Bhakti Pramode
Puri
Maharaja
Puri, Bhakti Pramode:
Palabras de su Divina Gracia Puri Maharaj Sobre Su Vida
puri_bp/ 20-May-2008 00:53 - Autobiografía de Srila BP Puri Goswami Mj - 934JC La Historia de mi Vida (Autobiografía de Srila BP Puri Goswami Mj)
Escritos
- El Arte del Sadhana
- El Corazón de Krishna
- El Significado Interno del Ratha Yatra y del Nama-Bhajan
- La Esencia de la Devoción Pura – Bhakti Siddhanta Sara
EL ARTE DEL SADHANA
- EL ARTE DEL SADHANA I - Swami B.P.Puri Maharaja - miércoles 28 de julio de 2010
- EL ARTE DEL SADHANA II - Swami B.P.Puri Maharaja - miércoles 28 de julio de 2010
- EL ARTE DEL SADHANA III - Swami B.P.Puri Maharaja - martes 27 de julio de 2010
- EL ARTE DEL SADHANA IV - Swami B.P.Puri Maharaja - martes 27 de julio de 2010
- EL ARTE DEL SADHANA V - Swami B.P.Puri Maharaja - martes 27 de julio de 2010
- EL ARTE DEL SADHANA VI - Swami B.P.Puri Maharaja - martes 27 de julio de 2010
La canción de Bhaktivinoda Thãkura está basada en un verso del Vaisnava-tantra, el cual Jiva Gosvãmi cita en su Bhakti-sandarbha (236). Los seis elementos de tomar refugio se describen allí como sigue:
ãnukulyasya sankalpah
prãtikulyasya varjanam
raksisyaiti visvãso
goptrtve varanam tathã
ãtma-niksepa-kãrpanye
sad-vidhã saranãgatih
“Aceptar lo que es favorable, rechazar lo desfavorable, creer que Krishna me salvará, aceptar a Krishna como el sustentador, la autorendición y la humildad, son los seis tipos de saranãgati”.
(Caitanya Caritãmrta 2.22.97)
Srila Bhaktivinoda Thãkura elaboró estos procesos en su Amrta-pravãha-bhãsya:
“(1) ‘Aceptar lo que es favorable’ significa eso que es favorable para cultivar la devoción individual por Krishna.
(2) ‘rechazar lo desfavorable’ significa que se debe hacer el voto de “Renuncio a toda actividad que no conduzca a Krishna”.
(3) ‘Creer que Krishna me salvará’ significa creer que solo Krishna es mi salvador. En otras palabras, uno debe pensar, ‘No creo que el conocimiento del Brahman me salve de la muerte, mas Krishna definitivamente será misericordioso y me liberará’.
(4) ‘Aceptar a Krishna como el sustentador’ significa: ‘No creo que las deidades que presiden los diversos sacrificios o ejecuciones religiosas concedan los resultados de esos actos, como tampoco me mantienen. Antes bien, solo es Krishna quien me cuida y ninguna otra persona o dios’.
(5) ‘Autorendición’ implica pensar, ‘Mis deseos no son independientes. Estoy completamente subordinado a la voluntad de Krishna’.
(6) ‘Humildad’ significa considerarse personalmente como muy bajo”. El Señor Supremo ama a esos devotos que han tomado refugio en El. El escucha sus plegarias y les concede el don del vraja-prema.
El siguiente verso del Hari-bhakti-vilãsa (11.677) analizó aún más las seis clases de procesos de tomar refugio con el cuerpo, la mente y las palabras. Jiva Gosvãmi cita asimismo este verso en el Bhakti-sandarbha:
tavãsmiti vadan vãcã
tathaiva manasã vidan
tat-sthãnam ãsritas tanvã
modate saranãgatah
“Aquel que ha tomado refugio en el Señor, reside con su cuerpo en el lugar sagrado donde Krishna ejecutó Sus pasatiempos. El dice con sus palabras, “Oh Señor, yo soy Tuyo”, mientras que con la mente, los devotos saben que pertenecen al Señor. De esta forma, disfrutan de bienaventuranza espiritual”.
(También citado en el Caitanya Caritãmrta 2.22.98)
El devoto que toma refugio rindiéndose completamente a Krishna es considerado por el Señor como igual a Sí Mismo, esto es, sumamente querido.
sarana laña kare krsne ãtma-samarpana
krsna tãnre kare tat-hãle ãtma-sama
“En cuanto el devoto toma refugio en Krishna y se rinde a El, Krishna lo hace igual a Sí Mismo”.
(Caitanya Caritãmrta 2.22.99)
Esto lo corrobora una declaración de Krishna Mismo a Su querido asociado y discípulo, Uddhava:
martyo yadã tyakta-samasta-karmã
niveditãtma vicikirsito me
tadãmrtatvam pratipadyamãno
mayãtma-bhuyãya ca kalpate vai
“Cuando la entidad viviente que está sujeta al nacimiento y la muerte deja de lado todas sus obras y entrega completamente su persona a Mí, ocupándose en actividades conforme a Mi deseo, luego obtiene por Mi gracia la inmortalidad, volviéndose igual a Mí Mismo en cualidad espiritual y disfrutando en tal sentido del arrebato divino de la vida en el mundo espiritual, en Mi asociación”.
(Srimad Bhãgavatam 11.29.32, Caitanya Caritãmrta 3.4.193)
Srila Prabhupãda Bhaktisiddhãnta Sarasvati Thãkura elaboró este verso como sigue: “El conocimiento de la entidad viviente que está sujeta a la muerte, se limita a lo que percibe con los sentidos. Cuando deja de lado las actividades fruitivas y la especulación mental para entregarse simple y completamente al Señor, luego ya no conoce más ninguna insuficiencia porque obtiene al Señor. Debido a que sirve al Señor de Vaikuntha, asume en su persona las cualidades de Vaikuntha.
Esto significa que la naturaleza kuntha, esto es, la naturaleza material ilusoria, ya no impera más sobre ella”.
En el verso citado, las palabras ãtma-bhuyãya kalpate pueden ser también interpretadas para implicar que tal persona obtiene una opulencia igual a la del Señor Mismo. Mas como quiera que se interpreten estas palabras, nunca deben ser entendidas como la unidad en el sentido monista. El devoto que ha tomado refugio en el Señor es tan querido para El que El lo considera tan próximo como Su propio cuerpo.
Toda vez que un devoto ofrece sus reverencias al Señor, se ocupa en un acto de auto-rendición. La palabra sánscrita namah, que aparece en namaskãra y en muchos mantras, ha sido explicada en el Padma Purana, Uttara-khanda.
ahankrtir makãrah syãn
nakãras tan-nisedhakah
tasmãt tu namasã ksetrisvãtantryam
pratisidhyate
bhagavat-paratantro’sau
tadãyattãtma-jivanah
tasmãt sva-sãmarthya-vidhim
tyajet sarvam asesatah
isvarasya tu sãmarthyãt
nãlabhyam tasya vidyate
tasmin nyasta-bharah sete
tat-karmaiva samãcaret
“El ego falso está representado por la sílaba ma; la palabra na lo niega. La palabra ‘namah’ por lo tanto indica que el ser encarnado no posee una existencia independiente. Siempre depende del Señor Supremo y su vida está confinada dentro Suyo, en todo sentido. Por consiguiente, debe abandonar por completo toda ilusión que tenga respecto a su propia capacidad independiente para hacer cualquier cosa. A través del poder del Señor, no hay nada que no pueda lograr. Sabiéndolo, entrega la responsabilidad de su propia existencia al Señor y simplemente se ocupa en Su servicio”.
(Bhakti-sandarbha 236)
Cuando Devaki observó que Krishna había tomado nacimiento como su hijo, Lo glorificó como sigue:
martyo mrtyu-vyãla-bhitah palãyan
lokãn sarvãn nirbhayam nãdhyagacchat
tvat-pãdãbjam prãpya yadrcchayãdya
susthah sete mrtyur asmãd apaiti
“Nosotros los seres vivientes, estamos sujetos a la muerte y así pues estamos constantemente temerosos de ser engullidos por la gran serpiente de la muerte. Huimos dondequiera podemos dentro de este mundo, pero en ninguna parte hallamos la libertad del peligro. Oh Señor, por alguna buena fortuna hemos venido a Tus pies de loto. Ahora podemos finalmente descansar en paz y felicidad, pues la propia Muerte huye por temor a Ti”.
(Srimad Bhãgavatam 10.3.27)
Ciertamente, no hay ningún refugio confiable en ninguna parte, para los seres vivientes, excepto los pies de loto del Señor, pues ellos se hallan libres del temor, libres de toda lamentación y plenos del néctar de la inmortalidad. El Señor Mismo declara reiteradamente que El libera a Sus devotos de toda aflicción cuando se amparan en El. Solo El es el protector y sustentador de la jiva. De ahí la siguiente expresión del Señor, tomada del Brahma Purana:
tvãm prapanno ‘smi sãranam
deva-devam janãrdanam
iti yah saranam prãptas
tam klesãd uddharãmy aham
“Yo libero a todo aquel que tome refugio en Mí con estas palabras: ‘¡Oh Señor de señores, Oh Janãrdana! Me entrego a Ti, mi único refugio’”.
(Hari-bhakti-vilãsa 11.654, Bhakti-sandarbha 236)
Srila Bhaktivinoda Thãkura ha escrito muchas canciones demostrando los principios de tomar refugio, no solo en su colección titulada Saranãgati sino también en el Kalyãna-kalpa-taru, Gitãvali y Gita-mãlã. Estas y las canciones de Narottama dãsa registradas en el Prãrthanã y Prema-bhakticandrikã, deben ser memorizadas por los devotos. Todo aquel que ingrese al espíritu de estas canciones, hará un rápido progreso en el sendero del bhakti.
ãtma-nivedana tuwã pade kari
hainu parama sukhi
duhkha dure gela cintã nã rahila
caudike ãnanda dekhi
asoka abhaya amrta ãdhãra
tomãra carana-dvaya
tãhãte ekhana visrãma labhiyã
chãrinu bhavera bhaya
“Me he rendido a Tus pies de loto y me he vuelto supremamente gozoso. Todas mis miserias me abandonaron y ya no tengo más preocupaciones. Todo lo que veo es gozo en todas direcciones. Tus pies de loto se hallan libres de la lamentación y no hay temor, no hay muerte; ellos son la reserva de toda ambrosía. Ahora que he encontrado el reposo allí, ya no temo más la existencia material”.
(Saranãgati 16)
ekhana bujhinu prabho tomãra carana
asoka-abhayãmrta purna sarva-ksana
sakala chãriyã tuwã carana-kamale
pariyãchi ãmi nãtha tava pada-tale
tava pãda padma nãtha raksibe ãmãre
ãra raksã-kartã nãhi e bhava-samsãre
ãmi tava nitya-dãsa jãninu e-bãra
ãmãra pãlana-bhãra ekhana tomãra
bara duhkha pãiyãchi svatantra jivane
saba duhkha dure gela o pada varane
“Oh Señor, finalmente he comprendido que Tus pies están llenos de la ambrosía de la inmortalidad, el gozo y la falta de temor. Ahora he abandonado todo para caer ante Tus pies de loto y refugiarme en ellos mi Señor. Tus pies de loto, Oh Señor, me protegerán. Nada más en este mundo puede darme la misma protección. Ahora sé que soy Tu eterno sirviente, de modo que la responsabilidad de mi manutención es Tuya. Mi vida de supuesta independencia me trajo mucho sufrimiento pero ahora que me he amparado en Tus pies de loto, todas estas miserias han desaparecido”.
(Saranãgati 21)
sarvasva tomãra carana sampiyã
parechi tomãra ghare
tumi ta thãkura tomãra kukura
baliyã jãnaha more
bãndhiya nikate ãmãre pãlibe
rahiba tomãra dvãre
pratipa janere ãsite nã diba
rãkhiba garera pãre
tava nija-jana prasãda seviyã
ucchista rãkhibe jãhã
ãmãra bhojana parama ãnande
prati dine habe tãhã
basiyã suiyã tomãra carana
cintiba satata ãmi
nãcite nãcite nikate jãiba
jakhana dãkibe tumi
nijere posana kabhu nã bhãviba
rahiba bhãvera bhare
bhakativinoda tomãre pãlaka
baliyã varane kare
“Lo he entregado todo a Tus pies de loto y me he tirado ante Tu puerta. Te pido que reconozcas que soy Tu perro y que Tú eres mi amo.
“Me atarás cerca y cuidarás de mí. Yo me quedaré cerca de Tu puerta de entrada y ahuyentaré a los ladrones y demás gentes peligrosas, manteniéndolos del otro lado del foso. “Cada día, comeré con alegría solo las sobras de los devotos que han comido Tu prasãda.
“Ya sea sentado o yaciendo, solo pensaré en Tus pies de loto. Toda vez que Tú llames, iré danzando hacia Ti.
“Nunca pensaré en mis propias necesidades o manutención, sino que permaneceré bendito en el regocijo de mis sentimientos por Ti. Bhaktivinoda Te acepta oficialmente como su protector”.
(Saranãgati, 19)
Todo aquel que desee progresar en este sendero, debe estudiar el tema del saranãgati. Quien no haya tomado refugio en Krishna, adoptando el rãga-mãrga solo por un deseo de provecho, adoración y prestigio, es un pretencioso desvergonzado. No tardará en ser atacado por toda clase de anarthas. Es verdad que el sendero de vidhi-bhakti no puede conceder el vraja-prema, mas debemos seguir el sendero mostrado por los maestros espirituales de la sucesión discipular. Ellos han evidenciado con abundancia que es a través de la devoción por el canto del Santo Nombre que nuestra capacidad de practicar el rãgãnugã-bhakti se desarrolla. El proceso de cantar el Santo Nombre es como la ceremonia que da vida a la forma deidad del Señor. La vida del devoto es el proceso de tomar refugio. Esta vida es dispensada al devoto por el Santo Nombre.
De los capítulos precedentes se evidencia que es de monumental importancia entrar en contacto con los Vaisnavas y particularmente con un maestro espiritual devoto puro, que puede instruir sobre el sendero de la vida espiritual.
También hemos visto que uno tiene que haber acumulado muchas vidas de actos piadosos antes de poder obtener la buena fortuna de asociarse con un devoto puro. Cuando las dudas de Vidura fueron eliminadas al escuchar las explicaciones de Maitreya Muni sobre el Señor Supremo, dijo a modo de gratitud:
durãpã hy alpa-tapasah
sevã vaikuntha-vartmasu
yatropagiyate nityam
deva-devo janãrdanah
“Quien haya hecho pocos sacrificios y acumulado escaso mérito nunca puede conquistar el servicio a las grandes almas que recorren el sendero hacia la morada del Señor de Vaikuntha.
Los peregrinos en esa senda, están constantemente ocupados en glorificar a Aquel que es el Dios de dioses y el controlador de todas las entidades vivientes”.
(Srimad Bhãgavatam 3.7.20)
Sin dicho mérito, no se puede tener fe en la manifestación del guru; ni siquiera se lo puede reconocer.
mahã-prasãde govinde
nãma-brahmani vaisnave
svalpa-punyavatãm rãjan
visvàso naiva jãyate
“Los que poseen poco mérito, oh rey, nunca desarrollan la fe en el mahã-prasãda del Señor, Govinda Mismo, el Santo Nombre (nãma-brahma) y los Vaisnavas”.
(Skanda Purana)
Jiva Gosvãmi lo confirma al comienzo de su Bhakti-sandarbha con una cita del Brahma-vaivarta Purana:
yãvat pãpais tu malinam
hrdayam tãvad eva hi
na sãstre satya-buddhih syãt
sad-buddhih sad-gurau tathã
“En la medida en que nuestros corazones estén contaminados por el pecado, no veremos la verdad brindada en las Escrituras. En otras palabras, no desarrollaremos la fe divina en la conclusiones teístas de la Escritura, ni reconoceremos la autoridad divina del maestro espiritual, honraremos a un desviador, un guru cuyas instrucciones nos conducirán por el camino que nos aleja de Goloka-Vaikuntha y la rendición a él”.
Krishna declara en el Bhagavad-gitã
tad-viddhi pranipãtena
pariprasnena sevayã
upadeksyanti te jñãnam
jñãninas tattva-darsinah
“Aprende la verdad a través de la rendición, la inquisición sumisa y el servicio. El alma autorealizada que ha visto la verdad te iluminará”.
(Gitã 4.34)
En el Mundaka Upanisad hay un famoso verso que declara la importancia de rendirse al maestro espiritual.
tad-vijñãnãrtham sa gurum evãbhigacchet
samit-pãnih srotriyam brahma-nistham
“De modo de realizar la verdad, hay que acudir al maestro espiritual que es sabio y versado en el Brahman, con donaciones en las manos, y ofrecérselas” La palabra samidhi (“donaciones”) aquí utilizada significa madera para el fuego sacrificial, mas se asume como poseyendo un significado ampliado que abarca los tres elementos de la rendición sostenidos en el Gitã: reverencias, inquisitoria sumisa y servicio. El discípulo se aproxima al maestro espiritual con estas tres clases de donaciones. El maestro espiritual por su parte, debe poseer el necesario conocimiento y fe determinada en la Verdad Suprema, para poder remover todas las dudas del discípulo. La característica esencial del maestro espiritual luego, es que posee conocimiento de las tres categorías: sambandha, abhideya y prayojana. Es por eso que el Caitanya Caritãmrta expresa: “Aquel que conoce la verdad sobre Krishna está calificado para ser guru” (jei krsna-tattva-vettã sei guru haya).
Así pues, uno debe caer a los pies del maestro espiritual del mismo modo que Sanãtana Gosvãmi cayó a los pies del Señor Caitanya y Le hizo preguntas que, en el verso del Gitã 4.34 se denominan pariprasna:
ke ãmi kene ãmãya jãre tãpa-traya
ihã nãhi jãni ãmi kemane hita haya
“ ¿Quién soy yo? ¿Y porqué las tres clases de miserias de la vida material me causan sufrimiento? No conozco las respuestas a estas preguntas, como tampoco sé lo que es beneficioso para mí”.
(Caitanya Caritãmrta 2.20.102)
El discípulo luego debe servir al guru de modo de agradarle. Cuando tal devoto sumiso y de mentalidad servicial hace preguntas sobre la vida espiritual, el maestro espiritual le revela las verdades que él ha realizado personalmente.
Hay muchos otros ejemplos en la Escritura de rendición, inquisitoria sumisa y servicio. En una ocasión, el rey de Videha, Nimi, se encontró fortuitamente con los nueve grandes devotos conocidos como Yogindras, que estaban reunidos en la arena sacrificial. Alborozado al verlos, les ofreció la adoración apropiada a su condición y dijo:
durlabho mãnuso dehodehinãm
ksana-bhangurah
tatrãpi durlabham manye
vaikuntha-priya-darsanam
ata ãtyantikam kseman
prcchãno bhavato’naghãh
samsãre-smin ksanãrdho’pi
sat-sangah sevadhir nrnãm
“El nacimiento en un cuerpo humano es un logro muy raro para el alma encarnada, mas yo sostengo que para quien tiene un cuerpo humano de corta vida, es aún más raro ver a un devoto que es querido al Señor de Vaikuntha. En este mundo, hasta un momento de asociación con las personas santas como vosotros es el mayor tesoro en la vida humana.
Aprovecho esta oportunidad para preguntarles, almas inmaculadas, ¿cuál es el bien último?”
(Srimad Bhãgavatam 11.2.29-30)
Solo devotos puros y altamente realizados como los Nava Yogindra pueden responder el sumiso interrogante del Rey Nimi sobre el bien último (ãtyantika-ksema). Ellos habían buceado en las Escrituras y extraído sus enseñanzas esenciales; con gran fe y creencia, aplicaron dichas enseñanzas en sus propias vidas que ahora están dedicadas a enseñar a los demás. Estas son las características de un ãcãrya genuino de acuerdo a la definición dada en el Vãyu Purana:
ãcinoti yah sãstrãrtham
ãcãre sthãpayaty api
svayam ãcarate yasmãd
ãcãryas tena kirtitah
“El ãcãrya es así llamado porque ha estudiado y comprendido el significado de la Escritura, el establece este significado en la conducta de los demás y practica personalmente lo que predica”.
(Manu Samhitã)
Como expresa Krishnadãsa sobre Mahãprabhu: ãpani ãcari jivere sikhãya - El enseñó al mundo comportándose Personalmente como un devoto ejemplar.
La forma de prestar reverencias al guru ha sido descrita en el Hari-bhakti-vilãsa:
dorbhyãm pãdbhyãm ca jãnubhyãm
urasã sirasã ãrsã
manasã vacasã ceti
pranãmo’stãnga tritah
jãnubhyãm caiva bãhubhyãm
sirasã vacasã dhiyã
pañcãngakah pranãmah syãt
pujãsu pravarãv imau
“El astãnga-pranãma o reverencia postrada se realiza con las ocho partes del cuerpo: los brazos, piernas, rodillas, pecho y cabeza, así como con los ojos, la mente y el habla. Se debe realizar el pañcãnga-pranãma o la reverencia de cinco partes con las rodillas, los brazos, la cabeza, las palabras y la inteligencia. Así pues, hay dos clases de reverencias que se realizan en el transcurso de la puja”.
(Hari Bhakti vilãsa 8.162-163)
Sanãtana Gosvãmi explica estos versos en su comentario: “Las reverencias se hacen con los ojos levemente entrecerrados, las manos tocando los pies del Señor, con la cabeza inclinada hacia abajo y la mente meditando en ofrecer reverencias al Señor. Se debe orar con palabras como, ‘Señor, complácete conmigo’. Ciertamente, el significado de reverenciar al guru, los Vaisnavas y el Señor Supremo, es decirles, ‘Entrego mi cuerpo a ustedes’.” Si uno no ora para ser digno de entregar su cuerpo, mente y alma al maestro espiritual cuando ofrece reverencias, luego no se trata más que de un ejercicio físico, como los saltos. Es seguro que no es ese el verdadero propósito de postrarse, o hacer dandavats al guru.
Hay dos clases de maestro espiritual: el maestro espiritual instructor o siksa-guru y el maestro espiritual iniciador. La iniciación es necesaria para todo aquel que desee adoptar la disciplina del sãdhanã devocional; en especial la adoración de la Deidad.
Kesava Ãcãrya escribió considerablemente sobre el diksã en su Krama-dipikã. El Vaisnava smrti, Hari Bhakti vilãsa, explica la iniciación de acuerdo a sus descripciones. Allí se dice:
“Sin estar iniciado, nadie tiene derecho a ocuparse en la adoración de la deidad”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.2)
vinã diksãm hi pujãyãm
nãdhikãro ‘sti karhicit
Por esta razón, los diversos Ãgamas o Escrituras de la tradición Pãñcarãtra, declaran que la iniciación es un elemento necesario (nitya) del sendero devocional:
dvijãnãm anupetãnãm
svakarmãdhyayanãdisu
yathãdhikãro nãstiha
syãc copanayanãd anu
tathãtrãdiksitãnãm tu
mantra-devãrcanãdisu
nãdhikãro ‘sty atah kuryãd
ãtmãnam siva-samstutam
“Así como quien nace en una familia brahmana que no ha recibido el cordón sagrado no es idóneo para la ejecución de los rituales Védicos o el estudio de la literatura Védica, la persona que no ha recibido iniciación Vaisnava no tiene autoridad para cantar el mantra o adorar la forma deidad del Señor. Por consiguiente, uno debe tomar iniciación, por lo cual será alabado incluso por el Señor Siva”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.3-4, Bhakti-sandarbha 283)
En la conversación entre Nãrada y Brahmã descrita en el Kãrttika-mãhãtmya del Skanda Purana, encontramos el siguiente texto:
te narãh pasavo loke
kim tesam jivane phalam
yair na labdhã harer diksã
nãrcito vã janãrdanah
“Esos seres humanos que no han sido iniciados en el servicio del Señor Hari y nunca Lo han adorado, son comparables a animales. ¿De qué valen sus vidas?”
(Hari Bhakti vilãsa 2.3)
El siguiente verso, hallado en el mismo Skanda Purana, en la conversación entre Rukmãngada Mohini así como en el Visnu-yãmala, confirma la necesidad de tomar iniciación:
adiksitasya vãmoru
krtam sarvam nirarthakam
pasu-yonim avãpnoti
diksã-virahito janah
“Todo lo hecho por una persona no iniciada carece de significado. Aquel que no esté debidamente iniciado, renacerá como un animal”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.6)
En su comentario a estos versos del Hari Bhakti vilãsa, Sanãtana Gosvãmi escribe lo siguiente: Las palabras siva-samstutam se refieren a la iniciación, indicando que cualquiera que tome la iniciación se convierte en Vaisnava y un objeto de elogio para el mejor de los Vaisnavas, Siva mismo. Este es un resultado de la supremacía de adorar a Visnu por sobre incluso la de Siva. Hay un verso que expresa: ‘Todo aquel que coma sin antes haber ofrecido primero su alimento a la Sãlagrãma-silã nacerá repetidamente por eones como un gusano del excremento de los descastados y otros seres humanos inferiores”. Versos como éste indican que la adoración de la deidad es absolutamente necesaria y dado que uno no puede ocuparse en la misma sin haber sido antes iniciado, establecen asimismo la absoluta necesidad de la iniciación. Puesto que a la Sãlagrãma-silã se le concede el lugar más prominente entre los diversos tipos de servicio realizado para el Señor, se indican por extensión todos los demás tipos de actividades devocionales. En otras palabras, la iniciación es necesaria para volverse apto para todas las prácticas devocionales. La necesidad de la iniciación es además sustentada por la declaración de Brahmã, ‘Estos seres humanos que nunca han sido iniciados en el servicio del Señor Hari y nunca Lo han adorado, son comparables a animales’. Este verso indica que sin haber sido primero iniciado, uno no puede ocuparse en la adoración de la deidad”. (1)
Podría plantearse que puesto que en las Escrituras hay descripciones sobre los grandes beneficios a ser derivados de incluso la adoración negligente de las deidades, como ser la Sãlagrãma-silã, luego, ¿qué necesidad hay de tomar refugio en un maestro espiritual y ser iniciado por él? Mas el hecho es que uno no derivará un completo beneficio de su puja si ignora la etiqueta establecida de adorar al guru antes de adorar a la deidad.
ato gurum pranamyaivam
sarvasam vinivedya ca
grhniyãd vaisnavam mantram
diksã-purvam vidhãnatah
“Por consiguiente, todos deben rendirse a un maestro espiritual fidedigno y, tras ofrecerle todo, - cuerpo, mente y propiedad -, debe adoptar el Visnu mantra de él, de acuerdo a los debidos ritos de la iniciación”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.10)
En el Caitanya Caritãmrta, Krishnadãsa Kavirãja Gosvãmi explicó los efectos transformadores de la iniciación:
diksã-kãle bhakta kare ãtma-samarpana
sei-kãle krsna tãre kare ãtma-sama
sei deha hare tãra cid-ãnanda-maya
aprãkrta-dehe tãnra carana bhajaya
“En el momento de la iniciación, cuando el devoto se entrega al maestro espiritual, Krishna lo hace igual a Sí Mismo. El transforma el cuerpo del devoto en sustancia espiritual, el devoto luego adora al Señor en ese cuerpo espiritualizado”.
(Caitanya Caritãmrta 3.4.192-3)
Cuando el ser viviente que ha adoptado la senda devocional se rinde primero a los pies de loto de su maestro espiritual, luego Krishna lo acepta como uno de los Suyos. Lo libera del cautiverio de la identidad corpórea y le brinda una experiencia de su naturaleza espiritual eterna. Con este conocimiento divino, el devoto toma un cuerpo espiritual apropiado para el servicio trascendental del Señor. Este es el misterio interno de la iniciación.
En la medida en que uno sea capaz de asir el concepto de rendición al maestro espiritual, tendrá la clara realización de la verdad espiritual. Por misericordia de Krishna, uno será plenamente consciente de su relación divina con el Señor y a medida que uno comprende su propia identidad trascendental, por esta gran buena fortuna, será apto para el servicio directo al Señor. Por la gracia de Krishna, el devoto que ha recibido la iniciación posee un cuerpo divino y es de tal modo capaz de ocuparse en el servicio del Señor. Desafortunadamente, las personas materialistas no son capaces de reconocer esta transformación y consideran las actividades del devoto al mismo nivel que cualquier otra actividad física. Esta concepción del guru o el cuerpo del Vaisnava como material, es una gran ofensa. Mahãprabhu Mismo lo declaró:
prabhu kaje vaisnava-deha prãkrta kabhu naya
aprãkrta deha bhaktera cid-ãnanda-maya
“El cuerpo de un devoto nunca es material. Es trascendental, pleno de bienaventuranza espiritual”.
(Caitanya Caritãmrta 3.4.191)
El Tattva-sãgara brinda asimismo mayores detalles sobre el poder transformador del proceso de iniciación:
yathã kãñcanatãm yãti
kãmsyam rasa-vidhãnatah
tathã diksã-vidhãnena
dvijatvam jãyate nrnãm
“Así como el metal se transforma en oro cuando es tocado por el mercurio, la persona vuelve a nacer a través del proceso de la iniciación”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.12)
Sanãtana comenta que la palabra nrnãm se refiere en este caso a cualquier ser humano, de cualquier casta o raza que al nacer por segunda vez (dvijatva) significa vipratã o calidad brahmínica.
Se refiere que los alquimistas conocían un proceso por el cual podían producir oro mezclando mercurio con metal de campana (una aleación de cobre y estaño). Cualquiera iba por ahí declarando ser un alquimista, embaucando a los ignorantes quitándoles el dinero, pero eso no significa que no hubiera gente menos ignorante del proceso y más capaz de ejecutarlo. Podemos decir lo mismo de la iniciación: aunque el verso de mención indica que a través del diksa una persona ordinaria obtiene las cualidades de un brãhmana, cuando un supuesto guru hace un show de iniciar sin el debido conocimiento o experiencia, no cabe esperar ningún bien de ello. Si alguien no ha llegado a poseer la comprensión espiritual necesaria, esto es, si no ha llegado a ser un conocedor de Krishna como la verdad suprema (krsna-tattva-vettã) y no se ha librado de la actividad pecaminosa como consecuencia de ese conocimiento y de todos modos asume la responsabilidad de conceder iniciación, luego el resultado es el mismo que el de una persona ciega que conduce a otras personas ciegas a un foso.
En vista de la gran importancia y responsabilidad involucrada en dar y tomar iniciación, es lamentable que en la mayoría de las circunstancias tanto el discípulo como el guru estén descalificados para su rol y se pierde el valor del sacramento. Ciertas personas se auto-denominan gurus aunque no poseen la gravedad necesaria para la misión. Ellos meramente juegan el rol de un maestro espiritual fidedigno por insolencia. Asimismo, un discípulo de nombre solo pretenderá tener la humildad del buscador espiritual. Estas dos clases de personas se encuentran entre sí y se utilizan mutuamente para las gratificaciones materiales, como ser la riqueza, la fama y el prestigio. La reciprocidad entre ellas está restringida a estas ganancias fluctuantes antes que a nada de verdadero valor. Pueden asumir el rol; quizás incluso se ocupen en la adoración de la deidad y en el estudio de las Escrituras, mas todas estas actividades son superficiales y carecen de sustancia interna. Por consiguiente, Bhaktisiddhãnta Sarasvati Prabhupãda ha escrito en su poema, “ ¿Quién es un Vaisnava?”(Vaisnava ke?)
sri dayitã-dãsa kirtanete ãsa
kara uccaihsvare harinãma rava
prãna ãche jãra sei hetu pracãra
prãna-hina jata krsna-gãthã sãva
“¡Oh mente! ¡Este humilde sirviente de Radha y Krishna, Vãrsabhãnavi-dayita dãsa, cifrando sus esperanzas en el kirtana, canta sonoramente los nombres del Señor Hari!
Aquellos que poseen vida espiritual en abundancia predican el mensaje del Señor. Lo que sea que se hable acerca de Krishna sin la vida de la realización, se asemeja a nada más que un cadáver”.
Bhaktivinoda Thãkura también declara en su libro de canciones, el Saranãgati, que la vida del devoto es el proceso de rendición enseñado por Sri Caitanya Mahãprabhu: sikhãn saranãgati bhakatera prãna. Esta rendición consiste en seis actitudes diferentes, todas las cuales deben ser ejecutadas con total seriedad. Si las personas no son revividas por el proceso de rendición, luego en cualesquiera actividad de prédica se ocupen, serán meramente como simples actores que desempeñan un papel en el escenario. Si la prédica de los principios religiosos es llevada a cabo de este modo, ¿acaso no cabe esperar que sus predicadores se conviertan en el hazmerreír? Por tal motivo, aquel que no tenga el peso de la realización espiritual no debe ennegrecer el glorioso sitial destinado al guru supremamente munífico.
La persona cuyo corazón esté lleno de deseos por la gratificación sensual materialista no debe pretender ser un buscador genuino de la verdad espiritual simplemente como una manera de extraer algún beneficio ulterior del sendero espiritual. Si esa falsedad invadiera tanto al maestro espiritual como al discípulo, luego no cabe esperar que ninguno de ellos alcance nada aproximado al bien último.
Nuestro muy adorable Srila Prabhupãda escribió:
kanaka-kamini pratisthã-bãghini
chãriyache jãre sei to vaisnava
sei anãsakta sei suddha-bhakta
samsãr tathã pãy parãbhava
“Aquel que haya sido abandonado por la tigresa del dinero, las mujeres hermosas y la fama es verdaderamente un Vaisnava. Solo un alma así está realmente desapegada; dicha alma es un devoto puro. La creación ilusoria del nacimiento y la muerte repetidos es derrotada en su presencia”.
(Del Vaisnava ke?)
Krishna Mismo dice que conlleva un gran esfuerzo llegar al punto de Adorarlo con propiedad, en otras palabras, llegar a la posición de poder iniciar a otros en el acto de adorarlo a El:
yesãm tv anta-gatam pãpam
janãnãm punya-karmanãm
te dvandva-moha-nirmuktã
bhajante mãm drdha-vratãh
“Mas esas personas de actos virtuosos, de quienes ha desaparecido el pecado, Me adoran con gran estabilidad en sus votos, libres de la confusión de la vida sensual”.
(Gitã 7.28)
La síntesis es que aquel que está cegado por la ignorancia puede desempeñar el papel de guru mas no podrá remover la ceguera de la ignorancia de otros. El Skanda Purana brinda la siguiente etimología de la palabra guru:
gu-sabdas tv andhakãrasya
ru-sabdas tan-nivãrakah
andhakãra-nirodhitvãd
andhakãra-nirodhitvãd
gurur ity abhidiyate
“La sílaba ‘gu’ se refiere a la oscuridad de la ignorancia; la sílaba ‘ru’ significa eso que la impide. En tal sentido, el guru es así nombrado porque erradica la oscuridad de la ignorancia en los demás”.
¿Cómo luego puede quien está cubierto por la ignorancia brindar conocimiento espiritual, divino y trascendental, consistente en el conocimiento metafísico de Dios y la creación, el proceso del servicio devocional y la meta del amor por Dios? Antes bien, las personas descalificadas que se presentan falsamente como maestros espirituales están ocupadas en atraer su propia ruina sobre sí mismas y sobre el mundo. La relación entre un maestro espiritual y su discípulo es algo sumamente importante. Es una gran responsabilidad, - ciertamente es una cuestión de vida y muerte. Empero, merced a su ambición de provecho, prestigio y adoración, siguen siendo personas irresponsables que lo tratan tan a la ligera como un juego de niños.
Debo ver a mi guru como una gran personalidad, el único timonel que puede navegar a través del inconmensurable océano del sufrimiento material y llevarme al otro lado. Es el quien planta la semilla de la devoción en mi corazón y luego la rocía con el agua de los divinos sonidos del nombre de Krishna y el conocimiento Escritural. La semilla luego germina y crece hasta que finalmente traspasa el Río Viraja que conforma el límite entre este mundo y el próximo. Cuando mi enredadera devocional cruza los mundos espirituales para entrar a las divinas moradas de Krishna, Dvãrakã, Mathurã y finalmente el más hermoso dhãma, Vrndavan, mi guru la enhebra alrededor del árbol del deseo de los pies de loto de Krishna, dándome la oportunidad de saborear los deliciosos frutos del amor de Dios que maduran en ella. El guru es mi único amigo verdadero en este mundo y en el siguiente. El es de tal modo mi única divinidad adorable y si yo neciamente pienso en él como en un ser humano ordinario, es seguro que todo mi canto de los mantras, mi adoración de la Deidad, ciertamente todas mis actividades espirituales serán infructuosas, como las oblaciones de mantequilla clarificada en las cenizas del fuego del sacrificio.
El Señor Sri Krishna Mismo dijo a Su querido asociado Uddhava:
ãcãryam mãm vijãniyãn
nãvamanyeta karhicit
na martya-buddyãsuyeta
sarva-deva-mayo guruh
“Un discípulo debe considerar al maestro como Mi propio ser y nunca irreverenciarlo de ningún modo. No se lo debe envidiar, considerándolo una persona común, pues el es la suma total de todos los semidioses”.
(Srimad Bhàgavatam 11.17.27)
No se debe considerar al mantra, el mantra-devatã y al guru como distintos entre sí. Las gentes más pecaminosas piensan que el maestro espiritual es un ser humano ordinario como ellos. Si alguno cometiera ofensas y enojara al Señor Supremo, el maestro espiritual puede interceder ante el Señor, en nombre de su discípulo. Por otro lado, si el maestro espiritual se enoja con su discípulo, Krishna ni siquiera se dará vuelta para mirar al ofensor. Tampoco debe uno pensar que los demás dioses y deidades vayan a ofrecer respeto a tal ofensor. Por lo tanto, se debe tener gran cuidado en agradar al maestro espiritual.
“Cualesquiera palabras pronuncie el maestro espiritual, han de considerarse iguales a la revelación Védica. Todo aquel que desobedezca sus palabras o rechace sus directrices no tiene posibilidad de lograr ninguna clase de felicidad”.
Comparado al acto de rendirse al maestro espiritual, el hacer peregrinajes, austeridades, musitar plegarias y mantras, la meditación y la concentración, el acatamiento a las reglas y regulaciones y la conservación de los votos, bañarse y dar caridad, son todas ineficaces para la purificación personal.
Por otro lado, el servicio a los pies de loto del guru, en otras palabras, los esfuerzos por complacerlo, es la esencia de la práctica espiritual de un discípulo. Aunque se arriesgue la propia vida, no hay que abandonar las directivas del maestro espiritual. Hay que estar dispuesto a dejar la vida en el servicio del maestro espiritual.
Aunque uno ciertamente haga un esfuerzo por entender las palabras del preceptor, el discípulo nunca debe criticarlos ni tratar de demostrar una ausencia de lógica en las mismas. Aquel que conoce el secreto de satisfacer a Krishna y se ocupa constantemente en la vida de la devoción, no se lo debe considerarse inferior al guru, aunque le falte conocimiento de gramática o lógica. Al respecto, un discípulo no tiene autoridad para juzgar los actos del guru.
Por otro lado, si los discípulos tienen alguna pregunta sobre su propio servicio, no es incorrecto que la remitan al juicio del guru con la intención de aceptar su veredicto. Si uno trata de probar que es más inteligente que el maestro espiritual, su caída será inevitable. Hay un proverbio bengalí: ati buddhi galãy dari - “Aquel que es demasiado sagaz para su propio bien termina con una soga alrededor del cuello.
Los discípulos han de estar dispuestos a sacrificar su independencia para llevar a cabo las órdenes del guru, sirviendo personalmente con todo el corazón aún cuando el guru no lo solicite. Los discípulos evidencian su devoción por el maestro espiritual sirviéndole agua, alimento o agua para el baño. Ellos han de estar preparados a prestar servicio al guru a cada minuto y ocupados en dicho servicio, nunca deben dar cabida a ofensas en el servicio como ser la pereza o la distracción. Antes bien, deben fijar su mente en la satisfacción de los sentidos del guru. El sopor, la distracción, la indiferencia y la negligencia se consideran igualmente como ofensas al Santo Nombre.
Siempre se deben recordar las instrucciones de Krishnadãsa Kavirãja Gosvãmi como las oyera de boca del maestro espiritual:
guru vaisnava bhagavãn tinera smarana
tinera smarane haya vighna-vinãsana
anãyãse haya nija vãñchita purana
“Yo medito en el guru, los Vaisnavas y el Señor. Por recordarlos, todos los obstáculos son destruidos y uno obtiene rápidamente el cumplimiento de sus deseos”.
(Caitanya Caritãmrta 1.1.20-21)
Tal es la instrucción de las grandes autoridades.
Si un aspirante a la devoción pura medita en el guru, está consciente de él y fijo en su servicio, luego, ya sea que la persona esté físicamente cerca del maestro espiritual o alejada, no hay posibilidad de ser perturbado por enemigos tales como la lujuria y la ira. Y si éstas se aproximaran, todo lo que el sãdhaka tiene que hacer es clamar al maestro espiritual por ayuda y él ciertamente lo protegerá.
Quien ha recibido la misericordia del guru encontrará automáticamente buena asociación. El aspirante formal a la perfección espiritual no debe perder el tiempo en actividades inútiles. Para quien es un principiante en la vida devocional, sin embargo, una vida de adoración en un lugar solitario no se recomienda pues está llena de peligros. En esta etapa, siempre hay que estar en presencia del maestro espiritual o en compañía de los que han recibido su misericordia y adoptar el servicio del maestro espiritual bajo su dirección. Caso contrario, la lujuria y la ira verán a devotos sentados solos y desprotegidos y los atacarán sin que siquiera se den cuenta. Hay que recordar siempre las siguientes palabras de un mahãjana:
mãyãre kariyã jaya chãrãno nã jãya sãdhu krpa binã ãra nãhika upãya
“Es imposible conquistar a Maya y dejarla atrás por cuenta de uno. No hay manera de hacerlo sino es por la gracia de los santos”.
Sin el permiso y bendiciones del maestro espiritual, ningún discípulo debe ir a visitar los hogares de sus amigos del pasado o siquiera de los miembros de su propia familia o conversar con ellos. Hay que evitar a toda costa la asociación con las mujeres, la de quienes están apegados a las mujeres o la asociación de los no devotos que consideran que las actividades fruitivas o la sabiduría son los temas más elevados de la vida. El discípulo siempre debe buscar lo que es útil para la vida espiritual y rechazar lo que va en detrimento de la misma. En todos los asuntos, de importancia o menores, ha de tomar el consejo del maestro espiritual. No debe emprender ninguna obra sin su aprobación.
La energía externa del Señor asume muchas formas para engañarnos, aguardando constantemente a nuestro alrededor la oportunidad de desviarnos. Ella debilita la mente de incluso las personas muy inteligentes, eruditas y poderosas, haciendo que se desinteresen en el servicio al Señor. El maestro espiritual ha tomado la misión de Sri Caitanya Mahãprabhu y nos está suplicando a todos que cantemos el nombre de Krishna, la adoración de Krishna y aprender sobre Krishna. El nos dice que conservemos nuestro objetivo fijo en nuestra visión y que cantemos 100.000 nombres a diario, sin falta. Debemos inclinarnos y aceptar humildemente sus directivas, entregando nuestra vida para ejecutarlas.
El maestro espiritual está predicando el mensaje del Señor Caitanya por todas partes. El dice:
jãre dekha tãre krsna-upadesa
ãmãra ãjñãya guru haña tãra ei desa
“Enseña a todos los que veas este mensaje de la devoción por Krishna. Conviértete en guru por Mi orden y libera esta tierra”.
(Caitanya Caritãmrta 2.7.128)
La esencia de esta instrucción es que uno debe practicar los principios de la religión enseñados por el guru y predicarlos en la mentalidad de servicio a él, y no ponerse metas personales y pretender ser un maestro espiritual.
Todo discípulo inteligente debe entender que el bienestar del universo todo depende de su carácter y estricta adhesión a la vida espiritual. Ellos deben asumir el bienestar del mundo entero como su responsabilidad personal. Por lo tanto, antes de criticar las actividades de los demás, debe asegurarse que su propio ejemplo de práctica devocional sea mantenido sin tacha. Si así lo hace, luego no solo se beneficia personalmente sino que ciertamente todo el mundo sacará provecho.
El discípulo piensa lo siguiente: “He tomado refugio en el guru y he sido iniciado por él. Ahora me he embarcado en el sendero de la devoción pura. Si mi conducta es defectuosa, luego la gente no cesará de criticarme no solo a mí, sino que también encontrará faltas en mi maestro espiritual, mi deidad adorable, el sendero devocional, toda la sampradãya Vaisnava, los ãcãryas previos, hasta la religión misma. Ellos desacreditarán las Escrituras, a las grandes autoridades que las escribieron y a todos los que siguen sus mandatos. Finalmente, criticarán la creencia en el propio Dios y a todas las doctrinas que conducen a un objetivo trascendental y superior en la vida. Incluso condenarán a mi padre y mi madre y a sus familias. Como resultado, seré acusado por toda esa gente y acabaré en una existencia infernal por muchos nacimientos, sin nada que decir en mi defensa.
“Si un devoto puro nace en cualquier familia, cualesquiera sea su nivel social, luego toda esa familia es purificada por su presencia. La vida de su madre es exitosa; su hogar y la tierra de nacimiento son gloriosos. Sus ancestros en el cielo danzan de alegría porque recibirán oblaciones de mahã-prasãda y el caranãmrta del Señor que trae buena fortuna. Si yo caigo de la norma de conducta que cabe esperar en una persona santa y Vaisnava, luego de inmediato todas las generaciones de mi familia caerán al infierno. ¿Puedo caer de este modo y convertirme en la vergüenza y desgracia de toda mi familia? Así como una gota de tinta en un lienzo blanco es claramente visible, el mal comportamiento de una persona que ha tomado la vida religiosa resalta y atrae las críticas de todos”.
Aún así, uno no debe dejar de adherirse a la vida espiritual simplemente por temor a ser criticado.
La devoción por el Señor es la actividad natural del alma. Se si adopta el sendero devocional de acuerdo a los mandamientos de las Escrituras, no solo está asegurado el bienestar personal sino el de todo el mundo.
Srila Sanãtana Gosvãmi explica el diksã como la transmisión del conocimiento divino. El siguiente verso es del Visnu-yãmala:
divyam jñãnam yato dadyãt kuryãt pãpasya sanksayam tasmãd dikseti sã proktã desikais tattva-kovidaih
“Aquellos que son expertos en el estudio de las Escrituras reveladas, consideran el diksã como el proceso que nos brinda el conocimiento trascendental y causa la destrucción de todas las reacciones pecaminosas”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.9)
El maestro espiritual concede al discípulo 10 principios básicos de conocimiento espiritual, el dasamula, que consisten en la fuente autorizada del conocimiento (pramãna) - las Escrituras Védicas y los ãcãryas en la sucesión discipular, y los nueve prameyas, los nueve elementos probados por su autoridad. Estos incluyen siete aspectos de relaciones (sambandha), a saber Krishna Mismo; las energías de Krishna; el humor divino de Krishna (rasa); el alma, su cautiverio y liberación; la inconcebible unidad y diferencia del Señor y el alma individual; el abhideya, bhakti y el prayojana, amor de Dios. El que dispensa la gracia divina de este conocimiento sobre su discípulo es el benefactor supremo, el maestro espiritual.
Puesto que el maestro espiritual reconoce la capacidad del discípulo por adoptar ya sea el sendero devocional vaidhi o rãgãnugã, es un conocedor de la ciencia de Krishna. Esa es la característica definitoria del preceptor divino.
kiba vipra kibã nyãsi sudra kene naya jei krsna tattva vettã sei guru haya
“Ya sea que uno pertenezca a la casta brahmana, sudra o cualquier otra, al sannyãsa o cualquier otro ãsrama, si conoce la ciencia de Krishna, está calificado para ser guru”.
(Caitanya Caritãmrta 2.8.128)
El discípulo se aproxima a dicho preceptor con humildad, inquisición honesta y espíritu de servicio y aprende el conocimiento divino de sambandha, abhideya y prayojana. Seguidamente el discípulo adopta el sendero de la adoración, pues aquel que adora es exaltado mientras que el no devoto es inferior e insignificante, -jei bhaje sei bara, abhakta hina chãra (Caitanya Caritãmrta 3.4.67). El mero aprendizaje de unos cuantos versos sonoros e impresionantes y convertirse en un disertante de nivel y dar discursos no es adecuado para obtener la misericordia del Señor. La prueba de la propia realización o experiencia espiritual es el bhajana. No es suficiente poder explicar las ofensas al Santo Nombre (nãmãparadha), su reflejo (nãmãbhãsa) y la plena manifestación de sus glorias; uno tiene que abandonar las ofensas y cantar los Santos Nombres con una actitud devocional pura y gusto por su dulzura. Solo así estará complacido el Señor en la forma de Su nombre y destruirá todos los obstáculos en la vida espiritual del practicante y finalmente le concederá el amor por Dios.
La religión Bhãgavata (bhãgavata-dharma) consiste en todas las instrucciones que el Señor Mismo dio a Sus estudiantes, tales como Arjuna y Uddhava. Esta religión es el proceso por el cual hasta la persona más ignorante y descalificada puede obtener fácilmente el contacto directo con el Señor. Se debe considerar al maestro espiritual como la deidad adorable y aprender de él el Bhãgavata Dharma. Luego hay que ocuparse en una vida de devoción, cultivando la conciencia del Señor conforme a la orientación del guru.
guru-mukha-padma-vãkya cittete kariyã aikya ãra nã kariha mane ãsã sri guru carane rati, ei se uttama gati je prasãde pure sarva ãsã
“Fija tu mente en las palabras que emanan de la boca de loto del maestro espiritual. No cifres tus esperanzas en nada más. El afecto por los pies de loto del guru es la meta última, pues por su misericordia se realizan todas nuestras aspiraciones”.
(Narottama dãsa, Prema-bhakti-candrikã)
Las bendiciones del guru resultan en la liberación de todos los obstáculos emergentes de nuestras propias impurezas y la esperanza del servicio íntimo a Sus Señorías Radha y Mãdhava fructifica y nuestra vida es un éxito. Una vez que los discípulos han recibido el Mahã-mantra de 32 sílabas y la iniciación Pãñcarãtrika en el mantra de 18 sílabas, aún tienen muchas cosas que aprender del maestro espiritual. Los diversos aspectos de la práctica devocional que deben ser aprendidos del guru, se epxlican más detalladamente en el siguiente capítulo.
Si no se tiene devoción por el maestro espiritual, que es una forma del Señor, - Su prakãsa-vigraha - o por los devotos puros que están fijos en el apego divino al Señor, luego no hay forma de poder bucear en el vasto océano de las Escrituras y descubrir sus enseñanzas esenciales. Esto se declara en el Svetãsvatara Upanisad (6.23):
yasya deve parã bhaktir yathã deve tathã gurau tasyaite kathitã hy arthãh prakãsante mahãtmanah
“Solo a esas grandes almas que tienen fe implícita tanto en el Señor como en el maestro espiritual, que es Su manifestación y no es diferente de El, es que se les revelan automáticamente todos los significados del conocimiento Védico”.
Todo aquel que haya tomado refugio e iniciación de un Vaisnava genuino, automáticamente gana el derecho de servir a la forma deidad del Señor. Ciertamente, las Escrituras Pañcarãtra (o Ãgamas) expresan que de no hacerlo, se incurre en falta:
labdhvã mantram tu yo nityam nãrcayen mantra-devatãm sarva-karma-phalam tasyãnistam yacchati devatã
“Si uno ha sido iniciado y no adora regularmente la deidad de su mantra, luego esa deidad se encarga de que todos sus proyectos fracasen” (Hari Bhakti-vilãsa 3.3)
Cabe recordar, sin embargo, que sin la debida conducta o sad-ãcãra, nadie puede ocuparse en la adoración de la deidad. Por consiguiente, el comportamiento moral adecuado para un Vaisnava es absolutamente necesario para el avance espiritual personal. En el Visnu Purana (3.11.3)
encontramos la definición de sad-ãcãra:
sãdhavah ksina-dosãs tu sac-chabdah sãdhu-vãcakah tesãm ãcaranam yat tu sad-ãcãrah sa ucyate
“Sadhu es aquel que no posee faltas. La palabra sat se refiere al sadhu. La conducta de los sadhus es por consiguiente llamada sad-ãcãra”.
(Hari Bhakti-vilãsa 3.8)
En el Bhavisyottara Purana se dice además:
ãcãra-prabhavo dharmah santas cãcãra-laksanãh sãdhunãm ca yathã vrttam sa sad-ãcãra isyate ãcãra eva dharmasya mulam rãjan kulasya ca ãcãrãd vicyuto jantur na kulino na dhãrmikah
“El dharma (religión) se basa en la conducta. Las personas santas se reconocen asimismo por su conducta. En tal sentido, las actividades de los santos se denominan sad-ãcãra. ¡Oh rey, el deber y la nobleza se originan en el comportamiento! Aquel que no mantiene normas de conducta no es ni noble ni correcto”.
(Hari Bhakti-vilãsa 3.15-16)
95 Sad-ãcãra comprende todos los aspectos del comportamiento de un devoto iniciado, desde las cuestiones amplias de los principios regulativos hasta la rutina diaria personal, desde levantarse en el período de brahma-muhurta hasta irse a descansar a la noche. También incluye los varios deberes regulares relativos a días específicos como ser los Ekãdãsis y días festivos. Todas estas cosas se han descrito en los libros de leyes religiosas como el Hari Bhakti-vilãsa.
El Hari Bhakti-vilãsa sin embargo brinda muchas más regulaciones de las que es posible acatar. El discípulo por consiguiente debe buscar la instrucción específica del maestro espiritual con relación a lo que debe hacer exactamente o no. La esencia es recordar siempre al maestro espiritual, los Vaisnavas y el Señor Supremo y la esencia de todas las prohibiciones es nunca olvidarlos.
Cualesquiera mandamientos y prohibiciones se den en las Escrituras, son meramente variaciones sobre este tema.
El segundo capítulo del Hari Bhakti-vilãsa discute el proceso de la iniciación. Al ser iniciado, el discípulo debe cantar de inmediato el mantra 108 veces.
Hay que cantar el mantra comprendiendo que no hay diferencia entre el maestro espiritual iniciador, el mantra dado por el guru y la deidad de ese mantra. Tras así hacerlo, el discípulo debe aprender del maestro espiritual las diversas actividades afines al conocimiento de ese mantra, como ser los nyãsas, dhyãnas y demás aspectos del ritual devocional.
Los deberes generales del discípulo iniciado se denominan samaya en sánscrito o “acuerdo”. El Hari Bhakti-vilãsa brinda dos listas de samayas. La primera (que contiene doce reglas) proviene de la literatura Pañcarãtra y la segunda contiene 104 prescripciones y prohibiciones del Visnu-yãmala.
Aquí comentaremos algunos puntos del servicio devocional. Los restantes han sido explicados con mayor detalle en otra parte de este libro.
La lista del Nãrada-pañcarãtra comienza con la siguiente instrucción:
sva-mantro nopadestavyo vaktavyas ca na samsadi gopaniyam tathã sãstram raksaniyam sariravat
“El guru informa al discípulo que no debe enseñar a nadie el mantra públicamente, ni revelar ese mantra en una reunión pública. Siempre se debe guardar el mantra y las Escrituras que contienen material confidencial, como el Srimad Bhãgavatam y los detalles sobre la puja secreta, protegiéndolos como si fuese el propio cuerpo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 2.1.136)
En otra sección del Hari Bhakti-vilãsa (2.146), se cita un verso del Sammohana-tantra, que también refiere que se debe conservar en secreto el ista-devata personal, el guru y el mantra. También refiere que hay que tener escondida la japa-mala, por lo que los Gaudiya Vaisnavas siempre guardan las cuentas de su japa en una bolsa de tela, ocultándolas de la vista.
gopayed devatãm istãm gopayed gurum ãtmanah gopayec ca nijam mantram gopayen nija-mãlikãm Sin embargo, ciertas personas interpretan incorrectamente las palabras sva-mantro nopadestavyah, como significando que el guru no debe iniciar a ningún discípulo en el mismo mantra que ha recibido a su vez de su guru. De ser ese el caso, luego ¿qué hace el guru en el momento de dar el mantra a su discípulo? ¿Corta una palabra aquí y otra allá según su capricho? ¿Acaso esto no quebraría el mantra, interfiriendo en su forma ya perfecta? Hay muchos mantras, cada uno con un número determinado de sílabas, como ser los mantras de cuatro, seis, ocho, 10, 12, 18 ó 32 sílabas.
¿Es que el guru lo recibió de sus gurus predecesores en un estado transformado? E incluso si así fuere, ¿tiene el derecho de transformarlo nuevamente antes de susurrarlo en el oído de su discípulo? ¡De ser así, la cosa genuina pronto se perdería para siempre, en medio de todos esos mantras desfigurados y transformados! Se explica que el mantra es la encarnación sonora del Param Brahman. Si tal es el caso, luego ¿quién posee la autoridad o poder para alterarlo o reducirlo de tamaño? ¿Acaso el guru que lo entregue o el discípulo que acepte ese mantra desfigurado no tendrán que sufrir las consecuencias de su acción ofensiva ingresando a una condición infernal después de la muerte? ¿Es esta realmente la norma aplicada en la iniciación? He visto personalmente un mantra manuscrito dado por un supuesto guru de una familia Gosvãmi a sus discípulos, en el cual él había cometido deliberadamente errores gramaticales y quitado palabras enteras. Cuando lo vi, comprendí que el guru probablemente había estado tratando de seguir esta comprensión errónea del verso de mención y a la vez intentado conservar a su discípulo bajo su influencia, concediéndole un mantra incompleto.
Otra interpretación incorrecta del verso mencionado es como sigue: Algunos dicen que si se ha recibido el mantra de 18 sílabas del maestro espiritual, ese es el mantra personal o sva-mantra.
Atento a esa comprensión, no se debe instruir al discípulo en este mantra sino entregarle otro, como ser el mantra de 10 sílabas. Mi pregunta es, ¿cómo se sostiene el principio de la sucesión discipular en este caso? ¿Es que el maestro espiritual no debería iniciar a su discípulo en el mismo mantra que él ha recibido a su vez de su guru? Si él personalmente ha sido iniciado en el mantra de 18 sílabas, ¿qué es lo que le da el derecho a innovar concediendo el mantra de 10 sílabas a su propio discípulo? ¿Cómo entonces ha mantenido el principio de adhesión al sendero de la vida espiritual, trazado por los maestros anteriores de la sucesión discipular? El propio principio del paramparã perdería su integridad de seguirse este concepto distorsionado de iniciación.
Tenemos que observar más de cerca la gramática del verso sva-mantro nopadestavyo vaktayas ca na samsadi. Puesto que la partícula negativa na aparece dos veces en esta línea, algunos la dividen en dos partes separadas, sva-mantro nopadestavyo y ca samsadi na vahtavyah. La primera parte luego significa “no se debe instruir al discípulo en el propio mantra, a saber, el mismo mantra que se ha recibido del guru”. En efecto, debemos tomar la palabra samsadi, “en la asamblea” o “en público”, a ser leída con ambos verbos en el verso. Así pues, arribamos al concepto de que “uno no debe enseñar a su discípulo el mantra en público, como tampoco hablarlo en voz alta en público”. El lector inteligente podrá juzgar si esta interpretación del verso es más lógica o se aproxima más a la intención original del autor que la de los Gosvãmis de casta.
97 Hay otra escuela de pensamiento conforme a la cual se deben conceder a los sudras un mantra diferente que a la casta superior de Vaisnavas. Antes que darles un mantra con pranava (om) y la palabra svãhã, los gurus de esta Escuela conceden un mantra con otra sílaba germinal y la palabra namah. A veces conceden un mantra sin ninguna sílaba germinal, simplemente adhiriendo la palabra namah. Nos preguntamos si esta clase de gurus está tratando de liberarse de cualquier posibilidad de contaminación que pudiera provenir de aceptar discípulos de la casta inferior. ¿Pero es que alguien tiene el derecho de desfigurar o transformar el mantra de acuerdo a su antojo? ¿Acaso no es ofensivo extraer algo de un todo completo y cortarlo en pedacitos? Puesto que Sanãtana Gosvãmi Prabhu no ha comentado sobre este verso en particular, lo hemos explicado de acuerdo a las enseñanzas y ejemplo de nuestro reverenciado maestro espiritual.
De regreso a los otros samayas: (2) vaisnavãnãm parã bhaktir ãcãryãnam visesatah pujãnam ca yathã-sakti tãn ãpannãms ca pãlayet
“El discípulo debe consagrarse a todos los Vaisnavas, pero en particular a los ãcãryas. Debe realizar la puja de acuerdo a su capacidad y protegerlos en caso de hallarse alguna vez en peligro. En otras palabras, el discípulo debe hacer todos los esfuerzos por servir a los Vaisnavas, empleando su energía vital, inteligencia y palabras”.
(Hari Bhakti-vilãsa 2.137)
(3) Al llevar las flores y demás materiales de descarte del templo, el discípulo debe portarlas sobre la cabeza. Deben ser dispuestas en agua corriente y no permitir que nunca toquen el suelo. Hay que ser siempre cuidadoso de no evidenciar ninguna falta de respeto por estas cosas, pues han sido santificadas por su uso en el templo y se consideran prasãda.
(4) El discípulo debe considerar a su deidad adorable Visnu, como estando presente en el Sol y la Luna, en la vaca, en el árbol Asvattha y en el fuego, así como dentro del cuerpo del guru y los brahmanas.
(5) El discípulo nunca debe permanecer en un sitio donde sabe que su maestro espiritual ha sido blasfemado. Debe fijar inmediatamente su mente en el Señor Supremo y retirarse de allí. Es muy peligroso escuchar la crítica al propio guru. La Escritura dice: “ ¡Oh Nãrada! Nunca escuches a alguien que ha blasfemado al maestro espiritual, el Señor Supremo o las Escrituras. Nunca vivas en la misma casa que esa persona ni converses con ella”.
(6) El discípulo debe recordar su ista-mantra especialmente al caminar, cuando está por salir de viaje, dar caridad, temprano a la mañana y toda vez que se halle fuera de su casa.
(7) Si el discípulo tiene una visión divina maravillosa, ya sea en sueños o en el estado de vigilia, no debe revelarla a nadie más que al guru.
98 En otro texto del Pañcarãtra se refiere que (8) el discípulo no debe comer pescado ni carne; (9) no debe comer de un plato hecho de metal de campana u hojas del árbol sagrado de la higuera; (10) no debe escupir o sonarse la nariz en la sala del templo; (11) no debe entrar al sanctum interior de las deidades usando ninguna clase de calzado.
En el mismo texto se refiere que el discípulo (2) no debe comer en Ekãdasi, ya se trate de las fases de la Luna creciente o menguante. Debe celebrar una puja especial en Ekãdasi y pasar la noche en vigilia. Esto se declara en el Hari Bhakti-vilãsa (2.147) - jãgaram nisi kurvita visesãc cãrcayed vibhum. En este verso, la palabra visesãt se ha explicado en el comentario de Sanãtana como sigue:
visesãd iti anya-tithibhyo visesena chãdasyãm tatrãpi visesato jãgarane’rcayed ity arthah.
“En Ekãdasi, hay que guardar la vigilia de un modo que no se hace en otras noches. A la vez que se mantiene esta vigilia, se debe realizar una adoración especial de la deidad”.
Existen ciertamente mandatos para la vigilia respecto a que en cada uno de los tres períodos nocturnos o prahãras, hay que ocuparse en actividades de adoración especiales, como ser la puja, las ofrendas de alimento, el ãrãtrika, leer en voz alta las Escrituras y cantar los Santos Nombres y demás himnos en congregación.
En otro Pañcarãtra Ãgama llamado Visnu-yãmala, se explica que incluso antes de recibir el mantra del guru, el discípulo debe acceder a seguir 104 reglas. Se declara que el maestro espiritual debe examinar atentamente al discípulo en perspectiva por 1 año como mínimo y explicar estas 104 reglas y regulaciones. De éstas, hay 52 mandatos que son como sigue: (1) levantarse durante el brahma-muhurta; (2) despertar a la deidad de Mahãvisnu; (3) realizar la ceremonia de la luz, el mangalãrãtrika a la deidad, con instrumentos musicales.
(4) bañarse por la mañana de acuerdo a las normas; (5) colocar un par de atuendos puros y nuevos, a saber, un atuendo superior e inferior; (1) (Podría preguntarse de que forma quien se ocupa a diario en la adoración de la deidad puede procurarse ropas nuevas cada día. Quizás algunas personas ricas puedan hacerlo, pero eso no es posible para todos. Así pues, hay que entender que este mandato se comprende significando que las ropas personales deben ser lavadas a diario en agua pura); (6) adorar la deidad personal (Sanãtana Gosvãmi dice que esto significa ofrecer agua mientras uno se está bañando y que no se refiere a la adoración de la deidad en el templo, que se ordena separadamente); (7) hacer las marcas de tilaka en el entrecejo con gopicandana o alguna otra arcilla o tierra pura, como ser la del Radha Kunda o la base de la planta tulasi; (8) usar gopicandana para decorar diariamente el cuerpo con las cinco armas del Señor Visnu, a saber la caracola, el disco, la maza, la espada y el arco; (esta costumbre no es seguida por los Gaudiya Vaisnavas que simplemente marcan doce partes del cuerpo con tilaka); (9) tomar el caranãmrta, el agua que ha lavado a la deidad; (10) usar collares hechos de tulasi y metales preciosos o joyas; (los Gaudiya Vaisnavas simplemente usan unas cuantas vueltas de cuentas de tulasi alrededor del cuello); (11) remover las flores remanentes de la deidad de Visnu y Su altar; (12) espolvorear la madera de sándalo usada por la deidad sobre el cuerpo como prasãda; (13) adorar nuestra deidad personal en la Sãlagrãma-silã o imagen; 99 (14) comer los remanentes de tulasi del Señor Visnu o colocarlos en la cabeza como un adorno; (15) recoger hojas de tulasi de acuerdo a las normas; (16) realizar la meditación Pãñcarãtriki en el mantra tres veces al día, de acuerdo a las regulaciones; (17) atarse la sikhã al comienzo de la adoración o ejecución de sandhyã; (18) hacer las ofrendas personales (tarpana) a los antepasados con el caranãmrta del Señor Visnu; (19) servir a la deidad (si se cuenta con el talento) del modo que cuadra a un rey; (20) realizar los ritos regulares (nitya-kriyã) y ocasionales (naimittika-kriyã) solo cuando no van en contra de los principios de la devoción a Visnu. [Nitya-kriyã son ritos como bañarse y cantar los mantras personales, etc., mientras que el naimittika-kriyã son ritos de pasaje, como ser hacer ofrendas a los ancestros (srãddha, tarpana, etc.) (21) realizar el bhuta-suddhi (“auto-purificación”) antes de sandhyã y la puja y los nyãsas; (2) (22) ofrecer frutas frescas de estación y flores al Señor.
Los devotos consideran el amor puro por Dios como la meta definitiva de la vida. Los obreros fruitivos consideran la habilidad para realizar los deberes prescritos, la riqueza y la gratificación de los sentidos como los objetivos de la vida, o purusãrthas. Estos son los propósitos más burdos que motivan sus acciones. A un nivel más sutil, los filósofos se interesan en la liberación. Los devotos sin embargo, consideran que en todos esos casos, existe un deseo ya sea burdo o sutil por satisfacer los sentidos personales. Así pues, ellos permanecen lo más apartados posible de la asociación de quienes tienen estas cuatro clases de deseos egoístas. Esas personas quizás pretendan estar adorando a Nãrãyana pese a sus motivaciones egoístas, mas cuando vienen con el prasãda los devotos son reacios a aceptarlo de ellos pues temen sus efectos negativos en su actitud de devoción pura. El Señor Mismo está anhelando aceptar las ofrendas de un devoto puro, pero es completamente indiferente a las ofrendas del devoto superficial que no tiene otro interés que su gratificación personal sensual. Hay un verso del Caitanya Caritãmrta que sustenta este concepto:
bhaktera dravya prabhu kãri kãri khãya abhaktera dravya prabhu ulati nã cãya
“El Señor arrebata la comida del devoto y la come; El ni siquiera se da vuelta para mirar la comida de un no devoto”.
El Señor se complace mucho en esas ofrendas ordinarias de comida como ser el arroz trozado del gran devoto, la esposa de Vidura, los cuatro puñados de arroz plano traídos por Sudãmã Vipra, las flores de banana del devoto Sridhara y las pepitas del árbol bananero, así como el agua de coco de Rãghava Pandita. Por otro lado, las costosas elaboraciones de los no devotos como Duryodhana, no Le atraen.
Una vez más, aunque el Señor no tiene interés en las ofrendas de los no devotos, El exhibe una actitud misericordiosa por los sencillos o los que ignoran las verdades espirituales. Aunque El no acepta de inmediato su adoración, los guía hacia la asociación de los devotos. A través de dicha asociación de devotos puros, estas personas inocentes (bãlisa) pronto se vuelven conscientes de la teología Vaisnava. Luego se tornan lo bastante afortunados como para tomar refugio en un maestro 100 espiritual y aprenden los secretos de la adoración del Señor Supremo. Krishna Mismo dice en el Bhagavad-gitã:
patram puspam phalam toyam yo me bhaktyã prayacchati tad aham bhakty-upahrtam asinãmi prayatãtmanah
“Si alguien de corazón puro Me ofrece una hoja, una fruta, una flor o un poco de agua con devoción, Yo acepto de buen grado su donación de amor”.
(Gitã 9.26)
“Los adoradores de otros semidioses se esfuerzan mucho por hacerMe ofrendas hechas de maravillosos ingredientes, mas puesto que su fe es momentánea, Yo no las acepto. El motivo es que ellos se sienten de alguna manera compelidos a hacer estas ofrendas y no son realmente sinceros”.
El Señor en Su forma deidad no solo acepta las ofrendas afectuosas de Sus devotos exclusivos, El en ocasiones llega hasta a comerlas. Según los comentaristas, las palabras prayatãtmanah en el verso anterior se interpreta como “aquel cuyo cuerpo y mente son puros”. Prosiguen parafraseando las palabras del Señor como sigue: “Yo por consiguiente no acepto las ofrendas de alguien cuyo corazón sea impuro, en otras palabras, las mujeres en su período mensual y otros, no deben hacer tales ofrendas” (apavitra-sariratve sati nãsnãmiti rajasvalãdayo vyãvrttãh).
(23) adorar regularmente la planta tulasi; (24) adorar regularmente el Srimad Bhãgavatam; (25) adorar a Visnu tres veces al día, en la mañana, al mediodía y al anochecer; (26) oír a diario el Srimad Bhãgavatam y otras Escrituras como los Puranas; (27) usar las ropas que han sido usadas por la Deidad; (28) aceptar las obras piadosas como la orden del Señor Mismo y realizarlas con un espíritu servicial, pensando, “Me estoy ocupando conforme a la voluntad del Señor” (yathã niyukto’smi tathã karomi); (29) aceptar las órdenes del maestro espiritual; (30) creer en las palabras del maestro espiritual; (31) decorarse con los propios mudras (sva-mudrã-racanam);
Sanãtana Gosvãmi explica en su comentario que “propios” significa los relativos al objeto de adoración personal como los designa el mantra, mas él no explica la palabra mudra, que connota diversos significados. En la edición Berhampore del Hari Bhakti-vilãsa, esta palabra se explica como “el tilak, etc., que pertenecen a la propia sampradãya”. Los adoradores de Laksmi-Nãrãyana y demás devotos de los aspectos majestuosos del Señor, no solo marcan sus cuerpos con las armas del Señor (ver n.8 ) sino que también colocan otras marcas que representan la encarnación Pez, la encarnación Tortuga, etc. Estas señales, a menudo estampadas en el cuerpo, son también llamadas mudra. A veces se hace el tapta-mudrã o marcaciones permanentes de esta clase en el cuerpo de los Vaisnavas de las escuelas Madhva o Rãmãnuja. Esta es una costumbre no seguida por los Gaudiya Vaisnavas.
En el décimo quinto capítulo del Hari Bhakti-vilãsa se brinda una descripción ampliada de estas marcaciones:
“El duodécimo día de la Luna creciente, en el mes de Ãsãdha (Junio-Julio), cuando el Señor Hari está por ir a dormir, un Vaisnava iniciado debe romper su ayuno Ekãdãsi y luego estampar los símbolos (tapta-mudra) de Visnu en su cuerpo”. (Hari Bhakti-vilãsa 15.24)
Esta marcación del cuerpo se compara con el uso de la esposa fiel de las señales del matrimonio, como ser los brazaletes de conchillas. El verso menciona que el Señor Hari está por ir a descansar.
En efecto, el día anterior es el Sayana Ekãdãsi, que marca el comienzo del período de Cãturmasya, durante el cual se refiere duerme el Señor Visnu. En ocasiones se explica que Dvãdãsi es una extensión de Ekãdasi, en tal sentido, esta suerte de declaración está permitida. En ciertos casos, se puede hacer el tapta-mudrã en el propio día de Ekãdasi. Lo mismo rige para el Pãrsva Ekãdasi (que marca el punto medio entre el Cãturmãsya cuando se refiere Visnu se da vuelta en Su sueño) y el Utthãna Ekãdasi (al final del período de cuatro meses, cuando Visnu se levanta).
El Hari Bhakti-vilãsa (15.52) prosigue describiendo los símbolos, también llamados las cinco armas de Visnu (pañcayudha) y la parte del cuerpo donde deben estamparse. La maza de Visnu llamada Kaumudaki va en la frente; sobra la cabeza, el arco y carcaj de Visnu; sobre el corazón va la espada de Visnu llamada Nandaka; los brahmanas deben colocar Su disco Sudarsana en el brazo derecho, Su caracola en el izquierdo.
Aunque estos tres días son apartados para marcar los símbolos de Visnu con un hierro al rojo vivo, en todas las demás ocasiones los Vaisnavas usan la arcilla gopicandana para hacerlo.
Así pues, se refiere, “La persona inteligente se marca a diario con los símbolos como el descrito con gopicandana. En Sayana Ekãdasi y demás fechas específicas, se estampan estos símbolos en el cuerpo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.116)
En este mismo capítulo del Hari Bhakti-vilãsa, se cita una sección del Gautamiya-tantra, brindando las regulaciones para el uso del gopicandana para marcar el cuerpo con los símbolos de Visnu: “Se debe colocar el disco en el brazo derecho; la caracola tanto en el derecho como en el izquierdo; la maza en el izquierdo y debajo de la maza, otro disco. Por encima de la caracola en ambos brazos se debe estampar el loto. La espada va en el pecho y el arco y el carcaj van en la cabeza. Todo Vaisnava debe primero usar las cinco armas de Visnu; seguidamente debe estampar el símbolo de la encarnación Pez en la mano derecha y la Tortuga en la izquierda”. También se dice: “El brahmana debe colocar el Sudarsana-cakra, el Pez y el loto en su brazo derecho, la caracola, el loto y la maza en el brazo izquierdo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.110-113)
Sanãtana escribe en su comentario al verso 111 que, en efecto, uno puede colocar cualquiera de los mudras en cualquier parte del cuerpo que desee. Esto lo confirma además el Hari Bhakti-vilãsa, que expresa: “Alternativamente, siguiendo las tradiciones de sus propios sampradãya ãcãryas, se pueden ubicar la caracola, el disco y demás señales en cualquier parte del cuerpo, a voluntad, agregando atento a la devoción las marcaciones específicas que identifican a la deidad personal”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.114)
La Escritura dice que la persona cuyo cuerpo está decorado con las marcas que representan la caracola del Señor, etc., nunca puede ser invadida por el pecado. Estos símbolos actúan a modo de escudo o kavaca para el Vaisnava.
Para los de nuestra sucesión discipular (especifica Sanãtana en su comentario) estos símbolos son la flauta, etc., que evocan a Sri Krishna. En el siguiente verso (Hari Bhakti-vilãsa 4.115) se explica que algunos colocan el disco y la caracola juntos (cakra-sankhau ca dhãryete sammisrãv eva kaiscana). Sanãtana explica: “No es incorrecto usar el signo de la caracola del Señor, pues es Su asociado eterno y uno de Sus devotos principales. Se refiere que cierta vez la esposa de un brahmana abortó al oír su sonido. El brahmana se enojó y maldijo a la caracola a tomar nacimiento como un demonio. Fue durante ese nacimiento en particular como hijo del demonio Pañcajanya, que recibió su mismo nombre. En mérito a esa relación demoníaca, algunos Vaisnavas colocan la señal de la caracola por separado”.
El Hari Bhakti-vilãsa (4.117) declara que se debe estampar alternativamente el cuerpo, ya sea con los nombres del Señor o con mantras enteros como los de ocho sílabas (om nãrãyanãya namah) o el de cinco sílabas (klim krsnãya svãhã); (mudrã vã bhagavan-nãmnãnkitã vãstãksarãdibhih).
En nuestra sucesión discipular, ciertos Vaisnavas que adoran en el madhura-rasa estampan los nombres de Gaura, el mantra Hare Krishna o las huellas plantares del Señor en su pecho, brazos o en otra parte. El propósito de esa costumbre es ayudarnos a recordar al Señor. Esta es asimismo la intención fundamental de la colocación del tilaka en doce partes del cuerpo y colocar las cuentas de tulasi alrededor del cuello. Todos los Vaisnavas de la escuela Gaudiya están obligados a seguir esta costumbre.
El Hari Bhakti-vilãsa continúa con una cita del Nãradiya Purana: “Los Vaisnavas son reconocibles por el collar de tulasi o semilla de loto que usan, las marcas verticales de gopicandana o madera de sándalo en sus frentes y los signos de la caracola y el disco en sus hombros. Tales Vaisnavas purifican rápidamente al mundo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.123)
El verso subsiguiente es de espíritu similar: “Yo soy el sirviente de aquel cuyos brazos están marcados con los símbolos de Visnu, cuyo poder de oratoria se utiliza constantemente para glorificar los nombres de la Persona Suprema, que usa las líneas verticales de tilaka en su frente y un collar de semillas de loto”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.124)
Hemos de reconocer que previamente se ha dicho que aunque alguien use los símbolos recordatorios del Señor Supremo, si actúa de un modo contrario a los principios de la devoción como se trazan en las Escrituras, participando incluso en actividades pecaminosas, luego no se lo debe considerar digno de asociación. Debe, sin embargo, recibir respeto debido a que ostenta las señales externas de un Vaisnava.
En el Brahma Purana se expresa: “Todo aquel que no ofrezca respeto a quien esté marcado con los símbolos de Krishna, perderá el mérito acumulado de 12 años de actos piadosos”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.98)
En el Padma Purana, se hace la siguiente declaración sobre la estampación de los símbolos en el cuerpo: “Hay que purificarse mirando al Sol si alguna vez se ha de contemplar el rostro de un ser humano inferior que blasfeme a un devoto tatuado con los símbolos de Visnu, como ser el disco”.
(Hari Bhakti-vilãsa 15.40)
En este mandato no se indican los signos en la mano, hechos en determinados momentos en el curso de la adoración, llamados también mudras. Estos mudras poseen nombres como ãvãhani (usados al convocar a la deidad), sthãpini (al sentarla); sannidhãpani (aproximándola); dhenu (“la vaca”); matsya, (“el pez”); kurma (“la tortuga”); sankha (“la caracola”); cakra (“el disco”); gadã (“la maza”); padma (“el loto”), etc. Hay particularmente dieciséis de esos movimientos con las manos que se utilizan en cada etapa de la adoración con dieciséis elementos (sodasopacãra).
(32) cantar canciones devocionales; (33) danzar para la Deidad, (3) (34) hacer sonidos auspiciosos como soplar la caracola para recordarnos al Señor; (35) actuar obras dramáticas sobre los pasatiempos del Señor; (36) realizar sacrificios de fuego de acuerdo a las regulaciones de las Escrituras; (37) hacer ofrendas a la Deidad; (38) invitar a las personas santas y devotos a nuestro hogar; (39) realizar la puja; (40) tomar los remanentes de comida ofrecida a las Deidades y los Vaisnavas; (41) tomar los remanentes del pãn ofrecido a la Deidad; [los Gaudiya Vaisnavas han adoptado el humor de Rãdhãrãni en Su separación de Krishna después que El parte hacia Mathurã.
En ese espíritu de separación, ellos buscan constantemente a su Señor, orando, “ ¿Dónde está el Señor de mi vida, el que toca la flauta?”. En este humor de vipralambha, que fue el ejemplo sentado por Sri Caitanya Mahãprabhu Mismo, los Gaudiya Vaisnavas no ponen el pãn en su boca ni lo tragan, aunque esté ofrecido a Rãdhã y Govinda como un elemento de sus pasatiempos de unión.
Antes bien, lo colocan sobre sus cabezas, como señal de respeto. Se puede ofrecer tãmbula a Sri Caitanya Mahãprabhu sabiendo que El es la encarnación combinada tanto de Rãdhã como de Krishna, mas sin comerlo después, solo respetándolo y adorándolo como remanente de la Deidad. El motivo es que el tãmbula es considerado un afrodisíaco. Srimati Rãdhãrãni, la hija del Rey Vrsabhãnu, es la encarnación del aspecto más elevado de la emoción divina o mahãbhãva. Ella es la amada de Krishna, la principal de Sus amantes, totalmente absorta en El. Ella encanta a Aquel que fascina incluso al propio Cupido. Ella ofrece pãn a Krishna para complacerlo, aumentando Su deseo de amor trascendental. Su única motivación es complacer Sus sentidos. Sin embargo, si alguien pretendiera aceptar el prasãdi pãn sin esta clase de motivación pura, simplemente de modo de aumentar la propia capacidad de complacencia de sus sentidos, esto no es aprobado por quienes buscan lograr el servicio devocional puro. Los principiantes en la práctica devocional están llenos de contaminaciones y no deben ingresar a zonas que están más allá del reino de su competencia. Quizás pretendan estar honrando el prasadãm, pero el resultado sin embargo, será que despierten sus deseos escondidos de disfrute sensorial y se volverán sensuales. Por esa razón, los Gaudiya Vaisnavas no comen prasãdi pãn, sino que lo veneran posándolo en sus cabezas. Por supuesto pueden ingerirse otras clases de alimentos prasãdi, mas incluso en ese caso, Srila Krishnadãsa Kavirãja Gosvãmi ha advertido:
jihvãra lãlase jebã iti uti dhãya sisnodara-parãyana krsna nãhi pãya
“Quien corre de un lado a otro con el deseo de complacer su lengua, se apega a su estómago y genitales y no obtiene a Krishna”.
(Caitanya Caritãmrta 3.6.227)
(42) asociarse con Vaisnavas. (Hay muchas citas Escriturales que ilustran la importancia de dicha asociación, y las mismas han sido discutidas en un capítulo anterior); (43) inquirir sobre los aspectos particulares del deber, o sea, los deberes religiosos relacionados con el servicio devocional; (44) seguir las reglas particulares de ayuno que rigen para los tres días desde Dasami a Dvãdasi. (Conforme al Hari Bhakti-vilãsa, en Dasami y Dvãdasi, solo se debe comer una vez al mediodía, tomando havisyãnna, un atole sin sal o especias. En Ekãdasi, se debe ayunar sin tomar siquiera agua. Alternativamente, uno puede tomar anukalpa, un poco de prasãda sin granos. Hay que estar fijo en conservar fielmente los votos en estos tres días, en la medida en que se goce de un buen estado de salud)/ (4); (45) observar las festividades y días sagrados Vaisnavas e ir en los peregrinajes (Sanãtana Gosvãmi comenta que las fiestas y días sagrados incluyen Janmãstami, etc., mientras que peregrinaje se refiere a visitar los templos, etc. Por extensión, este mandato abarca hacer tulasi y jardines de flores, etc.); (46) observar los ocho días especiales (Los ocho días especiales (vãsarãstakam) son los ocho grandes Dvãdãsis: Unmilani, Vyañjulio, Trisprsã, Paksavardhini, Jayã, Vijayã, Jayanti, Pãpanãsini); (47) hacer las debidas ofrendas de comida y servicio a la Deidad, según la estación, de ser posible al estilo real (Sanãtana da el ejemplo del festival de columpio en la Primavera, como un tipo de servicio apropiado a esa estación); (48) acatar todas las observancias especiales Vaisnavas; (49) pensar en el maestro espiritual como Dios; [Hay muchos versos que deben ser estudiados en relación con esta idea. Algunos de ellos son:
saksãd-dharitvena samasta-sãstrair uktas tathã bhãvyata eva sabdhih kintu prabhor yah priya eva tasya vande guroh sri-caranãravindam
“Yo adoro los pies de loto de mi maestro espiritual, quien como expresan todas las Escrituras es el Señor Hari Mismo y es ciertamente concebido de ese modo por todos los santos. Esta identidad se debe a que es muy querido para el Señor”.
(Gurvastakam 7, Visvanãtha Cakravarti)
mukunda-presthatve smara param ajasram nanu manah
“¡Oh mente! Piensa en el guru como aquel que es muy querido para Mukunda”.
(Manahsiksã, 2, Raghunãtha dãsa)
ãcãryam mãm vijãniyãn nãvamanyeta karhicit na martya-buddhyãsuyeta sarva-deva-mayo guruh
“Sabe que el guru es Mi propio ser y nunca lo desdeñes. Nunca lo consideres un hombre ordinario, pues el guru es la suma total de todos los semidioses”.
(Srimad Bhãgavatam 11.17.27) (50) cuidar la planta tulasi y colectar diariamente sus hojas; (51) servir a la Deidad y al guru, poniéndolos a descansar con masajes en los pies y un lecho apropiado para dormir, etc.
(52) a la hora de ir a la cama, recordar a Rãma y Su entorno, pues se dice que:
rãmam skandam hanumantam vainateyam vrkodaram sayane yah smaren nityam duhsvapnas tasya nasyati
“Aquel que recuerda a Rãma, Skanda, Hanuman, Garuda o Bhima antes de ir a la cama, nunca tendrá pesadillas”.
(Hari Bhakti-vilãsa 11.155)
Estas son las cincuenta y dos reglas que cabe esperar acate un discípulo iniciado. Hay asimismo cincuenta y dos prohibiciones enumeradas en el mismo Visnu-yãmala. Se prohibe al discípulo iniciado: 53) dormir en el amanecer o el crepúsculo; (54) ir al toilet sin limpiarse después con tierra; (55) realizar el ãcamana de pie; (56) sentarse en el asiento del guru; (57) sentarse delante del maestro espiritual con las piernas extendidas; (58) pisar la sombra del maestro espiritual; (59) pasar por alto el baño matutino si se goza de buena salud; en caso de estar enfermo, debe bañarse mentalmente y luego colocarse ropas limpias; (60) pasar por alto la adoración diaria de la Deidad, a menos que se halle incapacitado; (61) olvidar despertar a la Deidad y el maestro espiritual para saludarlos en la mañana; (62) hacer una exhibición de su erudición delante del maestro espiritual; (63) sentarse en cuclillas delante del maestro espiritual; (5) (64) colocarse el tilaka sin pronunciar la correspondiente fórmula; (65) hacer el ãcamana, sin pronunciar la correspondiente fórmula; (66) usar ropas azules; (67) hacer amistad con los no devotos. (Como escribiera Narottama en el Prema-bhakticandrika:
karmi jñãni michã bhakta nã habe tãhe anurakta - “No pongas tu cariño en los trabajadores fruitivos, los filósofos impersonalistas y los falsos devotos”); (68) leer textos que no enseñen el servicio devocional; (69) apegarse a cuestiones triviales y placeres; (70) comer carne o ingerir bebidas alcohólicas; (71) ingerir otras sustancias intoxicantes; (72) comer lentejas rojas (masura) y demás alimentos en la modalidad de la ignorancia, como ser arroz quemado, etc.; (73) comer sãka, tumbi o kalañja, etc.: (Sãka se refiere a ciertas clases de hojas que afectan adversamente la vista o la fuerza corporal, en resumen, cualquier clase de vegetal que sea malsano para la salud. Por supuesto hay muchas otras clases de hojas, como ser patola-sãka, vãstuka o betho sãka, nalitã (espinaca preparada con las hojas de la planta de cáñamo y demás clases de espinaca que están permitidas. La espinaca vãstuka agradaba particularmente a Sri Caitanya Mahãprabhu.
Nosotros seguimos a Bhaktivinoda Thãkura en el canto diario:
gaura priya sãka sevane jivana sãrthaka mãni
“Considero mi vida perfecta cuando como la espinaca que es querida a Gaura”.
suktã-sãkãdi bhãji nãlitã kusmãnda
“Yasoda sirve suktã, diversas clases de espinaca, vegetales fritos, espinaca de yute y calabaza”.
El tumbi es también llamado alãmbu y en bengalí se lo conoce comúnmente como lãu, en inglés, “bottle-gourd” (*) Lo que se prohibe aquí son determinadas clases de calabazas como ser la tumba redonda, el lãu blanco y la calabaza amarga y no cada clase de calabacín o calabaza. Mahãprabhu era particularmente aficionado a una preparación hecha con lãu y leche. Cada anochecer, antes de tomar sannyãsa, El comía el lãu traído por Su devoto Sridhara, que era cocinado con leche por Su madre Saci.
En el diccionario de Sánscrito encontramos la definición de kalañja: sabda-kalpa-druma como sigue: visãstra-hata-mrga-paksinau - “animal o pájaro abatido con un arma venenosa o la carne de dicha criatura”. (6) También se describe como carne seca. Las palabras na kalanjam bhaksajet (“no comáis kalañja) se hallan asimismo en los Upanisads. Otras Escrituras también declaran que comer carne seca, tener relaciones sexuales con una mujer mayor que uno mismo, los primeros rayos del Sol, las cuajadas hechas con leche recién ordeñada, la actividad sexual y dormir después de la puesta de Sol, todo ello vicia la energía vital. En Tretã y Dvãparã Yugas, a los ksatriyas se les permitía comer la carne de los animales que habían cazado personalmente. En Kali-yuga sin embargo, hay varias clases de comportamientos denominados kali-varjya, que no están permitidos. Son cinco en total: la ejecución del sacrificio de caballo (asvamedha-yajña), el sacrificio de la vaca (go-medha yajña), la renuncia a las obras (karma-sannyãsa), hacer ofrendas de carne a los antepasados y la costumbre de que el hermano menor engendre progenie para mantener el linaje familiar.
(Caitanya Caritãmrta 1.18.64)
asvamedham gavãlambham sannyãsam palapaitrkam devarena sutotpattim kalau pañca vivarjayet
La palabra “etc.” en el verso original que describe esta regla, significa según Sanãtana Gosvãmi la berenjena. En el octavo capítulo del Hari Bhakti-vilãsa, versos 64-65, hay otra lista de comidas prohibidas que incluyen las cebollas y el ajo.
(74) tomar alimento ofrecido por un no devoto; (75) acatar cualesquiera observancias especiales relativas a dioses ajenos a Visnu; (76) cantar cualquier otra fórmula ajena a los mantras de Visnu; (77) ocuparse en cualquier clase de ritos de magia negra, como ser mãrana (creado para _____________________________ (*) En español, “calabacín”. N. de T.
107 matar a alguien), uccãtana (creado para causar aflicciones a otro) o vasikarana (tener a alguien en calidad de esclavo); (78) adorar a la Deidad con ingredientes inferiores cuando se puede mejorar; (79) permitirse ser superado por emociones como el dolor; (80) observar el Ekãdasi cuando se superpone a Dasami; (81) diferenciar entre la quincena creciente del Ekãdasi y la quincena menguante; (en otras palabras, el ayuno debe ser descartado si en cualesquiera Ekãdasi no se hace diferencia); (82) ocuparse en cuestiones comerciales ilícitas o apostar; (83) comer frutas y afines en un día de ayuno si se puede ayunar completamente; (84) celebrar la ceremonia srãddha en Ekãdasi; (85) dormir durante el día de Dvãdasi; (86) recoger hojas de tulasi en Dvãdasi; (87) evitar bañar a Visnu en Dvãdasi; (88) realizar la ceremonia srãddha con algo que no sea Visnu prasãda: (89) realizar la vrddhi-srãddha (una ofrenda a los progenitores en cualquier ocasión próspera como ser el nacimiento de un hijo, etc.) sin hojas de tulasi; (90) realizar una ceremonia srãddha con un sacerdote no Vaisnava (a lo que Sanãtana añade: “donde no hay Vaisnavas presentes, o donde se emplea algo que no es Visnu prasãda para hacer las oblaciones”); (91) usar agua para purificarse personalmente con ãcamana, tras haber bebido caranãmrta; (92) adorar al Señor estando sentado en un asiento de madera (Puede hacerse en tanto no se esté sentado directamente sobre la madera, o sea sobre un trozo de tela tendido sobre la madera); (93) ocuparse en charlas inútiles a la vez que se realiza la adoración o puja de la Deidad; (94) adorar con adelfas (7) y demás flores venenosas (como la hierba calotropis ginatea); (95) usar implementos de hierro en la adoración; (96) usar tilaka horizontal como los Sivaítas; (97) usar cualquier artículo impuro o sin lavar, para adorar la Deidad o adorar con una mente desatenta; (98) ofrecer reverencias con una sola mano o circumbalar solo una vez; (99) ofrecer a la Deidad alimentos sobrantes o alimentos que han sido contaminados por el contacto con los sobrantes; (100) cantar el mantra sin contar la cantidad de veces que uno lo hace (El mantra aquí aludido es aquel que contiene una sílaba germinal y contiene la palabra svãhã o namah y que ha sido concedido por el maestro espiritual. La regla es que se debe cantar siempre el mantra una cantidad establecida de veces por día. Esto no se aplica al maha-mantra (Hare Krishna) que puede ser cantado ya sea en cuentas, conforme a un número fijo o en voz alta, sin contar); (101) revelar el mantra a cualquiera; (102) debido al empleo en algún acto pecaminoso, perder las principales ocasiones para la ejecución de actos devocionales o (103) ocuparse en la ejecución de actos religiosos en otros horarios que los prescritos; (104) mostrar rechazo por tomar el Visnu prasãda.
Todos los Vaisnavas deben ser cuidadosos y evitar cualquiera de estos actos prohibidos. Antes de dar la iniciación, el guru debe instruir al discípulo en perspectiva en estas cincuenta y dos prescripciones y cincuenta y dos prohibiciones. El discípulo debe aceptar cualquiera de estos mandamientos diciendo bãdham o “Yo acepto”. Cuando el discípulo ha convenido en hacer todo, el 108 guru debe hacerle realizar la ceremonia de las luces y seguidamente adorar a la Deidad. Una vez hecho esto, el guru susurra el mantra en su oído derecho.
angikare krte bãdham tan-nirãjana-purvakam deva-pujãm kãrayitvã daksa-karne mantram japet
“Tras haber sido así iniciado, el discípulo ahora completamente concretado, debe ponerse de pie y luego postrarse delante del maestro espiritual, colocando su cabeza en los pies del guru en la medida en que se le permita. Seguidamente, solicitándole sus bendiciones, el discípulo debe hacer donaciones al guru hasta el límite de su capacidad”.
(Hari bhakti vilãsa 2.179)
Después de adorar a su maestro espiritual, debe continuar adorando a los demás Vaisnavas conforme a su capacidad y luego alimentarlos a todos. Tras recibir las bendiciones del guru y los Vaisnavas, ha de solicitar su permiso y sentarse a comer junto a su familia y amigos. La persona afortunada que acate este procedimiento Escritural para la iniciación, ciertamente tendrá una vida larga y bendita, concretando todos sus sueños.
Toda la parafernalia, como ser el recipiente de agua que haya sido utilizado para realizar los rituales de iniciación, deben ser respetuosamente ofrecidos al maestro espiritual como regalos (daksinã), aunque él no solicite que se le entreguen. El guru no pedirá más de su estudiante que la honra a sus enseñanzas. De todos modos, el discípulo no debe demostrar avaricia sino antes bien presentar al guru regalos de tierra, vacas, ropas, oro o lo que sea que esté a su alcance. También debe anhelar complacer a la esposa e hijos del guru con presentes tales como ornamentos de oro. Sin embargo, si un discípulo pobre no puede sino ofrecer su persona con sentida sinceridad, el maestro espiritual estará contento.
Los eruditos de las Escrituras han dado el nombre de diksã al proceso por el cual una entidad viviente obtiene el conocimiento divino y, abandonando la felicidad que proviene del accionar de los objetos sensoriales temporales, ingresa a la búsqueda de la devoción eterna por el Señor Krishna. El resultado secundario de este proceso es que todas sus tendencias al pecado son completamente eliminadas. La verdadera satisfacción del maestro espiritual se produce al ver el sincero esfuerzo del discípulo por ocuparse en el servicio devocional sin ninguna aspiración por los disfrutes del mundo, la liberación o los poderes yóguicos. Esta actitud se denomina jñãna-sandesa-daksinã o “el regalo de la búsqueda sincera de conocimiento”. Los falsos maestros buscan el servicio, la fama, la riqueza y demás provechos de sus discípulos, mientras que el verdadero guru es feliz simplemente al ver que el deseo por adorar al Señor se incrementa en su discípulo.
ãnukulyasya sankalpah
prãtikulyasya varjanam
raksisyaiti visvãso
goptrtve varanam tathã
ãtma-niksepa-kãrpanye
sad-vidhã saranãgatih
“Aceptar lo que es favorable, rechazar lo desfavorable, creer que Krishna me salvará, aceptar a Krishna como el sustentador, la autorendición y la humildad, son los seis tipos de saranãgati”.
(Caitanya Caritãmrta 2.22.97)
Srila Bhaktivinoda Thãkura elaboró estos procesos en su Amrta-pravãha-bhãsya:
“(1) ‘Aceptar lo que es favorable’ significa eso que es favorable para cultivar la devoción individual por Krishna.
(2) ‘rechazar lo desfavorable’ significa que se debe hacer el voto de “Renuncio a toda actividad que no conduzca a Krishna”.
(3) ‘Creer que Krishna me salvará’ significa creer que solo Krishna es mi salvador. En otras palabras, uno debe pensar, ‘No creo que el conocimiento del Brahman me salve de la muerte, mas Krishna definitivamente será misericordioso y me liberará’.
(4) ‘Aceptar a Krishna como el sustentador’ significa: ‘No creo que las deidades que presiden los diversos sacrificios o ejecuciones religiosas concedan los resultados de esos actos, como tampoco me mantienen. Antes bien, solo es Krishna quien me cuida y ninguna otra persona o dios’.
(5) ‘Autorendición’ implica pensar, ‘Mis deseos no son independientes. Estoy completamente subordinado a la voluntad de Krishna’.
(6) ‘Humildad’ significa considerarse personalmente como muy bajo”. El Señor Supremo ama a esos devotos que han tomado refugio en El. El escucha sus plegarias y les concede el don del vraja-prema.
TOMANDO REFUGIO EN CUERPO, MENTE Y PALABRAS
El siguiente verso del Hari-bhakti-vilãsa (11.677) analizó aún más las seis clases de procesos de tomar refugio con el cuerpo, la mente y las palabras. Jiva Gosvãmi cita asimismo este verso en el Bhakti-sandarbha:
tavãsmiti vadan vãcã
tathaiva manasã vidan
tat-sthãnam ãsritas tanvã
modate saranãgatah
“Aquel que ha tomado refugio en el Señor, reside con su cuerpo en el lugar sagrado donde Krishna ejecutó Sus pasatiempos. El dice con sus palabras, “Oh Señor, yo soy Tuyo”, mientras que con la mente, los devotos saben que pertenecen al Señor. De esta forma, disfrutan de bienaventuranza espiritual”.
(También citado en el Caitanya Caritãmrta 2.22.98)
El devoto que toma refugio rindiéndose completamente a Krishna es considerado por el Señor como igual a Sí Mismo, esto es, sumamente querido.
sarana laña kare krsne ãtma-samarpana
krsna tãnre kare tat-hãle ãtma-sama
“En cuanto el devoto toma refugio en Krishna y se rinde a El, Krishna lo hace igual a Sí Mismo”.
(Caitanya Caritãmrta 2.22.99)
Esto lo corrobora una declaración de Krishna Mismo a Su querido asociado y discípulo, Uddhava:
martyo yadã tyakta-samasta-karmã
niveditãtma vicikirsito me
tadãmrtatvam pratipadyamãno
mayãtma-bhuyãya ca kalpate vai
“Cuando la entidad viviente que está sujeta al nacimiento y la muerte deja de lado todas sus obras y entrega completamente su persona a Mí, ocupándose en actividades conforme a Mi deseo, luego obtiene por Mi gracia la inmortalidad, volviéndose igual a Mí Mismo en cualidad espiritual y disfrutando en tal sentido del arrebato divino de la vida en el mundo espiritual, en Mi asociación”.
(Srimad Bhãgavatam 11.29.32, Caitanya Caritãmrta 3.4.193)
Srila Prabhupãda Bhaktisiddhãnta Sarasvati Thãkura elaboró este verso como sigue: “El conocimiento de la entidad viviente que está sujeta a la muerte, se limita a lo que percibe con los sentidos. Cuando deja de lado las actividades fruitivas y la especulación mental para entregarse simple y completamente al Señor, luego ya no conoce más ninguna insuficiencia porque obtiene al Señor. Debido a que sirve al Señor de Vaikuntha, asume en su persona las cualidades de Vaikuntha.
Esto significa que la naturaleza kuntha, esto es, la naturaleza material ilusoria, ya no impera más sobre ella”.
En el verso citado, las palabras ãtma-bhuyãya kalpate pueden ser también interpretadas para implicar que tal persona obtiene una opulencia igual a la del Señor Mismo. Mas como quiera que se interpreten estas palabras, nunca deben ser entendidas como la unidad en el sentido monista. El devoto que ha tomado refugio en el Señor es tan querido para El que El lo considera tan próximo como Su propio cuerpo.
Toda vez que un devoto ofrece sus reverencias al Señor, se ocupa en un acto de auto-rendición. La palabra sánscrita namah, que aparece en namaskãra y en muchos mantras, ha sido explicada en el Padma Purana, Uttara-khanda.
ahankrtir makãrah syãn
nakãras tan-nisedhakah
tasmãt tu namasã ksetrisvãtantryam
pratisidhyate
bhagavat-paratantro’sau
tadãyattãtma-jivanah
tasmãt sva-sãmarthya-vidhim
tyajet sarvam asesatah
isvarasya tu sãmarthyãt
nãlabhyam tasya vidyate
tasmin nyasta-bharah sete
tat-karmaiva samãcaret
“El ego falso está representado por la sílaba ma; la palabra na lo niega. La palabra ‘namah’ por lo tanto indica que el ser encarnado no posee una existencia independiente. Siempre depende del Señor Supremo y su vida está confinada dentro Suyo, en todo sentido. Por consiguiente, debe abandonar por completo toda ilusión que tenga respecto a su propia capacidad independiente para hacer cualquier cosa. A través del poder del Señor, no hay nada que no pueda lograr. Sabiéndolo, entrega la responsabilidad de su propia existencia al Señor y simplemente se ocupa en Su servicio”.
(Bhakti-sandarbha 236)
Cuando Devaki observó que Krishna había tomado nacimiento como su hijo, Lo glorificó como sigue:
martyo mrtyu-vyãla-bhitah palãyan
lokãn sarvãn nirbhayam nãdhyagacchat
tvat-pãdãbjam prãpya yadrcchayãdya
susthah sete mrtyur asmãd apaiti
“Nosotros los seres vivientes, estamos sujetos a la muerte y así pues estamos constantemente temerosos de ser engullidos por la gran serpiente de la muerte. Huimos dondequiera podemos dentro de este mundo, pero en ninguna parte hallamos la libertad del peligro. Oh Señor, por alguna buena fortuna hemos venido a Tus pies de loto. Ahora podemos finalmente descansar en paz y felicidad, pues la propia Muerte huye por temor a Ti”.
(Srimad Bhãgavatam 10.3.27)
Ciertamente, no hay ningún refugio confiable en ninguna parte, para los seres vivientes, excepto los pies de loto del Señor, pues ellos se hallan libres del temor, libres de toda lamentación y plenos del néctar de la inmortalidad. El Señor Mismo declara reiteradamente que El libera a Sus devotos de toda aflicción cuando se amparan en El. Solo El es el protector y sustentador de la jiva. De ahí la siguiente expresión del Señor, tomada del Brahma Purana:
tvãm prapanno ‘smi sãranam
deva-devam janãrdanam
iti yah saranam prãptas
tam klesãd uddharãmy aham
“Yo libero a todo aquel que tome refugio en Mí con estas palabras: ‘¡Oh Señor de señores, Oh Janãrdana! Me entrego a Ti, mi único refugio’”.
(Hari-bhakti-vilãsa 11.654, Bhakti-sandarbha 236)
Srila Bhaktivinoda Thãkura ha escrito muchas canciones demostrando los principios de tomar refugio, no solo en su colección titulada Saranãgati sino también en el Kalyãna-kalpa-taru, Gitãvali y Gita-mãlã. Estas y las canciones de Narottama dãsa registradas en el Prãrthanã y Prema-bhakticandrikã, deben ser memorizadas por los devotos. Todo aquel que ingrese al espíritu de estas canciones, hará un rápido progreso en el sendero del bhakti.
“ME HE RENDIDO A TUS PIES DE LOTO”
ãtma-nivedana tuwã pade kari
hainu parama sukhi
duhkha dure gela cintã nã rahila
caudike ãnanda dekhi
asoka abhaya amrta ãdhãra
tomãra carana-dvaya
tãhãte ekhana visrãma labhiyã
chãrinu bhavera bhaya
“Me he rendido a Tus pies de loto y me he vuelto supremamente gozoso. Todas mis miserias me abandonaron y ya no tengo más preocupaciones. Todo lo que veo es gozo en todas direcciones. Tus pies de loto se hallan libres de la lamentación y no hay temor, no hay muerte; ellos son la reserva de toda ambrosía. Ahora que he encontrado el reposo allí, ya no temo más la existencia material”.
(Saranãgati 16)
“OH SEÑOR, FINALMENTE HE COMPRENDIDO”
ekhana bujhinu prabho tomãra carana
asoka-abhayãmrta purna sarva-ksana
sakala chãriyã tuwã carana-kamale
pariyãchi ãmi nãtha tava pada-tale
tava pãda padma nãtha raksibe ãmãre
ãra raksã-kartã nãhi e bhava-samsãre
ãmi tava nitya-dãsa jãninu e-bãra
ãmãra pãlana-bhãra ekhana tomãra
bara duhkha pãiyãchi svatantra jivane
saba duhkha dure gela o pada varane
“Oh Señor, finalmente he comprendido que Tus pies están llenos de la ambrosía de la inmortalidad, el gozo y la falta de temor. Ahora he abandonado todo para caer ante Tus pies de loto y refugiarme en ellos mi Señor. Tus pies de loto, Oh Señor, me protegerán. Nada más en este mundo puede darme la misma protección. Ahora sé que soy Tu eterno sirviente, de modo que la responsabilidad de mi manutención es Tuya. Mi vida de supuesta independencia me trajo mucho sufrimiento pero ahora que me he amparado en Tus pies de loto, todas estas miserias han desaparecido”.
(Saranãgati 21)
“YO SOY TU PERRO Y TU ERES MI AMO”
sarvasva tomãra carana sampiyã
parechi tomãra ghare
tumi ta thãkura tomãra kukura
baliyã jãnaha more
bãndhiya nikate ãmãre pãlibe
rahiba tomãra dvãre
pratipa janere ãsite nã diba
rãkhiba garera pãre
tava nija-jana prasãda seviyã
ucchista rãkhibe jãhã
ãmãra bhojana parama ãnande
prati dine habe tãhã
basiyã suiyã tomãra carana
cintiba satata ãmi
nãcite nãcite nikate jãiba
jakhana dãkibe tumi
nijere posana kabhu nã bhãviba
rahiba bhãvera bhare
bhakativinoda tomãre pãlaka
baliyã varane kare
“Lo he entregado todo a Tus pies de loto y me he tirado ante Tu puerta. Te pido que reconozcas que soy Tu perro y que Tú eres mi amo.
“Me atarás cerca y cuidarás de mí. Yo me quedaré cerca de Tu puerta de entrada y ahuyentaré a los ladrones y demás gentes peligrosas, manteniéndolos del otro lado del foso. “Cada día, comeré con alegría solo las sobras de los devotos que han comido Tu prasãda.
“Ya sea sentado o yaciendo, solo pensaré en Tus pies de loto. Toda vez que Tú llames, iré danzando hacia Ti.
“Nunca pensaré en mis propias necesidades o manutención, sino que permaneceré bendito en el regocijo de mis sentimientos por Ti. Bhaktivinoda Te acepta oficialmente como su protector”.
(Saranãgati, 19)
Todo aquel que desee progresar en este sendero, debe estudiar el tema del saranãgati. Quien no haya tomado refugio en Krishna, adoptando el rãga-mãrga solo por un deseo de provecho, adoración y prestigio, es un pretencioso desvergonzado. No tardará en ser atacado por toda clase de anarthas. Es verdad que el sendero de vidhi-bhakti no puede conceder el vraja-prema, mas debemos seguir el sendero mostrado por los maestros espirituales de la sucesión discipular. Ellos han evidenciado con abundancia que es a través de la devoción por el canto del Santo Nombre que nuestra capacidad de practicar el rãgãnugã-bhakti se desarrolla. El proceso de cantar el Santo Nombre es como la ceremonia que da vida a la forma deidad del Señor. La vida del devoto es el proceso de tomar refugio. Esta vida es dispensada al devoto por el Santo Nombre.
CAPITULO VII
EL GURU Y LA INICIACION
De los capítulos precedentes se evidencia que es de monumental importancia entrar en contacto con los Vaisnavas y particularmente con un maestro espiritual devoto puro, que puede instruir sobre el sendero de la vida espiritual.
También hemos visto que uno tiene que haber acumulado muchas vidas de actos piadosos antes de poder obtener la buena fortuna de asociarse con un devoto puro. Cuando las dudas de Vidura fueron eliminadas al escuchar las explicaciones de Maitreya Muni sobre el Señor Supremo, dijo a modo de gratitud:
durãpã hy alpa-tapasah
sevã vaikuntha-vartmasu
yatropagiyate nityam
deva-devo janãrdanah
“Quien haya hecho pocos sacrificios y acumulado escaso mérito nunca puede conquistar el servicio a las grandes almas que recorren el sendero hacia la morada del Señor de Vaikuntha.
Los peregrinos en esa senda, están constantemente ocupados en glorificar a Aquel que es el Dios de dioses y el controlador de todas las entidades vivientes”.
(Srimad Bhãgavatam 3.7.20)
Sin dicho mérito, no se puede tener fe en la manifestación del guru; ni siquiera se lo puede reconocer.
mahã-prasãde govinde
nãma-brahmani vaisnave
svalpa-punyavatãm rãjan
visvàso naiva jãyate
“Los que poseen poco mérito, oh rey, nunca desarrollan la fe en el mahã-prasãda del Señor, Govinda Mismo, el Santo Nombre (nãma-brahma) y los Vaisnavas”.
(Skanda Purana)
Jiva Gosvãmi lo confirma al comienzo de su Bhakti-sandarbha con una cita del Brahma-vaivarta Purana:
yãvat pãpais tu malinam
hrdayam tãvad eva hi
na sãstre satya-buddhih syãt
sad-buddhih sad-gurau tathã
“En la medida en que nuestros corazones estén contaminados por el pecado, no veremos la verdad brindada en las Escrituras. En otras palabras, no desarrollaremos la fe divina en la conclusiones teístas de la Escritura, ni reconoceremos la autoridad divina del maestro espiritual, honraremos a un desviador, un guru cuyas instrucciones nos conducirán por el camino que nos aleja de Goloka-Vaikuntha y la rendición a él”.
RENDICION AL GURU
Krishna declara en el Bhagavad-gitã
tad-viddhi pranipãtena
pariprasnena sevayã
upadeksyanti te jñãnam
jñãninas tattva-darsinah
“Aprende la verdad a través de la rendición, la inquisición sumisa y el servicio. El alma autorealizada que ha visto la verdad te iluminará”.
(Gitã 4.34)
En el Mundaka Upanisad hay un famoso verso que declara la importancia de rendirse al maestro espiritual.
tad-vijñãnãrtham sa gurum evãbhigacchet
samit-pãnih srotriyam brahma-nistham
“De modo de realizar la verdad, hay que acudir al maestro espiritual que es sabio y versado en el Brahman, con donaciones en las manos, y ofrecérselas” La palabra samidhi (“donaciones”) aquí utilizada significa madera para el fuego sacrificial, mas se asume como poseyendo un significado ampliado que abarca los tres elementos de la rendición sostenidos en el Gitã: reverencias, inquisitoria sumisa y servicio. El discípulo se aproxima al maestro espiritual con estas tres clases de donaciones. El maestro espiritual por su parte, debe poseer el necesario conocimiento y fe determinada en la Verdad Suprema, para poder remover todas las dudas del discípulo. La característica esencial del maestro espiritual luego, es que posee conocimiento de las tres categorías: sambandha, abhideya y prayojana. Es por eso que el Caitanya Caritãmrta expresa: “Aquel que conoce la verdad sobre Krishna está calificado para ser guru” (jei krsna-tattva-vettã sei guru haya).
Así pues, uno debe caer a los pies del maestro espiritual del mismo modo que Sanãtana Gosvãmi cayó a los pies del Señor Caitanya y Le hizo preguntas que, en el verso del Gitã 4.34 se denominan pariprasna:
ke ãmi kene ãmãya jãre tãpa-traya
ihã nãhi jãni ãmi kemane hita haya
“ ¿Quién soy yo? ¿Y porqué las tres clases de miserias de la vida material me causan sufrimiento? No conozco las respuestas a estas preguntas, como tampoco sé lo que es beneficioso para mí”.
(Caitanya Caritãmrta 2.20.102)
El discípulo luego debe servir al guru de modo de agradarle. Cuando tal devoto sumiso y de mentalidad servicial hace preguntas sobre la vida espiritual, el maestro espiritual le revela las verdades que él ha realizado personalmente.
Hay muchos otros ejemplos en la Escritura de rendición, inquisitoria sumisa y servicio. En una ocasión, el rey de Videha, Nimi, se encontró fortuitamente con los nueve grandes devotos conocidos como Yogindras, que estaban reunidos en la arena sacrificial. Alborozado al verlos, les ofreció la adoración apropiada a su condición y dijo:
durlabho mãnuso dehodehinãm
ksana-bhangurah
tatrãpi durlabham manye
vaikuntha-priya-darsanam
ata ãtyantikam kseman
prcchãno bhavato’naghãh
samsãre-smin ksanãrdho’pi
sat-sangah sevadhir nrnãm
“El nacimiento en un cuerpo humano es un logro muy raro para el alma encarnada, mas yo sostengo que para quien tiene un cuerpo humano de corta vida, es aún más raro ver a un devoto que es querido al Señor de Vaikuntha. En este mundo, hasta un momento de asociación con las personas santas como vosotros es el mayor tesoro en la vida humana.
Aprovecho esta oportunidad para preguntarles, almas inmaculadas, ¿cuál es el bien último?”
(Srimad Bhãgavatam 11.2.29-30)
Solo devotos puros y altamente realizados como los Nava Yogindra pueden responder el sumiso interrogante del Rey Nimi sobre el bien último (ãtyantika-ksema). Ellos habían buceado en las Escrituras y extraído sus enseñanzas esenciales; con gran fe y creencia, aplicaron dichas enseñanzas en sus propias vidas que ahora están dedicadas a enseñar a los demás. Estas son las características de un ãcãrya genuino de acuerdo a la definición dada en el Vãyu Purana:
ãcinoti yah sãstrãrtham
ãcãre sthãpayaty api
svayam ãcarate yasmãd
ãcãryas tena kirtitah
“El ãcãrya es así llamado porque ha estudiado y comprendido el significado de la Escritura, el establece este significado en la conducta de los demás y practica personalmente lo que predica”.
(Manu Samhitã)
Como expresa Krishnadãsa sobre Mahãprabhu: ãpani ãcari jivere sikhãya - El enseñó al mundo comportándose Personalmente como un devoto ejemplar.
COMO OFRECER REVERENCIAS AL GURU
La forma de prestar reverencias al guru ha sido descrita en el Hari-bhakti-vilãsa:
dorbhyãm pãdbhyãm ca jãnubhyãm
urasã sirasã ãrsã
manasã vacasã ceti
pranãmo’stãnga tritah
jãnubhyãm caiva bãhubhyãm
sirasã vacasã dhiyã
pañcãngakah pranãmah syãt
pujãsu pravarãv imau
“El astãnga-pranãma o reverencia postrada se realiza con las ocho partes del cuerpo: los brazos, piernas, rodillas, pecho y cabeza, así como con los ojos, la mente y el habla. Se debe realizar el pañcãnga-pranãma o la reverencia de cinco partes con las rodillas, los brazos, la cabeza, las palabras y la inteligencia. Así pues, hay dos clases de reverencias que se realizan en el transcurso de la puja”.
(Hari Bhakti vilãsa 8.162-163)
Sanãtana Gosvãmi explica estos versos en su comentario: “Las reverencias se hacen con los ojos levemente entrecerrados, las manos tocando los pies del Señor, con la cabeza inclinada hacia abajo y la mente meditando en ofrecer reverencias al Señor. Se debe orar con palabras como, ‘Señor, complácete conmigo’. Ciertamente, el significado de reverenciar al guru, los Vaisnavas y el Señor Supremo, es decirles, ‘Entrego mi cuerpo a ustedes’.” Si uno no ora para ser digno de entregar su cuerpo, mente y alma al maestro espiritual cuando ofrece reverencias, luego no se trata más que de un ejercicio físico, como los saltos. Es seguro que no es ese el verdadero propósito de postrarse, o hacer dandavats al guru.
LA NECESIDAD DE TOMAR INICIACION
Hay dos clases de maestro espiritual: el maestro espiritual instructor o siksa-guru y el maestro espiritual iniciador. La iniciación es necesaria para todo aquel que desee adoptar la disciplina del sãdhanã devocional; en especial la adoración de la Deidad.
Kesava Ãcãrya escribió considerablemente sobre el diksã en su Krama-dipikã. El Vaisnava smrti, Hari Bhakti vilãsa, explica la iniciación de acuerdo a sus descripciones. Allí se dice:
“Sin estar iniciado, nadie tiene derecho a ocuparse en la adoración de la deidad”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.2)
vinã diksãm hi pujãyãm
nãdhikãro ‘sti karhicit
Por esta razón, los diversos Ãgamas o Escrituras de la tradición Pãñcarãtra, declaran que la iniciación es un elemento necesario (nitya) del sendero devocional:
dvijãnãm anupetãnãm
svakarmãdhyayanãdisu
yathãdhikãro nãstiha
syãc copanayanãd anu
tathãtrãdiksitãnãm tu
mantra-devãrcanãdisu
nãdhikãro ‘sty atah kuryãd
ãtmãnam siva-samstutam
“Así como quien nace en una familia brahmana que no ha recibido el cordón sagrado no es idóneo para la ejecución de los rituales Védicos o el estudio de la literatura Védica, la persona que no ha recibido iniciación Vaisnava no tiene autoridad para cantar el mantra o adorar la forma deidad del Señor. Por consiguiente, uno debe tomar iniciación, por lo cual será alabado incluso por el Señor Siva”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.3-4, Bhakti-sandarbha 283)
En la conversación entre Nãrada y Brahmã descrita en el Kãrttika-mãhãtmya del Skanda Purana, encontramos el siguiente texto:
te narãh pasavo loke
kim tesam jivane phalam
yair na labdhã harer diksã
nãrcito vã janãrdanah
“Esos seres humanos que no han sido iniciados en el servicio del Señor Hari y nunca Lo han adorado, son comparables a animales. ¿De qué valen sus vidas?”
(Hari Bhakti vilãsa 2.3)
El siguiente verso, hallado en el mismo Skanda Purana, en la conversación entre Rukmãngada Mohini así como en el Visnu-yãmala, confirma la necesidad de tomar iniciación:
adiksitasya vãmoru
krtam sarvam nirarthakam
pasu-yonim avãpnoti
diksã-virahito janah
“Todo lo hecho por una persona no iniciada carece de significado. Aquel que no esté debidamente iniciado, renacerá como un animal”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.6)
En su comentario a estos versos del Hari Bhakti vilãsa, Sanãtana Gosvãmi escribe lo siguiente: Las palabras siva-samstutam se refieren a la iniciación, indicando que cualquiera que tome la iniciación se convierte en Vaisnava y un objeto de elogio para el mejor de los Vaisnavas, Siva mismo. Este es un resultado de la supremacía de adorar a Visnu por sobre incluso la de Siva. Hay un verso que expresa: ‘Todo aquel que coma sin antes haber ofrecido primero su alimento a la Sãlagrãma-silã nacerá repetidamente por eones como un gusano del excremento de los descastados y otros seres humanos inferiores”. Versos como éste indican que la adoración de la deidad es absolutamente necesaria y dado que uno no puede ocuparse en la misma sin haber sido antes iniciado, establecen asimismo la absoluta necesidad de la iniciación. Puesto que a la Sãlagrãma-silã se le concede el lugar más prominente entre los diversos tipos de servicio realizado para el Señor, se indican por extensión todos los demás tipos de actividades devocionales. En otras palabras, la iniciación es necesaria para volverse apto para todas las prácticas devocionales. La necesidad de la iniciación es además sustentada por la declaración de Brahmã, ‘Estos seres humanos que nunca han sido iniciados en el servicio del Señor Hari y nunca Lo han adorado, son comparables a animales’. Este verso indica que sin haber sido primero iniciado, uno no puede ocuparse en la adoración de la deidad”. (1)
Podría plantearse que puesto que en las Escrituras hay descripciones sobre los grandes beneficios a ser derivados de incluso la adoración negligente de las deidades, como ser la Sãlagrãma-silã, luego, ¿qué necesidad hay de tomar refugio en un maestro espiritual y ser iniciado por él? Mas el hecho es que uno no derivará un completo beneficio de su puja si ignora la etiqueta establecida de adorar al guru antes de adorar a la deidad.
ato gurum pranamyaivam
sarvasam vinivedya ca
grhniyãd vaisnavam mantram
diksã-purvam vidhãnatah
“Por consiguiente, todos deben rendirse a un maestro espiritual fidedigno y, tras ofrecerle todo, - cuerpo, mente y propiedad -, debe adoptar el Visnu mantra de él, de acuerdo a los debidos ritos de la iniciación”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.10)
LA TRANSFORMACION DEL DISCIPULO POR LA INICIACION
En el Caitanya Caritãmrta, Krishnadãsa Kavirãja Gosvãmi explicó los efectos transformadores de la iniciación:
diksã-kãle bhakta kare ãtma-samarpana
sei-kãle krsna tãre kare ãtma-sama
sei deha hare tãra cid-ãnanda-maya
aprãkrta-dehe tãnra carana bhajaya
“En el momento de la iniciación, cuando el devoto se entrega al maestro espiritual, Krishna lo hace igual a Sí Mismo. El transforma el cuerpo del devoto en sustancia espiritual, el devoto luego adora al Señor en ese cuerpo espiritualizado”.
(Caitanya Caritãmrta 3.4.192-3)
Cuando el ser viviente que ha adoptado la senda devocional se rinde primero a los pies de loto de su maestro espiritual, luego Krishna lo acepta como uno de los Suyos. Lo libera del cautiverio de la identidad corpórea y le brinda una experiencia de su naturaleza espiritual eterna. Con este conocimiento divino, el devoto toma un cuerpo espiritual apropiado para el servicio trascendental del Señor. Este es el misterio interno de la iniciación.
En la medida en que uno sea capaz de asir el concepto de rendición al maestro espiritual, tendrá la clara realización de la verdad espiritual. Por misericordia de Krishna, uno será plenamente consciente de su relación divina con el Señor y a medida que uno comprende su propia identidad trascendental, por esta gran buena fortuna, será apto para el servicio directo al Señor. Por la gracia de Krishna, el devoto que ha recibido la iniciación posee un cuerpo divino y es de tal modo capaz de ocuparse en el servicio del Señor. Desafortunadamente, las personas materialistas no son capaces de reconocer esta transformación y consideran las actividades del devoto al mismo nivel que cualquier otra actividad física. Esta concepción del guru o el cuerpo del Vaisnava como material, es una gran ofensa. Mahãprabhu Mismo lo declaró:
prabhu kaje vaisnava-deha prãkrta kabhu naya
aprãkrta deha bhaktera cid-ãnanda-maya
“El cuerpo de un devoto nunca es material. Es trascendental, pleno de bienaventuranza espiritual”.
(Caitanya Caritãmrta 3.4.191)
El Tattva-sãgara brinda asimismo mayores detalles sobre el poder transformador del proceso de iniciación:
yathã kãñcanatãm yãti
kãmsyam rasa-vidhãnatah
tathã diksã-vidhãnena
dvijatvam jãyate nrnãm
“Así como el metal se transforma en oro cuando es tocado por el mercurio, la persona vuelve a nacer a través del proceso de la iniciación”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.12)
Sanãtana comenta que la palabra nrnãm se refiere en este caso a cualquier ser humano, de cualquier casta o raza que al nacer por segunda vez (dvijatva) significa vipratã o calidad brahmínica.
Se refiere que los alquimistas conocían un proceso por el cual podían producir oro mezclando mercurio con metal de campana (una aleación de cobre y estaño). Cualquiera iba por ahí declarando ser un alquimista, embaucando a los ignorantes quitándoles el dinero, pero eso no significa que no hubiera gente menos ignorante del proceso y más capaz de ejecutarlo. Podemos decir lo mismo de la iniciación: aunque el verso de mención indica que a través del diksa una persona ordinaria obtiene las cualidades de un brãhmana, cuando un supuesto guru hace un show de iniciar sin el debido conocimiento o experiencia, no cabe esperar ningún bien de ello. Si alguien no ha llegado a poseer la comprensión espiritual necesaria, esto es, si no ha llegado a ser un conocedor de Krishna como la verdad suprema (krsna-tattva-vettã) y no se ha librado de la actividad pecaminosa como consecuencia de ese conocimiento y de todos modos asume la responsabilidad de conceder iniciación, luego el resultado es el mismo que el de una persona ciega que conduce a otras personas ciegas a un foso.
LAS CALIFICACIONES DEL DISCIPULO Y DEL MAESTRO ESPIRITUAL
En vista de la gran importancia y responsabilidad involucrada en dar y tomar iniciación, es lamentable que en la mayoría de las circunstancias tanto el discípulo como el guru estén descalificados para su rol y se pierde el valor del sacramento. Ciertas personas se auto-denominan gurus aunque no poseen la gravedad necesaria para la misión. Ellos meramente juegan el rol de un maestro espiritual fidedigno por insolencia. Asimismo, un discípulo de nombre solo pretenderá tener la humildad del buscador espiritual. Estas dos clases de personas se encuentran entre sí y se utilizan mutuamente para las gratificaciones materiales, como ser la riqueza, la fama y el prestigio. La reciprocidad entre ellas está restringida a estas ganancias fluctuantes antes que a nada de verdadero valor. Pueden asumir el rol; quizás incluso se ocupen en la adoración de la deidad y en el estudio de las Escrituras, mas todas estas actividades son superficiales y carecen de sustancia interna. Por consiguiente, Bhaktisiddhãnta Sarasvati Prabhupãda ha escrito en su poema, “ ¿Quién es un Vaisnava?”(Vaisnava ke?)
sri dayitã-dãsa kirtanete ãsa
kara uccaihsvare harinãma rava
prãna ãche jãra sei hetu pracãra
prãna-hina jata krsna-gãthã sãva
“¡Oh mente! ¡Este humilde sirviente de Radha y Krishna, Vãrsabhãnavi-dayita dãsa, cifrando sus esperanzas en el kirtana, canta sonoramente los nombres del Señor Hari!
Aquellos que poseen vida espiritual en abundancia predican el mensaje del Señor. Lo que sea que se hable acerca de Krishna sin la vida de la realización, se asemeja a nada más que un cadáver”.
Bhaktivinoda Thãkura también declara en su libro de canciones, el Saranãgati, que la vida del devoto es el proceso de rendición enseñado por Sri Caitanya Mahãprabhu: sikhãn saranãgati bhakatera prãna. Esta rendición consiste en seis actitudes diferentes, todas las cuales deben ser ejecutadas con total seriedad. Si las personas no son revividas por el proceso de rendición, luego en cualesquiera actividad de prédica se ocupen, serán meramente como simples actores que desempeñan un papel en el escenario. Si la prédica de los principios religiosos es llevada a cabo de este modo, ¿acaso no cabe esperar que sus predicadores se conviertan en el hazmerreír? Por tal motivo, aquel que no tenga el peso de la realización espiritual no debe ennegrecer el glorioso sitial destinado al guru supremamente munífico.
La persona cuyo corazón esté lleno de deseos por la gratificación sensual materialista no debe pretender ser un buscador genuino de la verdad espiritual simplemente como una manera de extraer algún beneficio ulterior del sendero espiritual. Si esa falsedad invadiera tanto al maestro espiritual como al discípulo, luego no cabe esperar que ninguno de ellos alcance nada aproximado al bien último.
Nuestro muy adorable Srila Prabhupãda escribió:
kanaka-kamini pratisthã-bãghini
chãriyache jãre sei to vaisnava
sei anãsakta sei suddha-bhakta
samsãr tathã pãy parãbhava
“Aquel que haya sido abandonado por la tigresa del dinero, las mujeres hermosas y la fama es verdaderamente un Vaisnava. Solo un alma así está realmente desapegada; dicha alma es un devoto puro. La creación ilusoria del nacimiento y la muerte repetidos es derrotada en su presencia”.
(Del Vaisnava ke?)
Krishna Mismo dice que conlleva un gran esfuerzo llegar al punto de Adorarlo con propiedad, en otras palabras, llegar a la posición de poder iniciar a otros en el acto de adorarlo a El:
yesãm tv anta-gatam pãpam
janãnãm punya-karmanãm
te dvandva-moha-nirmuktã
bhajante mãm drdha-vratãh
“Mas esas personas de actos virtuosos, de quienes ha desaparecido el pecado, Me adoran con gran estabilidad en sus votos, libres de la confusión de la vida sensual”.
(Gitã 7.28)
La síntesis es que aquel que está cegado por la ignorancia puede desempeñar el papel de guru mas no podrá remover la ceguera de la ignorancia de otros. El Skanda Purana brinda la siguiente etimología de la palabra guru:
gu-sabdas tv andhakãrasya
ru-sabdas tan-nivãrakah
andhakãra-nirodhitvãd
andhakãra-nirodhitvãd
gurur ity abhidiyate
“La sílaba ‘gu’ se refiere a la oscuridad de la ignorancia; la sílaba ‘ru’ significa eso que la impide. En tal sentido, el guru es así nombrado porque erradica la oscuridad de la ignorancia en los demás”.
¿Cómo luego puede quien está cubierto por la ignorancia brindar conocimiento espiritual, divino y trascendental, consistente en el conocimiento metafísico de Dios y la creación, el proceso del servicio devocional y la meta del amor por Dios? Antes bien, las personas descalificadas que se presentan falsamente como maestros espirituales están ocupadas en atraer su propia ruina sobre sí mismas y sobre el mundo. La relación entre un maestro espiritual y su discípulo es algo sumamente importante. Es una gran responsabilidad, - ciertamente es una cuestión de vida y muerte. Empero, merced a su ambición de provecho, prestigio y adoración, siguen siendo personas irresponsables que lo tratan tan a la ligera como un juego de niños.
EL CARACTER DIVINO DEL GURU
Debo ver a mi guru como una gran personalidad, el único timonel que puede navegar a través del inconmensurable océano del sufrimiento material y llevarme al otro lado. Es el quien planta la semilla de la devoción en mi corazón y luego la rocía con el agua de los divinos sonidos del nombre de Krishna y el conocimiento Escritural. La semilla luego germina y crece hasta que finalmente traspasa el Río Viraja que conforma el límite entre este mundo y el próximo. Cuando mi enredadera devocional cruza los mundos espirituales para entrar a las divinas moradas de Krishna, Dvãrakã, Mathurã y finalmente el más hermoso dhãma, Vrndavan, mi guru la enhebra alrededor del árbol del deseo de los pies de loto de Krishna, dándome la oportunidad de saborear los deliciosos frutos del amor de Dios que maduran en ella. El guru es mi único amigo verdadero en este mundo y en el siguiente. El es de tal modo mi única divinidad adorable y si yo neciamente pienso en él como en un ser humano ordinario, es seguro que todo mi canto de los mantras, mi adoración de la Deidad, ciertamente todas mis actividades espirituales serán infructuosas, como las oblaciones de mantequilla clarificada en las cenizas del fuego del sacrificio.
El Señor Sri Krishna Mismo dijo a Su querido asociado Uddhava:
ãcãryam mãm vijãniyãn
nãvamanyeta karhicit
na martya-buddyãsuyeta
sarva-deva-mayo guruh
“Un discípulo debe considerar al maestro como Mi propio ser y nunca irreverenciarlo de ningún modo. No se lo debe envidiar, considerándolo una persona común, pues el es la suma total de todos los semidioses”.
(Srimad Bhàgavatam 11.17.27)
No se debe considerar al mantra, el mantra-devatã y al guru como distintos entre sí. Las gentes más pecaminosas piensan que el maestro espiritual es un ser humano ordinario como ellos. Si alguno cometiera ofensas y enojara al Señor Supremo, el maestro espiritual puede interceder ante el Señor, en nombre de su discípulo. Por otro lado, si el maestro espiritual se enoja con su discípulo, Krishna ni siquiera se dará vuelta para mirar al ofensor. Tampoco debe uno pensar que los demás dioses y deidades vayan a ofrecer respeto a tal ofensor. Por lo tanto, se debe tener gran cuidado en agradar al maestro espiritual.
“Cualesquiera palabras pronuncie el maestro espiritual, han de considerarse iguales a la revelación Védica. Todo aquel que desobedezca sus palabras o rechace sus directrices no tiene posibilidad de lograr ninguna clase de felicidad”.
Comparado al acto de rendirse al maestro espiritual, el hacer peregrinajes, austeridades, musitar plegarias y mantras, la meditación y la concentración, el acatamiento a las reglas y regulaciones y la conservación de los votos, bañarse y dar caridad, son todas ineficaces para la purificación personal.
Por otro lado, el servicio a los pies de loto del guru, en otras palabras, los esfuerzos por complacerlo, es la esencia de la práctica espiritual de un discípulo. Aunque se arriesgue la propia vida, no hay que abandonar las directivas del maestro espiritual. Hay que estar dispuesto a dejar la vida en el servicio del maestro espiritual.
Aunque uno ciertamente haga un esfuerzo por entender las palabras del preceptor, el discípulo nunca debe criticarlos ni tratar de demostrar una ausencia de lógica en las mismas. Aquel que conoce el secreto de satisfacer a Krishna y se ocupa constantemente en la vida de la devoción, no se lo debe considerarse inferior al guru, aunque le falte conocimiento de gramática o lógica. Al respecto, un discípulo no tiene autoridad para juzgar los actos del guru.
Por otro lado, si los discípulos tienen alguna pregunta sobre su propio servicio, no es incorrecto que la remitan al juicio del guru con la intención de aceptar su veredicto. Si uno trata de probar que es más inteligente que el maestro espiritual, su caída será inevitable. Hay un proverbio bengalí: ati buddhi galãy dari - “Aquel que es demasiado sagaz para su propio bien termina con una soga alrededor del cuello.
Los discípulos han de estar dispuestos a sacrificar su independencia para llevar a cabo las órdenes del guru, sirviendo personalmente con todo el corazón aún cuando el guru no lo solicite. Los discípulos evidencian su devoción por el maestro espiritual sirviéndole agua, alimento o agua para el baño. Ellos han de estar preparados a prestar servicio al guru a cada minuto y ocupados en dicho servicio, nunca deben dar cabida a ofensas en el servicio como ser la pereza o la distracción. Antes bien, deben fijar su mente en la satisfacción de los sentidos del guru. El sopor, la distracción, la indiferencia y la negligencia se consideran igualmente como ofensas al Santo Nombre.
Siempre se deben recordar las instrucciones de Krishnadãsa Kavirãja Gosvãmi como las oyera de boca del maestro espiritual:
guru vaisnava bhagavãn tinera smarana
tinera smarane haya vighna-vinãsana
anãyãse haya nija vãñchita purana
“Yo medito en el guru, los Vaisnavas y el Señor. Por recordarlos, todos los obstáculos son destruidos y uno obtiene rápidamente el cumplimiento de sus deseos”.
(Caitanya Caritãmrta 1.1.20-21)
Tal es la instrucción de las grandes autoridades.
LA MISERICORDIA DEL GURU
Si un aspirante a la devoción pura medita en el guru, está consciente de él y fijo en su servicio, luego, ya sea que la persona esté físicamente cerca del maestro espiritual o alejada, no hay posibilidad de ser perturbado por enemigos tales como la lujuria y la ira. Y si éstas se aproximaran, todo lo que el sãdhaka tiene que hacer es clamar al maestro espiritual por ayuda y él ciertamente lo protegerá.
Quien ha recibido la misericordia del guru encontrará automáticamente buena asociación. El aspirante formal a la perfección espiritual no debe perder el tiempo en actividades inútiles. Para quien es un principiante en la vida devocional, sin embargo, una vida de adoración en un lugar solitario no se recomienda pues está llena de peligros. En esta etapa, siempre hay que estar en presencia del maestro espiritual o en compañía de los que han recibido su misericordia y adoptar el servicio del maestro espiritual bajo su dirección. Caso contrario, la lujuria y la ira verán a devotos sentados solos y desprotegidos y los atacarán sin que siquiera se den cuenta. Hay que recordar siempre las siguientes palabras de un mahãjana:
mãyãre kariyã jaya chãrãno nã jãya sãdhu krpa binã ãra nãhika upãya
“Es imposible conquistar a Maya y dejarla atrás por cuenta de uno. No hay manera de hacerlo sino es por la gracia de los santos”.
Sin el permiso y bendiciones del maestro espiritual, ningún discípulo debe ir a visitar los hogares de sus amigos del pasado o siquiera de los miembros de su propia familia o conversar con ellos. Hay que evitar a toda costa la asociación con las mujeres, la de quienes están apegados a las mujeres o la asociación de los no devotos que consideran que las actividades fruitivas o la sabiduría son los temas más elevados de la vida. El discípulo siempre debe buscar lo que es útil para la vida espiritual y rechazar lo que va en detrimento de la misma. En todos los asuntos, de importancia o menores, ha de tomar el consejo del maestro espiritual. No debe emprender ninguna obra sin su aprobación.
La energía externa del Señor asume muchas formas para engañarnos, aguardando constantemente a nuestro alrededor la oportunidad de desviarnos. Ella debilita la mente de incluso las personas muy inteligentes, eruditas y poderosas, haciendo que se desinteresen en el servicio al Señor. El maestro espiritual ha tomado la misión de Sri Caitanya Mahãprabhu y nos está suplicando a todos que cantemos el nombre de Krishna, la adoración de Krishna y aprender sobre Krishna. El nos dice que conservemos nuestro objetivo fijo en nuestra visión y que cantemos 100.000 nombres a diario, sin falta. Debemos inclinarnos y aceptar humildemente sus directivas, entregando nuestra vida para ejecutarlas.
El maestro espiritual está predicando el mensaje del Señor Caitanya por todas partes. El dice:
jãre dekha tãre krsna-upadesa
ãmãra ãjñãya guru haña tãra ei desa
“Enseña a todos los que veas este mensaje de la devoción por Krishna. Conviértete en guru por Mi orden y libera esta tierra”.
(Caitanya Caritãmrta 2.7.128)
La esencia de esta instrucción es que uno debe practicar los principios de la religión enseñados por el guru y predicarlos en la mentalidad de servicio a él, y no ponerse metas personales y pretender ser un maestro espiritual.
LA ACTITUD DEL DISCIPULO
Todo discípulo inteligente debe entender que el bienestar del universo todo depende de su carácter y estricta adhesión a la vida espiritual. Ellos deben asumir el bienestar del mundo entero como su responsabilidad personal. Por lo tanto, antes de criticar las actividades de los demás, debe asegurarse que su propio ejemplo de práctica devocional sea mantenido sin tacha. Si así lo hace, luego no solo se beneficia personalmente sino que ciertamente todo el mundo sacará provecho.
El discípulo piensa lo siguiente: “He tomado refugio en el guru y he sido iniciado por él. Ahora me he embarcado en el sendero de la devoción pura. Si mi conducta es defectuosa, luego la gente no cesará de criticarme no solo a mí, sino que también encontrará faltas en mi maestro espiritual, mi deidad adorable, el sendero devocional, toda la sampradãya Vaisnava, los ãcãryas previos, hasta la religión misma. Ellos desacreditarán las Escrituras, a las grandes autoridades que las escribieron y a todos los que siguen sus mandatos. Finalmente, criticarán la creencia en el propio Dios y a todas las doctrinas que conducen a un objetivo trascendental y superior en la vida. Incluso condenarán a mi padre y mi madre y a sus familias. Como resultado, seré acusado por toda esa gente y acabaré en una existencia infernal por muchos nacimientos, sin nada que decir en mi defensa.
“Si un devoto puro nace en cualquier familia, cualesquiera sea su nivel social, luego toda esa familia es purificada por su presencia. La vida de su madre es exitosa; su hogar y la tierra de nacimiento son gloriosos. Sus ancestros en el cielo danzan de alegría porque recibirán oblaciones de mahã-prasãda y el caranãmrta del Señor que trae buena fortuna. Si yo caigo de la norma de conducta que cabe esperar en una persona santa y Vaisnava, luego de inmediato todas las generaciones de mi familia caerán al infierno. ¿Puedo caer de este modo y convertirme en la vergüenza y desgracia de toda mi familia? Así como una gota de tinta en un lienzo blanco es claramente visible, el mal comportamiento de una persona que ha tomado la vida religiosa resalta y atrae las críticas de todos”.
Aún así, uno no debe dejar de adherirse a la vida espiritual simplemente por temor a ser criticado.
La devoción por el Señor es la actividad natural del alma. Se si adopta el sendero devocional de acuerdo a los mandamientos de las Escrituras, no solo está asegurado el bienestar personal sino el de todo el mundo.
LA INICIACION ES LA TRANSMISION DE CONOCIMIENTO DIVINO
Srila Sanãtana Gosvãmi explica el diksã como la transmisión del conocimiento divino. El siguiente verso es del Visnu-yãmala:
divyam jñãnam yato dadyãt kuryãt pãpasya sanksayam tasmãd dikseti sã proktã desikais tattva-kovidaih
“Aquellos que son expertos en el estudio de las Escrituras reveladas, consideran el diksã como el proceso que nos brinda el conocimiento trascendental y causa la destrucción de todas las reacciones pecaminosas”.
(Hari Bhakti vilãsa 2.9)
El maestro espiritual concede al discípulo 10 principios básicos de conocimiento espiritual, el dasamula, que consisten en la fuente autorizada del conocimiento (pramãna) - las Escrituras Védicas y los ãcãryas en la sucesión discipular, y los nueve prameyas, los nueve elementos probados por su autoridad. Estos incluyen siete aspectos de relaciones (sambandha), a saber Krishna Mismo; las energías de Krishna; el humor divino de Krishna (rasa); el alma, su cautiverio y liberación; la inconcebible unidad y diferencia del Señor y el alma individual; el abhideya, bhakti y el prayojana, amor de Dios. El que dispensa la gracia divina de este conocimiento sobre su discípulo es el benefactor supremo, el maestro espiritual.
Puesto que el maestro espiritual reconoce la capacidad del discípulo por adoptar ya sea el sendero devocional vaidhi o rãgãnugã, es un conocedor de la ciencia de Krishna. Esa es la característica definitoria del preceptor divino.
kiba vipra kibã nyãsi sudra kene naya jei krsna tattva vettã sei guru haya
“Ya sea que uno pertenezca a la casta brahmana, sudra o cualquier otra, al sannyãsa o cualquier otro ãsrama, si conoce la ciencia de Krishna, está calificado para ser guru”.
(Caitanya Caritãmrta 2.8.128)
El discípulo se aproxima a dicho preceptor con humildad, inquisición honesta y espíritu de servicio y aprende el conocimiento divino de sambandha, abhideya y prayojana. Seguidamente el discípulo adopta el sendero de la adoración, pues aquel que adora es exaltado mientras que el no devoto es inferior e insignificante, -jei bhaje sei bara, abhakta hina chãra (Caitanya Caritãmrta 3.4.67). El mero aprendizaje de unos cuantos versos sonoros e impresionantes y convertirse en un disertante de nivel y dar discursos no es adecuado para obtener la misericordia del Señor. La prueba de la propia realización o experiencia espiritual es el bhajana. No es suficiente poder explicar las ofensas al Santo Nombre (nãmãparadha), su reflejo (nãmãbhãsa) y la plena manifestación de sus glorias; uno tiene que abandonar las ofensas y cantar los Santos Nombres con una actitud devocional pura y gusto por su dulzura. Solo así estará complacido el Señor en la forma de Su nombre y destruirá todos los obstáculos en la vida espiritual del practicante y finalmente le concederá el amor por Dios.
La religión Bhãgavata (bhãgavata-dharma) consiste en todas las instrucciones que el Señor Mismo dio a Sus estudiantes, tales como Arjuna y Uddhava. Esta religión es el proceso por el cual hasta la persona más ignorante y descalificada puede obtener fácilmente el contacto directo con el Señor. Se debe considerar al maestro espiritual como la deidad adorable y aprender de él el Bhãgavata Dharma. Luego hay que ocuparse en una vida de devoción, cultivando la conciencia del Señor conforme a la orientación del guru.
guru-mukha-padma-vãkya cittete kariyã aikya ãra nã kariha mane ãsã sri guru carane rati, ei se uttama gati je prasãde pure sarva ãsã
“Fija tu mente en las palabras que emanan de la boca de loto del maestro espiritual. No cifres tus esperanzas en nada más. El afecto por los pies de loto del guru es la meta última, pues por su misericordia se realizan todas nuestras aspiraciones”.
(Narottama dãsa, Prema-bhakti-candrikã)
Las bendiciones del guru resultan en la liberación de todos los obstáculos emergentes de nuestras propias impurezas y la esperanza del servicio íntimo a Sus Señorías Radha y Mãdhava fructifica y nuestra vida es un éxito. Una vez que los discípulos han recibido el Mahã-mantra de 32 sílabas y la iniciación Pãñcarãtrika en el mantra de 18 sílabas, aún tienen muchas cosas que aprender del maestro espiritual. Los diversos aspectos de la práctica devocional que deben ser aprendidos del guru, se epxlican más detalladamente en el siguiente capítulo.
Si no se tiene devoción por el maestro espiritual, que es una forma del Señor, - Su prakãsa-vigraha - o por los devotos puros que están fijos en el apego divino al Señor, luego no hay forma de poder bucear en el vasto océano de las Escrituras y descubrir sus enseñanzas esenciales. Esto se declara en el Svetãsvatara Upanisad (6.23):
yasya deve parã bhaktir yathã deve tathã gurau tasyaite kathitã hy arthãh prakãsante mahãtmanah
“Solo a esas grandes almas que tienen fe implícita tanto en el Señor como en el maestro espiritual, que es Su manifestación y no es diferente de El, es que se les revelan automáticamente todos los significados del conocimiento Védico”.
CAPITULO VIII LOS DEBERES DE UN DISCIPULO INICIADO
Todo aquel que haya tomado refugio e iniciación de un Vaisnava genuino, automáticamente gana el derecho de servir a la forma deidad del Señor. Ciertamente, las Escrituras Pañcarãtra (o Ãgamas) expresan que de no hacerlo, se incurre en falta:
labdhvã mantram tu yo nityam nãrcayen mantra-devatãm sarva-karma-phalam tasyãnistam yacchati devatã
“Si uno ha sido iniciado y no adora regularmente la deidad de su mantra, luego esa deidad se encarga de que todos sus proyectos fracasen” (Hari Bhakti-vilãsa 3.3)
Cabe recordar, sin embargo, que sin la debida conducta o sad-ãcãra, nadie puede ocuparse en la adoración de la deidad. Por consiguiente, el comportamiento moral adecuado para un Vaisnava es absolutamente necesario para el avance espiritual personal. En el Visnu Purana (3.11.3)
encontramos la definición de sad-ãcãra:
sãdhavah ksina-dosãs tu sac-chabdah sãdhu-vãcakah tesãm ãcaranam yat tu sad-ãcãrah sa ucyate
“Sadhu es aquel que no posee faltas. La palabra sat se refiere al sadhu. La conducta de los sadhus es por consiguiente llamada sad-ãcãra”.
(Hari Bhakti-vilãsa 3.8)
En el Bhavisyottara Purana se dice además:
ãcãra-prabhavo dharmah santas cãcãra-laksanãh sãdhunãm ca yathã vrttam sa sad-ãcãra isyate ãcãra eva dharmasya mulam rãjan kulasya ca ãcãrãd vicyuto jantur na kulino na dhãrmikah
“El dharma (religión) se basa en la conducta. Las personas santas se reconocen asimismo por su conducta. En tal sentido, las actividades de los santos se denominan sad-ãcãra. ¡Oh rey, el deber y la nobleza se originan en el comportamiento! Aquel que no mantiene normas de conducta no es ni noble ni correcto”.
(Hari Bhakti-vilãsa 3.15-16)
95 Sad-ãcãra comprende todos los aspectos del comportamiento de un devoto iniciado, desde las cuestiones amplias de los principios regulativos hasta la rutina diaria personal, desde levantarse en el período de brahma-muhurta hasta irse a descansar a la noche. También incluye los varios deberes regulares relativos a días específicos como ser los Ekãdãsis y días festivos. Todas estas cosas se han descrito en los libros de leyes religiosas como el Hari Bhakti-vilãsa.
El Hari Bhakti-vilãsa sin embargo brinda muchas más regulaciones de las que es posible acatar. El discípulo por consiguiente debe buscar la instrucción específica del maestro espiritual con relación a lo que debe hacer exactamente o no. La esencia es recordar siempre al maestro espiritual, los Vaisnavas y el Señor Supremo y la esencia de todas las prohibiciones es nunca olvidarlos.
Cualesquiera mandamientos y prohibiciones se den en las Escrituras, son meramente variaciones sobre este tema.
INSTRUCCIONES DEL MAESTRO ESPIRITUAL AL ESTUDIANTE QUE PREPARA SU INICIACION
El segundo capítulo del Hari Bhakti-vilãsa discute el proceso de la iniciación. Al ser iniciado, el discípulo debe cantar de inmediato el mantra 108 veces.
Hay que cantar el mantra comprendiendo que no hay diferencia entre el maestro espiritual iniciador, el mantra dado por el guru y la deidad de ese mantra. Tras así hacerlo, el discípulo debe aprender del maestro espiritual las diversas actividades afines al conocimiento de ese mantra, como ser los nyãsas, dhyãnas y demás aspectos del ritual devocional.
Los deberes generales del discípulo iniciado se denominan samaya en sánscrito o “acuerdo”. El Hari Bhakti-vilãsa brinda dos listas de samayas. La primera (que contiene doce reglas) proviene de la literatura Pañcarãtra y la segunda contiene 104 prescripciones y prohibiciones del Visnu-yãmala.
Aquí comentaremos algunos puntos del servicio devocional. Los restantes han sido explicados con mayor detalle en otra parte de este libro.
La lista del Nãrada-pañcarãtra comienza con la siguiente instrucción:
sva-mantro nopadestavyo vaktavyas ca na samsadi gopaniyam tathã sãstram raksaniyam sariravat
“El guru informa al discípulo que no debe enseñar a nadie el mantra públicamente, ni revelar ese mantra en una reunión pública. Siempre se debe guardar el mantra y las Escrituras que contienen material confidencial, como el Srimad Bhãgavatam y los detalles sobre la puja secreta, protegiéndolos como si fuese el propio cuerpo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 2.1.136)
En otra sección del Hari Bhakti-vilãsa (2.146), se cita un verso del Sammohana-tantra, que también refiere que se debe conservar en secreto el ista-devata personal, el guru y el mantra. También refiere que hay que tener escondida la japa-mala, por lo que los Gaudiya Vaisnavas siempre guardan las cuentas de su japa en una bolsa de tela, ocultándolas de la vista.
gopayed devatãm istãm gopayed gurum ãtmanah gopayec ca nijam mantram gopayen nija-mãlikãm Sin embargo, ciertas personas interpretan incorrectamente las palabras sva-mantro nopadestavyah, como significando que el guru no debe iniciar a ningún discípulo en el mismo mantra que ha recibido a su vez de su guru. De ser ese el caso, luego ¿qué hace el guru en el momento de dar el mantra a su discípulo? ¿Corta una palabra aquí y otra allá según su capricho? ¿Acaso esto no quebraría el mantra, interfiriendo en su forma ya perfecta? Hay muchos mantras, cada uno con un número determinado de sílabas, como ser los mantras de cuatro, seis, ocho, 10, 12, 18 ó 32 sílabas.
¿Es que el guru lo recibió de sus gurus predecesores en un estado transformado? E incluso si así fuere, ¿tiene el derecho de transformarlo nuevamente antes de susurrarlo en el oído de su discípulo? ¡De ser así, la cosa genuina pronto se perdería para siempre, en medio de todos esos mantras desfigurados y transformados! Se explica que el mantra es la encarnación sonora del Param Brahman. Si tal es el caso, luego ¿quién posee la autoridad o poder para alterarlo o reducirlo de tamaño? ¿Acaso el guru que lo entregue o el discípulo que acepte ese mantra desfigurado no tendrán que sufrir las consecuencias de su acción ofensiva ingresando a una condición infernal después de la muerte? ¿Es esta realmente la norma aplicada en la iniciación? He visto personalmente un mantra manuscrito dado por un supuesto guru de una familia Gosvãmi a sus discípulos, en el cual él había cometido deliberadamente errores gramaticales y quitado palabras enteras. Cuando lo vi, comprendí que el guru probablemente había estado tratando de seguir esta comprensión errónea del verso de mención y a la vez intentado conservar a su discípulo bajo su influencia, concediéndole un mantra incompleto.
Otra interpretación incorrecta del verso mencionado es como sigue: Algunos dicen que si se ha recibido el mantra de 18 sílabas del maestro espiritual, ese es el mantra personal o sva-mantra.
Atento a esa comprensión, no se debe instruir al discípulo en este mantra sino entregarle otro, como ser el mantra de 10 sílabas. Mi pregunta es, ¿cómo se sostiene el principio de la sucesión discipular en este caso? ¿Es que el maestro espiritual no debería iniciar a su discípulo en el mismo mantra que él ha recibido a su vez de su guru? Si él personalmente ha sido iniciado en el mantra de 18 sílabas, ¿qué es lo que le da el derecho a innovar concediendo el mantra de 10 sílabas a su propio discípulo? ¿Cómo entonces ha mantenido el principio de adhesión al sendero de la vida espiritual, trazado por los maestros anteriores de la sucesión discipular? El propio principio del paramparã perdería su integridad de seguirse este concepto distorsionado de iniciación.
Tenemos que observar más de cerca la gramática del verso sva-mantro nopadestavyo vaktayas ca na samsadi. Puesto que la partícula negativa na aparece dos veces en esta línea, algunos la dividen en dos partes separadas, sva-mantro nopadestavyo y ca samsadi na vahtavyah. La primera parte luego significa “no se debe instruir al discípulo en el propio mantra, a saber, el mismo mantra que se ha recibido del guru”. En efecto, debemos tomar la palabra samsadi, “en la asamblea” o “en público”, a ser leída con ambos verbos en el verso. Así pues, arribamos al concepto de que “uno no debe enseñar a su discípulo el mantra en público, como tampoco hablarlo en voz alta en público”. El lector inteligente podrá juzgar si esta interpretación del verso es más lógica o se aproxima más a la intención original del autor que la de los Gosvãmis de casta.
97 Hay otra escuela de pensamiento conforme a la cual se deben conceder a los sudras un mantra diferente que a la casta superior de Vaisnavas. Antes que darles un mantra con pranava (om) y la palabra svãhã, los gurus de esta Escuela conceden un mantra con otra sílaba germinal y la palabra namah. A veces conceden un mantra sin ninguna sílaba germinal, simplemente adhiriendo la palabra namah. Nos preguntamos si esta clase de gurus está tratando de liberarse de cualquier posibilidad de contaminación que pudiera provenir de aceptar discípulos de la casta inferior. ¿Pero es que alguien tiene el derecho de desfigurar o transformar el mantra de acuerdo a su antojo? ¿Acaso no es ofensivo extraer algo de un todo completo y cortarlo en pedacitos? Puesto que Sanãtana Gosvãmi Prabhu no ha comentado sobre este verso en particular, lo hemos explicado de acuerdo a las enseñanzas y ejemplo de nuestro reverenciado maestro espiritual.
OTRAS INSTRUCCIONES DEL NÃRADA-PAÑCARÃTRA
De regreso a los otros samayas: (2) vaisnavãnãm parã bhaktir ãcãryãnam visesatah pujãnam ca yathã-sakti tãn ãpannãms ca pãlayet
“El discípulo debe consagrarse a todos los Vaisnavas, pero en particular a los ãcãryas. Debe realizar la puja de acuerdo a su capacidad y protegerlos en caso de hallarse alguna vez en peligro. En otras palabras, el discípulo debe hacer todos los esfuerzos por servir a los Vaisnavas, empleando su energía vital, inteligencia y palabras”.
(Hari Bhakti-vilãsa 2.137)
(3) Al llevar las flores y demás materiales de descarte del templo, el discípulo debe portarlas sobre la cabeza. Deben ser dispuestas en agua corriente y no permitir que nunca toquen el suelo. Hay que ser siempre cuidadoso de no evidenciar ninguna falta de respeto por estas cosas, pues han sido santificadas por su uso en el templo y se consideran prasãda.
(4) El discípulo debe considerar a su deidad adorable Visnu, como estando presente en el Sol y la Luna, en la vaca, en el árbol Asvattha y en el fuego, así como dentro del cuerpo del guru y los brahmanas.
(5) El discípulo nunca debe permanecer en un sitio donde sabe que su maestro espiritual ha sido blasfemado. Debe fijar inmediatamente su mente en el Señor Supremo y retirarse de allí. Es muy peligroso escuchar la crítica al propio guru. La Escritura dice: “ ¡Oh Nãrada! Nunca escuches a alguien que ha blasfemado al maestro espiritual, el Señor Supremo o las Escrituras. Nunca vivas en la misma casa que esa persona ni converses con ella”.
(6) El discípulo debe recordar su ista-mantra especialmente al caminar, cuando está por salir de viaje, dar caridad, temprano a la mañana y toda vez que se halle fuera de su casa.
(7) Si el discípulo tiene una visión divina maravillosa, ya sea en sueños o en el estado de vigilia, no debe revelarla a nadie más que al guru.
98 En otro texto del Pañcarãtra se refiere que (8) el discípulo no debe comer pescado ni carne; (9) no debe comer de un plato hecho de metal de campana u hojas del árbol sagrado de la higuera; (10) no debe escupir o sonarse la nariz en la sala del templo; (11) no debe entrar al sanctum interior de las deidades usando ninguna clase de calzado.
MANTENIENDO EL VOTO DE EKÃDASI
En el mismo texto se refiere que el discípulo (2) no debe comer en Ekãdasi, ya se trate de las fases de la Luna creciente o menguante. Debe celebrar una puja especial en Ekãdasi y pasar la noche en vigilia. Esto se declara en el Hari Bhakti-vilãsa (2.147) - jãgaram nisi kurvita visesãc cãrcayed vibhum. En este verso, la palabra visesãt se ha explicado en el comentario de Sanãtana como sigue:
visesãd iti anya-tithibhyo visesena chãdasyãm tatrãpi visesato jãgarane’rcayed ity arthah.
“En Ekãdasi, hay que guardar la vigilia de un modo que no se hace en otras noches. A la vez que se mantiene esta vigilia, se debe realizar una adoración especial de la deidad”.
Existen ciertamente mandatos para la vigilia respecto a que en cada uno de los tres períodos nocturnos o prahãras, hay que ocuparse en actividades de adoración especiales, como ser la puja, las ofrendas de alimento, el ãrãtrika, leer en voz alta las Escrituras y cantar los Santos Nombres y demás himnos en congregación.
En otro Pañcarãtra Ãgama llamado Visnu-yãmala, se explica que incluso antes de recibir el mantra del guru, el discípulo debe acceder a seguir 104 reglas. Se declara que el maestro espiritual debe examinar atentamente al discípulo en perspectiva por 1 año como mínimo y explicar estas 104 reglas y regulaciones. De éstas, hay 52 mandatos que son como sigue: (1) levantarse durante el brahma-muhurta; (2) despertar a la deidad de Mahãvisnu; (3) realizar la ceremonia de la luz, el mangalãrãtrika a la deidad, con instrumentos musicales.
(4) bañarse por la mañana de acuerdo a las normas; (5) colocar un par de atuendos puros y nuevos, a saber, un atuendo superior e inferior; (1) (Podría preguntarse de que forma quien se ocupa a diario en la adoración de la deidad puede procurarse ropas nuevas cada día. Quizás algunas personas ricas puedan hacerlo, pero eso no es posible para todos. Así pues, hay que entender que este mandato se comprende significando que las ropas personales deben ser lavadas a diario en agua pura); (6) adorar la deidad personal (Sanãtana Gosvãmi dice que esto significa ofrecer agua mientras uno se está bañando y que no se refiere a la adoración de la deidad en el templo, que se ordena separadamente); (7) hacer las marcas de tilaka en el entrecejo con gopicandana o alguna otra arcilla o tierra pura, como ser la del Radha Kunda o la base de la planta tulasi; (8) usar gopicandana para decorar diariamente el cuerpo con las cinco armas del Señor Visnu, a saber la caracola, el disco, la maza, la espada y el arco; (esta costumbre no es seguida por los Gaudiya Vaisnavas que simplemente marcan doce partes del cuerpo con tilaka); (9) tomar el caranãmrta, el agua que ha lavado a la deidad; (10) usar collares hechos de tulasi y metales preciosos o joyas; (los Gaudiya Vaisnavas simplemente usan unas cuantas vueltas de cuentas de tulasi alrededor del cuello); (11) remover las flores remanentes de la deidad de Visnu y Su altar; (12) espolvorear la madera de sándalo usada por la deidad sobre el cuerpo como prasãda; (13) adorar nuestra deidad personal en la Sãlagrãma-silã o imagen; 99 (14) comer los remanentes de tulasi del Señor Visnu o colocarlos en la cabeza como un adorno; (15) recoger hojas de tulasi de acuerdo a las normas; (16) realizar la meditación Pãñcarãtriki en el mantra tres veces al día, de acuerdo a las regulaciones; (17) atarse la sikhã al comienzo de la adoración o ejecución de sandhyã; (18) hacer las ofrendas personales (tarpana) a los antepasados con el caranãmrta del Señor Visnu; (19) servir a la deidad (si se cuenta con el talento) del modo que cuadra a un rey; (20) realizar los ritos regulares (nitya-kriyã) y ocasionales (naimittika-kriyã) solo cuando no van en contra de los principios de la devoción a Visnu. [Nitya-kriyã son ritos como bañarse y cantar los mantras personales, etc., mientras que el naimittika-kriyã son ritos de pasaje, como ser hacer ofrendas a los ancestros (srãddha, tarpana, etc.) (21) realizar el bhuta-suddhi (“auto-purificación”) antes de sandhyã y la puja y los nyãsas; (2) (22) ofrecer frutas frescas de estación y flores al Señor.
LAS OFRENDAS DEL DEVOTO Y DEL NO DEVOTO
Los devotos consideran el amor puro por Dios como la meta definitiva de la vida. Los obreros fruitivos consideran la habilidad para realizar los deberes prescritos, la riqueza y la gratificación de los sentidos como los objetivos de la vida, o purusãrthas. Estos son los propósitos más burdos que motivan sus acciones. A un nivel más sutil, los filósofos se interesan en la liberación. Los devotos sin embargo, consideran que en todos esos casos, existe un deseo ya sea burdo o sutil por satisfacer los sentidos personales. Así pues, ellos permanecen lo más apartados posible de la asociación de quienes tienen estas cuatro clases de deseos egoístas. Esas personas quizás pretendan estar adorando a Nãrãyana pese a sus motivaciones egoístas, mas cuando vienen con el prasãda los devotos son reacios a aceptarlo de ellos pues temen sus efectos negativos en su actitud de devoción pura. El Señor Mismo está anhelando aceptar las ofrendas de un devoto puro, pero es completamente indiferente a las ofrendas del devoto superficial que no tiene otro interés que su gratificación personal sensual. Hay un verso del Caitanya Caritãmrta que sustenta este concepto:
bhaktera dravya prabhu kãri kãri khãya abhaktera dravya prabhu ulati nã cãya
“El Señor arrebata la comida del devoto y la come; El ni siquiera se da vuelta para mirar la comida de un no devoto”.
El Señor se complace mucho en esas ofrendas ordinarias de comida como ser el arroz trozado del gran devoto, la esposa de Vidura, los cuatro puñados de arroz plano traídos por Sudãmã Vipra, las flores de banana del devoto Sridhara y las pepitas del árbol bananero, así como el agua de coco de Rãghava Pandita. Por otro lado, las costosas elaboraciones de los no devotos como Duryodhana, no Le atraen.
Una vez más, aunque el Señor no tiene interés en las ofrendas de los no devotos, El exhibe una actitud misericordiosa por los sencillos o los que ignoran las verdades espirituales. Aunque El no acepta de inmediato su adoración, los guía hacia la asociación de los devotos. A través de dicha asociación de devotos puros, estas personas inocentes (bãlisa) pronto se vuelven conscientes de la teología Vaisnava. Luego se tornan lo bastante afortunados como para tomar refugio en un maestro 100 espiritual y aprenden los secretos de la adoración del Señor Supremo. Krishna Mismo dice en el Bhagavad-gitã:
patram puspam phalam toyam yo me bhaktyã prayacchati tad aham bhakty-upahrtam asinãmi prayatãtmanah
“Si alguien de corazón puro Me ofrece una hoja, una fruta, una flor o un poco de agua con devoción, Yo acepto de buen grado su donación de amor”.
(Gitã 9.26)
“Los adoradores de otros semidioses se esfuerzan mucho por hacerMe ofrendas hechas de maravillosos ingredientes, mas puesto que su fe es momentánea, Yo no las acepto. El motivo es que ellos se sienten de alguna manera compelidos a hacer estas ofrendas y no son realmente sinceros”.
El Señor en Su forma deidad no solo acepta las ofrendas afectuosas de Sus devotos exclusivos, El en ocasiones llega hasta a comerlas. Según los comentaristas, las palabras prayatãtmanah en el verso anterior se interpreta como “aquel cuyo cuerpo y mente son puros”. Prosiguen parafraseando las palabras del Señor como sigue: “Yo por consiguiente no acepto las ofrendas de alguien cuyo corazón sea impuro, en otras palabras, las mujeres en su período mensual y otros, no deben hacer tales ofrendas” (apavitra-sariratve sati nãsnãmiti rajasvalãdayo vyãvrttãh).
(23) adorar regularmente la planta tulasi; (24) adorar regularmente el Srimad Bhãgavatam; (25) adorar a Visnu tres veces al día, en la mañana, al mediodía y al anochecer; (26) oír a diario el Srimad Bhãgavatam y otras Escrituras como los Puranas; (27) usar las ropas que han sido usadas por la Deidad; (28) aceptar las obras piadosas como la orden del Señor Mismo y realizarlas con un espíritu servicial, pensando, “Me estoy ocupando conforme a la voluntad del Señor” (yathã niyukto’smi tathã karomi); (29) aceptar las órdenes del maestro espiritual; (30) creer en las palabras del maestro espiritual; (31) decorarse con los propios mudras (sva-mudrã-racanam);
LOS SIMBOLOS VAISNAVAS
Sanãtana Gosvãmi explica en su comentario que “propios” significa los relativos al objeto de adoración personal como los designa el mantra, mas él no explica la palabra mudra, que connota diversos significados. En la edición Berhampore del Hari Bhakti-vilãsa, esta palabra se explica como “el tilak, etc., que pertenecen a la propia sampradãya”. Los adoradores de Laksmi-Nãrãyana y demás devotos de los aspectos majestuosos del Señor, no solo marcan sus cuerpos con las armas del Señor (ver n.8 ) sino que también colocan otras marcas que representan la encarnación Pez, la encarnación Tortuga, etc. Estas señales, a menudo estampadas en el cuerpo, son también llamadas mudra. A veces se hace el tapta-mudrã o marcaciones permanentes de esta clase en el cuerpo de los Vaisnavas de las escuelas Madhva o Rãmãnuja. Esta es una costumbre no seguida por los Gaudiya Vaisnavas.
En el décimo quinto capítulo del Hari Bhakti-vilãsa se brinda una descripción ampliada de estas marcaciones:
“El duodécimo día de la Luna creciente, en el mes de Ãsãdha (Junio-Julio), cuando el Señor Hari está por ir a dormir, un Vaisnava iniciado debe romper su ayuno Ekãdãsi y luego estampar los símbolos (tapta-mudra) de Visnu en su cuerpo”. (Hari Bhakti-vilãsa 15.24)
Esta marcación del cuerpo se compara con el uso de la esposa fiel de las señales del matrimonio, como ser los brazaletes de conchillas. El verso menciona que el Señor Hari está por ir a descansar.
En efecto, el día anterior es el Sayana Ekãdãsi, que marca el comienzo del período de Cãturmasya, durante el cual se refiere duerme el Señor Visnu. En ocasiones se explica que Dvãdãsi es una extensión de Ekãdasi, en tal sentido, esta suerte de declaración está permitida. En ciertos casos, se puede hacer el tapta-mudrã en el propio día de Ekãdasi. Lo mismo rige para el Pãrsva Ekãdasi (que marca el punto medio entre el Cãturmãsya cuando se refiere Visnu se da vuelta en Su sueño) y el Utthãna Ekãdasi (al final del período de cuatro meses, cuando Visnu se levanta).
El Hari Bhakti-vilãsa (15.52) prosigue describiendo los símbolos, también llamados las cinco armas de Visnu (pañcayudha) y la parte del cuerpo donde deben estamparse. La maza de Visnu llamada Kaumudaki va en la frente; sobra la cabeza, el arco y carcaj de Visnu; sobre el corazón va la espada de Visnu llamada Nandaka; los brahmanas deben colocar Su disco Sudarsana en el brazo derecho, Su caracola en el izquierdo.
Aunque estos tres días son apartados para marcar los símbolos de Visnu con un hierro al rojo vivo, en todas las demás ocasiones los Vaisnavas usan la arcilla gopicandana para hacerlo.
Así pues, se refiere, “La persona inteligente se marca a diario con los símbolos como el descrito con gopicandana. En Sayana Ekãdasi y demás fechas específicas, se estampan estos símbolos en el cuerpo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.116)
En este mismo capítulo del Hari Bhakti-vilãsa, se cita una sección del Gautamiya-tantra, brindando las regulaciones para el uso del gopicandana para marcar el cuerpo con los símbolos de Visnu: “Se debe colocar el disco en el brazo derecho; la caracola tanto en el derecho como en el izquierdo; la maza en el izquierdo y debajo de la maza, otro disco. Por encima de la caracola en ambos brazos se debe estampar el loto. La espada va en el pecho y el arco y el carcaj van en la cabeza. Todo Vaisnava debe primero usar las cinco armas de Visnu; seguidamente debe estampar el símbolo de la encarnación Pez en la mano derecha y la Tortuga en la izquierda”. También se dice: “El brahmana debe colocar el Sudarsana-cakra, el Pez y el loto en su brazo derecho, la caracola, el loto y la maza en el brazo izquierdo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.110-113)
Sanãtana escribe en su comentario al verso 111 que, en efecto, uno puede colocar cualquiera de los mudras en cualquier parte del cuerpo que desee. Esto lo confirma además el Hari Bhakti-vilãsa, que expresa: “Alternativamente, siguiendo las tradiciones de sus propios sampradãya ãcãryas, se pueden ubicar la caracola, el disco y demás señales en cualquier parte del cuerpo, a voluntad, agregando atento a la devoción las marcaciones específicas que identifican a la deidad personal”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.114)
La Escritura dice que la persona cuyo cuerpo está decorado con las marcas que representan la caracola del Señor, etc., nunca puede ser invadida por el pecado. Estos símbolos actúan a modo de escudo o kavaca para el Vaisnava.
Para los de nuestra sucesión discipular (especifica Sanãtana en su comentario) estos símbolos son la flauta, etc., que evocan a Sri Krishna. En el siguiente verso (Hari Bhakti-vilãsa 4.115) se explica que algunos colocan el disco y la caracola juntos (cakra-sankhau ca dhãryete sammisrãv eva kaiscana). Sanãtana explica: “No es incorrecto usar el signo de la caracola del Señor, pues es Su asociado eterno y uno de Sus devotos principales. Se refiere que cierta vez la esposa de un brahmana abortó al oír su sonido. El brahmana se enojó y maldijo a la caracola a tomar nacimiento como un demonio. Fue durante ese nacimiento en particular como hijo del demonio Pañcajanya, que recibió su mismo nombre. En mérito a esa relación demoníaca, algunos Vaisnavas colocan la señal de la caracola por separado”.
El Hari Bhakti-vilãsa (4.117) declara que se debe estampar alternativamente el cuerpo, ya sea con los nombres del Señor o con mantras enteros como los de ocho sílabas (om nãrãyanãya namah) o el de cinco sílabas (klim krsnãya svãhã); (mudrã vã bhagavan-nãmnãnkitã vãstãksarãdibhih).
En nuestra sucesión discipular, ciertos Vaisnavas que adoran en el madhura-rasa estampan los nombres de Gaura, el mantra Hare Krishna o las huellas plantares del Señor en su pecho, brazos o en otra parte. El propósito de esa costumbre es ayudarnos a recordar al Señor. Esta es asimismo la intención fundamental de la colocación del tilaka en doce partes del cuerpo y colocar las cuentas de tulasi alrededor del cuello. Todos los Vaisnavas de la escuela Gaudiya están obligados a seguir esta costumbre.
El Hari Bhakti-vilãsa continúa con una cita del Nãradiya Purana: “Los Vaisnavas son reconocibles por el collar de tulasi o semilla de loto que usan, las marcas verticales de gopicandana o madera de sándalo en sus frentes y los signos de la caracola y el disco en sus hombros. Tales Vaisnavas purifican rápidamente al mundo”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.123)
El verso subsiguiente es de espíritu similar: “Yo soy el sirviente de aquel cuyos brazos están marcados con los símbolos de Visnu, cuyo poder de oratoria se utiliza constantemente para glorificar los nombres de la Persona Suprema, que usa las líneas verticales de tilaka en su frente y un collar de semillas de loto”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.124)
Hemos de reconocer que previamente se ha dicho que aunque alguien use los símbolos recordatorios del Señor Supremo, si actúa de un modo contrario a los principios de la devoción como se trazan en las Escrituras, participando incluso en actividades pecaminosas, luego no se lo debe considerar digno de asociación. Debe, sin embargo, recibir respeto debido a que ostenta las señales externas de un Vaisnava.
En el Brahma Purana se expresa: “Todo aquel que no ofrezca respeto a quien esté marcado con los símbolos de Krishna, perderá el mérito acumulado de 12 años de actos piadosos”.
(Hari Bhakti-vilãsa 4.98)
En el Padma Purana, se hace la siguiente declaración sobre la estampación de los símbolos en el cuerpo: “Hay que purificarse mirando al Sol si alguna vez se ha de contemplar el rostro de un ser humano inferior que blasfeme a un devoto tatuado con los símbolos de Visnu, como ser el disco”.
(Hari Bhakti-vilãsa 15.40)
En este mandato no se indican los signos en la mano, hechos en determinados momentos en el curso de la adoración, llamados también mudras. Estos mudras poseen nombres como ãvãhani (usados al convocar a la deidad), sthãpini (al sentarla); sannidhãpani (aproximándola); dhenu (“la vaca”); matsya, (“el pez”); kurma (“la tortuga”); sankha (“la caracola”); cakra (“el disco”); gadã (“la maza”); padma (“el loto”), etc. Hay particularmente dieciséis de esos movimientos con las manos que se utilizan en cada etapa de la adoración con dieciséis elementos (sodasopacãra).
(32) cantar canciones devocionales; (33) danzar para la Deidad, (3) (34) hacer sonidos auspiciosos como soplar la caracola para recordarnos al Señor; (35) actuar obras dramáticas sobre los pasatiempos del Señor; (36) realizar sacrificios de fuego de acuerdo a las regulaciones de las Escrituras; (37) hacer ofrendas a la Deidad; (38) invitar a las personas santas y devotos a nuestro hogar; (39) realizar la puja; (40) tomar los remanentes de comida ofrecida a las Deidades y los Vaisnavas; (41) tomar los remanentes del pãn ofrecido a la Deidad; [los Gaudiya Vaisnavas han adoptado el humor de Rãdhãrãni en Su separación de Krishna después que El parte hacia Mathurã.
En ese espíritu de separación, ellos buscan constantemente a su Señor, orando, “ ¿Dónde está el Señor de mi vida, el que toca la flauta?”. En este humor de vipralambha, que fue el ejemplo sentado por Sri Caitanya Mahãprabhu Mismo, los Gaudiya Vaisnavas no ponen el pãn en su boca ni lo tragan, aunque esté ofrecido a Rãdhã y Govinda como un elemento de sus pasatiempos de unión.
Antes bien, lo colocan sobre sus cabezas, como señal de respeto. Se puede ofrecer tãmbula a Sri Caitanya Mahãprabhu sabiendo que El es la encarnación combinada tanto de Rãdhã como de Krishna, mas sin comerlo después, solo respetándolo y adorándolo como remanente de la Deidad. El motivo es que el tãmbula es considerado un afrodisíaco. Srimati Rãdhãrãni, la hija del Rey Vrsabhãnu, es la encarnación del aspecto más elevado de la emoción divina o mahãbhãva. Ella es la amada de Krishna, la principal de Sus amantes, totalmente absorta en El. Ella encanta a Aquel que fascina incluso al propio Cupido. Ella ofrece pãn a Krishna para complacerlo, aumentando Su deseo de amor trascendental. Su única motivación es complacer Sus sentidos. Sin embargo, si alguien pretendiera aceptar el prasãdi pãn sin esta clase de motivación pura, simplemente de modo de aumentar la propia capacidad de complacencia de sus sentidos, esto no es aprobado por quienes buscan lograr el servicio devocional puro. Los principiantes en la práctica devocional están llenos de contaminaciones y no deben ingresar a zonas que están más allá del reino de su competencia. Quizás pretendan estar honrando el prasadãm, pero el resultado sin embargo, será que despierten sus deseos escondidos de disfrute sensorial y se volverán sensuales. Por esa razón, los Gaudiya Vaisnavas no comen prasãdi pãn, sino que lo veneran posándolo en sus cabezas. Por supuesto pueden ingerirse otras clases de alimentos prasãdi, mas incluso en ese caso, Srila Krishnadãsa Kavirãja Gosvãmi ha advertido:
jihvãra lãlase jebã iti uti dhãya sisnodara-parãyana krsna nãhi pãya
“Quien corre de un lado a otro con el deseo de complacer su lengua, se apega a su estómago y genitales y no obtiene a Krishna”.
(Caitanya Caritãmrta 3.6.227)
(42) asociarse con Vaisnavas. (Hay muchas citas Escriturales que ilustran la importancia de dicha asociación, y las mismas han sido discutidas en un capítulo anterior); (43) inquirir sobre los aspectos particulares del deber, o sea, los deberes religiosos relacionados con el servicio devocional; (44) seguir las reglas particulares de ayuno que rigen para los tres días desde Dasami a Dvãdasi. (Conforme al Hari Bhakti-vilãsa, en Dasami y Dvãdasi, solo se debe comer una vez al mediodía, tomando havisyãnna, un atole sin sal o especias. En Ekãdasi, se debe ayunar sin tomar siquiera agua. Alternativamente, uno puede tomar anukalpa, un poco de prasãda sin granos. Hay que estar fijo en conservar fielmente los votos en estos tres días, en la medida en que se goce de un buen estado de salud)/ (4); (45) observar las festividades y días sagrados Vaisnavas e ir en los peregrinajes (Sanãtana Gosvãmi comenta que las fiestas y días sagrados incluyen Janmãstami, etc., mientras que peregrinaje se refiere a visitar los templos, etc. Por extensión, este mandato abarca hacer tulasi y jardines de flores, etc.); (46) observar los ocho días especiales (Los ocho días especiales (vãsarãstakam) son los ocho grandes Dvãdãsis: Unmilani, Vyañjulio, Trisprsã, Paksavardhini, Jayã, Vijayã, Jayanti, Pãpanãsini); (47) hacer las debidas ofrendas de comida y servicio a la Deidad, según la estación, de ser posible al estilo real (Sanãtana da el ejemplo del festival de columpio en la Primavera, como un tipo de servicio apropiado a esa estación); (48) acatar todas las observancias especiales Vaisnavas; (49) pensar en el maestro espiritual como Dios; [Hay muchos versos que deben ser estudiados en relación con esta idea. Algunos de ellos son:
saksãd-dharitvena samasta-sãstrair uktas tathã bhãvyata eva sabdhih kintu prabhor yah priya eva tasya vande guroh sri-caranãravindam
“Yo adoro los pies de loto de mi maestro espiritual, quien como expresan todas las Escrituras es el Señor Hari Mismo y es ciertamente concebido de ese modo por todos los santos. Esta identidad se debe a que es muy querido para el Señor”.
(Gurvastakam 7, Visvanãtha Cakravarti)
mukunda-presthatve smara param ajasram nanu manah
“¡Oh mente! Piensa en el guru como aquel que es muy querido para Mukunda”.
(Manahsiksã, 2, Raghunãtha dãsa)
ãcãryam mãm vijãniyãn nãvamanyeta karhicit na martya-buddhyãsuyeta sarva-deva-mayo guruh
“Sabe que el guru es Mi propio ser y nunca lo desdeñes. Nunca lo consideres un hombre ordinario, pues el guru es la suma total de todos los semidioses”.
(Srimad Bhãgavatam 11.17.27) (50) cuidar la planta tulasi y colectar diariamente sus hojas; (51) servir a la Deidad y al guru, poniéndolos a descansar con masajes en los pies y un lecho apropiado para dormir, etc.
(52) a la hora de ir a la cama, recordar a Rãma y Su entorno, pues se dice que:
rãmam skandam hanumantam vainateyam vrkodaram sayane yah smaren nityam duhsvapnas tasya nasyati
“Aquel que recuerda a Rãma, Skanda, Hanuman, Garuda o Bhima antes de ir a la cama, nunca tendrá pesadillas”.
(Hari Bhakti-vilãsa 11.155)
LAS PROHIBICIONES PARA EL VISNU-YÃMALA
Estas son las cincuenta y dos reglas que cabe esperar acate un discípulo iniciado. Hay asimismo cincuenta y dos prohibiciones enumeradas en el mismo Visnu-yãmala. Se prohibe al discípulo iniciado: 53) dormir en el amanecer o el crepúsculo; (54) ir al toilet sin limpiarse después con tierra; (55) realizar el ãcamana de pie; (56) sentarse en el asiento del guru; (57) sentarse delante del maestro espiritual con las piernas extendidas; (58) pisar la sombra del maestro espiritual; (59) pasar por alto el baño matutino si se goza de buena salud; en caso de estar enfermo, debe bañarse mentalmente y luego colocarse ropas limpias; (60) pasar por alto la adoración diaria de la Deidad, a menos que se halle incapacitado; (61) olvidar despertar a la Deidad y el maestro espiritual para saludarlos en la mañana; (62) hacer una exhibición de su erudición delante del maestro espiritual; (63) sentarse en cuclillas delante del maestro espiritual; (5) (64) colocarse el tilaka sin pronunciar la correspondiente fórmula; (65) hacer el ãcamana, sin pronunciar la correspondiente fórmula; (66) usar ropas azules; (67) hacer amistad con los no devotos. (Como escribiera Narottama en el Prema-bhakticandrika:
karmi jñãni michã bhakta nã habe tãhe anurakta - “No pongas tu cariño en los trabajadores fruitivos, los filósofos impersonalistas y los falsos devotos”); (68) leer textos que no enseñen el servicio devocional; (69) apegarse a cuestiones triviales y placeres; (70) comer carne o ingerir bebidas alcohólicas; (71) ingerir otras sustancias intoxicantes; (72) comer lentejas rojas (masura) y demás alimentos en la modalidad de la ignorancia, como ser arroz quemado, etc.; (73) comer sãka, tumbi o kalañja, etc.: (Sãka se refiere a ciertas clases de hojas que afectan adversamente la vista o la fuerza corporal, en resumen, cualquier clase de vegetal que sea malsano para la salud. Por supuesto hay muchas otras clases de hojas, como ser patola-sãka, vãstuka o betho sãka, nalitã (espinaca preparada con las hojas de la planta de cáñamo y demás clases de espinaca que están permitidas. La espinaca vãstuka agradaba particularmente a Sri Caitanya Mahãprabhu.
Nosotros seguimos a Bhaktivinoda Thãkura en el canto diario:
gaura priya sãka sevane jivana sãrthaka mãni
“Considero mi vida perfecta cuando como la espinaca que es querida a Gaura”.
suktã-sãkãdi bhãji nãlitã kusmãnda
“Yasoda sirve suktã, diversas clases de espinaca, vegetales fritos, espinaca de yute y calabaza”.
El tumbi es también llamado alãmbu y en bengalí se lo conoce comúnmente como lãu, en inglés, “bottle-gourd” (*) Lo que se prohibe aquí son determinadas clases de calabazas como ser la tumba redonda, el lãu blanco y la calabaza amarga y no cada clase de calabacín o calabaza. Mahãprabhu era particularmente aficionado a una preparación hecha con lãu y leche. Cada anochecer, antes de tomar sannyãsa, El comía el lãu traído por Su devoto Sridhara, que era cocinado con leche por Su madre Saci.
En el diccionario de Sánscrito encontramos la definición de kalañja: sabda-kalpa-druma como sigue: visãstra-hata-mrga-paksinau - “animal o pájaro abatido con un arma venenosa o la carne de dicha criatura”. (6) También se describe como carne seca. Las palabras na kalanjam bhaksajet (“no comáis kalañja) se hallan asimismo en los Upanisads. Otras Escrituras también declaran que comer carne seca, tener relaciones sexuales con una mujer mayor que uno mismo, los primeros rayos del Sol, las cuajadas hechas con leche recién ordeñada, la actividad sexual y dormir después de la puesta de Sol, todo ello vicia la energía vital. En Tretã y Dvãparã Yugas, a los ksatriyas se les permitía comer la carne de los animales que habían cazado personalmente. En Kali-yuga sin embargo, hay varias clases de comportamientos denominados kali-varjya, que no están permitidos. Son cinco en total: la ejecución del sacrificio de caballo (asvamedha-yajña), el sacrificio de la vaca (go-medha yajña), la renuncia a las obras (karma-sannyãsa), hacer ofrendas de carne a los antepasados y la costumbre de que el hermano menor engendre progenie para mantener el linaje familiar.
(Caitanya Caritãmrta 1.18.64)
asvamedham gavãlambham sannyãsam palapaitrkam devarena sutotpattim kalau pañca vivarjayet
La palabra “etc.” en el verso original que describe esta regla, significa según Sanãtana Gosvãmi la berenjena. En el octavo capítulo del Hari Bhakti-vilãsa, versos 64-65, hay otra lista de comidas prohibidas que incluyen las cebollas y el ajo.
(74) tomar alimento ofrecido por un no devoto; (75) acatar cualesquiera observancias especiales relativas a dioses ajenos a Visnu; (76) cantar cualquier otra fórmula ajena a los mantras de Visnu; (77) ocuparse en cualquier clase de ritos de magia negra, como ser mãrana (creado para _____________________________ (*) En español, “calabacín”. N. de T.
107 matar a alguien), uccãtana (creado para causar aflicciones a otro) o vasikarana (tener a alguien en calidad de esclavo); (78) adorar a la Deidad con ingredientes inferiores cuando se puede mejorar; (79) permitirse ser superado por emociones como el dolor; (80) observar el Ekãdasi cuando se superpone a Dasami; (81) diferenciar entre la quincena creciente del Ekãdasi y la quincena menguante; (en otras palabras, el ayuno debe ser descartado si en cualesquiera Ekãdasi no se hace diferencia); (82) ocuparse en cuestiones comerciales ilícitas o apostar; (83) comer frutas y afines en un día de ayuno si se puede ayunar completamente; (84) celebrar la ceremonia srãddha en Ekãdasi; (85) dormir durante el día de Dvãdasi; (86) recoger hojas de tulasi en Dvãdasi; (87) evitar bañar a Visnu en Dvãdasi; (88) realizar la ceremonia srãddha con algo que no sea Visnu prasãda: (89) realizar la vrddhi-srãddha (una ofrenda a los progenitores en cualquier ocasión próspera como ser el nacimiento de un hijo, etc.) sin hojas de tulasi; (90) realizar una ceremonia srãddha con un sacerdote no Vaisnava (a lo que Sanãtana añade: “donde no hay Vaisnavas presentes, o donde se emplea algo que no es Visnu prasãda para hacer las oblaciones”); (91) usar agua para purificarse personalmente con ãcamana, tras haber bebido caranãmrta; (92) adorar al Señor estando sentado en un asiento de madera (Puede hacerse en tanto no se esté sentado directamente sobre la madera, o sea sobre un trozo de tela tendido sobre la madera); (93) ocuparse en charlas inútiles a la vez que se realiza la adoración o puja de la Deidad; (94) adorar con adelfas (7) y demás flores venenosas (como la hierba calotropis ginatea); (95) usar implementos de hierro en la adoración; (96) usar tilaka horizontal como los Sivaítas; (97) usar cualquier artículo impuro o sin lavar, para adorar la Deidad o adorar con una mente desatenta; (98) ofrecer reverencias con una sola mano o circumbalar solo una vez; (99) ofrecer a la Deidad alimentos sobrantes o alimentos que han sido contaminados por el contacto con los sobrantes; (100) cantar el mantra sin contar la cantidad de veces que uno lo hace (El mantra aquí aludido es aquel que contiene una sílaba germinal y contiene la palabra svãhã o namah y que ha sido concedido por el maestro espiritual. La regla es que se debe cantar siempre el mantra una cantidad establecida de veces por día. Esto no se aplica al maha-mantra (Hare Krishna) que puede ser cantado ya sea en cuentas, conforme a un número fijo o en voz alta, sin contar); (101) revelar el mantra a cualquiera; (102) debido al empleo en algún acto pecaminoso, perder las principales ocasiones para la ejecución de actos devocionales o (103) ocuparse en la ejecución de actos religiosos en otros horarios que los prescritos; (104) mostrar rechazo por tomar el Visnu prasãda.
LA CEREMONIA DE INICIACION
Todos los Vaisnavas deben ser cuidadosos y evitar cualquiera de estos actos prohibidos. Antes de dar la iniciación, el guru debe instruir al discípulo en perspectiva en estas cincuenta y dos prescripciones y cincuenta y dos prohibiciones. El discípulo debe aceptar cualquiera de estos mandamientos diciendo bãdham o “Yo acepto”. Cuando el discípulo ha convenido en hacer todo, el 108 guru debe hacerle realizar la ceremonia de las luces y seguidamente adorar a la Deidad. Una vez hecho esto, el guru susurra el mantra en su oído derecho.
angikare krte bãdham tan-nirãjana-purvakam deva-pujãm kãrayitvã daksa-karne mantram japet
“Tras haber sido así iniciado, el discípulo ahora completamente concretado, debe ponerse de pie y luego postrarse delante del maestro espiritual, colocando su cabeza en los pies del guru en la medida en que se le permita. Seguidamente, solicitándole sus bendiciones, el discípulo debe hacer donaciones al guru hasta el límite de su capacidad”.
(Hari bhakti vilãsa 2.179)
Después de adorar a su maestro espiritual, debe continuar adorando a los demás Vaisnavas conforme a su capacidad y luego alimentarlos a todos. Tras recibir las bendiciones del guru y los Vaisnavas, ha de solicitar su permiso y sentarse a comer junto a su familia y amigos. La persona afortunada que acate este procedimiento Escritural para la iniciación, ciertamente tendrá una vida larga y bendita, concretando todos sus sueños.
Toda la parafernalia, como ser el recipiente de agua que haya sido utilizado para realizar los rituales de iniciación, deben ser respetuosamente ofrecidos al maestro espiritual como regalos (daksinã), aunque él no solicite que se le entreguen. El guru no pedirá más de su estudiante que la honra a sus enseñanzas. De todos modos, el discípulo no debe demostrar avaricia sino antes bien presentar al guru regalos de tierra, vacas, ropas, oro o lo que sea que esté a su alcance. También debe anhelar complacer a la esposa e hijos del guru con presentes tales como ornamentos de oro. Sin embargo, si un discípulo pobre no puede sino ofrecer su persona con sentida sinceridad, el maestro espiritual estará contento.
Los eruditos de las Escrituras han dado el nombre de diksã al proceso por el cual una entidad viviente obtiene el conocimiento divino y, abandonando la felicidad que proviene del accionar de los objetos sensoriales temporales, ingresa a la búsqueda de la devoción eterna por el Señor Krishna. El resultado secundario de este proceso es que todas sus tendencias al pecado son completamente eliminadas. La verdadera satisfacción del maestro espiritual se produce al ver el sincero esfuerzo del discípulo por ocuparse en el servicio devocional sin ninguna aspiración por los disfrutes del mundo, la liberación o los poderes yóguicos. Esta actitud se denomina jñãna-sandesa-daksinã o “el regalo de la búsqueda sincera de conocimiento”. Los falsos maestros buscan el servicio, la fama, la riqueza y demás provechos de sus discípulos, mientras que el verdadero guru es feliz simplemente al ver que el deseo por adorar al Señor se incrementa en su discípulo.
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