lunes, 15 de marzo de 2010

Sermones del guardián de la devoción III - 2º

CAPITULO DOS


Más fino que la materia


Summer Camp with Bhakti Vikas Swami in Croatia 16

Summer Camp with Bhakti Vikas Swami in Croatia por ISKCON desire  tree.

Bhakti Vikas Swami Summer Camp Croatia Aug 2009

Summer Camp with Bhakti Vikas Swami in Croatia 17


Summer Camp with Bhakti Vikas Swami in Croatia por ISKCON desire  tree.

Bhakti Vikas Swami Summer Camp Croatia Aug 2009

Encontramos que ciertas Escrituras tales como los Upaniëads proporcionan simples afirmaciones sin rima o razón; sin explicación o justificación. Esto se debe a que tal conocimiento está indicado para el nivel superior donde no existe posibilidad de ningún engaño. Cualquier cosa dicha allí es tomada por los que escuchan como una verdad completa. No existe campo para la duda debido a que en ese plano superior civilizado no existe ninguna posibilidad de engaño. Los Upaniëads dicen: “Esto expresa esto y aquello”, y la respuesta natural es: “Sí, esto es así”. “No existe tarka (razonamiento) ni duda o algo por el estilo, porque el plano en sí mismo es tal que el engaño es des­co­nocido”.

Así, en el caso de los Vedas o los Upaniëads nosotros somos prevenidos: acintyâì khalu ye bhâvâ na stâê tarkena yojayet. “No apliques tu duda o tu razonamiento a ese plano superior. Es innecesario allí donde sólo existe un diálogo sencillo y un trato imparcial, sin el problema que alguien quiera engañar a los demás. El engaño o los tratos parciales son desconocidos allí”. Este es el nivel de los Vedas y los Upaniëads donde la rima y la razón son innecesarios. Pero en un estado inferior, el Smèti y los Purâòas vienen a dar su consejo de otra forma. Los Purâòas son como amigos aconsejándonos: “Haz esto y serás beneficiado”. Ellos dan ejemplos: “Esta persona actuó de esta manera y obtuvo un buen resultado; pero esta otra hizo cosas malas y recibió malos resultados. Así, mi amigo, aprende de esto”. Luego el Äruti viene en nuestra ayuda por mostrarnos cómo aplicar estas verdades en nues­tra vida diaria.

El Kâvya también se aproxima a nosotros y viene de una manera muy dulce, como una esposa afectuosa, a aconsejarnos: “Haz esto, será muy bueno para ti”. Pero los Vedas toman otro enfoque: acintyâì khalu ye bhâvâ na stâê tarkena yojayet. Este asunto no cabe dentro de la jurisdicción de la duda, el razonamiento o demás. “No arrastres estas cosas sucias dentro de esa esfera”.

En una conferencia di un ejemplo para ilustrar esto. Una madre da un dulce a su hijo, ella pone éste en su mano pero él dice: “¡Oh, esto puede estar envenenado! Debo ir al laboratorio y examinarlo”. Esto es algo deplorable y es un tipo muy bajo de civilización donde tal actitud prevalezca. Pero en ese plano donde el afecto y el trato imparcial son desconocidos, tarka, vicâra y yukti (discriminación); duda, examen e inspección están todos presentes. Pero esa es realmente una vida abominable.

Existe Kèëòa-smèti y su opuesto, deha-smèti


deha-smèti nâhi yâra, saêsâra-kûpa kâhâô târa,

tâhâ haite nâ câhe uddhâra

Caitanya-caritâmèta, Madhya 13.142


Alguien que no tiene conciencia de su cuerpo material no posee una co­nexión material mundana. Nosotros estamos conscientes de nuestro cuerpo material y por eso hemos entrado en conexión con la atmósfera del mundo material. Si somos independientes de este cuerpo material, entonces no ten­dremos conexión con el mundo mortal. Este es el instrumento entre el mundo material y el âtmâ, alma. El sistema mental efectúa la primera conexión, luego viene la conciencia del cuerpo.

Después que Äukadeva Gosvâmî terminó de dar su disertación sobre el Bhâgavata, en su conclusión él advirtió a la audiencia, especialmente a Parîkëit Mahârâja: tvaê tu râjan mariëyeti, paäu-buddhim imaê jahi (Ärîmad-Bhâgavatam 12.5.2).

¡Oh rey! No pienses que vas a morir, abandona esa conciencia animal. Elimínala completamente de tu mente y no permitas que tu atención des­cienda a ninguna concepción material. Permanece en tu propia concepción del alma. Toma tu posición firmemente allí. ¿Por qué te permites bajar a la concepción de esta materia: El mundo, tu cuerpo y todas estas cosas? Eso es innecesario. No permitas que tu atención descienda hacia esta conciencia material, tú eres independiente de ésta. Piensa en tu alma, sus logros y pros­pectos superiores. Tus transacciones deben ir siempre hacia arriba; cíñete a eso. Tú, el alma, eres independiente de la materia. Libre de la materia podrás vivir y actuar felizmente. Pensar que no es posible estar sin un cuerpo material es conciencia animal, paäu buddhi. ¡Qué es esto! ¿Por qué te permites venir a esta conciencia material, la cual es mortal? No te permitas descender, tomar experiencia de este mundo material. Esto es conciencia animal. ¡Tú debes eliminarla, matarla! Tvaê tu râjan marisyeti, paäu-buddhim imaê jahi. Pen­sar: ‘Moriré’ es conciencia animal. Elimínala de una vez por todas. Al mismo tiempo trata de remontarte desde el alma y por encima de esta y más allá, hasta la concepción de Nârâyaòa, y hacia adelante a la concepción de Kèëòa. Trata de vivir en la conexión de Vraja y de las divinas doncellas que se encuentran sirviendo a Kèëòa allí. Considera cómo ellas están temerariamente ocupadas en servir la dulce voluntad de Su Señor. Cada una de ellas está siempre preparada y es el emblema del sacrificio”.

En el ejército de Hitler existía un escuadrón suicida que siempre estaba preparado para cualquier cosa. Similarmente las gopîs de Vraja están listas para dejarlo todo por la más ligera satisfacción de Kèëòa. Ellas están prepara­das para sacrificar, al segundo de ser notificadas, no sólo su cuerpo sino la aspiración completa que tienen en conexión con Él. Arriesgando plenamente todo, ellas tienen el más elevado estándar de preparación para el servicio de Kèëòa y ese es el estándar más elevado de vida. En ellas encontramos sacrifi­cio al extremo. Sacrificio por el bien, sacrificio por el Bien Absoluto, la Belleza, Bienaventuranza y Éxtasis Absoluto. Tu morada estará muy cerca a Él de acuerdo con tu grado e intensidad de actitud de sacrificio. Ésta es la aproxi­mación más cercana. Por medio del sacrificio nosotros vivimos. Por medio del disfrute nosotros perdemos. Por servir crecemos y por disfrutar perdemos. Y la posición de la renunciación es cero: No pérdida, no ganancia, pero en com­paración con la adquisición positiva ésta es una pérdida. Cuando no existe ganancia entonces hay pérdida. Renunciación, mukti, salvación, simple libe­ración, no importa cómo se llame, es una pérdida en comparación con el logro positivo de un servidor.

La realidad es para sí misma. No es para nadie más aparte de Él. Nosotros somos para Él; nuestra existencia tiene significado sólo por Él. Nuestro propósito es servirlo a Él. Él es la totalidad. Él está existiendo, lo es todo y nosotros somos sus subordinados. Así que tenemos que disolver nuestra conciencia corporal, esta conciencia animal.

En un sueño, un hombre puede ver que su cuerpo descabezado cae ante él, pero esto no afecta su existencia o su percepción. El alma tiene una conexión similar con este mundo. Ésta no es afectada. En un sueño puede ver que aunque su cuerpo puede ser pulverizado y la tierra desaparecer bajo sus pies, él permanece sin afectarse. Similarmente, la posición del alma es indepen­diente. Ésta no depende de la existencia material pero piensa que las cosas materiales son indispensablemente necesarias para mantener su existencia. Pero esto es un error y una confusión. Permanecer en la concepción material no es necesario para el alma. Aunque la concepción material parece ser muy indispensable para nosotros, no lo es. Somos independientes de la materia. Aun la existencia mental es independiente de esta existencia material burda, qué decir el alma. El alma no tiene nada que ver con la materia que es una sustancia extraña, prefabricada y como de sueño. Más bien la concepción material está envenenando el alma y la está llevando en la dirección opuesta a su interés real.

Los mâyâvâdîs y los budistas consideran que con la disolución de la con­cepción material nada permanece. Y Äaôkara dice que sólo permanece una conciencia no diferenciada en la cual no puede sostenerse ninguna concep­ción individual. Pero los vaiëòavas dicen: “No, existe un mundo de realidad hecho de un material superior a tu alma. Tu alma está conformada por conciencia vulnerable, pero existe un mundo de conciencia invulnerable. Si puedes prepararte para entrar allí, serás feliz, y sólo con el propósito de rendir servicio puedes lograr la entrada a esa tierra. Tal clase de adaptabilidad está dentro de ti. Ese es tu svarûpa, tu verdadera naturaleza. La adaptabilidad a la vida positiva es inherente al alma. Tú estás para florecer y cuando florezcas plenamente alcanzarás la etapa de Goloka”.

Erróneamente nos hemos adaptado a la materia y esto nos ha llevado al lado negativo y así estamos vagando en diferentes etapas. Esta condición caída no sólo es innecesaria sino que también es perjudicial para el alma.

Así como por tomar agua de enfrente y enviarla hacia atrás un nadador puede adelantar, así también por escuchar y cantar, nosotros podemos progresar. Äravaòa-kîrtana-jale (Caitanya-caritâmèta 19.152). Nosotros tene­mos que escuchar, y lo que consigamos tenemos que distribuirlo a otros. Un nadador hace rápido progreso por llevar hacia atrás el agua que está enfrente de él, similarmente, en términos espirituales, tenemos que recibir del capita­lista y distribuirlo a los clientes. Äravanaê, kîrtana, äravanaê, kîrtana.... Por asimilar y exportar podemos hacer progreso, y el capitalista Absoluto nos suplirá tanto como los clientes puedan recibir. Este es el consejo de Mahâpra­bhu: yâre dekha, târe kahakèëòa’-upadeäa (Caitanya-caritâmèta, Madhya 7.128). “Distribuye estas mercancías a todos y una nueva luz vendrá a ti que a su vez tendrás que distribuir a otros. De esta forma tendrás una vida diná­mica y progresiva y no habrá escasez de respaldo superior”.

Svâmî Mahârâja invocó la asistencia de Kèëòa. Él pidió: “Por favor ven en mi ayuda. Yo he sido encomendado por Tu favorito para ejecutar este deber. Por favor ayúdame. Después de terminar esta tarea me uniré de nuevo a Tu juego en Vèndâvana. Allí jugaremos; correremos, saltaremos y haremos de todo en forma bulliciosa. Pero por ahora tengo un deber que es necesario cumplir, ese deber me fue encomendado por Tu persona favorita. Si me ayudas a llevar esto a cabo, entonces Tu amigo, ese amigo favorito Tuyo, estará complacido contigo y así ¡sacarás ventaja de esto!” Así, él hizo esta petición, kèëòa tava puòya habe bhâi: “¡Lograrás buen mérito si me ayudas!”

Kèëòa sostuvo la colina de Govardhana con el dedo meñique de Su mano izquierda y después de eso, los pastores y los niños le dijeron: “¡Tú no lo hiciste solo, nosotros también te ayudamos con nuestras varas! Acuérdate de esto, ¡Tú no pudiste hacerlo solo!”

Ellos comparten la felicidad y no se toman la molestia de pensar en Su majestuosidad extraordinaria, fuerza y demás. Ellos sienten: “Él es uno de nosotros, pero muy hermoso y no podemos vivir sin Él. No sabemos por qué, pero de alguna forma si Él no está en medio de nosotros estamos sin vida y cuando Él viene volvemos a ser reanimados”. Él es su vida misma y conside­ran: “Él posee algún poder peculiar sin duda, pero aun así Él es uno de noso­tros”.

Si ellos escuchan que Él es Dios entonces dicen: “No, no, Él no puede ser Dios, no admitimos eso. Más bien Él es nuestro amigo. ¿Quién dice que Él es Dios? No nos importan tales declaraciones. Él es nuestro amigo, nuestro muy encantador amigo”.

Madre Yaäodâ también piensa: “Él es mi hijo, pero algunas personas no gustan que yo viva en paz, así, ellos dicen que Él es Dios y que esto y aquello. ¿Por qué dicen tales cosas? Él es mi hijo, pero ellos son tan celosos y envidio­sos que no les gusta que yo viva en paz con mi hijo y mi esposo. Ellos son tan envidiosos que dicen que Él es Dios y Él es esto o aquello. ¡No! Simplemente Él es mi hijo, sólo que son incapaces de tolerar que tenga tan bello niño y por esto hacen público muchas especulaciones de diferentes tipos. No me gustan estas cosas y esto es amenazador para mi hijo. ¿Por qué Él debería volverse un dios? ¡Los seres humanos son reales!”


kèëòera yateka khelâ sarvottama nara-lîlâ

nara-vapu tâhâra svarûpa


Mahâprabhu enseñó que la sociedad humana es tan valiosa debido a que ésta es la forma original de Kèëòa. Esta sociedad humana es creada de su estilo social original y por esto es tan importante, sarvottama nara-lîlâ, nara vapu tâhâra svarûpa.

Es aceptado en este mundo que la creación humana es la mas elevada. Pero los materialistas piensan: “Somos amos del mundo de los fósiles. No tenemos que dar explicaciones a nadie por nuestras actividades. Nosotros somos los amos”. Ése es el punto de vista científico materialista. Pero algunas veces están temerosos: “Si gente de una cultura superior habitan en sukra graha o en cualquier otra estrella, podrían venir y nosotros desaparecer. Si en un platillo volador vienen a atacarnos con un nuevo tipo de armas entonces seremos nada”. Pero antes de esto, ellos pueden luchar uno con el otro con bombas atómicas y destruirlo todo. ¡Suicida! Este es, después de todo, el plano suicida, el plano de la desavenencia, donde uno no puede vivir sin devorar su medio ambiente. Ésa es la ley de esta tierra. Si deseas vivir aquí entonces debes devorar tu medio ambiente, de otra forma no podrás sobre­vivir. Así, éste es el plano suicida. Uno está comiéndose al otro y sólo así pueden vivir, y eso sólo por el momento. Entonces, ¿es ésta una tierra apro­piada para vivir?

Prasâda, ¡esa es la solución suprema! Las principales necesidades de cual­quiera en este mundo son preservar y propagar. Nuestra primera prioridad es preservar y para la autopreservación creamos caos en el medio ambiente por medio de la explotación. El principio elemental de la explotación comienza con el afán de la autopreservación y eso significa comer. Tenemos que ajustar nuestro trato con el medio ambiente con respecto a nuestra más primitiva necesidad, la cual no podemos evadir a fin de mantener alma y cuerpo juntos. Así, que si podemos solucionar esta sola dificultad habremos solucio­nado casi todo el problema.

Prasâda-sevâ korite hoya, sakala prapañca jaya, Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura dice que la llave de la solución de todo el problema de esta vida material está en el prasâda. La primera necesidad de la vida es comer y si podemos solu­cionar este problema, lo habremos solucionado todo. Prasâda-sevâ korite hoya, sakala prapañca jaya, lo más importante es aprender cómo tomar prasâda para mantenernos. Nuestra vida depende principalmente de eso.

Para vivir aquí tenemos que consumir y crearemos devastación en el medio ambiente al alimentarnos. Si consumimos cualquier cosa, ya sea plantas, arbustos o semillas, estamos matando criaturas microscópicas. Así, la pregunta es ¿cómo deshacernos de esta reacción? Se dice en el Bhagavad-gîtâ (3.9): yajñârthât karmaòo ‘nyatra, loko ‘yaê karma-bandhanaì, podemos ser liberados de esta reacción sólo si podemos relacionar con éxito todo esto con la Satisfacción Suprema, con Aquél a quien todo el mundo tiene el deber de satisfacer. Así, al tomar el alimento, realmente tenemos que ser conscientes que estamos reuniendo los ingredientes para Su satisfacción y luego coci­nando y ofreciendo para Su satisfacción; ése deberá ser nuestro verdadero propósito. Y luego, como nuestra vida y energía son para servirlo a Él, necesi­tamos energía y habremos de tomar algo de eso. Pero el punto principal, la sustancia verdadera de la transacción, será colectar, cocinar y ofrecérselo a Él, de acuerdo con Su voluntad expresada en las Escrituras. Ése es el primer paso, y sólo después que los alimentos le han sido ofrecidos, deberemos tomar algo para nosotros. Esto nos ayudará a estar siempre conscientes de por qué estamos tomando. Nosotros estamos tomando sólo porque deseamos servirlo a Él. Además, en cualquier cosa que haya sido aceptada por el Señor, el “veneno”, la mala reacción, será absorbida y digerida por Él, así como en el caso de Mahâdeva quien bebió el veneno generado del océano de leche.

Kèëòa es absoluto y puede digerir cualquier cosa. No sólo eso, sino que aquellas cosas que han sido consumidas en conexión con Él, también reciben promoción, así que realmente no hay hiêsâ, violencia. Lo que parece ser hiêsâ realmente no lo es, porque aquellos que aparentemente fueron tratados de forma violenta reciben una promoción superior a través de su conexión con el Supremo. Además, cualquiera que haya sido un instrumento en esta­blecer esa conexión también recibirá algún reconocimiento. Así, el devoto debería pensar: “¿Qué tomaré? No deberé tomar nada del mundo, sólo tomaré de mi Amo, como Su gracia. Esta es Su gracia, Su libre gracia para mí, prasâda.

La palabra prasâda significa “bondad”, “bendición”. El devoto sentirá: “No esperaré nada en reconocimiento a cualquier servicio que haga. Ésta es una transacción libre. Y cualquier cosa que reciba es sólo Su gracia. Entonces, tomaré prasâda y seré liberado de todo enredo de acción o reacción a pesar que estoy en medio de esto. Debido a que es un hecho que con cada acción debo perturbar al medio ambiente, entonces todas mis acciones deben ser para Él, el Supremo Señor, y no habrá una mala reacción viniendo a mí, sino que más bien la reacción opuesta tendrá lugar y me ayudará no sólo a mí sino a aquellos que fueron ofrecidos. A través de mí mismo como un centro, emanarán las olas que ayudarán a otros a progresar en el sendero de la puri­ficación”.

Así que a través de la Divinidad en su corazón, todos deben actuar como un agente purificador. Dios está en el trono del corazón y desde allí Él emana un rayo tan fino, que no sólo purificará al corazón de esa persona sino también al medio ambiente. “Vaiëòava” significa agente purificador que emana bondad, bondad absoluta, por todas partes: A través de sus movimientos, sus palabras, sus acciones, todo: Pensamiento palabra y obra, kâya, mana, vâkya. Un vaiëòava es un agente de lo auspicioso; te vaiëòavaì bhuvanamâäu pavitra­yanti. Hay muchos vaiëòavas y por su canto del Santo Nombre, por sus acciones y por sus vidas, ellos son como muchos agentes purificadores.

Por el conocimiento adecuado, el trato apropiado y la conducta adecuada, ellos fijan todo en su posición correcta y crean arreglos en el reino del desa­rreglo. Este mundo está desordenado y los agentes que lo balancean, los factores unificadores, son los vaiëòavas. Así como existe un germen, un virus, que esparce una enfermedad contagiosa en particular, también debe existir lo opuesto a eso, algo que sólo emana una atmósfera pura y saludable, y ese es el vaiëòava.



Volumen I - Capítulos | | | | | | | | | | 10º | 11º | 12º
Volumen II - Capítulos | | | | | | | | | | 10º | 11º | 12º
Volumen III - Capítulos | | | | | | | | | | 10º | 11º | 12º |



Página PRINCIPAL
OBRAS y AUTORES CLÁSICOS
Agradecimientos
Cuadro General

Disculpen las Molestias







jueves 11 de marzo de 2010

ENCICLOPEDIA - INDICE | DEVOTOS FACEBOOK | EGIPTO - USUARIOS de FLICKR y PICASAWEB

No hay comentarios:

Correo Vaishnava

Mi foto
Spain
Correo Devocional

Archivo del blog