por Rubenpara Todos
Xanadú: La mente ¿placer o prisión?
El fragmento lírico “Kubla Khan” (cincuenta y cuatro versos rimados e irregulares, de prosodia exquisita) fue soñado por el poeta inglés Samuel Taylor Coleridge, en uno de los días del verano de 1797.
Coleridge escribe que se había retirado a una granja en el confín de Exmoor; una indisposición lo obligó a tomar un hipnótico –opio- ; el sueño lo venció momentos después de la lectura de un pasaje de Purchas, que refiere la edificación de un palacio por Kubla Khan, el emperador cuya fama occidental labró Marco Polo.
Me gustaría pensar en Xanadú como metáfora de la mente que ha caído en un sueño y que aún no despierta y entonces preguntar y preguntarme…
¿La mente placer o prisión?
Poema: KUBLA KHAN O UNA VISIÓN DE UN SUEÑO
Autor: Samuel Taylor Coleridge
Es una glorificación de la creación natural y su contraste con la creación artística de la mente humana
1. En Xanadú, Kubla Khan
2. decretó la construcción de una majestuosa mansión de placer:
3. donde Alfeus el rio sagrado, corría
4. a través de cavernas inmensurables para el hombre
5. hacia abajo, hacia un mar sin sol.
6. Así dos veces cinco millas de tierra fértil
7. fueron rodeadas por murallas y torres:
8. Y había jardines brillantes con arroyuelos sinuosos,
9. donde, florecían muchos árboles de incienso;
10. Y aquí había bosques tan viejos como las colinas,
11. envolviendo espacios verdes llenos de sol.
12. Pero, ¡oh! aquel profundo abismo romántico que se inclinaba
13. ¡bajando a través de la verde colina, cubierta de cedros!
14. ¡Un lugar salvaje! tan santo y tan encantado
15. como el que alguna vez fue perturbado, bajo una luna menguante
16. ¡por una mujer lamentándose por su amante-demoniaco!
17. Y desde este abismo, con un incesante torbellino hirviente,
18. como si esta tierra respirara en rápidos y densos jadeos,
19. una fuente poderosa surgía con fuerza:
20. En medio de la cual rápido y medio intermitente explotaban
21. enormes fragmentos abovedados como granizo que rebotaba o
22. como el trigo bajo el golpe del mayal del trillador:
23. Y en medio de estas rocas danzantes una vez y siempre,
24. surgía el rio sagrado.
25. Cinco millas serpenteantes con un movimiento sinuoso,
26. a través del bosque y del valle corría el río sagrado,
27. llegando luego a las cavernas inconmensurables al hombre,
28. y se hundía tumultuosamente en un océano sin vida:
29. y en medio de este tumulto, Kubla oyó a lo lejos,
30. ¡voces ancestrales profetizando guerra!
31. La sombra de la mansión del placer
32. flotaba a mitad de camino sobre las olas:
33. donde se oían los ritmos mezclados
34. de la fuente y de las cuevas.
35. Era un milagro de raro diseño
36. ¡Una soleada mansión de placer con cuevas de hielo!
37. Una damisela con un dulcémele
38. en una visión una vez yo vi:
39. Era una doncella abisinia,
40. Y su dulcémele ella tañía
41. cantando al Monte Abora.
42. Desearía revivir dentro de mi
43. su sinfonía y su canto,
44. y a tan profundo placer me sometería,
45. que con música fuerte y prolongada,
46. construiría esa mansión en el aire,
47. ¡ese domo lleno de sol! ¡Esas cuevas de hielo!
48. Y todos los que oyeran las verían ahí,
49. y todos gritarían, ¡Cuidado! ¡Cuidado!
50. Sus ojos centellantes, ¡su pelo flotando!
51. Tejed un círculo alrededor de él tres veces,
52. y cerrad los ojos con santo temor,
53. porque él se ha alimentado de ambrosía,
54. y ha bebido de la leche del Paraíso.
Coleridge escribe que se había retirado a una granja en el confín de Exmoor; una indisposición lo obligó a tomar un hipnótico –opio- ; el sueño lo venció momentos después de la lectura de un pasaje de Purchas, que refiere la edificación de un palacio por Kubla Khan, el emperador cuya fama occidental labró Marco Polo.
Me gustaría pensar en Xanadú como metáfora de la mente que ha caído en un sueño y que aún no despierta y entonces preguntar y preguntarme…
¿La mente placer o prisión?
Poema: KUBLA KHAN O UNA VISIÓN DE UN SUEÑO
Autor: Samuel Taylor Coleridge
Es una glorificación de la creación natural y su contraste con la creación artística de la mente humana
1. En Xanadú, Kubla Khan
2. decretó la construcción de una majestuosa mansión de placer:
3. donde Alfeus el rio sagrado, corría
4. a través de cavernas inmensurables para el hombre
5. hacia abajo, hacia un mar sin sol.
6. Así dos veces cinco millas de tierra fértil
7. fueron rodeadas por murallas y torres:
8. Y había jardines brillantes con arroyuelos sinuosos,
9. donde, florecían muchos árboles de incienso;
10. Y aquí había bosques tan viejos como las colinas,
11. envolviendo espacios verdes llenos de sol.
12. Pero, ¡oh! aquel profundo abismo romántico que se inclinaba
13. ¡bajando a través de la verde colina, cubierta de cedros!
14. ¡Un lugar salvaje! tan santo y tan encantado
15. como el que alguna vez fue perturbado, bajo una luna menguante
16. ¡por una mujer lamentándose por su amante-demoniaco!
17. Y desde este abismo, con un incesante torbellino hirviente,
18. como si esta tierra respirara en rápidos y densos jadeos,
19. una fuente poderosa surgía con fuerza:
20. En medio de la cual rápido y medio intermitente explotaban
21. enormes fragmentos abovedados como granizo que rebotaba o
22. como el trigo bajo el golpe del mayal del trillador:
23. Y en medio de estas rocas danzantes una vez y siempre,
24. surgía el rio sagrado.
25. Cinco millas serpenteantes con un movimiento sinuoso,
26. a través del bosque y del valle corría el río sagrado,
27. llegando luego a las cavernas inconmensurables al hombre,
28. y se hundía tumultuosamente en un océano sin vida:
29. y en medio de este tumulto, Kubla oyó a lo lejos,
30. ¡voces ancestrales profetizando guerra!
31. La sombra de la mansión del placer
32. flotaba a mitad de camino sobre las olas:
33. donde se oían los ritmos mezclados
34. de la fuente y de las cuevas.
35. Era un milagro de raro diseño
36. ¡Una soleada mansión de placer con cuevas de hielo!
37. Una damisela con un dulcémele
38. en una visión una vez yo vi:
39. Era una doncella abisinia,
40. Y su dulcémele ella tañía
41. cantando al Monte Abora.
42. Desearía revivir dentro de mi
43. su sinfonía y su canto,
44. y a tan profundo placer me sometería,
45. que con música fuerte y prolongada,
46. construiría esa mansión en el aire,
47. ¡ese domo lleno de sol! ¡Esas cuevas de hielo!
48. Y todos los que oyeran las verían ahí,
49. y todos gritarían, ¡Cuidado! ¡Cuidado!
50. Sus ojos centellantes, ¡su pelo flotando!
51. Tejed un círculo alrededor de él tres veces,
52. y cerrad los ojos con santo temor,
53. porque él se ha alimentado de ambrosía,
54. y ha bebido de la leche del Paraíso.