Capítulo 3
Las oraciones de Gajendra
En este capítulo se presentan las oraciones de Gajendra, el rey de los elefantes. En el pasado, el rey de los elefantes había sido un ser humano llamado Indradyumna, el cual había aprendido una oración dirigida al Seïor Supremo. Ahora tenía la fortuna de recordarla, y la recitó para sus adentros. En primer lugar, ofreció respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios; tambien expresó su incapacidad de recitar las oraciones debidamente, debido a la difícil posición en que se encontraba, atacado por el cocodrilo. Aun así, trató de cantar el mantra y logró hallar las palabras adecuadas, expresándose de la siguiente manera:
La Suprema Personalidad de Dios es la causa de todas las causas, la persona original de quien todo ha emanado. El es la causa original de la manifestación cósmica, y todo el cosmos reposa en El; sin embargo, es trascendental, pues todas Sus actividades en relación con el mundo material se llevan a cabo por intermedio de Su energía externa. El Se encuentra eternamente en el mundo espiritual —en Vaikuëöha o en Goloka Våndävana—, dedicado a Sus pasatiempos eternos. El mundo material es un producto de Su energía externa, la naturaleza material, que actúa bajo Su dirección. Es así como se producen la creación, el mantenimiento y la aniquilación. El Seïor existe en todo momento, aunque al no devoto esto le resulta muy difícil de entender. Aunque todo el mundo tiene la posibilidad de percibir a la trascendental Suprema Personalidad de Dios, sólo los devotos puros perciben Su presencia y actividades. La Suprema Personalidad de Dios está completamente libre del nacimiento material, la muerte, la vejez y las enfermedades. En verdad, en el mundo material, todo aquel que se refugie en El quedará tambien situado en esa posición trascendental. Para satisfacción del devoto (pariträëäya sädhünäm), el Seïor adviene y manifiesta Sus actividades. Ninguno de Sus pasatiempos, como Su advenimiento o Su partida, es en absoluto material. Aquel que conoce ese secreto puede entrar en el reino de Dios. En el Seïor se reconcilian todos los elementos antagónicos. El Seïor está en el corazón de todos. El es el controlador de todo, el testigo de todas las actividades, y la fuente original de todas las entidades vivientes. En verdad, todas las entidades vivientes son partes de El, pues El es el origen de Mahä-Viñëu, que es la fuente de las entidades vivientes del mundo material. El Seïor puede observar las actividades de nuestros sentidos, que, por Su misericordia, pueden actuar y alcanzar resultados materiales. El, aunque es la fuente original de todo, permanece libre del contacto de cualquiera de Sus subproductos. Es como una mina de oro, que, aunque es el origen del oro que hay en las alhajas, es distinta de las alhajas en sí. Al Seïor se Le adora mediante el metodo prescrito en los Päïcarätras. El es la fuente de nuestro conocimiento, y puede darnos la liberación. Por lo tanto, tenemos el deber de entenderle conforme a las instrucciones de los devotos, y, en particular, del maestro espiritual. Aunque para nosotros la modalidad de la bondad permanece cubierta, si seguimos las instrucciones de las personas santas y del maestro espiritual podremos liberarnos de las garras materiales.
“La forma material de la Suprema Personalidad de Dios resplandece con luz propia y es adorada por los no devotos; los que son avanzados en el conocimiento espiritual adoran Su forma impersonal, y los yogés Le perciben en Su aspecto de Paramätmä localizado. Sin embargo, sólo los devotos comprenden Su forma personal original. Esa Suprema Personalidad de Dios puede disipar la oscuridad del alma condicionada mediante las instrucciones que ofrece en la Bhagavad-gétä. El es el oceano de cualidades trascendentales, y sólo puede ser comprendido por personas liberadas que han superado el concepto corporal de la vida. El Seïor, por Su misericordia sin causa, puede rescatar al alma condicionada de las garras de la materia y capacitarla para ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, para ser Su sirviente personal. Sin embargo, el devoto puro no aspira a ir de regreso a Dios; para estar satisfecho le basta con cumplir con su servicio en el mundo material. El devoto puro no pide nada a la Suprema Personalidad de Dios. Sólo ora por verse libre del concepto material de la vida y ocuparse en el amoroso servicio trascendental del Seïor”.
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De este modo, el rey de los elefantes, Gajendra, ofreció oraciones directamente a la Suprema Personalidad de Dios, sin confundirle con uno de los semidioses. Ni Brahmä, ni Çiva, ni ninguno de los semidioses, acudió a verle, sino que fue la Suprema Personalidad de Dios, Näräyaëa, quien, montado en Garuòa, apareció personalmente ante El. Gajendra levantó la trompa para ofrecer reverencias al Seïor, y el Seïor le sacó inmediatamente del agua, arrastrando tambien al cocodrilo que le había apresado la pata. El Seïor mató entonces al cocodrilo, y de ese modo rescató a Gajendra.
VERSO 1
çré-bädaräyaëir uväca
evaà vyavasito buddhyä
samädhäya mano hådi
jajäpa paramaà jäpyaà
präg-janmany anuçikñitam
çré-bädaräyaëiù uväca—Çré Çukadeva Gosvämé dijo; evam—así; vyava-sitaù—fijó; buddhyä—con inteligencia; samädhäya—para concentrarse; manaù—la mente; hådi—en la conciencia o el corazón; jajäpa—recitó; paramam—un supremo; jäpyam—mantra que había aprendido de grandes devotos; präk-janmani—en su vida anterior; anuçikñitam—practicado.
TRADUCCIÓN
Çré Çukadeva Gosvämé prosiguió: A continuación, el rey de los elefantes, Gajendra, fijó la mente en el corazón con inteligencia perfecta y recitó un mantra que había aprendido en su vida anterior, cuando era Indradyumna; pudo recordarlo por la gracia de Kåñëa.
SIGNIFICADO
Esa clase de recuerdo se describe en la Bhagavad-gétä (6.43-44):
tatra taà buddhi-saàyogaà
labhate paurva-dehikam
yatate ca tato bhüyaù
saàsiddhau kuru-nandana
pürväbhyäsena tenaiva
hriyate hy avaço 'pi saù
En estos versos se asegura que la persona ocupada en servicio devocional no se degradará ni aun si cae; desde esa posición, y con el paso del tiempo, acabará por recordar de nuevo a la Suprema Personalidad de Dios. Como se explicará más tarde, Gajendra había sido en el pasado el rey Indradyumna, y, por una u otra causa, en su siguiente vida fue rey de los elefantes. Ahora Gajendra estaba en peligro, y aunque su cuerpo no era humano, pudo recordar el stotra que había recitado en su vida anterior. Yatate ca tato bhüyaù saàsiddhau kuru-nandana: Para permitirnos alcanzar la perfección, Kåñëa nos da la oportunidad de recordarle de nuevo. Eso queda demostrado en este verso: el rey de los elefantes, Gajendra, estaba en peligro, pero ese peligro le daba la oportunidad de recordar sus pasadas actividades devocionales, y, con ello, la posibilidad de ser rescatado inmediatamente por la Suprema Personalidad de Dios.
Por consiguiente, es indispensable que todos los devotos del movimiento para la conciencia de Kåñëa practiquen algún mantra. Sin duda, deben recitar el mantra Hare Kåñëa, que es el mahä-mantra, el gran mantra, pero tambien deben recitar el mantra cintämaëi-prakara-sadmasu o el Nåsiàha stotra (ito nåsiàhaù parato nåsiàho yato yato yämi tato nåsiàhaù). Todo devoto debe adoptar esa práctica a fin de recitar algún mantra perfectamente, de modo que, aun en el caso de que en esta vida su conciencia espiritual sea imperfecta, en su siguiente vida no olvide el cultivo de conciencia de Kåñëa, incluso si nace en cuerpo animal. Por supuesto, el devoto debe tratar de perfeccionar su conciencia de Kåñëa en esta vida, pues, por el simple hecho de recordar a Kåñëa y las instrucciones de Kåñëa, puede ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, cuando abandone el cuerpo. El cultivo de conciencia de Kåñëa nunca es en vano, incluso si se produce alguna caída. Ajämila, por ejemplo, cuando era niïo, recitaba el santo nombre de Näräyaëa bajo la guía de su padre; más tarde, en su juventud, cayó y se convirtió en un borracho mujeriego, ladrón y bandido. No obstante, por el hecho de pronunciar el nombre de Näräyaëa llamando a su hijo, a quien había dado ese nombre, alcanzó una posición avanzada, a pesar de su enredo en actividades pecaminosas. Por lo tanto, no debemos olvidar el canto del mantra Hare Kåñëa en ninguna circunstancia, pues, como vemos en la vida de Gajendra, eso nos ayudará frente al mayor de los peligros.
VERSO 2
çré-gajendra uväca
oà namo bhagavate tasmai
yata etac cid-ätmakam
puruñäyädi-béjäya
pareçäyäbhidhémahi
çré-gajendraù uväca—Gajendra, el rey de los elefantes, dijo; oà—¡oh, mi Seïor!; namaù—yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias; bhagavate—a la Suprema Personalidad de Dios; tasmai—a El; yataù—de quien; etat—este cuerpo y la manifestación material; cit-ätmakam—se mueve debido a la conciencia (el alma espiritual); puruñäya—a la Persona Suprema; ädi-béjäya—que es el origen o causa original de todo; para-éçäya—que es supremo, trascendental y digno de la adoración de personas tan elevadas como Brahmä y Çiva; abhidhémahi—en El medito.
TRADUCCIÓN
El rey de los elefantes, Gajendra, dijo: Ofrezco respetuosas reverencias a la Persona Suprema, Väsudeva [oà namo bhagavate väsudeväya]. El cuerpo material actúa gracias a El, por la presencia del espíritu; El es, por lo tanto, la causa original de todos los seres. El es digno de la adoración de personas tan elevadas como Brahmä y Çiva; El ha entrado en el corazón de todo ser vivo. En El medito.
SIGNIFICADO
En este verso son muy importantes las palabras etac cid-ätmakam. Ciertamente, el cuerpo material sólo está hecho de elementos materiales, pero el cuerpo de la persona que despierta su comprensión consciente de Kåñëa deja de ser material para ser espiritual. El cuerpo material está hecho para el disfrute de los sentidos, mientras que el cuerpo espiritual se ocupa en el servicio amoroso trascendental del Seïor. Por lo tanto, el cuerpo del devoto que se ocupa en el servicio del Seïor Supremo y piensa constantemente en El nunca debe ser considerado material. Los çästras afirman: guruñu nara-matiù: Debemos abandonar la idea de que el maestro espiritual es un ser humano corriente con un cuerpo material. Arcye viñëau çilä-dhéù: Todos sabemos que la Deidad del templo está hecha de piedra, pero es ofensivo pensar que la Deidad no es más que piedra. Tambien es ofensivo pensar que el cuerpo del maestro espiritual está hecho de elementos materiales. Los ateos piensan que los devotos son unos necios que adoran una estatua de piedra a la que consideran Dios, y a un hombre corriente al que llaman guru. Sin embargo, lo cierto es que, en virtud de la omnipotencia de Kåñëa, la supuesta estatua de piedra, la Deidad, es directamente la Suprema Personalidad de Dios, y el cuerpo del maestro espiritual es directamente espiritual. Al devoto puro que se ocupa en servicio devocional libre de mezclas, debe considerársele situado en el plano trascendental (sa guëän samatétyaitän brahma-bhüyäya kalpate). Ofrezcamos, por lo tanto, nuestras reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, por cuya misericordia las cosas supuestamente materiales se vuelven espirituales cuando se emplean en actividades espirituales.
Oàkära (praëava) es la representación simbólica de la Suprema Personalidad de Dios como sonido. Oà tat sad iti nirdeço brahmaëas tri-vidhaù småtaù: Las tres palabras oà tat sat invocan inmediatamente a la Persona Suprema. Por esa razón, Kåñëa dice que El es el oàkära en todos los mantras vedicos (praëavaù sarva-vedeñu). Al pronunciar un mantra vedico, siempre se antepone el oàkära, indicando inmediatamente a la Suprema Personalidad de Dios. El Çrémad-Bhägavatam, por ejemplo, comienza con las palabras oà namo bhagavate väsudeväya. No hay diferencia entre la Suprema Personalidad de Dios, Väsudeva, y el oàkära (praëava). Debemos entender claramente que el oàkära no se refiere a algo carente de forma, niräkära. Este verso comienza diciendo: oà namo bhagavate. Bhagavän es una persona. Así pues, oàkära es la representación de la Persona Suprema. Oàkära no tiene el significado impersonal que los filósofos mäyävädés pretenden atribuirle. Eso se expresa claramente en este verso con la palabra puruñäya. La verdad suprema a la que se dirige con el oàkära es puruña, la Persona Suprema. El no es impersonal. Si no fuese una persona, ¿cómo podría controlar a los grandes y poderosos líderes del universo? El Seïor Viñëu, el Seïor Brahmä y el Seïor Çiva son los controladores del universo, pero el Seïor Çiva y el Seïor Brahmä ofrecen reverencias al Seïor Viñëu. Por esa razón, en este verso se emplea la palabra pareçäya, que indica que la Suprema Personalidad de Dios es adorado por semidioses excelsos. Pareçäya significa parameçvara. El Seïor Brahmä y el Seïor Çiva son éçvaras, grandes controladores, pero el Seïor Viñëu es parameçvara, el controlador supremo.
VERSO 3
yasminn idaà yataç cedaà
yenedaà ya idaà svayam
yo 'smät parasmäc ca paras
taà prapadye svayambhuvam
yasmin—el plano básico sobre el cual; idam—reposa el universo; yataù—cuyos elementos; ca—y; idam—se produce la manifestación cósmica; yena—por el cual; idam—es creada y mantenida la manifestación cósmica; yaù—aquel que; idam—el mundo material; svayam—es El mismo; yaù—aquel que; asmät—del efecto (el mundo material); parasmät—de la causa; ca—y; paraù—trascendental o diferente; tam—a El; prapadye—me entrego; svayambhuvam—al ser autosuficiente supremo.
TRADUCCIÓN
La Suprema Personalidad de Dios es el plano supremo en que todo reposa, el elemento del que todo es producto, la persona que ha creado esta manifestación cósmica y que es su única causa. El, sin embargo, es diferente de la causa y del resultado. Yo me entrego a El, que es la Suprema Personalidad de Dios, autosuficiente en todo.
SIGNIFICADO
En la Bhagavad-gétä (9.4), el Seïor dice: mayä tatam idaà sarvaà jagad avyakta-mürtinä: “Aunque Yo soy la Suprema Personalidad de Dios, todo reposa en Mi energía, del mismo modo que un cántaro de barro se sostiene sobre la tierra”. El cántaro de barro está posado en un lugar que tambien es tierra. Además, ha sido fabricado por un alfarero cuyo cuerpo es producto de la tierra. El torno en que trabaja el alfarero está hecho con una expansión de la tierra, y los elementos de que se fabrica el cántaro tambien son de tierra. Como se confirma en el çruti-mantra: yato vä imäni bhütäni jäyante. yena jätäni jévanti. yat prayanty abhisaàviçanti: La causa original de todo es la Suprema Personalidad de Dios; despues de la aniquilación, todo entra nuevamente en El (prakåtià yänti mämikäm). Así, el Seïor Supremo, la Personalidad de Dios —el Seïor Rämacandra o el Seïor Kåñëa— es la causa original de todo.
éçvaraù paramaù kåñëaù
sac-cid-änanda-vigrahaù
anädir ädir govindaù
sarva-käraëa-käraëam
“Kåñëa, a quien se conoce como Govinda, es el controlador supremo. El tiene un cuerpo espiritual, bienaventurado y eterno. El es el origen de todo. El no tiene ningún otro origen, pues es la causa original de todas las causas” (Brahma-saàhitä 5.1). El Seïor es la causa de todo, pero El no tiene causa. Sarvaà khalv idaà brahma. Mat-sthäni sarva-bhütäni na cähaà teñv avasthitaù. Aunque El lo es todo, Su personalidad es diferente de la manifestación cósmica.
VERSO 4
yaù svätmanédaà nija-mäyayärpitaà
kvacid vibhätaà kva ca tat tirohitam
aviddha-dåk säkñy ubhayaà tad ékñate
sa ätma-mülo 'vatu mäà parät-paraù
yaù—la Suprema Personalidad de Dios, quien; sva-ätmani—en El; idam—la manifestación cósmica; nija-mäyayä—por Su propia potencia; arpitam—dotado; kvacit—a veces, al principio de un kalpa; vibhätam—se manifiesta; kva ca—a veces, en el momento de la aniquilación; tat—esa (manifestación); tirohitam—no visible; aviddha-dåk—El lo ve todo (en todas esas circunstancias); säkñé—el testigo; ubhayam—ambas (manifestación y aniquilación); tat ékñate—lo ve todo, sin perder nada de vista; saù—esa Suprema Personalidad de Dios; ätma-mülaù—autosuficiente, sin ninguna otra causa; avatu—por favor da protección; mäm—a mí; parät-paraù—El es trascendental a lo trascendental, está por encima de toda realidad trascendental.
TRADUCCIÓN
Con la expansión de Su propia energía, la Suprema Personalidad de Dios hace que la manifestación cósmica permanezca visible, y, a veces, nuevamente invisible. El es tanto la causa como el resultado supremo, el observador y el testigo, en toda circunstancia. Así, El es trascendental a todo. Que esa Suprema Personalidad de Dios me de Su protección.
SIGNIFICADO
La Suprema Personalidad de Dios tiene infinidad de potencias (paräsya çaktir vividhaiva çrüyate). Por lo tanto, en cuanto lo desea, emplea una de Sus potencias, y mediante esa expansión crea la manifestación cósmica. Despues de la aniquilación, la manifestación cósmica reposa nuevamente en El. No obstante, El es, de modo infalible, el observador supremo. El Seïor Supremo permanece inmutable en toda circunstancia. Es un simple testigo y Se mantiene completamente aparte de la creación y de la aniquilación.
VERSO 5
kälena païcatvam iteñu kåtsnaço
lokeñu päleñu ca sarva-hetuñu
tamas tadäséd gahanaà gabhéraà
yas tasya päre 'bhiviräjate vibhuù
kälena—a su debido tiempo (despues de muchísimos millones de aïos); païcatvam—cuando todo lo ilusorio es aniquilado; iteñu—todas las transformaciones; kåtsnaçaù—con todo lo que existe en la manifestación cósmica; lokeñu—todos los planetas, es decir, todo lo que existe; päleñu—sustentadores como el Seïor Brahmä; ca—tambien; sarva-hetuñu—todas las existencias causales; tamaù—gran oscuridad; tadä—entonces; äsét—había; gahanam—muy densa; gabhéram—muy profunda; yaù—la Suprema Personalidad de Dios, quien; tasya—esa situación de oscuridad; päre—por encima de; abhiviräjate—existe o brilla; vibhuù—el Supremo.
TRADUCCIÓN
Cuando llega el momento de la aniquilación de todas las manifestaciones de causa y efecto en el universo, con los planetas y sus directores y sustentadores, reina una completa oscuridad. Sin embargo, por encima de esas tinieblas está la Suprema Personalidad de Dios. Yo me refugio en Sus pies de loto.
SIGNIFICADO
Los mantras vedicos nos enseïan que la Suprema Personalidad de Dios está por encima de todo. El es supremo y está por encima de todos los semidioses, el Seïor Brahmä y el Seïor Çiva incluidos. El es el controlador supremo. Cuando todo desaparece por la influencia de Su energía, se crea una situación de completa oscuridad. El Seïor Supremo, sin embargo, es la luz del Sol, como se confirma en los mantras vedicos: äditya-varëaà tamasaù parastät. En nuestra experiencia diaria vemos que, cuando la oscuridad de la noche reina sobre la Tierra, el Sol continúa brillando en algún otro lugar del cielo. Del mismo modo, la Suprema Personalidad de Dios, el Sol Supremo, siempre permanece luminoso, incluso cuando toda la manifestación cósmica es aniquilada a su debido tiempo.
VERSO 6
na yasya devä åñayaù padaà vidur
jantuù punaù ko 'rhati gantum éritum
yathä naöasyäkåtibhir viceñöato
duratyayänukramaëaù sa mävatu
na—ni; yasya—aquel de quien; deväù—los semidioses; åñayaù—grandes sabios; padam—posición; viduù—pueden entender; jantuù—seres vivos sin inteligencia, como animales; punaù—de nuevo; kaù—quien; arhati—puede; gantum—obtener el conocimiento; éritum—o expresar con palabras; yathä—como; naöasya—del artista; äkåtibhiù—por rasgos corporales; viceñöataù—que danza de diversas maneras; duratyaya—muy difícil; anukramaëaù—Sus movimientos; saù—esa Suprema Personalidad de Dios; mä—a mí; avatu—de Su protección.
TRADUCCIÓN
Cuando un artista está en el escenario, cubierto con atractivos trajes y ejecutando movimientos de danza, nadie del público puede entenderle; del mismo modo, ni siquiera los semidioses y los grandes sabios pueden comprender los rasgos y las actividades del artista supremo, y, en verdad, a los que son como animales sin inteligencia les es del todo imposible. Ni los semidioses, ni los sabios, ni los poco inteligentes pueden percibir los rasgos del Seïor, y, mucho menos, expresar en palabras Su verdadera posición. Que esa Suprema Personalidad de Dios me proteja.
SIGNIFICADO
Kuntédevé expresó un concepto similar. El Seïor Supremo está en todas partes, dentro y fuera. Está incluso dentro del corazón. Sarvasya cähaà hådi sanniviñöo. Ÿçvaraù sarva-bhütänäà håd-deçe 'rjuna tiñöhati. De este modo se indica que podemos encontrar al Seïor Supremo dentro del corazón. Son muchísimos los yogés que tratan de encontrarle. Dhyänävasthita-tad-gatena manasä paçyanti yaà yoginaù. Sin embargo, ni siquiera los grandes yogés, semidioses, santos y sabios han logrado entender los datos corporales de ese gran artista, ni entender el significado de Sus movimientos. ¿Que puede decirse entonces de los especuladores corrientes, como los supuestos filósofos del mundo material? Para ellos, el Seïor Supremo es imposible de comprender. Por lo tanto, debemos aceptar las declaraciones que el Supremo hace cuando tiene la bondad de encarnarse para instruirnos. Sencillamente, debemos aceptar la palabra del Seïor Rämacandra, del Seïor Kåñëa y del Seïor Çré Caitanya Mahäprabhu, y seguir Sus huellas. Entonces podremos conocer el objetivo de Sus encarnaciones.
janma karma ca me divyam
evaà yo vetti tattvataù
tyaktvä dehaà punar janma
naiti mäm eti so 'rjuna
(Bg 4.9)
Quien, por la gracia del Seïor, llegue a entenderle quedará liberado de inmediato, incluso mientras viva en su cuerpo material. Ese cuerpo material ya no tendrá ninguna función, y todas las actividades realizadas con el serán actividades conscientes de Kåñëa. De ese modo, cuando abandone el cuerpo podrá ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.
VERSO 7
didåkñavo yasya padaà sumaìgalaà
vimukta-saìgä munayaù susädhavaù
caranty aloka-vratam avraëaà vane
bhütätma-bhütäù suhådaù sa me gatiù
didåkñavaù—aquellos que desean ver (a la Suprema Personalidad de Dios); yasya—de El; padam—los pies de loto; su-maìgalam—completamente auspiciosos; vimukta-saìgäù—personas completamente libres de la infección de las condiciones materiales; munayaù—grandes sabios; su-sädhavaù—personas de conciencia espiritual muy elevada; caranti—practican; aloka-vratam—votos de brahmacarya, vänaprastha o sannyäsa; avraëam—sin la menor falta; vane—en el bosque; bhüta-ätma-bhütäù—los que son ecuánimes con todas las entidades vivientes; suhådaù—los que son amigos de todos; saù—esa Suprema Personalidad de Dios; me—mío; gatiù—destino.
TRADUCCIÓN
Los renunciantes y grandes sabios que ven a todos los seres vivos con visión ecuánime, que son amistosos con todos y, de forma intachable, practican en el bosque los votos de brahmacarya, vänaprastha y sannyäsa, desean ver los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, que son completamente auspiciosos. Que esa Suprema Personalidad de Dios sea mi destino.
SIGNIFICADO
Este verso describe las cualidades de los devotos o personas de conciencia espiritual muy elevada. Los devotos son siempre ecuánimes con todos, y no hacen diferencia entre clases inferiores y superiores. Paëòitäù sama-darçinaù. Ven a todos los seres como almas espirituales, partes integrales del Seïor Supremo. De ese modo, están capacitados para buscar a la Suprema Personalidad de Dios. Comprendiendo que la Suprema Personalidad de Dios es el amigo de todos (suhådaà sarva-bhütänäm), actúan como amigos de todos en representación del Seïor Supremo. Sin hacer diferencias entre las distintas naciones y comunidades, predican el proceso de conciencia de Kåñëa, las enseïanzas de la Bhagavad-gétä, por todas partes. De ese modo, están capacitados para ver los pies de loto del Seïor. Esos predicadores conscientes de Kåñëa reciben el nombre de paramahaàsas. Como se indica con la palabra vimukta-saìga, no tienen nada que ver con las circunstancias materiales. Para ver a la Suprema Personalidad de Dios, hay que refugiarse en esos devotos.
VERSOS 8-9
na vidyate yasya ca janma karma vä
na näma-rüpe guëa-doña eva vä
tathäpi lokäpyaya-sambhaväya yaù
sva-mäyayä täny anukälam åcchati
tasmai namaù pareçäya
brahmaëe 'nanta-çaktaye
arüpäyoru-rüpäya
nama äçcarya-karmaëe
na—no; vidyate—hay; yasya—de quien (de la Suprema Personalidad de Dios); ca—tambien; janma—nacimiento; karma—actividades; vä—o; na—ni; näma-rüpe—ningún nombre o forma materiales; guëa—cualidades; doñaù—defectos; eva—ciertamente; vä—o; tathäpi—aun así; loka—de la manifestación cósmica; apyaya—quien es la destrucción; sambhaväya—y creación; yaù—aquel que; sva-mäyayä—por Su propia potencia; täni—actividades; anukälam—eternamente; åcchati—acepta; tasmai—a El; namaù—ofrezco mis reverencias; para—trascendental; éçäya—que es el controlador supremo; brahmaëe—que es el Brahman Supremo (Parabrahman); ananta-çaktaye—de potencia ilimitada; arüpäya—que no posee forma material; uru-rüpäya—con diversas formas o encarnaciones; namaù—ofrezco mis reverencias; äçcarya-karmaëe—cuyas actividades son maravillosas.
TRADUCCIÓN
La Suprema Personalidad de Dios no tiene nacimiento, ni actividades, ni forma, ni nombre, ni defectos ni cualidades materiales. A fin de cumplir el objetivo por el cual se crea y se destruye el mundo material, El adviene con la forma de un ser humano, como el Seïor Räma o el Seïor Kåñëa, mediante Su potencia interna original. El posee una potencia inmensa, y actúa de modo maravilloso en Sus diversas formas, todas las cuales están libres de contaminación material. El es, por lo tanto, el Brahman Supremo, y a El ofrezco mis respetos.
SIGNIFICADO
En el Viñëu Puräëa se dice: guëäàç ca doñäàç ca mune vyatéta samasta-kalyäëa-guëätmako hi. La Suprema Personalidad de Dios no tiene forma material, ni cualidades ni defectos materiales. El es espiritual, y es el único receptáculo de todas las cualidades espirituales. En la Bhagavad-gétä (4.8), la Suprema Personalidad de Dios afirma: pariträëäya sädhünäà vinäçäya ca duñkåtäm. Las actividades del Seïor, que salva a los devotos y aniquila a los demonios, son trascendentales. Todo el que es aniquilado por la Suprema Personalidad de Dios obtiene el mismo resultado que el devoto protegido por el Seïor; ambos se elevan a la posición trascendental. La única diferencia está en que el devoto va directamente a los planetas espirituales para gozar de la compaïía del Seïor Supremo, mientras que los demonios se elevan a brahmaloka, la refulgencia impersonal del Seïor. No obstante, ambos se elevan a una posición trascendental. El Seïor mata o aniquila a los demonios, pero ese matar no es como el matar del mundo material. Aunque parece actuar en el ámbito de las modalidades de la naturaleza material, el Seïor es nirguëa, está por encima de las modalidades de la naturaleza. Su nombre no es material; de lo contrario, ¿cómo podría alcanzarse la liberación mediante el canto de Hare Kåñëa, Hare Räma? Los nombres del Seïor, como Räma y Kåñëa, no son diferentes de la persona Räma o Kåñëa. Así, con el canto del mantra Hare Kåñëa, nos relacionamos constantemente con Räma y Kåñëa, la Suprema Personalidad de Dios; de ese modo, alcanzamos la liberación. Un ejemplo práctico al respecto es el de Ajämila, que se mantuvo siempre trascendental a sus actividades por el simple hecho de cantar el nombre de Näräyaëa. Si esto fue así en el caso de Ajämila, ¿que puede decirse cuando se trata del Seïor Supremo? El Seïor, cuando viene al mundo material, no pasa a ser producto de la materia. Así lo confirma constantemente la Bhagavad-gétä (janma karma ca me divyam, avajänanti mäà müòhäù mänuñéà tanum äçritam). Por lo tanto, cuando la Suprema Personalidad de Dios, Räma o Kåñëa, desciende para realizar actividades trascendentales en nuestro beneficio, no debemos considerarle un ser humano corriente. Cuando el Seïor adviene, lo hace en virtud de Su potencia espiritual (sambhavämy ätma-mäyayä). Como no es forzado a venir por la energía material, es siempre trascendental. No debemos considerar al Seïor Supremo un ser humano corriente. Los nombres y las formas materiales están contaminados, pero el nombre y la forma espirituales son trascendentales.
VERSO 10
nama ätma-pradépäya
säkñiëe paramätmane
namo giräà vidüräya
manasaç cetasäm api
namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; ätma-pradépäya—a aquel que es autorrefulgente, o que da iluminación a las entidades vivientes; säkñiëe—que está en el corazón de todos como testigo; parama-ätmane—al Alma Suprema, la Superalma; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; giräm—con palabras; vidüräya—a quien es imposible alcanzar; manasaù—con la mente; cetasäm—o con la conciencia; api—incluso.
TRADUCCIÓN
Ofrezco mis respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, la Superalma autorrefulgente, que es el testigo en el corazón de todos, que ilumina al alma individual y a quien no se puede alcanzar mediante el ejercicio de la mente, las palabras o la conciencia.
SIGNIFICADO
El alma individual no puede entender a la Suprema Personalidad de Dios, Kåñëa, por medio de ejercicios mentales, físicos o intelectuales. El alma individual puede llegar a la iluminación por la gracia de la Suprema Personalidad de Dios. Por esa razón, en este verso se describe al Seïor con la palabra ätma-pradépa. El Seïor es como el Sol, que lo ilumina todo y que no puede ser iluminado por nadie. Por lo tanto, la persona que es sincera en la comprensión del Supremo debe recibir iluminación de El, como se enseïa en la Bhagavad-gétä. No es posible entender a la Suprema Personalidad de Dios mediante el poder mental, físico o intelectual.
VERSO 11
sattvena pratilabhyäya
naiñkarmyeëa vipaçcitä
namaù kaivalya-näthäya
nirväëa-sukha-saàvide
sattvena—con servicio devocional puro; prati-labhyäya—a la Suprema Personalidad de Dios, a quien se puede alcanzar mediante esas actividades devocionales; naiñkarmyeëa—con actividades trascendentales; vipaçcitä—por personas de abundante erudición; namaù—ofrezco respetuosas reverencias; kaivalya-näthäya—al amo del mundo trascendental; nirväëa—para quien está libre por completo de actividades materiales; sukha—de felicidad; saàvide—que es quien otorga.
TRADUCCIÓN
A la Suprema Personalidad de Dios Le pueden percibir los devotos puros que actúan en el ámbito trascendental de existencia del bhakti-yoga. El es quien otorga una felicidad sin contaminaciones, y es el amo del mundo trascendental. Por ello Le ofrezco mis respetos.
SIGNIFICADO
Como se afirma en la Bhagavad-gétä, sólo mediante el servicio devocional se puede entender a la Suprema Personalidad de Dios: bhaktyä mäm abhijänäti yävän yaç cäsmi tattvataù. Quien verdaderamente desee conocer a la Suprema Personalidad de Dios debe emprender las actividades del servicio devocional. Esas actividades se denominan sattva o çuddha-sattva. En el mundo material se da mucho merito a las actividades propias de la bondad, características del brähmaëa puro. Sin embargo, las actividades de servicio devocional son çuddha-sattva; en otras palabras, se dan en el plano trascendental. Sólo mediante el servicio devocional podemos entender al Supremo.
El servicio devocional recibe el nombre de naiñkarmya. La simple negación de la actividad material no puede mantenerse mucho tiempo. Naiñkarmyam apy acyuta-bhäva-varjitam. Sin la práctica de actividades relacionadas con el cultivo de conciencia de Kåñëa, el interrumpir las actividades materiales no servirá de nada. Ha habido muchos grandes sannyäsés que, con la esperanza de alcanzar naiñkarmya y liberarse de la acción material, han abandonado toda actividad; sin embargo, han fracasado y han tenido que regresar al plano material para actuar como personas materialistas. Por el contrario, quien se ocupa en las actividades espirituales del bhakti-yoga no vuelve a caer. Nuestro movimiento para la conciencia de Kåñëa quiere ser, por ello, un intento de ocupar constantemente a todo el mundo en actividades espirituales, pues mediante esas actividades nos volvemos trascendentales a los actos materiales. Las actividades espirituales del bhakti-märga —çravaëaà kértanaà viñëoù smaraëaà päda-sevanam— nos llevan a entender a la Suprema Personalidad de Dios. Por lo tanto, como se afirma en este verso: sattvena pratilabhyäya naiñkarmyeëa vipaçcitä: “A la Suprema Personalidad de Dios Le pueden percibir los devotos puros que actúan en el ámbito trascendental de existencia del bhakti-yoga”.
El Gopäla-täpané Upaniñad (15) dice: bhaktir asya bhajanaà tad ihämutropädhi-nairäsyenaivämuñmin manasaù kalpanam etad eva ca naiñkarmyam. Esa es la definición de naiñkarmya. La persona actúa en el plano de naiñkarmya cuando se ocupa por entero en actividades conscientes de Kåñëa sin deseos materiales de disfrutar, ni aquí ni en los sistemas planetarios superiores, ni en la vida presente ni en una vida futura (iha-amutra). Anyäbhiläñitä-çünyam. Aquel que está completamente libre de contaminación y actúa en el plano del servicio devocional bajo la dirección del maestro espiritual se encuentra en el plano de naiñkarma. Mediante ese servicio devocional trascendental, se sirve al Seïor. A El ofrezco mis respetuosas reverencias.
VERSO 12
namaù çäntäya ghoräya
müòhäya guëa-dharmiëe
nirviçeñäya sämyäya
namo jïäna-ghanäya ca
namaù—toda reverencia; çäntäya—a aquel que está por encima de todas las cualidades materiales y es completamente pacífico, es decir, a Väsudeva, la Superalma de toda entidad viviente; ghoräya—a las formas feroces del Seïor, como Jämadagnya y Nåsiàhadeva; müòhäya—al Seïor, que acepta una forma animal, como el jabalí; guëa-dharmiëe—que acepta distintas cualidades dentro del mundo material; nirviçeñäya—que no posee cualidades materiales, al ser plenamente espiritual; sämyäya—al Seïor Buddha, la forma de nirväëa, donde se detienen las cualidades materiales; namaù—ofrezco respetuosas reverencias; jïäna-ghanäya—que es conocimiento o el Brahman impersonal; ca—tambien.
TRADUCCIÓN
Ofrezco respetuosas reverencias al omnipresente Seïor Väsudeva, a la feroz forma del Seïor como Nåsiàhadeva, a la forma del Seïor como animal [el Seïor Varähadeva], al Seïor Dattätreya, que predicó el impersonalismo, al Seïor Buddha, y a todas las demás encarnaciones. Ofrezco respetuosas reverencias al Seïor, que no tiene cualidades materiales pero que, en el mundo material, acepta las tres cualidades, bondad, pasión e ignorancia. Tambien ofrezco respetuosas reverencias a la refulgencia impersonal, el Brahman.
SIGNIFICADO
En los versos anteriores se ha explicado que la Suprema Personalidad de Dios, aunque no tiene forma material, adopta infinidad de formas para favorecer a Sus devotos y matar a los demonios. Como se afirma en el Çrémad-Bhägavatam, las encarnaciones de la Suprema Personalidad de Dios son tan numerosas como las olas de un río. En los ríos, las olas fluyen sin cesar; es imposible contarlas. Del mismo modo, nadie puede calcular el momento y el lugar del advenimiento de las diversas encarnaciones del Seïor, que aparecen en función de las necesidades de tiempo, lugar y candidatos. El Seïor adviene perpetuamente. Como Kåñëa dice en la Bhagavad-gétä (4.7):
yadä yadä hi dharmasya
glänir bhavati bhärata
abhyutthänam adharmasya
tadätmänaà såjämy aham
“Cuando quiera y dondequiera que disminuya la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y aumente la irreligión de manera predominante, en ese momento, Yo desciendo personalmente”. En el mundo material siempre existe la posibilidad de desviarse del proceso de conciencia de Kåñëa; por esa razón, Kåñëa y Sus devotos siempre tratan de frenar el ateísmo.
Incluso los impersonalistas, que hacen especial hincapie en el aspecto de la Suprema Personalidad de Dios como conocimiento, desean fundirse en la refulgencia del Seïor. Por lo tanto, la palabra jïäna-ghanäya de este verso indica que todas esas encarnaciones aparecen para bien de los ateos que no creen en la forma ni en la existencia del Seïor. Puesto que el Seïor viene a impartirnos Sus enseïanzas en infinidad de formas, nadie puede decir que Dios no existe. La palabra jïäna-ghanäya se emplea especialmente para referirse a las personas cuyo conocimiento se ha anquilosado como resultado de la búsqueda del Seïor a traves de la comprensión filosófica especulativa. El conocimiento superficial es inútil a la hora de entender a la Suprema Personalidad de Dios, pero, cuando alcanzamos un conocimiento muy intenso y profundo, podemos comprender a Väsudeva (väsudevaù sarvam iti sa mahätmä sudurlabhaù). El jïäné alcanza esa etapa despues de muchísimas vidas. Por esa razón, en este verso se emplea la palabra jïäna-ghanäya. La palabra çantäya indica que el Seïor Väsudeva está en el corazón de todos pero no actúa con la entidad viviente. Los jïänés impersonalistas llegan a comprender a Väsudeva cuando su conocimiento es perfectamente maduro (väsudevaù sarvam iti sa mahätmä sudurlabhaù).
VERSO 13
kñetra-jïäya namas tubhyaà
sarvädhyakñäya säkñiëe
puruñäyätma-müläya
müla-prakåtaye namaù
kñetra-jïäya—a aquel que lo conoce todo acerca del cuerpo externo; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; tubhyam—a Ti; sarva—todo; adhyakñäya—que estás supervisando, administrando; säkñiëe—que eres el testigo, Paramätmä, antaryämé; puruñäya—la Persona Suprema; ätma-müläya—que eres la fuente original de todo; müla-prakåtaye—al puruña-avatära, el origen de prakåti y de pradhäna; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias.
TRADUCCIÓN
Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que eres la Superalma, el supervisor de todo y el testigo de cuanto ocurre. Tú eres la Persona Suprema, el origen de la naturaleza material y de la energía material total. Tú eres tambien el propietario del cuerpo material. Por lo tanto, Tú eres el completo supremo. Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias.
SIGNIFICADO
En la Bhagavad-gétä (13.3), el Seïor dice: kñetra-jïaà cäpi mäà viddhi sarva-kñetreñu bhärata: “¡Oh, vástago de Bharata!, debes comprender que Yo soy tambien el conocedor en todos los cuerpos”. Todos pensamos: “Yo soy el cuerpo”, o “el cuerpo es mío”, pero la verdad es bien distinta. Nuestro cuerpo nos ha sido dado por el propietario supremo. La entidad viviente tambien es kñetra-jïa, es decir, el conocedor del cuerpo, pero no es el único propietario del cuerpo; el verdadero propietario es la Suprema Personalidad de Dios, que es el kñetra-jïa supremo. Por ejemplo, podemos alquilar y ocupar una casa, pero el verdadero propietario es el dueïo de la casa. Del mismo modo, aunque se nos haya asignado un determinado cuerpo como medio para disfrutar del mundo material, el verdadero propietario del cuerpo es la Suprema Personalidad de Dios. El recibe el nombre de sarvädhyakña, porque en el mundo material todo funciona bajo Su supervisión. Esto lo confirma la Bhagavad-gétä (9.10), donde el Seïor dice: mayädhyakñeëa prakåtiù süyate sacaräcaram: ““Esta naturaleza material es una de Mis energías, y actuando bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kunté!, produce todos los seres móviles e inmóviles”. De prakåti, la naturaleza material, nacen las entidades vivientes en infinidad de especies: seres acuáticos, plantas, árboles, insectos, aves, animales, seres humanos y semidioses. Prakåti es la madre, y la Suprema Personalidad de Dios, el padre (ahaà béja-pradaù pitä).
Prakåti puede darnos cuerpos materiales, pero, como almas espirituales, somos partes integrales de la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma en la Bhagavad-gétä (15.7): mamaiväàço jéva-loke jéva-bhütaù sanätanaù. La entidad viviente, como es parte integral de Dios, no es producto del mundo material. Por esa razón, en este verso se describe al Seïor con la palabra ätma-müla, la fuente original de todo. El es la semilla de toda existencia (béjaà mäà sarva-bhütänäm). En la Bhagavad-gétä (14.4), el Seïor dice:
sarva-yoniñu kaunteya
mürtayaù sambhavanti yäù
täsäà brahma mahad yonir
ahaà béja-pradaù pitä
“Has de saber, ¡oh, hijo de Kunté!, que todas las entidades vivientes, en todas las especies de vida, aparecen mediante su nacimiento en esta naturaleza material, y que Yo soy el padre que aporta la simiente”. Las plantas, los árboles, los insectos, los seres acuáticos, los semidioses, los mamíferos, las aves y todas las demás entidades vivientes son hijos, o partes integrales, del Seïor Supremo; sin embargo, debido a que su esfuerzo responde a distintos tipos de mentalidades, han recibido diferentes tipos de cuerpos (manaù ñañöhänéndriyäëi prakåti-sthäni karñati). Así pues, han nacido como hijos de prakåti, la naturaleza material, que ha sido fecundada por la Suprema Personalidad de Dios. En el mundo material, todas las entidades vivientes están luchando por la existencia; su única salvación, lo único que las puede liberar del ciclo de nacimientos y muertes y del proceso evolutivo es entregarse por completo. Esto se indica con la palabra namaù: “Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias”.
VERSO 14
sarvendriya-guëa-drañöre
sarva-pratyaya-hetave
asatä cchäyayoktäya
sad-äbhäsäya te namaù
sarva-indriya-guëa-drañöre—al observador de todos los objetivos de los sentidos; sarva-pratyaya-hetave—que es la solución de todas las dudas (y sin cuya ayuda no es posible resolver las dudas e incapacidades); asatä—con la manifestación de irrealidad o ilusión; chäyayä—debido a la semejanza; uktäya—llamado; sat—de realidad; äbhäsäya—al reflejo; te—a Ti; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias.
TRADUCCIÓN
Mi Seïor, Tú eres el observador de todos los objetivos de los sentidos. Sin Tu misericordia, no hay posibilidad de resolver el problema de las dudas. El mundo material es como una sombra que se asemeja a Tí. En verdad, si consideramos real el mundo material es porque da una idea de Tu existencia.
SIGNIFICADO
El contenido del verso es, con otras palabras, el siguiente: “Tú eres el verdadero observador de los objetivos de las actividades de los sentidos. Sin Tu dirección, la entidad viviente no puede dar ni un sólo paso. Como se confirma en la Bhagavad-gétä (15.15): sarvasya cähaà hådi sanniviñöo mattaù småtir jïänam apohanaà ca. Tú estás situado en el corazón de todos, y solamente de Ti vienen el recuerdo y el olvido. Chäyeva yasya bhuvanäni bibharti durgä. La entidad viviente, bajo las garras de mäyä, desea disfrutar del mundo material, pero sin Tus directrices y sin el recuerdo, que viene de Ti, no puede avanzar lo más mínimo hacia su indefinido objetivo en la vida. Vida tras vida, el alma condicionada sigue un camino erróneo en dirección a un objetivo falso, y Tú le haces recordar ese objetivo. Durante una vida, el alma condicionada cultiva el deseo de alcanzar un determinado objetivo, pero, cuando cambia de cuerpo, lo olvida todo. Pero Tú, mi Seïor, en su siguiente vida, le recuerdas su deseo de disfrutar de determinado objeto del mundo material. Mattaù småtir jïänam apohanaà ca. Puesto que el alma condicionada quiere olvidarte, Tú, por Tu gracia, le brindas la oportunidad de olvidarte vida tras vida, casi eternamente. Por lo tanto, Tú eres quien dirige eternamente a las almas condicionadas. Debido a que Tú eres la causa original de todo, todo parece real. La realidad suprema es Tu Seïoría, la Suprema Personalidad de Dios. Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias”.
Çréla Viçvanätha Cakravarté µhäkura explica la palabra sarva-pratyaya-hetave diciendo que el resultado da una idea de la causa. Una vasija de barro, por ejemplo, es resultado de la actividad de un alfarero; por lo tanto, al ver la vasija, podemos adivinar la existencia del alfarero. Del mismo modo, el mundo material nos recuerda el mundo espiritual, y cualquier persona inteligente puede deducir cómo actúa. Como se explica en la Bhagavad-gétä: mayädhyakñeëa prakåtiù süyate sa-caräcaram. Las actividades del mundo material indican que por detrás de ellas está la supervisión del Seïor Supremo.
VERSO 15
namo namas te 'khila-käraëäya
niñkäraëäyädbhuta-käraëäya
sarvägamämnäya-mahärëaväya
namo 'pavargäya paräyaëäya
namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; namaù—de nuevo ofrezco mis respetuosas reverencias; te—a Ti; akhila-käraëäya—a la causa suprema de todo; niñkäraëäya—a Ti, que no tienes causa; adbhuta-käraëäya—la maravillosa causa de todo; sarva—todo; ägama-ämnäya—al origen del sistema paramparä de todo el conocimiento vedico; mahä-arëaväya—el gran oceano de conocimiento, o el gran oceano en que vierten sus aguas todos los ríos del conocimiento; namaù—ofrezco mis reverencias; apavargäya—a Ti, que puedes dar la salvación, la liberación; para-ayaëäya—el refugio de todos los trascendentalistas.
TRADUCCIÓN
Mi Seïor, Tú eres la causa de todas las causas, pero Tú mismo no tienes causa. Por lo tanto, Tú eres la maravillosa causa de todo. Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, que eres el refugio del conocimiento vedico contenido en çästras como los Païcarätras y el Vedänta-sütra, que son representaciones Tuyas; Tú eres, además, el origen del sistema paramparä. Puesto que Tú eres quien puede dar la liberación, eres el único refugio para todos los trascendentalistas. Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias.
SIGNIFICADO
En este verso se describe a la Suprema Personalidad de Dios como la causa maravillosa. Es maravilloso en el sentido de que, por ilimitadas que sean Sus emanaciones (janmädy asya yataù), la Suprema Personalidad de Dios siempre permanece completo (pürëasya pürëam ädäya pürëam evävaçiñyate). La experiencia que tenemos en el mundo material es que una cuenta corriente de un millón de dólares irá disminuyendo a medida que vayamos sacando dinero del banco, hasta que no quede nada. Sin embargo, el Seïor Supremo, la Personalidad de Dios, es tan completo que sigue siendo la misma Suprema Personalidad de Dios, a pesar de que de El Se expanden infinitas Personalidades de Dios. Pürëasya pürëam ädäya pürëam evävaçiñyate. Por lo tanto, El es la causa maravillosa. Govindam ädi-puruñaà tam ahaà bhajämi.
éçvaraù paramaù kåñëaù
sac-cid-änanda-vigrahaù
anädir ädir govindaù
sarva-käraëa-käraëam
“Kåñëa, a quien se conoce como Govinda, es el controlador supremo. El tiene un cuerpo espiritual, bienaventurado y eterno. El es el origen de todo. El no tiene ningún otro origen, pues es la causa original de todas las causas” (Brahma-saàhitä 5.1).
En este mismo mundo material, podemos ver que el Sol existe desde hace millones de aïos, y que ha dado luz y calor desde su creación; sin embargo, todavía conserva su poder, sin cambio alguno. ¿Que puede decirse entonces de la causa suprema, paraà brahma, Kåñëa? Todo emana de El eternamente, pero El conserva Su forma original (sac-cid-änanda-vigrahaù). En la Bhagavad-gétä (10.8), Kåñëa dice personalmente: mattaù sarvaà pravartate: “Todo emana de Mí”. Todo emana de Kåñëa eternamente, pero El sigue siendo el mismo Kåñëa, sin ningún cambio. Por lo tanto, El es el refugio de todos los trascendentalistas que están deseosos de liberarse del cautiverio material.
Todo el mundo debe refugiarse en Kåñëa. Por esa razón, se aconseja:
akämaù sarva-kämo vä
mokña-käma-udära-dhéù
tévreëa bhakti-yogena
yajeta puruñaà param
“La persona inteligente es aquella que, tanto si lo desea todo como si no desea nada, como si desea fundirse en la existencia del Seïor, adora al Seïor Kåñëa, la Suprema Personalidad de Dios, ofreciendole servicio amoroso trascendental” (Bhäg. 2.3.10). Kåñëa es paraà brahma, el Seïor Supremo, y paraà dhäma, el reposo supremo. Por lo tanto, todo el que desee algo —sea karmé, jïäné o yogé— debe tratar de percibir a la Suprema Personalidad de Dios con gran sinceridad, y todos sus deseos se cumplirán. El Seïor dice: ye yathä mäà prapadyante täàs tathaiva bhajämy aham: “Yo recompenso a las entidades vivientes en la medida en que se entregan a Mí”. Incluso el karmé que lo desea todo para su disfrute puede recibirlo todo de Kåñëa. Kåñëa no tiene la menor dificultad en darle lo que desee. La realidad, sin embargo, es que debemos adorar a Kåñëa, la Suprema Personalidad de Dios, para obtener la liberación.
Vedaiç ca sarvair aham eva vedyaù. Mediante el estudio de las Escrituras vedicas, debemos entender a Kåñëa. Como se confirma en este verso: sarvägamämnäya-mahärëaväya: El es el oceano, y todo el conocimiento vedico fluye hacia El. Por lo tanto, los trascendentalistas inteligentes se refugian en la Suprema Personalidad de Dios (sarva-dharmän parityajya mäm ekaà çaraëaà vraja). Ese es el objetivo supremo.
VERSO 16
guëäraëi-cchanna-cid-uñmapäya
tat-kñobha-visphürjita-mänasäya
naiñkarmya-bhävena vivarjitägama-
svayaà-prakäçäya namas karomi
guëa—por las tres guëas, las modalidades de la naturaleza material (sattva, rajas y tamas); araëi—por madera araëi; channa—cubierto; cit—de conocimiento; uñmapäya—a aquel cuyo fuego; tat-kñobha—de la agitación de las modalidades de la naturaleza material; visphürjita—fuera; mänasäya—a aquel cuya mente; naiñkarmya-bhävena—debido a la etapa de comprensión espiritual; vivarjita—en aquellos que abandonan; ägama—los principios vedicos; svayam—personalmente; prakäçäya—a aquel que Se manifiesta; namaù karomi—ofrezco mis respetuosas reverencias.
TRADUCCIÓN
Mi Seïor, como el fuego en la madera araëi, Tú y Tu ilimitado conocimiento permaneceis cubiertos por las modalidades de la naturaleza. Tu mente, sin embargo, no presta atención a las actividades de esas modalidades. Las personas de conocimiento espiritual avanzado no están sujetas a los principios regulativos que se dictan en las Escrituras vedicas. Esas almas avanzadas son trascendentales, y, por ello, Tú apareces personalmente en sus mentes puras. Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias.
SIGNIFICADO
En la Bhagavad-gétä (10.11), se dice:
teñäm evänukampärtham
aham ajïäna-jaà tamaù
näçayämy ätma-bhäva stho
jïäna-dépena bhäsvatä
Al devoto que lleva los pies de loto del Seïor en el corazón, el Seïor le da iluminación espiritual, jïäna-dépa, mostrándole desde dentro Su misericordia especial. Ese jïäna-dépa se compara al fuego oculto en la madera araëi. En el pasado, cuando se celebraban sacrificios de fuego, los grandes sabios no encendían el fuego directamente, sino que lo invocaban en la madera araëi. Del mismo modo, todas las entidades vivientes están cubiertas por las modalidades de la naturaleza material, y sólo la Suprema Personalidad de Dios puede encender el fuego del conocimiento en aquellos que Le acogen dentro del corazón. Sa vai manaù kåñëa-padäravindayoù: Cuando alguien acepta sinceramente los pies de loto de Kåñëa, que está dentro del corazón, el Seïor erradica de esa persona toda ignorancia. De inmediato, por la misericordia especial del Seïor Supremo, la persona puede entenderlo todo correctamente con la antorcha del conocimiento y alcanza la autorrealización. En otras palabras, desde el punto de vista externo es posible que el devoto no posea una gran cultura, pero, gracias a su servicio devocional, la Suprema Personalidad de Dios le ilumina desde dentro. ¿Que ignorancia puede haber en alguien a quien el Seïor ilumina desde dentro? Por lo tanto, los mäyävädés no están en lo cierto cuando afirman que la senda devocional es para personas incultas o poco inteligentes.
yasyästi bhaktir bhagavaty akiïcanä
sarvair guëais tatra samäsate suräù
(Bhäg. 5.18.12)
El devoto puro del Seïor Supremo manifiesta de forma natural todas las buenas cualidades. Ese devoto está por encima de las instrucciones de los Vedas. Es un paramahaàsa. Por la misericordia del Seïor, y sin necesidad de dedicarse al estudio de todas las Escrituras vedicas, el devoto se vuelve puro y se ilumina. El devoto dice: “Por consiguiente, ¡oh, mi Seïor!, yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias”.
VERSO 17
mädåk prapanna-paçu-päça-vimokñaëäya
muktäya bhüri-karuëäya namo 'layäya
sväàçena sarva-tanu-bhån-manasi pratéta-
pratyag-dåçe bhagavate båhate namas te
mädåk—como yo; prapanna—entregado; paçu—un animal; päça—del enredo; vimokñaëäya—a aquel que libera; muktäya—al Supremo, que está libre de todo contacto con la contaminación de la naturaleza material; bhüri-karuëäya—que eres ilimitadamente misericordioso; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; alayäya—que nunca distraes Tu atención o estás ocioso (en lo que se refiere a mi liberación); sva-aàçena—mediante Tu aspecto parcial como Paramätmä; sarva—de todas; tanu-bhåt—las entidades vivientes encarnadas en la naturaleza material; manasi—en la mente; pratéta—que eres reconocido; pratyak-dåçe—como el observador directo (de todas las actividades); bhagavate—a la Suprema Personalidad de Dios; båhate—que eres ilimitado; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; te—a Ti.
TRADUCCIÓN
Yo, que no soy más que un animal, me he entregado a Ti, que eres supremamente liberado; ciertamente, Tú me liberarás de esta peligrosa situación. En verdad, puesto que eres extraordinariamente misericordioso, estás constantemente tratando de liberarme. Mediante Tu aspecto parcial, Paramätmä, Tú estás en el corazón de todos los seres encarnados. Eres famoso por ser conocimiento trascendental directo, y eres ilimitado. Yo Te ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti, la Suprema Personalidad de Dios.
SIGNIFICADO
Çréla Viçvanätha Cakravarté µhäkura ha comentado las palabras båhate namas te: båhate çré-kåñëäya. La Suprema Personalidad de Dios es Kåñëa. Existen muchos tattvas: viñëu-tattva, jéva-tattva y çakti-tattva, pero por encima de todos se encuentra el viñëu-tattva, que es omnipresente. Ese aspecto omnipresente de la Suprema Personalidad de Dios se explica en la Bhagavad-gétä (10.42), donde el Seïor dice:
athavä bahunaitena
kià jïätena tavärjuna
viñöabhyäham idaà kåtsnam
ekäàçena sthito jagat
“Pero, ¿que necesidad hay, Arjuna, de todo este conocimiento detallado? Con un solo fragmento de Mí mismo, Yo penetro y sostengo todo este universo”. Kåñëa dice, por lo tanto, que Su representación parcial, Paramätmä, mantiene todo el mundo material. El Seïor entra en cada universo como Garbhodakaçäyé Viñëu, para despues expandirse como Kñérodakaçäyé Viñëu y entrar en el corazón de todas las entidades vivientes e incluso en los átomos. Aëòäntara-stha-paramäëu-cayäntara-stham: Todos los universos están llenos de átomos, y el Seïor entra, no sólo en el universo, sino tambien en los átomos. Así, el Seïor Supremo, en Su aspecto de Viñëu, está dentro de cada átomo como Paramätmä; sin embargo, todos los viñëu-tattvas emanan de Kåñëa. Como se confirma en la Bhagavad-gétä (10.2): aham ädir hi devänäm: Kåñëa es el ädi, el principio, de los devas del mundo material (Brahmä, Viñëu y Maheçvara). Por esa razón, en este verso se Le describe con las palabras bhagavate båhate. Todos somos bhagavän, todos poseemos opulencia, pero Kåñëa es båhän bhagavän, el que posee opulencia ilimitada. Ÿçvaraù paramaù kåñëaù. Kåñëa es el origen de todos. Ahaà sarvasya prabhavaù. Incluso Brahmä, Viñëu y Maheçvara vienen de Kåñëa. Mattaù parataraà nänyat kiïcid asti dhanaïjaya: No hay personalidad superior a Kåñëa. Por lo tanto, Viçvanätha Cakravarté µhäkura dice que bhagavate båhate significa “a Çré Kåñëa”.
En el mundo material, debido al concepto corporal de la vida, todos somos paçu, animales.
yasyätma-buddhiù kuëape tri-dhätuke
sva-dhéù kalaträdiñu bhauma ijya-dhéù
yat tértha-buddhiù salile na karhicij
janeñv abhijïeñu sa eva go-kharaù
“El ser humano que identifica el ser con este cuerpo hecho de tres elementos, que considera que los subproductos de su cuerpo son sus familiares, que considera digna de adoración la tierra en que ha nacido, y que va a los lugares de peregrinaje simplemente para baïarse, en vez de buscar a los hombres de conocimiento trascendental que allí se encuentran, debe ser considerado como una vaca o un asno” (Bhäg. 10.84.13). Por lo tanto, la práctica totalidad de los hombres son paçu, animales, y son atacados por el cocodrilo de la existencia material. Ese cocodrilo no sólo ataca al rey de los elefantes, sino que nos ataca a cada uno de nosotros, y todos tenemos que sufrir las consecuencias.
Sólo Kåñëa puede liberarnos de la existencia material. En verdad, El siempre está tratando de liberarnos. Ÿçvaraù sarva-bhütänäà håd-deçe 'rjuna tiñöhati. El está dentro de nuestro corazón y nunca distrae Su atención. Su único objetivo es liberarnos de la vida material. No es cierto que sólo nos preste atención cuando Le ofrecemos oraciones. El trata de liberarnos constantemente, antes incluso de que Le ofrezcamos nuestras oraciones. El nunca es perezoso en lo que a nuestra liberación se refiere. Por eso este verso dice: bhüri-karuëäya namo 'layäya. Por Su misericordia sin causa, el Seïor Supremo siempre trata de llevarnos de regreso al hogar, de vuelta a Dios. Dios está liberado, y trata de liberarnos tambien a nosotros; pero, por más que lo intenta sin cesar, nosotros nos negamos a aceptar Sus instrucciones (sarva-dharmän parityajya mäm ekaà çaraëaà vraja). Sin embargo, no por ello Se enfada. Por esa razón, en este verso se Le da el nombre de bhüri-karuëäya, ilimitadamente misericordioso en lo que se refiere a liberarnos de esta miserable condición material de vida y a llevarnos de regreso al hogar, de vuelta a Dios.
VERSO 18
ätmätma-jäpta-gåha-vitta-janeñu saktair
duñpräpaëäya guëa-saìga-vivarjitäya
muktätmabhiù sva-hådaye paribhävitäya
jïänätmane bhagavate nama éçvaräya
ätma—la mente y el cuerpo; ätma-ja—hijos e hijas; äpta—amigos y parientes; gåha—hogar, comunidad, sociedad y nación; vitta—riqueza; janeñu—a diversos sirvientes y criados; saktaiù—por aquellos que están demasiado apegados; duñpräpaëäya—a Ti, que eres muy difícil de obtener; guëa-saìga—por las tres modalidades de la naturaleza material; vivarjitäya—que no estás contaminado; mukta-ätmabhiù—por personas que están ya liberadas; sva-hådaye—en lo profundo del corazón; paribhävitäya—a Ti, que eres el objeto de meditación constante; jïäna-ätmane—el manantial de toda iluminación; bhagavate—a la Suprema Personalidad de Dios; namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; éçvaräya—al controlador supremo.
TRADUCCIÓN
Mi Seïor, aquellos que están completamente libres de la contaminación material meditan siempre en Ti en lo más profundo del corazón. Pero aquellos que, como yo, estamos demasiado apegados a las invenciones mentales, el hogar, los familiares, los amigos, el dinero, los sirvientes y los criados, tenemos enormes dificultades en llegar a Ti. Tú eres la Suprema Personalidad de Dios y estás libre de la contaminación de las modalidades de la naturaleza. Eres el manantial de toda iluminación, el controlador supremo. Por ello Te ofrezco mis respetuosas reverencias.
SIGNIFICADO
Aunque viene al mundo material, la Suprema Personalidad de Dios no Se ve afectado por las modalidades de la naturaleza material. Esto se confirma en el Içopaniñad: apäpa-viddham: El no Se contamina. El mismo hecho lo explica este verso: guëa-saìga-vivarjitäya. Aunque aparece en forma de encarnación en el mundo material, la Suprema Personalidad de Dios no Se ve afectado por las modalidades de la naturaleza material. Como se afirma en la Bhagavad-gétä (9.11): avajänanti mäà müòhä mänuñéà tanum äçritam: Las personas necias y de escaso conocimiento se burlan de la Suprema Personalidad de Dios porque aparece como un ser humano. Por consiguiente, sólo el muktätmä, el alma liberada, puede entender a la Suprema Personalidad de Dios. Muktätmabhiù sva-hådaye paribhävitäya: Sólo la persona liberada puede pensar constantemente en Kåñëa. Esa persona es el más grande de todos los yogés.
yoginäm api sarveñäà
mad-gatenäntarätmanä
çraddhävän bhajate yo mäà
sa me yuktatamo mataù
“De todos los yogés, aquel que tiene una gran fe y siempre mora en Mí, piensa en Mí y Me ofrece servicio amoroso trascendental, es el que está más íntimamente unido a Mí en yoga y es el más elevado de todos. Esa es Mi opinión” (Bg. 6.47).
VERSO 19
yaà dharma-kämärtha-vimukti-kämä
bhajanta iñöäà gatim äpnuvanti
kià cäçiño räty api deham avyayaà
karotu me 'dabhra-dayo vimokñaëam
yam—a la Suprema Personalidad de Dios, quien; dharma-käma-artha-vimukti-kämäù—personas que desean los cuatro principios consistentes en la religión, el crecimiento económico, la complacencia de los sentidos y la salvación; bhajantaù—por adorar; iñöäm—el objetivo; gatim—el destino; äpnuvanti—pueden alcanzar; kim—que decir de; ca—tambien; äçiñaù—otras bendiciones; räti—El concede; api—incluso; deham—un cuerpo; avyayam—espiritual; karotu—que El conceda bendición; me—a mí; adabhra-dayaù—la Suprema Personalidad de Dios, que es ilimitadamente misericordioso; vimokñaëam—la liberación del peligro que ahora me acosa, y la liberación del mundo material.
TRADUCCIÓN
Aquellos que centran su interes en los cuatro principios de la religión, el crecimiento económico, la complacencia de los sentidos y la liberación, adoran a la Suprema Personalidad de Dios y obtienen de El lo que desean. ¿Que puede decirse entonces de otras bendiciones? En verdad, el Seïor a veces da un cuerpo espiritual a esos ambiciosos adoradores. Que esa Suprema Personalidad de Dios, que es ilimitadamente misericordioso, me conceda la bendición de liberarme del peligro en que me encuentro y del modo de vida aterialista.
SIGNIFICADO
En el mundo material, hay personas que son akämé, es decir, que están libres de deseos materiales; otras son ambiciosas y desean cada vez más beneficios materiales; otras desean la satisfacción en la senda de la vida religiosa, el crecimiento económico, la complacencia de los sentidos y, por último, la liberación.
akämaù sarva-kämo vä
mokña-käma udära-dhéù
tévreëa bhakti-yogena
yajeta puruñaà param
(Bhäg. 2.3.1)
En ese verso se recomienda que, cualquiera que sea nuestra posición, tanto si no pretendemos ningún beneficio material como si los deseamos todos o aspiramos a la liberación final, debemos obedecer al Seïor y ofrecerle servicio devocional; de ese modo, obtendremos lo que deseamos. Kåñëa es muy bondadoso. Ye yathä mäà prapadyante täàs tathaiva bhajämy aham. El Seïor siempre corresponde. Lo que la entidad viviente desee, aunque sea una entidad viviente cualquiera, Kåñëa se lo da. Kåñëa está en el corazón de todos, y da a la entidad viviente aquello que desea.
éçvaraù sarva-bhütänäà
håd-deçe 'rjuna tiñöhati
bhrämayan sarva-bhütäni
yanträrüòhäni mäyayä
“El Seïor Supremo Se encuentra en el corazón de todos, ¡oh, Arjuna!, y dirige los movimientos de todas las entidades vivientes, que están sentadas como en una máquina hecha de energía material” (Bg. 18.61). El Seïor da a todos la oportunidad de satisfacer sus ambiciones. Incluso un devoto tan elevado como Dhruva Mahäräja deseó la bendición material de tener un reino más grande que el de su padre, y, aunque recibió un cuerpo espiritual, tambien obtuvo ese reino, pues la Suprema Personalidad de Dios nunca contraría a quien se refugia en Sus pies de loto. Por lo tanto, ¿por que no iba a satisfacer el deseo de Gajendra, el rey de los elefantes, que se había entregado a El para liberarse del peligro en que se encontraba e, indirectamente, para liberarse del constante peligro de la vida materialista?
VERSOS 20-21
ekäntino yasya na kaïcanärthaà
väïchanti ye vai bhagavat-prapannäù
aty-adbhutaà tac-caritaà sumaìgalaà
gäyanta änanda-samudra-magnäù
tam akñaraà brahma paraà pareçam
avyaktam ädhyätmika-yoga-gamyam
aténdriyaà sükñmam ivätidüram
anantam ädyaà paripürëam éòe
ekäntinaù—los devotos puros (cuyo único deseo es ser conscientes de Kåñëa); yasya—el Seïor, de quien; na—no; kaïcana—alguna; artham—bendición; väïchanti—desean; ye—aquellos devotos que; vai—en verdad; bhagavat-prapannäù—completamente entregados a los pies de loto del Seïor; ati-adbhutam—que son maravillosas; tat-caritam—las actividades del Seïor; su-maìgalam—y muy auspicioso (el hecho de escuchar); gäyantaù—por cantar y escuchar; änanda—de bienaventuranza trascendental; samudra—en el oceano; magnäù—que están inmersos; tam—a El; akñaram—que existe eternamente; brahma—el Supremo; param—trascendental; para-éçam—el Seïor de las personalidades supremas; avyaktam—invisible o que no puede ser percibido por la mente y los sentidos; ädhyätmika—trascendental; yoga—mediante el bhakti-yoga, el servicio devocional; gamyam—que puede obtenerse (bhaktyä mäm abhijänäti); ati-indriyam—más allá de la percepción de los sentidos materiales; sükñmam—diminuta; iva—como; ati-düram—muy lejos; anantam—ilimitada; ädyam—la causa original de todo; paripürëam—plenamente perfecto; éòe—ofrezco mis reverencias.
TRADUCCIÓN
Los devotos puros, que no desean nada más que servir al Seïor, Le adoran, completamente entregados, y siempre cantan y escuchan acerca de Sus actividades, que son muy maravillosas y auspiciosas. Así, están siempre inmersos en el oceano de la bienaventuranza trascendental. Esos devotos nunca piden al Seïor ninguna bendición. Yo, en cambio, estoy en peligro, y por ello oro a la Suprema Personalidad de Dios, que existe eternamente y es invisible, que es el Seïor de todas las grandes personalidades, tales como Brahmä, y a quien solamente se puede llegar mediante el bhakti-yoga trascendental. El es extraordinariamente sutil, de modo que está fuera del alcance de mis sentidos, y es trascendental a toda percepción externa. El es ilimitado, es la causa original y goza de perfecta plenitud en todo. A El ofrezco mis reverencias.
SIGNIFICADO
anyäbhiläñitä-çünyaà
jïäna-karmädy-anävåtam
änukülyena kåñëänu-
çélanaà bhaktir uttamä
(Bhakti-rasämåta-sindhu 1.1.11)
“El servicio amoroso trascendental al Supremo Seïor Kåñëa debe ofrecerse con actitud favorable y sin deseo de obtener beneficios materiales de las actividades fruitivas y de la especulación filosófica. Eso recibe el nombre de servicio devocional puro”. Los devotos puros no tienen nada que pedir a la Suprema Personalidad de Dios; pero Gajendra, el rey de los elefantes, forzado por las circunstancias, estaba pidiendo una bendición inmediata, pues no tenía otra forma de salvarse. A veces, cuando no queda otro remedio, el devoto puro, que depende por completo de la misericordia del Seïor Supremo, ora pidiendo alguna bendición. Pero en su oración tambien hay remordimiento. Desde la posición en que se encuentra, la persona que canta y escucha constantemente los pasatiempos trascendentales del Seïor no tiene nada que pedir en cuestión de beneficios materiales. Sólo el devoto completamente puro puede disfrutar de la felicidad trascendental que se deriva de cantar y bailar con el extasis del movimiento de saìkértana. Un devoto corriente no puede encontrar ese extasis. El Seïor Çré Caitanya Mahäprabhu nos mostró la forma de disfrutar de bienaventuranza trascendental por el simple proceso de cantar, escuchar y danzar en extasis. Así es el bhakti-yoga. Por consiguiente, el rey de los elefantes dijo: ädhyätmika-yoga-gamyam, indicando que sólo quien se eleva al plano trascendental puede llegar al Seïor Supremo. Aunque esa bendición de poder llegar al Seïor cuesta muchísimas vidas, Çré Caitanya Mahäprabhu la ha puesto al alcance de todos, incluso de las almas caídas sin ningún tipo de patrimonio en la vida espiritual. Esto puede verse en la práctica en el movimiento para la conciencia de Kåñëa. Por lo tanto, la senda del bhakti-yoga es el proceso inmaculado mediante el cual podemos alcanzar a la Suprema Personalidad de Dios. Bhaktyäham ekayä grähyaù: Sólo mediante el servicio devocional podemos alcanzar al Seïor Supremo. En la Bhagavad-gétä (7.1), el Seïor dice:
mayy äsakta-manäù pärtha
yogaà yuïjan mad-äçrayaù
asaàçayaà samagraà mäà
yathä jïäsyasi tac chåëu
“Ahora escucha, ¡oh, hijo de Påthä!, cómo practicando el yoga con plena conciencia de Mí, con la mente apegada a Mí, puedes conocerme por completo, libre de toda duda”. Por el simple hecho de estar apegados al proceso de conciencia de Kåñëa y pensar constantemente en los pies de loto de Kåñëa, podemos entender perfectamente a la Suprema Personalidad de Dios, sin ninguna duda.
VERSOS 22-24
yasya brahmädayo devä
vedä lokäç caräcaräù
näma-rüpa-vibhedena
phalgvyä ca kalayä kåtäù
yathärciño 'gneù savitur gabhastayo
niryänti saàyänty asakåt sva-rociñaù
tathä yato 'yaà guëa-sampraväho
buddhir manaù khäni çaréra-sargäù
sa vai na deväsura-martya-tiryaì
na stré na ñaëòho na pumän na jantuù
näyaà guëaù karma na san na cäsan
niñedha-çeño jayatäd açeñaù
yasya—de la Suprema Personalidad de Dios, quien; brahma-ädayaù—los grandes semidioses, comenzando por el Seïor Brahmä; deväù—y otros semidioses; vedäù— el conocimiento vedico; lokäù—distintas personalidades; cara-acaräù—los móviles y los inmóviles (como los árboles y las plantas); näma-rüpa—de distintos nombresy formas; vibhedena—con esas divisiones; phalgvyä—que son menos importantes; ca—tambien; kalayä—por las partes; kåtäù—creó; yathä—como; arciñaù—las chispas; agneù—del fuego; savituù—del Sol; gabhastayaù—las brillantes partículas; niryänti—emanan de; saàyänti—y entran en; asakåt—una y otra vez;sva-rociñaù—como partes integrales; tathä—del mismo modo; yataù—la Personalidad de Dios de quien; ayam—esta; guëa-sampravähaù—manifestación continua de las diversas modalidades de la naturaleza; buddhiù manaù—la inteligencia y la mente; khäni—los sentidos; çaréra—del cuerpo (denso y sutil); sargäù—las divisiones; saù—esa Suprema Personalidad de Dios; vai—en verdad; na—no es; deva—semidiós; asura—demonio; martya—ser humano; tiryak—ave o mamífero; na—ni; stré—mujer; na—ni; ñaëòaù—un ser neutro; na—ni; pumän—hombre; na—ni; jantuù—ser vivo o animal; na ayam—ni es; guëaù—cualidad material; karma—actividad fruitiva; na—no es; sat—manifestación; na—ni; ca—tambien; asat—no manifestación; niñedha—o el proceso analítico de neti neti (“esto no es, eso tampoco”); çeñaù—El es el fin; jayatät—toda gloria a El; açeñaù—que es ilimitado.
TRADUCCIÓN
La Suprema Personalidad de Dios crea a Sus partes integrales menores, las jéva-tattva, comenzando con el Seïor Brahmä, los semidioses y las expansiones del conocimiento vedico [Säma, Åg, Yajur y Atharva]; crea tambien a todas las demás entidades vivientes, móviles e inmóviles, con sus respectivos nombres y características. Del mismo modo que las chispas del fuego, o los brillantes rayos del Sol, emanan de su origen y vuelven a fundirse en el una y otra vez, la mente, la inteligencia, los sentidos, los cuerpos materiales densos y sutiles y las continuas transformaciones de las modalidades de la naturaleza material emanan del Seïor y se funden nuevamente en El. El no es ni demonio ni semidiós, ni humano, ni ave, ni mamífero. No es mujer, ni hombre, ni un ser neutro, ni tampoco es animal. El no es, ni una cualidad material, ni una actividad fruitiva, ni una manifestación, ni una no manifestación. El es la última palabra en el discernimiento que analiza “esto no es, eso tampoco”; El es ilimitado. ¡Toda gloria a la Suprema Personalidad de Dios!
SIGNIFICADO
He aquí una explicación resumida de la ilimitada potencia de la Suprema Personalidad de Dios. Ese ser supremo actúa en diversas fases mediante la manifestación de Sus partes integrales, que se encuentran todas ellas simultánea-mente en situaciones distintas en virtud de Sus diversas potencias (paräsya çaktir vividhaiva çrüyate). Cada una de esas potencias actúa de modo perfectamentenatural (sväbhäviké jïäna-bala-kriyä ca). Por lo tanto, el Seïor es ilimitado. Na tat-samaç cäbhyadhikaç ca dåçyate: Nada es igual ni superior a El. El manifiesta Su propio Ser de muchísimas formas, pero personalmente no tiene que hacer nada (na tasya käryaà käraëaà ca vidyate), pues todo es obra de las expansiones de Sus ilimitadas energías.
VERSO 25
jijéviñe näham ihämuyä kim
antar bahiç cävåtayebha-yonyä
icchämi kälena na yasya viplavas
tasyätma-lokävaraëasya mokñam
jijéviñe—deseo vivir mucho tiempo; na—no; aham—yo; iha—en esta vida; amuyä—o en la siguiente vida (no deseo vivir, despues de ser salvado de esta peligrosa situación); kim—de que sirve; antaù—internamente; bahiù—externamente; ca—y; ävåtayä—cubierto por la ignorancia; ibha-yonyä—en esta vida de elefante; icchämi—deseo; kälena—por la influencia del tiempo; na—no hay; yasya—del cual; viplavaù—aniquilación; tasya—esa; ätma-loka-ävaraëasya—de la cubierta de la iluminación espiritual; mokñam—liberación.
TRADUCCIÓN
Una vez libre del ataque del cocodrilo, no deseo seguir viviendo. ¿De que sirve un cuerpo de elefante, cubierto externa e internamente por la ignorancia? Mi único deseo es liberarme eternamente de la ignorancia que me cubre. Esa cubierta no la destruye la influencia del tiempo.
SIGNIFICADO
En el mundo material, toda entidad viviente está cubierta por la oscuridad de la ignorancia. Por lo tanto, los Vedas ordenan que debemos dirigirnos hacia el Seïor Supremo por intermedio del maestro espiritual, cuya figura se explica en la siguiente oración del Gautaméya-tantra:
oà ajïäna-timirändhasya
jïänäïjana-çaläkayä
cakñur unmélitaà yena
tasmai çré-gurave namaù
“Ofrezco respetuosas reverencias a mi maestro espiritual, que, con la antorcha del conocimiento, abrió mis ojos, cegados por la oscuridad de la ignorancia”. Podemos luchar por la existencia en el mundo material, pero lo que no podemos es vivir para siempre. Tenemos que entender que esa lucha por la existencia se debe a la ignorancia, pues, de hecho, todo ser vivo es parte eterna del Seïor Supremo. No hay necesidad de que vivamos como elefante o como hombre, como americano o como hindú; nuestro único deseo debe ser liberarnos del ciclo de nacimientos y muertes. La ignorancia nos hace pensar que toda vida que la naturaleza nos ofrece es una vida feliz y agradable; pero, en la degradada vida del mundo material, no hay nadie, desde el Seïor Brahmä hasta la hormiga, que pueda ser realmente feliz. Elaboramos infinidad de planes para ser felices, pero en el mundo material no puede haber la menor felicidad, por mucho que tratemos de procurarnos una situación permanente, en esta vida o en cualquier otra.
VERSO 26
so 'haà viçva-såjaà viçvam
aviçvaà viçva-vedasam
viçvätmänam ajaà brahma
praëato 'smi paraà padam
saù—esa; aham—yo (la persona que desea liberarse de la vida material); viçva-såjam—a aquel que ha creado la manifestación cósmica; viçvam—que es, en Sí mismo, la totalidad de la manifestación cósmica; aviçvam—aunque es trascendental a la manifestación cósmica; viçva-vedasam—que es el conocedor o el componente de la manifestación universal; viçva-ätmänam—el alma del universo; ajam—que nunca ha nacido, que existe eternamente; brahma—el Supremo; praëataù asmi—ofrezco respetuosas reverencias; param—que es trascendental; padam—el refugio.
TRADUCCIÓN
Ahora, con el deseo de liberarme por completo de la vida material, ofrezco respetuosas reverencias a esa Persona Suprema, el creador del universo, que es, en Sí mismo, la forma del universo, y, no obstante, es trascendental a la manifestación cósmica. El es el conocedor supremo de todo lo que existe en el mundo, la Superalma del universo. El es el Seïor innaciente y supremo. A El ofrezco mis respetuosas reverencias.
SIGNIFICADO
A veces, cuando les predicamos acerca del proceso de bhakti-yoga, conciencia de Kåñëa, la gente común argumenta: “¿Kåñëa? ¿Dios? ¿Dónde está?, ¿nos lo podeis mostrar?”. La respuesta que se da en este verso es que, si tenemos suficiente inteligencia, debemos saber que existe alguien que ha creado toda la manifestación cósmica, aportando sus componentes y transformándose en ellos, alguien que existe eternamente pero que no está dentro de la manifestación cósmica. Partiendo de esta idea, podemos ofrecer respetuosas reverencias al Seïor Supremo. Ese es el comienzo de la vida devocional.
VERSO 27
yoga-randhita-karmäëo
hådi yoga-vibhävite
yogino yaà prapaçyanti
yogeçaà taà nato 'smy aham
yoga-randhita-karmäëaù—personas cuyas reacciones a las actividades fruitivas han sido quemadas por el bhakti-yoga; hådi—en lo más hondo del corazón; yoga-vibhävite—completamente purificados y limpios; yoginaù—místicos capacitados; yam—a la Personalidad de Dios, a quien; prapaçyanti—ven directamente; yoga-éçam—a esa Suprema Personalidad de Dios, el amo de todo yoga místico; tam—a El; nataù asmi—ofrecer reverencias; aham—yo.
TRADUCCIÓN
Ofrezco respetuosas reverencias al Supremo, la Superalma, el maestro de todo yoga místico, a quien los místicos perfectos ven en lo más profundo del corazón una vez purificados y completamente libres de las reacciones de las actividades fruitivas gracias a la práctica del bhakti-yoga.
SIGNIFICADO
El rey de los elefantes, Gajendra, se limitó a aceptar que tiene que haber habido alguien que haya creado la manifestación cósmica y haya aportado sus componentes. Ese razonamiento debería ser aceptado por todo el mundo, incluso por los ateos más decididos. Sin embargo, los no devotos y los ateos no lo admiten. ¿Por que? La razón es que están contaminados por la reacciones de sus actividades fruitivas. Es necesario liberarse de toda la suciedad que se ha acumulado en el corazón debido a las continuas actividades fruitivas. Esa suciedad debe limpiarse con la práctica del bhakti-yoga. Yoga-randhita-karmäëaù. Mientras estemos cubiertos por las modalidades de la ignorancia y la pasión de la naturaleza material, no podemos entender al Seïor Supremo. Tadä rajas-tamo-bhäväù käma-lobhädayaç ca ye. La persona que se libera de las modalidades de la ignorancia y la pasión queda libre de las cualidades más bajas, käma y lobha, la lujuria y la codicia.
Hoy en día abundan las escuelas de yoga que animan a la gente a cultivar la codicia y los deseos de disfrute mediante la práctica del yoga. Por esa razón, la gente se siente muy atraída a esas supuestas prácticas de yoga. Sin embargo, la verdadera práctica de yoga se explica en este verso. Con toda autoridad, el Çrémad-Bhägavatam (12.13.1) afirma: dhyänävasthita-tad-gatena manasä paçyanti yaà yoginäù: Yogé es aquel que siempre medita en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. Esto se confirma tambien en la Brahma-saàhitä (5.38):
premäïjana-cchurita-bhakti-vilocanena
santaù sadaiva hådayeñu vilokayanti
yaà çyämasundaram acintya-guëa-svarüpaà
govindam ädi-puruñaà tam ahaà bhajämi
“Yo adoro a Govinda, el Seïor primigenio, que es Çyämasundara, Kåñëa mismo, que posee atributos inconcebibles e infinitos, y a quien los devotos ven en lo más hondo del corazón con los ojos de la devoción ungidos con el bálsamo del amor”. El bhakti-yogé ve constantemente a Çyämasundara, el hermoso Seïor Kåñëa con Su cuerpo de tinte negruzco. El rey de los elefantes, Gajendra, se consideraba un animal corriente, y por ello no se sentía capacitado para ver al Seïor. En su humildad, pensó que no podía practicar yoga. En otras palabras, ¿que yoga pueden practicar las personas de conciencia impura, que son como animales, bajo la influencia del concepto corporal de la vida? Hoy en día, hay muchas personas que, sin dominar sus sentidos, sin comprensión filosófica alguna, y sin seguir los principios religiosos ni las reglas y regulaciones, se hacen pasar por yogés. Se trata de una gran anomalía en la práctica del yoga místico.
VERSO 28
namo namas tubhyam asahya-vega-
çakti-trayäyäkhila-dhé-guëäya
prapanna-päläya duranta-çaktaye
kad-indriyäëäm anaväpya-vartmane
namaù—ofrezco mis respetuosas reverencias; namaù—de nuevo ofrezco mis reverencias; tubhyam—a Ti; asahya—formidables; vega—fuerzas; çakti-trayäya—a la Persona Suprema, que posee tres potencias; akhila—del universo; dhé—para la inteligencia; guëäya—que aparece en la forma de los objetos de los sentidos; prapanna-päläya—al Supremo, que da refugio a quienes se entregan a El; duranta-çaktaye—que posee energías muy difíciles de superar; kat-indriyäëäm—por personas que no pueden controlar sus sentidos; anaväpya—a quien no se puede llegar; vartmane—en la senda.
TRADUCCIÓN
Mi Seïor, Tú ejerces Tu control con la formidable potencia de tres tipos de energías. Tú apareces como receptáculo de todos los placeres de los sentidos y como protector de las almas entregadas. Posees ilimitada energía, pero eres inaccesible para quienes no pueden controlar sus sentidos. Yo Te ofrezco respetuosas reverencias una y otra vez.
SIGNIFICADO
El apego, la codicia y la lujuria son tres fuerzas formidables que nos impiden concentrarnos en los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. Esas fuerzas actúan porque al Seïor Supremo no Le gusta que los ateos y no devotos lleguen a percibirle. Sin embargo, cuando nos entregamos a los pies de loto del Seïor, esos obstáculos se retiran y podemos percibir a la Suprema Personalidad de Dios. El Seïor es, por lo tanto, el protector del alma entregada. No es posible ser devoto sin entregarse a los pies de loto del Seïor. Cuando nos entregamos al Seïor, El nos da desde el corazón la inteligencia para que podamos ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.
VERSO 29
näyaà veda svam ätmänaà
yac-chaktyähaà-dhiyä hatam
taà duratyaya-mähätmyaà
bhagavantam ito 'smy aham
na—no; ayam—la gente; veda—conoce; svam—propia; ätmänam—identidad; yat-çaktyä—por cuya influencia; aham—soy independiente; dhiyä—con esa inteligencia; hatam—vencida o cubierta; tam—a El; duratyaya—difíciles de entender; mähätmyam—cuyas glorias; bhagavantam—de la Suprema Personalidad de Dios; itaù—refugiándome; asmi aham—estoy.
TRADUCCIÓN
Ofrezco respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, cuya energía ilusoria hace que la jéva, que es parte integral de Dios, olvide su verdadera identidad debido al concepto corporal de la vida. Yo me refugio en la Suprema Personalidad de Dios, cuyas glorias son difíciles de entender.
SIGNIFICADO
Como afirma la Bhagavad-gétä, todas las entidades vivientes, sean hombres, semidioses, animales, aves, insectos o cualquier otra cosa, son partes integrales de la Suprema Personalidad de Dios. El Seïor y la entidad viviente están íntimamente emparentados como padre e hijo. Por desgracia, en contacto con la materia, la entidad viviente olvida esa relación y desea disfrutar del mundo material independientemente, conforme a sus propios planes. Esa ilusión (mäyä) es muy difícil de superar. Mäyä cubre a la entidad viviente que desea olvidar a la Suprema Personalidad de Dios y elaborar sus propios planes para disfrutar del mundo material. Mientras esa contaminación persista, el alma condicionada no podrá entender su verdadera identidad y permanecerá continuamente, vida tras vida, bajo la influencia de la ilusión. Ato gåha-kñetra-sutäpta-vittair janasya moho 'yam ahaà mameti (Bhäg. 5.5.8). En tanto que no se ilumine en la comprensión de su verdadera posición, la entidad viviente se sentirá atraída por la vida materialista, su casa, su país o sus tierras, la sociedad, los hijos, la familia, la comunidad, la cuenta corriente, etc. Cubierta por todo ello, continuará pensando: “Yo soy el cuerpo, y todo lo relacionado con este cuerpo es mío”. Ese concepto materialista de la vida es sumamente difícil de superar, pero aquel que se entrega a la Suprema Personalidad de Dios, como hizo Gajendra, el rey de los elefantes, alcanza el plano de la iluminación en el nivel del Brahman.
brahma-bhütaù prasannätmä
na çocati na käìkñati
samaù sarveñu bhüteñu
mad-bhaktià labhate paräm
“Aquel que se establece en el plano trascendental percibe de inmediato el Brahman Supremo y se vuelve plenamente dichoso. Nunca se lamenta ni desea poseer nada. Tiene la misma disposición para con todas las entidades vivientes. Habiendo alcanzado ese estado, Me ofrece servicio devocional puro” (Bg. 18.54). El devoto, como está perfectamente situado en el plano del Brahman, no siente envidia de ninguna entidad viviente (samaù sarveñu bhüteñu).
VERSO 30
çré-çuka uväca
evaà gajendram upavarëita-nirviçeñaà
brahmädayo vividha-liìga-bhidäbhimänäù
naite yadopasasåpur nikhilätmakatvät
taträkhilämara-mayo harir äviräsét
çré-çukaù uväca—Çré Çukadeva Gosvämé dijo; evam—de este modo; gajendram—al rey de los elefantes, Gajendra; upavarëita—cuya descripción; nirviçeñam—no dirigida a ninguna persona en particular (sino al Supremo, aunque no sabía quien es el Supremo); brahmä-ädayaù—los semidioses, encabezados por Brahmä, Çiva, Indra y Candra; vividha—diversidades; liìga-bhidä—con formas separadas; abhimänäù—considerándose autoridades separadas; na—no; ete—todos ellos; yadä—cuando; upasasåpuù—acudieron; nikhila-ätmakatvät—la Suprema Personalidad de Dios, por ser la Superalma de todos; tatra—allí; akhila—del universo; amara-mayaù—constituido por los semidioses (que no son más que partes externas del cuerpo); hariù—la Suprema Personalidad de Dios, quien puede quitarlo todo; äviräsét—apareció (ante el elefante).
TRADUCCIÓN
Çré Çukadeva Gosvämé continuó: Cuando habló de la autoridad suprema, el rey de los elefantes no mencionó a ninguna persona en particular, ni invocó a los semidioses, encabezados por el Seïor Brahmä, el Seïor Çiva, Indra y Candra, de modo que ninguno de ellos le respondió. Sin embargo, el Seïor Hari, que es la Superalma, Puruñottama, la Personalidad de Dios, sí apareció ante Gajendra.
SIGNIFICADO
De las oraciones de Gajendra queda claro que, aunque quería dirigirse a la autoridad suprema, no sabía exactamente quien era esa autoridad. Lo que Gajendra había entendido es que existe una autoridad suprema, que está por encima de todo. En esas circunstancias, las diversas expansiones del Seïor, como el Seïor Brahmä, el Seïor Çiva, Indra y Candra, pensaron: “Gajendra no nos pide ayuda a nosotros, sino al Supremo, que está por encima de todos nosotros”. En sus oraciones, Gajendra había dicho que el Seïor Supremo tiene muchas partes integrales, entre las cuales están los semidioses, los seres humanos y los animales, y que todos ellos están cubiertos por formas separadas. Los semidioses son los encargados de mantener los diversos aspectos del universo, pero Gajendra pensó que no podrían rescatarle. Harià vinä naiva måtià taranti: Nadie puede salvar a nadie de los peligros del nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades. Sólo la Suprema Personalidad de Dios puede rescatarnos de los peligros de la existencia material. Por esa razón, la persona inteligente que desea liberarse de esta peligrosa existencia no acude a los semidioses, sino a la Suprema Personalidad de Dios. Como se confirma en la Bhagavad-gétä (7.20): kämais tais tair håta-jïänäù prapadyante 'nya-devataù: Las personas que no tienen inteligencia acuden a los semidioses en busca de beneficios materiales temporales. Pero la realidad es que los semidioses no pueden salvar a la entidad viviente de los peligros de la existencia material. Al igual que otras entidades vivientes, los semidioses sólo son partes externas del cuerpo trascendental de la Suprema Personalidad de Dios. Como se afirma en los mantras vedicos: sa ätmä aìgäny anyä devatäù: Dentro del cuerpo está el ätmä, el alma, mientras que los brazos, las piernas y las demás partes del cuerpo son externos. Del mismo modo, Näräyaëa, el Seïor Viñëu, es el ätmä de toda la manifestación cósmica, y todos los semidioses, los seres humanos y las demás entidades vivientes son partes de Su cuerpo.
La fuerza de un árbol está en su raíz; si se riega la raíz con agua, se nutren tambien todas las demás partes del árbol. Del mismo modo, podemos concluir que a quien hay que adorar es a la Suprema Personalidad de Dios, pues El es la raíz original de todo. Es muy difícil acercarse a la Suprema Personalidad de Dios; pero, al mismo tiempo, El está muy cerca de nosotros, pues vive en nuestro corazón. Tan pronto como el Seïor entiende que buscamos Su favor mediante la sumisión completa, de forma natural El actúa inmediatamente en consecuencia. Por esa razón, cuando escuchó la ferviente oración de Gajendra, la Suprema Personalidad de Dios apareció inmediatamente ante El, mientras que los semidioses no fueron a ayudarle. Eso no significa que los semidioses estuviesen enfadados con Gajendra, pues en realidad, cuando adoramos al Seïor Viñëu, adoramos tambien a todos los semidioses. Yasmin tuñöe jagat tuñöam: Si la Suprema Personalidad de Dios está satisfecho, todos están satisfechos.
yathä taror müla-niñecanena
tåpyanti tat-skandha-bhujopaçäkhäù
präëopahäräc ca yathendriyäëäà
tathaiva sarvärhaëam acyutejyä
“Del mismo modo que, cuando se riega la raíz de un árbol, todas sus partes, desde el tronco y las ramas hasta las hojas, se llenan de energía, y del mismo modo que cuando el estómago recibe alimentos, todos los sentidos y miembros del cuerpo se fortalecen, la adoración que se ofrece a la Suprema Personalidad de Dios mediante el servicio devocional deja inmediatamente satisfechos a los semidioses, que son partes de esa Personalidad Suprema” (Bhäg. 4.31.14). Cuando se adora a la Suprema Personalidad de Dios, todos los semidioses se sienten satisfechos.
VERSO 31
taà tadvad ärtam upalabhya jagan-niväsaù
stotraà niçamya divijaiù saha saàstuvadbhiù
chandomayena garuòena samuhyamänaç
cakräyudho 'bhyagamad äçu yato gajendraù
tam—a el (a Gajendra); tadvat—de ese modo; ärtam—que estaba muy deprimido (debido al ataque del cocodrilo); upalabhya—comprendiendo; jagat-niväsaù—el Seïor, que existe en todas partes; stotram—la oración; niçamya—tras escuchar; divijaiù—los habitantes de los planetas celestiales; saha—con; saàstuvadbhiù—que tambien ofrecían oraciones; chandomayena—con la velocidad que deseaba; garuòena—por Garuòa; samuhyamänaù—transportado; cakra—con Su disco; äyudhaù—y otras armas, como la maza; abhyagamat—llegó; äçu—inmediatamente; yataù—donde; gajendraù—estaba el rey de los elefantes, Gajendra.
TRADUCCIÓN
Al comprender la difícil situación de Gajendra, que Le había ofrecido oraciones, la Suprema Personalidad de Dios, Hari, que vive en todas partes, apareció en aquel lugar en compaïía de los semidioses, que Le ofrecían oraciones. Armado con Su disco y otras armas, apareció montado en la espalda de Garuda, Su ave portadora. Así, tan veloz como Su propio deseo, apareció ante Gajendra.
SIGNIFICADO
Çréla Viçvanätha Cakravarté µhäkura llama la atención sobre el hecho de que Gajendra, en aquella difícil situación, oró por la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios. Debido a ello, los semidioses, que podrían haber ido a rescatarle inmediatamente, no se decidieron a hacerlo, pues se sintieron ofendidos al entender que la oración de Gajendra iba dirigida al Seïor. Esa actitud de los semidioses era ofensiva de por sí. Por esa razón, cuando el Seïor apareció, fueron hasta El para ofrecerle oraciones y obtener el perdón por su ofensa.
VERSO 32
so 'ntaù-sarasy urubalena gåhéta ärto
dåñövä garutmati harià kha upätta-cakram
utkñipya sämbuja-karaà giram äha kåcchrän
näräyaëäkhila-guro bhagavan namas te
saù—El (Gajendra); antaù-sarasi—en el agua; uru-balena—con mucha fuerza; gåhétaù—que había sido atrapado por el cocodrilo; ärtaù—y sufriendo muchísimo; dåñövä—al ver; garutmati—a lomos de Garuòa; harim—al Seïor; khe—en el cielo; upätta-cakram—empuïando Su disco; utkñipya—levantando; sa-ambuja-karam—su trompa, con una flor de loto; giram-äha—pronunció las palabras; kåcchrät—con gran dificultad (debido a su precaria situación); näräyaëa—¡oh, mi Seïor, Näräyaëa!; akhila-guro—¡oh, Seïor universal!; bhagavan—¡oh, Suprema Personalidad de Dios!; namaù te—Te ofrezco mis respetuosas reverencias.
TRADUCCIÓN
Gajendra había sido fuertemente atrapado por el cocodrilo en el agua y sentía un intenso dolor; pero cuando vio que Näräyaëa, empuïando su disco, Se acercaba por el cielo a lomos de Garuòa, inmediatamente recogió una flor de loto con la trompa y, a pesar del gran dolor que sentía, pronunció, con gran dificultad, las siguientes palabras: “¡Oh, mi Seïor, Näräyaëa, amo del universo!, ¡oh, Suprema Personalidad de Dios!, Te ofrezco mis respetuosas reverencias”.
SIGNIFICADO
El rey de los elefantes estaba tan deseoso de ver a la Suprema Personalidad de Dios que, cuando vio al Seïor acercarse por el cielo, sintiendo un gran dolor y con una voz muy debil Le presentó sus respetos. El devoto no considera peligrosas las situaciones peligrosas, pues en esas ocasiones puede orar al Seïor fervientemente y con gran extasis. Así, para el devoto, los peligros son oportunidades favorables. Tat te 'nukampäà susamékñamäëaù. Cuando se encuentra en un gran peligro, el devoto lo considera una gran misericordia del Seïor, pues le da la oportunidad de pensar en el Seïor con gran sinceridad y atención firme. Tat te 'nukampäà susamékñamäno bhuïjäna evätma-kåtaà vipäkam (Bhäg. 10.14.8). El devoto no acusa a la Suprema Personalidad de Dios por no haberle evitado ese mal trago, sino que piensa que ese peligro se debe a sus fechorías pasadas, y lo toma como una oportunidad para orar al Seïor y agradecerle esa oportunidad que le ofrece. El devoto que vive de este modo tiene garantizada la salvación, el regreso al hogar, de vuelta a Dios. Esto podemos comprobarlo en el caso de Gajendra, que, por orar al Seïor lleno de ansiedad, recibió inmediatamente la oportunidad de ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios.
VERSO 33
taà vékñya péòitam ajaù sahasävatérya
sa-gräham äçu sarasaù kåpayojjahära
grähäd vipäöita-mukhäd ariëä gajendraà
saàpaçyatäà harir amüm ucad ucchriyäëäm
tam—a el (a Gajendra); vékñya—al ver (en aquella condición); péòitam—que sufría mucho; ajaù—el innaciente, la Suprema Personalidad de Dios; sahasä—de repente; avatérya—bajando (de la espalda de Garuòa); sa-gräham—con el cocodrilo; äçu—inmediatamente; sarasaù—del agua; kåpayä—por Su gran misericordia; ujjahära—sacó; grähät—del cocodrilo; vipäöita—separó; mukhät—de la boca; ariëä—con el disco; gajendram—a Gajendra; sampaçyatäm—que estaban mirando; hariù—la Suprema Personalidad de Dios; amüm—a el (a Gajendra); ucat—salvó; ucchriyäëäm—en presencia de todos los semidioses.
TRADUCCIÓN
Entonces, al ver a Gajendra sufriendo de aquel modo, la Suprema Personalidad de Dios, Hari, el innaciente, Se bajó de la espalda de Garuòa y, por Su misericordia sin causa, arrastró fuera del agua al rey de los elefantes, y, con el, al cocodrilo. Inmediatamente, ante la mirada de todos los semidioses allí presentes, el Seïor cortó la cabeza del cocodrilo con Su disco. De ese modo salvó a Gajendra, el rey de los elefantes.
Así terminan los significados de Bhaktivedanta del Capítulo Tercero del Canto Octavo del Çrémad-Bhägavatam, titulado “Las oraciones de Gajendra”.
Oraciones del Elefante Gajendra al Seïor Supremo
(S.B. 8.3.2-29,31)
Las oraciones de Gajendra
Fuentes: balaram e indevr20 Mitología Romana - Roman Mythology |
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