godruma.


Expandir el Santo Nombre”


Parvat Mahârâja contaba que sólo había una pared de por medio entre su casa y la de Bhaktivinoda Ùhâkura, localizadas en Surabhî Kuñja. Desde las tres en punto de la mañana, Bhaktivinoda Ùhâkura solía levantarse y cantar el nombre de Kèëòa, el mahâ-mantra, en voz muy alta.

Parvat Mahârâja lo describió así: “Como si estuviera llamando a alguien desde muy lejos, con este espíritu, Bhaktivinoda Ùhâkura solía cantar el Santo Nombre. Había una silla de cemento que Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura utili­zaba por un rato cuando se sentía cansado; pero luego, después de algún tiempo, corría de nuevo por el jardín, cantando al máximo de su voz: “¡Hare Kèëòa, Hare Kèëòa!” Con tal entusiasmo en su voz, estaba llamando, llamando a una persona; con este espíritu y no de una manera formal, sino con verda­dera ansiedad, estaba llamando al Señor”.

Hubo otra cosa que escuché acerca de él de otra fuente, Râm Gopâl Vidyâbhûëâna, un doctor en leyes.

Râm Gopâl me contó: “Una vez fuimos a visitarlo, habíamos escuchado que un funcionario del gobierno, un hombre educado, se había vuelto un vaiëòava bâbâjî. Entonces, fuimos a verlo y alguien entre nosotros inquirió: ‘Por favor, háblenos acerca de Kèëòa y Kèëòa-nâma (el Santo Nombre de Kèëòa)’”.

Después de un momento, Bhaktivinoda Ùhâkura respondió: “¡Oh! ¿Desean escuchar acerca de Kèëòa? ¿Desean escuchar Kèëòa-nâma? De esta manera continuó repitiendo, ¿son tan afortunados? ¿Han venido a escuchar Kèëòa-nâma?”

Así, esta petición conmovió su cuerpo y mente de manera similar a como lo describe él mismo en su poema, Ärî Nâma-mâhâtmya:


kèëòa-nâma dhare kata bala

viëaya-vâsanânale, mora citta sadâ jvale,

ravi tapta marubhûmi sama;

karòa randhra patha diyâ, hèdi mâjhe praveäiyâ

variëaya sudhâ anupama (1)


hèdaya haite bale, jihvâra agrete cale,

äabda-rûpe nâce anukäana;

kaòthe more bhaôge svara, aôga kâpe thara thara,

sthira haite nâ pâre caraòa (2)


cakëe dhârâ, dehe gharma, pulakita saba carma,

vivaròa haila kalevara;

mûrcchita haila mana, pralayera âgamana,

bhâve sarva deha jara jara (3)


kari’eta upadrava, citte varëe sudhâdrava,

more àâre premera sâgare;

kichu nâ bujhite dila, more ta’ bâtula kaila,

mora citta vitta saba hare (4)


lainu âäraya yâ’ra, hena vyavahâra tâ’ra

balite nâ pâri e sakala;

kèëòa-nâma icchâmaya, yâhe yâhe sukhî haya,

sei mora sukhera sambala (5)


premera kalikâ nâma, adbhuta rasera dhâma,

hena bala karaye prakâäa;

iëat vikasi’ punaì, dekhâya nija-rûpa-guòa,

citta hari’ laya kèëòa pâäa (6)


puròa vikaäita hañyâ, vraje more yâya lañyâ,

dekhâya more svarûpa-vilâsa;

more siddha deha diyâ, kèëòa pâäe râkhe giyâ,

e dehera kare sarva nâäa (7)


kèëòa-nâma cintâmaòi, akhila-rasera khani,

nitya-mukta äuddha-rasamaya;

nâmera balâi yata, saba lay’e hai hata,

tabe mora sukhera udaya (8)


Cakëe dhârâ, de mis ojos fluyen lágrimas; dehe gharma, mi cuerpo trans­pira; murcchita haila mana, siento que voy a desmayarme; kari eta upadrava, el Santo Nombre crea gran agitación en mí; cittevarse sudhâ-drava, ocasio­nando una lluvia de corriente nectarina en mi corazón; more àâre premera sâgare, y arrastrándome al océano de éxtasis, de amor; kichu nâ bujhite dila, more ta’ bâtula kaila, no puedo sentir el medio ambiente que me rodea y he llegado a parecer un loco; mora citta-vitta saba hare, me he perdido a mí mismo en ese pensamiento.1

Râm Gopâl Vidyâbhûëâna contó: “Vi con mis propios ojos que todos estos síntomas estaban manifiestos en su cuerpo y mente, simplemente al escuchar nuestra petición. Bhaktivinoda Ùhâkura decía: ‘Ustedes son tan afortunados, ¿ustedes han venido a escuchar Kèëòa-nâma de mí? ¡Kèëòa! ¡Kèëòa!’ De esta forma entró en otro campo y, así, muchos síntomas y expresiones aparecie­ron en su cuerpo y mente: Convulsiones, lágrimas, todas estas cosas”. Yo escuché esto de un testigo presencial.

Devoto: ¿Es verdad que antes de la aparición de Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura, la tradición vaiëòava había llegado a estar muy ignorada?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Se encontraban muy pocos äuddha-vaiëòavas en el tiempo de la aparición de Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura. Pero él adaptó la religión a una apariencia moderna, de tal manera que fuera fácil para muchos estudiantes interesados, progresar y aceptar äuddha-vaiëòavismo. Éste había sido muy perjudicado por los seudo-seguidores; el ideal verdadero había llegado a ser eclipsado y así, para el investigador, era difícil tener un acceso real y un apego verdadero por el gauàîya-vaiëòavismo.

Los así llamados bâbâjîs, fueron especialmente responsables por desvirtuar el ideal. Ellos procedían de cualquier casta, podían casarse y tomaban el nombre sin una práctica apropiada o un sentimiento de real sinceridad por la verdad. Conducían sus vidas con prácticas o hábitos impuros y peor aún, en nombre de la religión se mezclaban libremente con mujeres. Esto trajo como consecuencia desprecio hacia ellos en la sociedad. Similarmente, aquellos “gosvâmîs” que se dedicaban a iniciar discípulos como su negocio, también perdieron su honor en la sociedad, pues tenían una baja asociación. Los bâbâjîs y los gosvâmîs perdieron prestigio ante la sociedad debido a su carác­ter imitativo. Pero el Gauàîya Maùh surgió con el espíritu real de la religión y las prácticas puras la siguieron subsecuentemente. Así, la atención de los educados buscadores de la verdad fue atraída hacia el Gauàîya Maùh y se congregaron.

Devoto: Después de escuchar acerca de grandes personalidades como Bhaktivinoda Ùhâkura, nos sentimos muy insignificantes.

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí. No podemos sino cumplir con nuestro deber, contribuir tanto como nos sea posible al servicio de Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura.

1 Para una traducción iluminadora completa extraída de las conversaciones informales del Ärîla Ärîdhara Mahârâja, ver el capítulo doce del libro La Búsqueda de Ärî Kèëòa, la Hermosa Realidad, publicada dentro de esta obra.



Volumen I - Capítulos | | | | | | | | | | 10º | 11º | 12º
Volumen II - Capítulos | | | | | | | | | | 10º | 11º | 12º
Volumen III - Capítulos | | | | | | | | | | 10º | 11º | 12º |



Página PRINCIPAL
OBRAS y AUTORES CLÁSICOS
Agradecimientos
Cuadro General

Disculpen las Molestias







jueves 11 de marzo de 2010

ENCICLOPEDIA - INDICE | DEVOTOS FACEBOOK | EGIPTO - USUARIOS de FLICKR y PICASAWEB

No hay comentarios:

Correo Vaishnava

Mi foto
Spain
Correo Devocional

Archivo del blog