Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Hasta el Seïor Çiva y el Seïor Brahmä dependen de las bendiciones del Seïor Kåñëa, y, por lo tanto, a Kåñëa se le llama el Seïor de todos los benefactores. En consecuencia, el Seïor Kåñëa puede ofrecer a Sus devotos todo lo que ellos quieran, pero, aun así, la oración del devoto continúa:
“Yo no te pido la liberación ni ninguna facilidad material que este por debajo de ella. Lo que quiero como favor Tuyo es que pueda pensar siempre en la forma en la que ahora te veo. Tu forma de Dämodara. Tú eres tan hermoso y atractivo, que mi mente no quiere nada aparte de esta forma maravillosa.” (N. de la D. pág. 41).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En esa misma oración hay otro pasaje, en el que se dice:
“Mi querido Seïor Dämodara, una vez, mientras jugabas como un niïo travieso en la casa de Nanda Mahäräja, rompiste la caja que contenía yogur, y debido a ello la madre Yaçodä consideró que habías cometido una falta y te ató con una cuerda al mortero que usaban en la casa. En esa ocasión Tú liberaste a dos hijos de Kuvera, Nalaküvara y Maëigréva, que se encontraban en forma de dos árboles arjuna en el patio de Nanda Mahäräja. Lo único que pido es que, mediante Tus misericordiosos pasatiempos, me liberes del mismo modo.” (N. de la D. pág. 41)
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Hay un pasaje en El Hayaçérña-païcarätra, que dice:
“Mi querido Seïor, ¡oh, Suprema Personalidad de Dios!, yo no quiero ninguna bendición como resultado de mi vida religiosa, ni quiero ningún desarrollo económico, ni quiero gozar de la complacencia de los sentidos ni de la liberación. Yo simplemente pido ser un servidor eterno situado a Tus pies de loto. Por favor, compláceme y dame esa bendición.” (N. de la D. pág. 42).
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En un pasaje similar de El Närada-païcarätra se dice:
“Mi querido Seïor, yo no deseo alcanzar ninguna etapa de la perfección mediante la celebración de las ceremonias religiosas de los rituales, ni mediante el desarrollo económico, ni mediante la complacencia de los sentidos ni la liberación. Yo solamente te pido que me concedas el favor de mantenerme bajo Tus pies de loto. Yo no deseo ninguna clase de liberación tal como la de sälokya (residir en Tu planeta) o särüpya (tener las mismas características corporales que Tú). Yo simplemente ruego que me concedas el favor de que pueda dedicarme siempre a Tu servicio amoroso.” (N. de la D. pág. 43).
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En el Padma Puräëa hay un pasaje sobre la sumisión con humildad. Ahí se dice:
“Mi querido Seïor, no hay ninguna entidad viviente pecadora que lo sea más que yo. Ni hay ningún ofensor que sea peor que yo. Yo soy tan pecador y ofensor, que cuando vengo a confesar mis actividades pecaminosas ante Ti, siento vergüenza.” (N. de la D. pág. 87).
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En El Närada-païcarätra existe una declaración de sumisión acompaïada por el deseo de lograr la perfección. El devoto dice:
“Mi querido Seïor, ¿cuándo llegará el día en que me pidas que te abanique el cuerpo y, de acuerdo con Tu gusto, me digas, “Abanícame de esta forma”?” (N. de la D. pág. 88).
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En el mismo Närada-païcarätra hay otra expresión de sumisión, en la que el devoto dice:
“Mi querido Seïor, ¡oh, Tú, el de los ojos de loto!, ¿cuándo llegará el día en que a orillas del Yamunä yo me vuelva como un loco y continúe cantando Tu santo nombre mientras incesantes lágrimas fluyan de mis ojos?” (N. de la D. pág. 88).
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En el Decimo Canto, Capítulo Catorce, verso 8, se dice con respecto de esperar la misericordia del Seïor:
“Mi querido Seïor, cualquier persona que este constantemente en espera de que se le conceda Tu misericordia sin causa, y que continúa sufriendo las acciones resultantes de sus faltas pasadas ofreciendote reverencias respetuosas desde el fondo de su corazón, es sin duda merecedora de ser liberada, porque ello se ha vuelto su justo derecho.” (N. de la D. pág. 97).
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En El Padma Puräëa se explica el recuerdo al Seïor Kåñëa del modo siguiente:
“Permítaseme ofrecer mis reverencias respetuosas al Supremo Seïor Kåñëa, porque si alguien lo recuerda a El, ya sea en el momento de la muerte o durante el transcurso de su vida, queda libre de todas las reacciones pecaminosas.” (N. de la D. pág. 98).
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En El Hari-bhakti-viveka existe un pasaje que dice cómo se puede ofrecer el cuerpo en calidad de entrega. Ahí, el devoto dice:
“Mi querido Seïor, así como un animal vendido no tiene necesidad de pensar en su manutención y sustento, así mismo, como te he entregado mi cuerpo y mi alma, ya no me preocupa mi manutención y sustento.” (N. de la D. pág. 106).
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En El Hari-bhakti-viläsa aparece el siguiente pasaje sobre la entrega del ser:
“Mi querido Seïor, una persona que se ha entregado a Ti, que tiene la firme convicción de que es Tuya, y que actúa de esa forma con el cuerpo, la mente y las palabras, puede saborear verdaderamente la dicha trascendental.” (N. de la D. 107-108).
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Existe un pasaje similar en el Tercer Canto, Capítulo Siete, verso 19, de El Çrémad-Bhägavatam:
“Permítaseme convertirme en un sirviente sincero de los devotos, ya que por servirlos, se puede llegar a prestar un servicio devocional sin mezcla a los pies de loto del Seïor. El servicio a los devotos disminuye todas las condiciones materiales desdichadas y hace que se desarrolle en uno un profundo amor devocional por la Suprema Personalidad de Dios.” (N. de la D. pág. 110).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En El Bhaviñya Puräëa hay un pasaje que trata sobre la observancia de las diferentes ceremonias que celebran la aparición del Seïor (cumpleaïos) y otras actividades trascendentales. Se dice ahí:
“Mi querido Seïor Janärdana (Kåñëa), por favor infórmame la fecha en que Tu madre Devaké-devé le dio a luz. Si tienes la bondad de decirnos eso, observaremos una gran celebración en esa fecha. ¡Oh, destructor de Keçé!, nosotros somos almas ciento por ciento entregadas a Tus pies de loto, y solamente queremos complacerte con nuestras ceremonias.” (N. de la D. 112).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto alabó las características corporales de Kåñëa cuando vio al Seïor en Su aspecto personal manifiesto. El exclamó:
“¡Que maravilloso es el aspecto personal del Seïor Kåñëa! ¡Su cuello es como una caracola! Sus ojos son tan hermosos, como si ellos mismos descubrieran la belleza de una flor de loto. Su cuerpo es como el árbol de tamäla, muy oscuro. Su cabeza está protegida por un palio de cabello. En Su pecho están las marcas de Çrévatsa, y El lleva en las manos Su caracola. Con estas bellas características personales, el enemigo del demonio Madhu me ha parecido tan agradable, que El puede conferirme la dicha trascendental tan sólo con que yo vea Sus cualidades trascendentales.” (N. de la D. pág. 167).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un amigo de Nanda Mahäräja, hablando sobre los auspiciosos signos del cuerpo del Seïor Kåñëa, dijo lo siguiente:
“Mi querido rey de los pastores de vacas, puedo ver treinta y dos signos auspiciosos en el cuerpo de tu hijo. Me pregunto cómo es posible que este niïo haya nacido en una familia de pastores.” (N. de la D. pág. 171).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
El amigo de Nanda Mahäräja continuó:
“Este niïo tiene un brillo rojizo en siete lugares: en los ojos, en los extremos de las manos, en los extremos de las piernas, en el paladar, en los labios, en la lengua y en las uïas. Un brillo rojizo en estos siete lugares se considera auspicioso. Tres partes de Su cuerpo son muy anchas: la cintura, la frente y el pecho. Tres partes de Su cuerpo son cortas: el cuello, los muslos y el órgano genital. Tres partes de Su cuerpo son muy profundas: la voz, la inteligencia y el ombligo. Cinco partes de Su cuerpo son elevadas: la nariz, los brazos, los oídos, la frente y los muslos. Cinco partes de Su cuerpo son finas: la piel, el cabello y el vello de las otras partes de Su cuerpo, los dientes y las puntas de los dedos. El conjunto de todas estas características corporales se manifiesta solamente en los cuerpos de las grandes personalidades.” (N. de la D. págs. 171-172).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Kåñëa posee en Sus rasgos personales esta atractiva característica de rucira (agradable). En el Tercer Canto, Capítulo Dos, verso 13, de El Çrémad-Bhägavatam, hay una declaración acerca de esto:
“La Suprema Personalidad de Dios, con Su agradable indumentaria apareció en la escena de la arena de sacrificios cuando el rey Yudhiñöhira celebraba el sacrificio Räjasüya. Todas las personalidades importantes de las diferentes partes del universo habían sido invitadas a la arena de sacrificios, y todas ellas, al ver ahí a Kåñëa, consideraron que el Creador había consumado todo Su arte en la creación de ese cuerpo de Kåñëa en particular.” (N. de la D. pág. 172).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Existe otro oración, en la que se dice:
“¡Oh, mis queridos devotos del Seïor Kåñëa!, que la mano izquierda del Seïor Kåñëa, que ha levantado la colina de Govardhana como si fuera una pelota, los salve de todos los peligros.” (N. de la D. pág. 173).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
A la edad de la Juventud a Kåñëa se le describe de la siguiente manera:
“La fuerza de la juventud de Kåñëa se combinaba con Su hermosa sonrisa, que eclipsaba incluso la belleza de la Luna llena. El estaba siempre bien vestido, Su belleza sobrepasaba la de Cupido, y El siempre les atraía la mente a las gopés, con lo que ellas siempre sentían placer.” (N. de la D. págs. 173-174).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En El Padyävalé existe la siguiente conversación entre Kåñëa y Rädhä.
Una maïana, cuando Kåñëa se acercó a Rädhä, Rädhä le preguntó: “Mi querido Keçava, ¿dónde está Tu väsa ahora?” La palabra sánscrita väsa tiene tres significados: un significado es el de residencia, otro es el de fragancia y el otro es el de vestido.
En realidad, Rädhäräëé le preguntó a Kåñëa: “¿Dónde está Tu vestido?” Pero Kåñëa le dio el significado de residencia, y le contestó a Rädhäräëé: “Mi querida y cautivada amiga, en este momento Mi residencia está en Tus hermosos ojos.”
A esto, Rädhäräëé replicó: “Mi querido e ingenioso muchacho, no te pregunte por Tu residencia. Pregunte por Tu vestido.”
Kåñëa tomó entonces el significado de väsa correspondiente a fragancia, y dijo: “Mi querida y afortunada amiga, he adquirido esta fragancia tan sólo para relacionarme con tu cuerpo.”
Çrématé Rädhäräëé le preguntó luego a Kåñëa: “¿En dónde pasaste la noche?” La palabra sánscrita exacta que se usó en esta pregunta fue yäminyämuñitaù. Yäminyäm significa “de noche” y uñitaù significa “pasar.” Sin embargo, Kåñëa dividió la palabra yäminyämuñitaù en dos palabras separadas, es decir, yäminyä y muñitaù. Al dividir esta palabra en dos, se entendía que El había sido raptado por Yäminé, o la noche. en consecuencia, Kåñëa le contestó a Rädhäräëé: “Mi querida Rädhäräëé, ¿es posible que la noche me pueda raptar?” De esa forma, El estaba contestando todas las preguntas de Rädhäräëé con tanto ingenio, que llenó de alegría a ésta, la más querida de las gopés. (N. de la D. pág. 179).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En otra oración se dice:
“Mi querido Seïor Kåñëa, el mejor miembro de toda la dinastía Kuru. Tú eres tan imparcial, que recompensas incluso a Tu enemigo si lo merece; y si uno de Tus hijos es culpable de algo, Tú lo castigas. Esa es Tu tarea, porque Tú eres el autor supremo de los universos. En Ti no hay parcialidad alguna. Si alguien encuentra alguna parcialidad en Tus características, es seguro que está equivocado.” (N. de la D. pág. 188).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Por lo que toca al heroísmo de Kåñëa en la lucha, existe la siguiente declaración:
“Mi querido aniquilador del enemigo, así como los elefantes al mecer su trompa mientras se baïa en el lago, destruye todos los tallos de los lotos que están en el agua, así mismo, con tan sólo mover Tus brazos, que son como trompas de elefantes, Tú has matado a muchos enemigos como si fueran lotos.” (N. de la D. pág. 191).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Cuando Kåñëa estaba en este planeta, un devoto expresó sus sentimientos de la siguiente manera:
“Mi querido Seïor, si Tú no hubieras aparecido en este planeta, los asuras (los demonios) y los ateos sin duda que hubieran causado estragos en las actividades de los devotos. No puedo imaginarme la magnitud de la devastación que se evitó con Tu presencia.” (N. de la D. pág. 198).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Cualquier persona que tiene cualidades especiales, les resulta inmediatamente muy atractiva a las mujeres.
Un devoto dijo lo siguiente sobre las reinas de Dvärakä:
“¿Cómo puedo describir las glorias de las reinas de Dvärakä, que se dedicaban personalmente al servicio del Seïor? El Seïor es tan grande, que con sólo cantar Su nombre todos los grandes sabios, tales como Närada, pueden gozar de dicha trascendental. Entonces, ¿que podemos decir de esas reinas, que en todo momento veían al Seïor y le servían personalmente?” (N. de la D. pág. 198).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Kåñëa tenía en Dvärakä 16.108 esposas, y todas y cada una de ellas se sentían atraídas a Kåñëa igual que el hierro es atraído por un imán. A este respecto, un devoto dijo lo siguiente:
“Mi querido Seïor, Tú eres como un imán, y todas las damas de Vraja son como el hierro: ellas te siguen en la dirección en que te mueves, igual que el hierro es atraído por la fuerza magnetica.” (N. de la D. pág. 198).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Todos los grandes reyes y emperadores solían presentarse ante El, ofrecerles su obsequios y rendirle reverencias con sus yelmos a los pies del Seïor. Un devoto dijo lo siguiente:
“Mi querido Kåñëa, cuando Tú le ordenas a Brahmä “ahora crea el universo”, y cuando le ordenas al Seïor Çiva “ahora disuelve esta manifestación material”, Tú mismo estás con ello creando y disolviendo la creación material. Tan sólo por medio de Tus órdenes y de Tu representación parcial de Viñëu, Tú estás manteniendo los universos. Así pues, ¡oh, Kåñëa!, ¡oh, enemigo de Kaàsa!, existen muchísimos Brahmäs y Çivas que tan sólo ejecutan Tus órdenes.” (N. de la D. pág. 201).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto ha dicho sobre Kåñëa, que ejecuta actividades maravillosas:
“Yo se que Näräyaëa, el esposo de la diosa de la fortuna, y tambien se de muchas otras encarnaciones del Seïor. Ciertamente que todos los pasatiempos de esas encarnaciones me causan emoción, pero, no obstante, los pasatiempos del räsa-lélä que ejecuta el propio Seïor Kåñëa, están aumentando de un modo maravilloso mi placer trascendental.” (N. de la D. pág. 209).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Se sobreentiende que el Mahä-Viñëu es la fuente de todas las encarnaciones que aparecen en el mundo material. Pero debido a Su mayor y extraordinaria opulencia, entendemos que el hijo de Nanda Mahäräja tambien es la fuente del Mahä-Viñëu. Esto se confirma en El Brahma-Saàhitä, en donde se indica lo siguiente:
“Le ofrezco mis respetuosas reverencias a Govinda, cuya representación parcial es el Mahä-Viñëu.” (N. de la D. pág. 216).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un ejemplo de la naturaleza agradable de Kåñëa se describe de la siguiente manera en El Çrémad-Bhägavatam:
“Un día, mientras Kåñëa esperaba la llegada de Çrématé Rädhäräëé por la ribera del Yamunä, El se puso a hacer una guirnalda de flores kadamba. Mientras tanto, Çrématé Rädhäräëé se apareció ahí, y en ese momento, Muräré (Kåñëa), el enemigo de Mura, la miró muy dulcemente.” (N. de la D. pág. 220).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Las características perfectas de Kåñëa se describen de la siguiente manera:
“Mi querido enemigo de Kaàsa, Tus amplios ojos, Tu elevado pecho, Tus dos brazos cual pilares y la delgada porción central de Tu cuerpo, siempre le resultan encantadores a toda joven hermosa de ojos de loto.” (N. de la D. pág. 234).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Existen tambien ejemplos de voz quebrada debido al temor. Uno de los amigos de Kåñëa lo alabó a El de la siguiente manera:
“Mi querido amigo, Tu flauta fue entregada a Tu sirviente Patré, y cuando le pedí que la devolviera, comenzó a hablar con voz quebrada, y la tez se le puso amarilla.” (N. de la D. pág. 251).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Cuando varios de los grados de esos síntomas extáticos están visibles, la condición se conoce como “llameante.” Por ejemplo, uno de los amigos de Kåñëa le dijo a El:
“Mi querido amigo, tan pronto como escuche el sonido de Tu flauta que venía del bosque, las manos se me inmovilizaron casi por completo y los ojos se me llenaron de lágrimas, hasta el punto en que no pude reconocer Tu pluma de pavo real. Los muslos se me paralizaron casi por completo, a raíz de lo cual no podía moverme ni un centímetro. Por lo tanto, mi querido amigo, debo reconocer lo maravilloso que es el sonido de Tu flauta trascendental.” (N. de la D. pág. 254-255).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Çréla Rüpa Gosvämé seïala que cuando varios síntomas llegan a manifestarse de un modo muy resaltante, la condición del devoto puede llamarse “la más brillante.” Por ejemplo, un amigo de Kåñëa se dirigió a El de la siguiente manera:
“Mi querido Pétämbara, todos los residentes de Goloka Våndävana están sudando por haberse separado de Ti. Ellos se lamentan con diferentes palabras, y los ojos se les han humedecido con lágrimas. A decir verdad, todos ellos están muy confundidos.” (N. de la D. pág. 255).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Algunas veces se observa que cuando unos lógicos firmes, sin ningún vestigio de servicio devocional y sin comprender realmente las glorias trascendentales del Seïor, se sientan a oír hablar de las mismas, parecen derretirse y derraman lágrimas. A este respecto existe el comentario de un devoto que se dirige al Seïor con las siguientes palabras:
“Mi querido Mukunda, no puedo expresar como es debido las glorias de Tus pasatiempos. Incluso cuando los no devotos oyen hablar de Tus gloriosos pasatiempos se ven afectados, y derramaron lágrimas y comienzan a temblar.” (N. de la D. pág. 256).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En el Decimo Canto, Capítulo Cincuenta y Uno, verso 47, de El Çrémad-Bhägavatam, hay la siguiente declaración:
“Mi querido Kåñëa, no puedo decir que sean solamente otras personas las que están implicadas en la existencia material, porque tambien yo estoy muy enredado con el concepto corporal de la vida. Yo siempre estoy demasiado ocupado por mi familia, mi hogar, mi esposa, mis riquezas, mi tierra y mi reino. Y como esta atmósfera material me ha enloquecido tanto, ahora pienso que mi vida sencillamente se ha malogrado.” (N. de la D. pág. 260).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un anciano devoto de Kåñëa se dirigió a El con las siguientes palabras:
“Mi querido Kåñëa, ¡oh, aniquilador del demonio Agha!, ahora tengo el cuerpo inválido debido a la vejez. Ya no puedo hablar con mucha fluidez, la voz se me quiebra, no tengo la mente fuerte, y con frecuencia me veo atacado por el olvido. Pero, mi querido Seïor, Tú eres igual que la luz de la Luna, y mi único y verdadero pesar es que por no encontrar gusto en Tu agradable brillo, no progrese en el cultivo de conciencia de Kåñëa.” (N. de la D. pág. 261).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto dijo:
“Anoche estaba soïando que recogía varias flores del jardín, y pensaba hacer una guirnalda para ofrecerla a Kåñëa. Pero soy tan desafortunado, que repentinamente mi sueïo terminó y no pude alcanzar la meta que deseaba.” (N. de la D. pág. 261).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un tejedor de Mathurä se dirigió a Kåñëa con estas palabras:
“Mi querido rey de Våndävana, me siento tan orgulloso de Tu misericordia sin causa para conmigo, que ni siquiera cuento con la misericordia del Seïor de Vaikuëöha, a la que aspiran muchos grandes sabios absortos en profunda meditación.” (N. de la D. pág. 267).
Oración de los devotos al Seïor Çré Kåñëa
Cuando Kåñëa estaba en el bosque de Våndävana hubo fuertes torrentes de granizo, y las personas mayores le suplicaron lo siguiente:
“¡Kåñëa, no te muevas ahora! Ni siquiera las personas que son más fuertes y de más edad que Tú pueden moverse, y Tú no eres más que un niïo pequeïo. Así pues, por favor, ¡quedate quieto!” (N. de la D. pág. 270).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto padre de familia dijo una vez:
“Mi Seïor, soy tan desdichado, que estos dos ojos nunca desean ver la gloriosa ciudad de Mathurä. Por lo tanto, mis ojos están realmente condenados. Yo he sido bien educado, pero mi educación tan sólo se ha usado en el servicio al gobierno. No he tomado en consideración el formidable factor tiempo, que es más fuerte que cualquier otra cosa, y que lo crea y lo aniquila todo. ¿A quien le dejare toda mi riqueza y fortuna? Me estoy volviendo cada vez más viejo. ¿Que debo hacer? ¿Debere ejecutar el servicio devocional desde aquí, desde mi casa? Eso no lo puedo hacer, porque tengo la mente atraída por la trascendental tierra de Våndävana.” (N. de la D. pág. 299).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto mayor dijo:
“Mi querido Seïor, cuando estamos lejos de Ti nos sentimos muy ansiosos de verte otra vez, y nuestra vida se vuelve muy desdichada. Pero luego, cuando te vemos, inmediatamente aparece el temor a la separación. Dadas las circunstancias, tanto cuanto te vemos como cuando no te vemos, estamos sujetos a diferentes clases de tribulaciones.” (N. de la D. pág. 311).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Otro devoto dijo una vez:
“Esta Suprema Personalidad de Dios de cuyos poros salen millones de universos que surgen permanentemente, que es el oceano de la misericordia, que es el poseedor de energías inconcebibles, que siempre está equipado con todas las perfecciones, que es el origen de todas las encarnaciones, que es quien atrae a todas las personas liberadas: esta misma Personalidad de Dios es el controlador supremo y el más venerable de todos. El es omnisciente, totalmente determinado y plenamente opulento. El es el emblema de la indulgencia y es el protector de las almas entregadas. El es munificiente, fiel a Su promesa, experto, completamente auspicioso, poderoso y religioso. El es un seguidor estricto de las Escrituras, El es el amigo de los devotos, y El es magnánimo, influyente, agradecido, reputado, respetable, está colmado de plena fuerza, y es sumiso al amor puro. El es, sin duda, el único refugio de los devotos que se sienten atraídos a El con el afecto de la servidumbre.” (N. de la D. pág. 328).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un residente de Våndävana le dijo una vez al Seïor Kåñëa:
“Mi querido Kåñëa, ¡oh, placer de Våndävana! ¡Temerosos de esta existencia material, nos hemos refugiado en Ti, porque Tú puedes protegernos completamente! Todos nosotros estamos bien conscientes de Tu grandeza. En consecuencia, hemos abandonado nuestro deseo de lograr la liberación y nos hemos refugiado totalmente bajo Tus pies de loto. Desde que oímos de Tu amor trascendental que siempre va en aumento, nos hemos dedicado voluntariamente a Tu servicio trascendental.” (N. de la D. pág. 329).
Oración de un devoto puro al Seïor Çré Kåñëa
En El Aparädha-bhaïjana, un devoto puro expresa sus sentimientos:
“Mi querido Seïor, me avergüenza admitir ante Ti que he seguido las órdenes de mis amos, es decir, la lujuria, la ira, la avaricia, la ilusión y la envidia. En ocasiones he obedecido sus órdenes de una manera de lo más abominable. Sin embargo, a pesar de servirlos tan fielmente, no están satisfechos, ni son lo suficientemente buenos como para relevarme de su servicio. Ni siquiera se avergüenzan de aceptar mi servicio de esa forma. Mi querido Seïor, ¡oh, cabeza de la dinastía Yadu!, ahora he vuelto a mis cabales y me refugio en Tus pies de loto. Por favor ponme a Tu servicio.” (N. de la D. pág. 330).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Aquellos que desde el principio de su autorrealización se apegan al servicio devocional, se llaman sevä-niñöha. Sevä-niñöha significa “sencillamente apegados al servicio devocional.” Los mejores ejemplos de esa clase de devotos son el Seïor Çiva, el rey Indra, el rey Bahuläçva, el rey Ikñväku, Çrutadeva y Puëòaréka. Un devoto dice:
“Mi querido Seïor, Tus cualidades trascendentales atraen incluso a las almas liberadas y las llevan a la asamblea de los devotos en donde se cantan constantemente Tus glorias. Hasta los grandes sabios que están acostumbrados a vivir en lugares solitarios, tambien se sienten atraídos por los cantos de Tu gloria. Y, al observar todas Tus cualidades trascendentales, tambien yo me he sentido atraído y he decidido dedicar mi vida a Tu amoroso servicio.” (N. de la D. pág. 331).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Cuando Kåñëa estaba en la capital Indraprastha, alguien se dirigió a El de la siguiente manera:
“Mi querido Seïor, Tus asociados personales, encabezados por Uddhava, siempre esperan Tus órdenes parados en la puerta de entrada de Dvärakä. Ellos casi siempre miran con lágrimas en los ojos, y en medio del entusiasmo de su servicio, no le temen ni siquiera al fuego devastador que genera el Seïor Çiva. Ellos tan sólo son almas entregadas a Tus pies de loto.” (N. de la D. pág. 332).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Una vez, uno de los devotos del Seïor Kåñëa se dirigió a El de esta forma:
“Mi querido Seïor, aunque no eres un bailarín profesional, nos has sorprendido tanto con Tu baile, que nos damos cuenta de que eres personalmente el amo de todo baile. Sin duda que debes de haber aprendido este arte de bailar directamente de la diosa del amor.” (N. de la D. pág. 338).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En El Skanda Puräëa, un devoto le dice al Seïor Kåñëa:
“Mi querido Seïor, así como el Sol evapora toda el agua del suelo con su calor abrasador, mi estado mental me ha secado todo el lustre del rostro y del cuerpo, debido a mi separación de Ti.” (N. de la D. pág. 339).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto ha expresado confidencialmente esta opinión:
“Si se me puede conceder una gota de la misericordia del Seïor Kåñëa, me sentire completamente despreocupado, aun en medio de un incendio o de un oceano. Pero si quedo desprovisto de Su misericordia sin causa, entonces, aunque llegara a ser el rey de Dvärakä, sencillamente sería objeto de toda clase de pinchazos.” (N. de la D. pág. 342).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto del Seïor Kåñëa dijo:
“Cuando ni aun Çaçiçekhara (el Seïor Çiva) puede verte, ¿que me queda a mí, que soy más bajo que un gusano ordinario? Yo sólo he cometido fechorías. Se bien que no soy apto en absoluto para ofrecerte mis oraciones, pero debido a que a Ti se te conoce como Dénabandhu, el amigo de los caídos, te pido humildemente que tengas la bondad de purificarme con los rayos de Tu mirada trascendental. Si me llego a baïar completamente en Tu mirada misericordiosa, podre entonces salvarme. Por lo tanto, mi Seïor, te pido que por favor me concedas esa misericordiosa mirada Tuya.” (N. de la D. pág. 343).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Otro devoto expresó su desvergüenza diciendo:
“Mi querido Seïor, sin considerar mi baja posición, debo confesarte que mis ojos son como avispas negras que quieren revolotear alrededor de Tus pies de loto.” (N. de la D. pág. 346).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Algunos de los devotos que fueron a ver a Kåñëa en Dvärakä y que fueron detenidos en la puerta, dijeron:
“Mi querido Kåñëa, ¡oh, amigo de los Päëòus!, así como al cisne le encanta sumergirse en el agua entre los lirios y se moriría si se le sacara del agua, así mismo nosotros sólo deseamos estar contigo. Los miembros se nos están encogiendo y palideciendo porque Tú has sido alejado de nosotros.” (N. de la D. pág. 347).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Cuando en una ocasión Cupido fue a visitar al Seïor Kåñëa, un devoto le habló así:
“Mi querido Cupido, por haber sido tan afortunado y haber puesto los ojos en los pies de loto de Kåñëa, las gotas de sudor de tu cuerpo se han congelado y parecen frutas kaëöaki (una clase de fruta pequeïa que se encuentra en arbustos espinosos).” (N. de la D. pág. 357).
Oración de una anciana de Våndävana al Seïor Çré Kåñëa
Kåñëa es un Lingüista maravilloso. Esto nos hace pensar que Kåñëa tambien puede hablar y entender los idiomas de los animales. Una anciana de Våndävana, que estaba presente durante los pasatiempos de Kåñëa, dijo una vez, muy sorprendida:
“¡Que maravilloso es que Kåñëa, que posee el corazón de todas las jóvenes de Vrajabhümi, pueda hablar bien el lenguaje de Vrajabhümi con las gopés, mientras que habla en sánscrito con los semidioses, y puede hablar en el lenguaje de los animales hasta con las vacas y los búfalos! De manera similar, Kåñëa es muy expresivo en el idioma de la provincia de Cachemira, y con los loros y otras aves, así como en los idiomas más comunes de todos.” (N. de la D. pág. 174).
Oración de los ciudadanos de Dvärakä al Seïor Çré Kåñëa
En cuanto a la popularidad de Kåñëa, hay un pasaje en el Primer Canto, Capítulo Once, verso 9, de El Çrémad-Bhägavatam, que trata sobre Su regreso a casa desde la capital de Hastinäpura. Mientras El estuvo ausente de Dvärakä para asistir a la Batalla de Kurukñetra, todos los ciudadanos de Dvärakä se volvieron taciturnos. Despues, cuando El regresó, los ciudadanos lo recibieron alegremente y le dijeron:
“Querido Seïor, mientras estabas ausente de la ciudad, pasamos nuestros días en la oscuridad de la noche. Así como en la oscuridad de la noche cada momento parece durar largo tiempo, así mismo cuando Tú estabas fuera, cada momento nos parecía como millones de aïos. Tu separación de nosotros nos es completamente insoportable.” (N. de la D. pág. 197).
Oración de las damas al Seïor Çré Kåñëa
En la arena de Kaàsa, cuando Kåñëa fue atacado por grandes elefantes todas las damas presentes comenzaron a dirigirse a El de esta forma:
“¡Mi querido niïo, ¡por favor sal de aquí inmediatamente! ¡Ándate de este lugar cuanto antes! ¿No ves los grandes elefantes que vienen a atacarte? ¡La mirada inocente que Tú les diriges nos causa una gran perturbación!” (N. de la D. pág. 270).
Oración de una persona santa al Seïor Çré Kåñëa
Una persona santa piensa lo siguiente:
“¿Cuándo podre vivir a solas en las cuevas de las montaïas? ¿Cuándo me vestire tan sólo con ropa interior? ¿Cuándo me sentire satisfecho con comer tan sólo un poco de fruta y verduras? ¿Cuándo me será posible pensar siempre en los pies de loto de Mukunda, que es la fuente de la refulgencia Brahman? Y, en esa condición espiritual de la vida, ¿cuándo comprendere plenamente que mis días y noches son momentos insignificantes en el tiempo eterno?” (N. de la D. pág. 322).
Oración de un místico al Seïor Çré Kåñëa
Uno de los místicos se acercó a Kåñëa y le dijo:
“Mi querido Seïor, Tú siempre estás colmado de dicha trascendental, superando todas las demás posiciones espirituales. Y por eso, con sólo verte desde un lugar distante, he llegado a la conclusión de que no tengo necesidad de estar situado en la dicha trascendental del Brahman impersonal.” (N. de la D. pág. 325).
Oración de los habitantes de Våndävana al Seïor Çré Kåñëa
Los habitantes de Våndävana solían decir:
“Kåñëa siempre está manifiesto ante nosotros con un color como el de una nube negruzca. El lleva Su maravillosa flauta en Sus manos de loto, y está vestido con sedas amarillas y adornado con una pluma de pavo real en la cabeza. Cuando Kåñëa camina cerca de la colina Govardhana con estas características personales, todos los habitantes de los planetas celestiales, así como tambien los habitantes de esta Tierra, sienten una dicha trascendental y consideran que son los sirvientes eternos del Seïor.” (N. de la D. pág. 327).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Otro devoto, en medio del afecto reverencial extático, dijo una vez:
“¿Cuándo llegará ese glorioso día de mi vida en que me sea posible ir a la ribera del Yamunä y ver al Seïor Çré Kåñëa jugando ahí como un pastorcillo?” (N. de la D. pág. 340).
Oración de los pastores al Seïor Çré Kåñëa
Algunos de los pastores amigos de Kåñëa dijeron:
“Querido Kåñëa, ¡oh, enemigo del demonio Mura!, piensa en Raktaka, Tu sirviente personal. Por el simple hecho de ver una pluma de pavo real, ahora está cerrando los ojos, y ya no le presta atención al pastoreo de las vacas. Por el contrario, las ha dejado en un pastizal lejano, y ni siquiera se ha preocupado de usar su vara para controlarlas.” (N. de la D. pág. 348).
Oración de los habitantes al Seïor Çré Kåñëa
Cuando un devoto se reúne con Kåñëa despues de una larga separación, la reunión es “de satisfacción.” En el Primer Canto de El Çrémad-Bhägavatam, Capítulo Once, verso 10, se dice que cuando el Seïor Kåñëa regresó a Su capital, Dvärakä, los habitantes dijeron:
“Querido Seïor, si permaneces en el extranjero durante tanto tiempo, ¡ciertamente que nos veremos privados de ver Tu rostro sonriente! Al observar Tu rostro, nosotros, Tus eternos servidores, nos sentimos muy satisfechos. Todas las ansiedades de nuestra existencia se mitigan al instante. Si no podemos llegar a verte por Tu ausencia de Dvärakä durante mucho tiempo, será imposible para nosotros seguir viviendo.” (N. de la D. pág. 352).
Oración de los asociados eternos al Seïor Çré Kåñëa
Los asociados eternos que el Seïor tiene en Våndävana, han descrito esto de la siguiente manera:
“El Seïor, Hari, cuyo cuerpo tiene un color como el de la joya indranéla, cuya sonrisa es tan bella como la flor de kuëòa, cuyo vestido de seda es tan amarillo como el follaje dorado del otoïo, cuyo pecho se embellece con guirnaldas de flores y quien siempre está tocando Su flauta, este enemigo del demonio Agha nos atrae siempre el corazón cuando deambula por Våndävana.” (N. de la D. pág. 361).
Oración de los devotos al Seïor Çré Kåñëa
El incentivo del amor fraternal que aparece al ver a los asociados de Kåñëa en Våndävana, tambien es natural, porque las características personales del cuerpo de ellos, sus cualidades y su ropa, son todas iguales a las de Kåñëa. Estos asociados siempre están felices en su servicio a Kåñëa, y se conocen generalmente como vayasyas, o amigos de la misma edad. Los vayasyas tienen plena confianza en la protección de Kåñëa. Algunas veces los devotos rezan así:
“Ofrezcamos nuestras respetuosas reverencias a los vayasyas de Kåñëa, que están firmemente convencidos de la amistad y protección de Kåñëa, y cuya devoción por Kåñëa está fija para siempre. Ellos no tienen temor alguno, y desde un nivel de igualdad con Kåñëa, desempeïan su servicio devocional amoroso y trascendental.” (N. de la D. pág. 362).
Oración de los vayasyas al Seïor Çré Kåñëa
Cuando Kåñëa sostenía la colina Govardhana con la mano izquierda, los vayasyas dijeron:
“Querido amigo, has estado de pie durante los últimos siete días y noches sin ningún descanso. Esto nos preocupa mucho, porque vemos que has emprendido una tarea demasiado laboriosa. Pensamos, pues, que no necesitas continuar parado de esta forma sosteniendo la colina. Simplemente puedes pasarla a la mano de Sudämä. Nos apena mucho verte en esa posición. Si crees que Sudämä no puede sostener la colina Govardhana, entonces al menos debes cambiar de mano. En lugar de sostenerla con la mano izquierda, por favor pásala a la mano derecha, para que le podamos dar un masaje a Tu mano izquierda.” (N. de la D. pág. 363).
Oración de los visitantes de Våndävana al Seïor Çré Kåñëa
A veces, algunos visitantes de fuera regresaban a Våndävana para ver a Kåñëa, y al volverlo a ver, exclamaban:
“Mi querido Mukunda, ¡Tu belleza está aumentando de a poco, igual que la hoja de un árbol baniano! Mi querido Seïor de los ojos de loto, en el cuello se te están manifestando gradualmente unos círculos como los de la caracola. Y bajo el brillo de la Luna, Tus dientes y Tus mejillas compiten con las joyas padmaräga en su hermosa disposición. Estoy seguro de que ahora Tu hermoso desarrollo corporal está colmado de placer a Tus amigos.” (N. de la D. pág. 372).
Oración de los pastorcillos al Seïor Çré Kåñëa
Los amigos pastorcillos de Kåñëa se sentían tan felices en Su compaïía, que en su interior expresaban así sus sentimientos trascendentales:
“Querido Kåñëa, Tú siempre estás ocupado cuidando las vacas, que están dispuestas por toda la hermosa Våndävana. Tú tienes una hermosa guirnalda, una pequeïa caracola, una pluma de pavo real en Tu turbante, una ropa de seda de color amarillo, unas decoraciones de flores karëikära en las orejas, y una guirnalda de flores mallikä en el pecho. Con ese aspecto tan hermoso, cuando, como un actor, finges pelear con nosotros, nos produces una dicha trascendental ilimitada.” (N. de la D. pág. 372).
Oración de los pastorcillos al Seïor Çré Kåñëa
Los pastorcillos amigos de Kåñëa dijeron una vez:
“Querido Kåñëa, no necesitas decorarte el cuerpo con tantos adornos. Tus características trascendentales son de por sí tan bellas, que no requieren de ninguna ornamentación.” (N. de la D. pág. 374).
Oración de un sirviente al Seïor Çré Kåñëa
Un sirviente de Kåñëa llamado Patré se dirigió una vez a El con estas palabras:
“Mi querido Seïor, Tú protegiste a los pastorcillos del hambre del demonio Aghäsura, y los protegiste de los efectos venenosos de la serpiente Käliya. Y Tú tambien los salvaste del feroz fuego del bosque. Pero yo estoy sufriendo con Tu separación, que es más severa que el hambre de Aghäsura, que el veneno del lago Käliya y que el ardor del fuego del bosque. En consecuencia, ¿por que no habrías de protegerme de los tormentos de la separación?” (N. de la D. pág. 379).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Algunas veces había tambien signos de muerte ocasionados por la separación de Kåñëa. Un día le dijeron a Kåñëa:
“Mi querido enemigo de Kaàsa, por estar separados de Ti, los pastorcillos están sufriendo demasiado, y ahora se encuentran acostados en los valles, respirando débilmente. Compadeciendose de la condición lamentable de los muchachos, hasta los amigos del bosque, los venados, derraman lágrimas.” (N. de la D. pág. 381).
Oración de los grandes eruditos al Seïor Çré Kåñëa
Los grandes eruditos han descrito de la siguiente manera los incentivos del amor parental por Kåñëa que existen en las personalidades de edad que están relacionadas con El:
“La Suprema Personalidad de Dios, cuyo color es como el de una flor de loto azul recien brotada, cuyo cuerpo es muy delicado y cuyos ojos de loto están rodeados por cabellos esparcidos tan negros como las abejas, caminaba por las calles de Våndävana, cuando la madre Yaçodä, la querida esposa de Nanda Mahäräja, lo vio. Inmediatamente comenzó a fluir la leche de los pechos de ella, empapándole el cuerpo.” (N. de la D. pág. 383).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto les rezó a los padres del Seïor Kåñëa de la siguiente manera:
“Permítaseme refugiarme en los devotos mayores del Seïor Kåñëa que tienen una relación parental con El. Ellos siempre están ansiosos de servir a Kåñëa y de mantenerlo, y siempre son muy buenos con El. ¡Permítasenos ofrecerles a ellos nuestras respetuosas reverencias por ser tan buenos con la Suprema Personalidad de Dios, quien es el padre de todo el universo!” (N. de la D. pág. 384).
Oración de un brähmaëa al Seïor Çré Kåñëa
Existe una oración similar de un brähmaëa que dice:
“Que otros veneren los Vedas y los Upaniñads, y que otros veneren El Mahäbhärata, si tienen miedo de la existencia material y quieren llegar a liberarse de esa condición. Pero por lo que a mí respecta, sólo deseo venerar a Mahäräja Nanda, porque la Suprema y Absoluta Personalidad de Dios, Kåñëa, gatea en su patio como hijo suyo.” (N. de la D. pág. 384).
Oración de una amiga de madre Yaçodä al Seïor Çré Kåñëa
Una amiga de madre Yaçodä se dirigió a Kåñëa de la siguiente manera:
“Mi querido Mukunda, si la madre Yaçodä, la reina de Gokula, se viera forzada a pararse sobre un fuego pero se le permitiera ver Tu rostro de loto, entonces ese fuego le parecería que es como las montaïas Himalayas: un lugar lleno de hielo. De la misma forma, si se le permite permanecer en el oceano de nectar, pero no se le permite ver el rostro de loto de Vuestra Gracia, entonces hasta ese oceano de nectar le parecerá a ella como un oceano de arsenico.” (N. de la D. pág. 392).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Alguien le informó a Kåñëa sobre la demencia de la madre Yaçodä, con las siguientes palabras:
“En medio de la locura, la madre Yaçodä se ha dirigido a los árboles kadamba y les ha preguntado: “¿En dónde está mi hijo?” De manera similar, ella se ha dirigido a los pájaros y a los abejorros y les ha preguntado si Kåñëa ha pasado frente a ellos, y les ha preguntado tambien si pueden decirle algo acerca de Ti. De esa forma, la madre Yaçodä, en medio de la ilusión, les preguntaba a todos por Ti, y ha estado deambulando por todo Våndävana.” (N. de la D. pág. 394).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
En El Vidagdha-mädhava, un devoto se dirige al Seïor Kåñëa de la siguiente manera:
“Mi querido Mukunda, despues de verte el rostro, que estaba lleno del aroma de la flor de loto, la madre Yaçodä, atraída por la luz de luna de Tu rostro, sintió tanta alegría y afecto, que inmediatamente comenzó a salirle leche de los pezones de sus pechos, que eran como recipientes de agua.” (N. de la D. pág. 395).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto dijo una vez:
“Mi querido Seïor Kåñëa, que Tu retador Çrédämä se vuelva glorioso por sus actividades heroicas, tales como las de sonar como una nube de tormenta y rugir como un león. ¡Que todas las glorias sean para las actividades heroicas de Çrédämä!” (N. de la D. pág. 412).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
El mejor ejemplo de un dharma-véra es Mahäräja Yudhiñöhira. Una vez, un devoto le dijo a Kåñëa:
“Mi querido Kåñëa, ¡oh, destructor de todos los demonios!, Mahäräja Yudhiñöhira, el hijo mayor de Mahäräja Päëòu, ha celebrado toda clase de sacrificios sólo para complacerte. El siempre ha invitado a Indra, el rey del cielo, a participar en los yajïas (los sacrificios). Como por este motivo el rey Indra se alejaba de Çacédevé con mucha frecuencia, ella tenía que pasar gran parte de su tiempo lamentándose por la ausencia de el, con las mejillas apoyadas sobre las manos.” (N. de la D. pág. 415).
Oración de un niïo en el vientre de su madre al Seïor Çré Kåñëa
Un niïo afortunado que estaba en el vientre de su madre, le rezó a Kåñëa de la siguiente manera:
“¡Oh, enemigo de Kaàsa!, estoy sufriendo mucho por causa de este cuerpo material. Ahora estoy atrapado en una mezcolanza de sangre, orina y excremento líquido, dentro del vientre de mi madre. Por vivir en estas condiciones, estoy padeciendo grandes tormentos. De modo que, ¡oh, divino oceano de misericordia!, por favor se bondadoso conmigo. Yo no tengo la capacidad de dedicarme a Tu amoroso servicio devocional, pero, por favor, ¡sálvame!” (N. de la D. pág. 426).
Oración de una persona que cayó en vida infernal al Seïor Çré Kåñëa
Existe un pasaje análogo de una persona que cayó en una condición de vida infernal. Dicha persona se dirigió al Seïor Supremo con las siguientes palabras:
“Mi querido Seïor, Yamaräja me ha colocado en una situación llena de olores inmundos y repugnantes, en la que hay muchísimos insectos y gusanos rodeados por el excremento que han dejado diferentes clases de personas enfermas. Y despues de ver esta horrible escena, me duelen los ojos y me estoy quedando prácticamente ciego. Por eso oro, ¡oh, mi Seïor!, ¡oh, redentor de aquellos que se encuentran en condiciones infernales de vida! He caído en este infierno, pero tratare de recordar siempre Tu santo Nombre, y de esa forma procurare mantener juntos mi cuerpo y mi alma.” (N. de la D. pág. 426).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto dice lo siguiente:
“¿Cuándo me librare de la modalidad de la ignorancia? Y, purificado de este modo, ¿cuándo alcanzare la etapa de servir a Kåñëa eternamente? Sólo entonces podre adorarlo, observando siempre Sus ojos de loto y Su hermoso rostro.” (N. de la D. pág. 430).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un gran devoto que se hallaba en el plano de la neutralidad, expresó una incompatibilidad cuando oraba sarcásticamente de este modo:
“Estoy muy ansioso de ver a Kåñëa, la Suprema Personalidad de Dios, que es muchos millones de veces más afectuoso que los Pitäs (los antepasados) del Pitåloka, y que siempre es venerado por los grandes semidioses y sabios. Sin embargo, me siento algo sorprendido de que, si bien Kåñëa es el esposo de la diosa de la fortuna, ¡Su cuerpo suele estar marcado con los rasguïos de jóvenes frívolas comunes y corrientes!” (N. de la D. pág. 435).
Oración de un devoto al Seïor Çré Kåñëa
Un devoto dijo:
“Mi querido Kåñëa, ¿cómo puedo dirigirme a Ti como hijo mío, cuando los grandes vedantistas se dirigen a Ti como la Verdad Absoluta, y los vaiñëavas que siguen los principios de El Närada-païcarätra se dirigen a Ti como la Suprema Personalidad de Dios? Tú eres la misma Persona Suprema, por lo que, ¿cómo puede ser mi lengua tan extraordinariamente atrevida como para dirigirse a Ti como a un hijo ordinario?” (N. de la D. pág. 436).
Oración de una devota ordinaria al Seïor Çré Kåñëa
Una vez, una devota ordinaria se dirigió a Kåñëa de la siguiente manera:
“Mi querido muchacho, se que mi cuerpo es sólo una mezcla de carne y sangre y que nunca te podrá agradar. Sin embargo, he sido tan atraída por Tu belleza, que deseo que me aceptes como Tu amante conyugal.” (N. de la D. pág. 437).
Oración de una devota al Seïor Çré Kåñëa
Una devota dijo:
“Mi querido Govinda, aquí en Kailasa hay un hermoso arbusto florido. Yo soy una muchacha joven, y Tú eres un joven poetico. Despues de esto, ¿que mas puedo decir? Piensalo.” (N. de la D. pág. 443).
Oración de una compaïera de Rädhä al Seïor Çré Kåñëa
En el mismo Kåñëa-karëämåta, hay otro pasaje, que trata del canto de Rädhäräëé. Una de las compaïeras de Rädhäräëé dice lo siguiente:
“¡Oh Seïor Govinda!, la joven que es hija del Rey Våñabhänu está ahora derramando lágrimas, y está cantando ansiosamente Tu santo nombre: “¡Kåñëa! ¡Kåñëa!”. (N. de la D. pág. 151).
Oraciones de los pastorcillos al Seïor Çré Kåñëa
Sin comprender las complejidades de Kåñëa, la Suprema Personalidad de Dios, y sin conocer Sus opulencias espirituales extraordinarias, los inocentes pastorcillos y pastores de vacas de Våndävana empezaron a discutir las maravillosas actividades de Kåñëa, las cuales sobrepasan las actividades de todos los hombres.
Uno de ellos dijo:
“Mis queridos amigos, considerando las maravillosas actividades de Kåñëa, ¿cómo es posible que un niïo tan excepcional pudiera venir y vivir con nosotros en Våndävana? Realmente, no es posible. ¡Imagínense! ¡Ahora tiene sólo siete aïos! ¿Cómo pudo levantar con una mano la colina Govardhana, y sostenerla tal como el rey de los elefantes sostiene una flor de loto? Levantar una flor de loto es una cosa insignificante para un elefante, y, en forma similar, Kåñëa levantó la colina Govardhana sin ningún esfuerzo. Cuando tan sólo era un pequeïo bebe y no podía ni siquiera ver bien, mató a una gran demonia, Pütanä. Mientras mamaba del pecho de ella, tambien chupó su aire vital. Kåñëa mató a la demonia Pütanä tal como el tiempo eterno mata a la criatura viviente a su debido tiempo. Una vez cuando Kåñëa apenas tenía tres meses de edad, se hallaba durmiendo bajo una carreta. Estando hambriento y deseoso de que Su madre lo amamantara, empezó a llorar y a tirar Sus piernas hacia arriba. Y por las patadas de los pequeïos pies, la carreta inmediatamente se rompió en pedazos. Cuando apenas tenía un aïo, el demonio Tåëävarta, disfrazado de torbellino, se lo llevó, y a pesar de que lo elevó por el cielo a una gran altura, El simplemente se colgó del cuello del demonio, y lo forzó a caer del cielo y morir inmediatamente. En otra ocasión, Su madre, perturbada porque El había robado mantequilla, lo amarró a un mortero de madera, y el niïo lo empujó hacia un par de árboles conocidos como llámala arjuna y los hizo caer. En cierta ocasión, cuando El estaba cuidando los terneros en el bosque, junto con Su hermano mayor, Balaräma, un demonio llamado Bakäsura apareció, y Kåñëa inmediatamente partió en dos el pico del demonio. Cuando el demonio conocido como Vatsäsura, con el deseo de matar a Kåñëa, se mezcló entre los terneros que Kåñëa cuidaba, Este inmediatamente detectó al demonio, lo mató y lo lanzó a un árbol. Cuando Kåñëa, junto con Su hermano Balaräma, entró en el bosque de Tälavana, el demonio conocido como Dhenukäsura, en la forma de un asno, los atacó, y fue inmediatamente matado por Balaräma, quien agarró sus patas traseras y lo lanzó a una palmera. A pesar de que el demonio Dhenukäsura fue asistido por sus cohortes, tambien en la forma de asnos, todos fueron matados, y el bosque de Tälavana quedó abierto entonces al uso de los animales y habitantes de Våndävana. Cuando Pralambäsura se mezcló entre los compaïeros de Kåñëa, los pastorcillos de vacas, Kåñëa causó su muerte por medio de Balaräma. Despues, Kåñëa salvo a Sus amigos y vacas del severo incendio del bosque, y castigó a la serpiente Käliya en el lago del Yamunä y lo forzó a dejar las inmediaciones del río Yamunä; con esto, hizo que el agua del Yamunä dejara de ser venenosa.”
Otro amigo de Nanda Mahäräja dijo:
“Mi querido Nanda, nosotros no sabemos por que estamos tan atraídos por tu hijo Kåñëa. Queremos olvidarlo, pero es imposible. ¿Por que en forma natural somos tan afectuosos con El? ¡Imagina cuán maravilloso es esto! Por un lado, El es solamente un niïo de siete aïos, y por otro, existe una inmensa colina, como lo es la colina Govardhana, ¡y El la levantó tan fácilmente! ¡Oh, Nanda Mahäräja!, nosotros tenemos ahora una gran duda: tu hijo, Kåñëa, debe ser uno de los semidioses. El no es en absoluto un niïo ordinario. A lo mejor es la Suprema Personalidad de Dios.”
Al oír las alabanzas de los pastores de vacas de Våndävana, el rey Nanda dijo:
“Mis queridos amigos, en respuesta a ustedes, yo simplemente puedo presentarles la afirmación de Gargamuni, para que sus dudas puedan ser aclaradas. Cuando el vino para ejecutar la ceremonia de concesión del nombre, dijo que este niïo desciende con diferentes colores en diferentes epocas, y que esta vez ha aparecido en Våndävana con un color oscuro, y se le conoce como Kåñëa. Anteriormente, había sido de color blanco, despues de color rojo, y despues amarillo. El tambien dijo que este niïo fue una vez el hijo de Vasudeva, y que todo el que conoce acerca de Su nacimiento anterior lo llama a El Väsudeva. En verdad, el dijo que mi hijo tiene muchas variedades de nombres, de acuerdo con Sus diferentes cualidades y actividades. Gargäcärya me aseguró que este niïo será plenamente propicio para mi familia, y que será capaz de darles placer trascendental y bienaventurado a todos los pastores de vacas de Våndävana. A pesar de que seremos puestos en diferentes tipos de dificultades, por la gracia de este niïo nos libraremos muy fácilmente de ellas. El tambien dijo que anteriormente este niïo salvó al mundo de una condición no regulada, y que salvó a todos los hombres honestos de estar en manos de los deshonestos. Tambien dijo que cualquier hombre afortunado que se apega a este niïo, Kåñëa, nunca es vencido o derrotado por su enemigo. Considerándolo todo, El es tal como el Seïor Viñëu, quien siempre se pone de parte de los semidioses, los cuales, como consecuencia de ello, nunca son derrotados por los demonios. Gargäcärya concluyó así que mi hijo crecerá y se volverá exactamente igual a Viñëu en cuanto a belleza trascendental, capacitación, actividades, influencia y opulencia; de manera que, no deberíamos estar muy sorprendidos por Sus maravillosas actividades. Despues de decirme esto, Gargäcärya regresó a su casa, y desde entonces hemos visto continuamente las maravillosas actividades del niïo. De acuerdo con la versión de Gargäcärya, yo considero que El debe de ser Näräyaëa Mismo, o tal vez una porción plenaria de Näräyaëa.”
Cuando todos los pastores de vacas hubieron oído muy atentamente las afirmaciones de Gargäcärya a traves de Nanda Mahäräja, apreciaron mejor las maravillosas actividades de Kåñëa, se pusieron muy jubilosos y quedaron muy satisfechos. (Libro de Kåñëa, Cap. 26, págs. 185-187).
Oraciones del florista Sudämä al Seïor Çré Kåñëa
Despues de vestirse hermosamente, Kåñëa y Balaräma fueron donde un florista llamado Sudämä. Tan pronto como llegaron a las cercanías de su casa, el florista salió inmediatamente, y con gran devoción se postró de bruces para ofrecerles sus reverencias respetuosas. El les ofreció un asiento cómodo a Kåñëa y a Balaräma, y le pidió a su asistente que trajera flores y nueces de betel untadas con pasta de candana. La bienvenida del florista satisfizo grandemente al Seïor.
El florista, muy humilde y sumisamente, le ofreció sus oraciones al Seïor, diciendo:
“Mi querido Seïor, debido a que Usted ha venido a mi casa, pienso que todos mis antepasados y todos mis superiores dignos de adoración, están complacidos y liberados. Mi querido Seïor, Usded es la suprema causa de todas las causas de esta manifestación cósmica, pero para beneficio de los residentes de este planeta terrestre, ha aparecido con Su porción plenaria para proteger a Sus devotos y aniquilar a los demonios. Usted tiene la misma disposición para con todas las entidades vivientes como amigo de todas ellas; Usted es la Superalma, y no hace discriminación entre el amigo o el enemigo. Aun así, le complace dar a Sus devotos el resultado especial de sus actividades devocionales. Mi Seïor, oro para que, por favor, me diga si hay algo que desea que yo haga, porque soy Su sirviente eterno. Si me permite hacer algo, será un gran favor para mí.”
El florista, Sudämä, estaba complacido de todo corazón por ver a Kåñëa y a Balaräma en su hogar, y así pues, cumpliendo su más intimo deseo hizo dos guirnaldas de diversas flores y se las obsequió al Seïor. (Libro de Kåñëa, Cap. 40, págs. 272-273).
Oraciones de la Mujer de la pasta de sándalo al Seïor Çré Kåñëa
Despues de abandonar el hogar del florista, Kåñëa y Balaräma vieron una mujer joven y jorobada que llevaba un plato de pasta de sándalo por las calles. Puesto que Kåñëa es la fuente de todo placer, El quería hacer felices a todos Sus compaïeros jugándole una broma a la mujer jorobada. Kåñëa se dirigió a ella de la siguiente manera:
“¡Oh!, alta y joven mujer, ¿quien eres? Dime, ¿a quien le llevas esta pasta de sándalo en tu mano? Pienso que Me debes ofrecer ese sándalo a Mí, y si así lo haces, estoy seguro de que te volverás afortunada.”
Kåñëa es la Suprema Personalidad de Dios, y sabía todo lo concerniente a la jorobada. Con sus preguntas, indicó que no tenía ningún sentido servirle a un demonio; que uno debería servir a Kåñëa y a Balaräma y así librarse del resultado de los pecados.
La mujer le respondió a Kåñëa:
“Mi querido Çyämasundara, querido y hermoso muchacho oscuro, has de saber que trabajo como sirvienta de Kaàsa, a quien proveo de pasta de sándalo diariamente. El Rey está muy complacido conmigo por abastecer de algo tan bueno, pero ahora veo que no hay nadie, salvo Ustedes dos que son hermanos, que pueda ser mejor servido con esta pasta de sándalo.”
Cautivada con los hermosos rasgos de Kåñëa y Balaräma, con Su manera de hablar, de sonreir, de mirar, y con Sus demás actividades, la mujer jorobada comenzó a untar la pasta de sándalo sobre Sus cuerpos con gran satisfacción y devoción. Los dos mendigos trascendentales, Kåñëa y Balaräma, eran hermosos por naturaleza, tenían una hermosa tez, y estaban muy bien vestidos con atavíos llenos de colorido. La parte superior de Sus cuerpos era de por sí muy atractiva, y cuando la mujer jorobada untó Sus cuerpos con pasta de sándalo, Ellos se vieron aún más hermosos. Kåñëa estaba muy complacido con este servicio, y empezó a considerar cómo podía recompensarla. En otras palabras, para atraer la atención del Seïor, el devoto consciente de Kåñëa tiene que servirle con gran amor y devoción. Kåñëa no puede estar complacido con otra acción que no sea el servicio trascendental y amoroso a El. Pensando así, el Seïor Kåñëa apretó los pies de la mujer jorobada con los dedos de Sus pies, y agarrando sus mejillas con Sus dedos, le dio un tirón para enderezarla. En seguida la mujer jorobada se vio como una hermosa muchacha derecha, con anchas caderas, delgada cintura y pechos muy hermosos y bien formados. Debido a que Kåñëa estaba complacido con el servicio de la mujer jorobada, y debido a que las manos de Kåñëa la tocaron, ella se convirtió en la más hermosa muchacha entre todas las mujeres. Este incidente demuestra que al servir a Kåñëa, el devoto inmediatamente se eleva a la posición más gloriosa. En todo aspecto, el servicio devocional es tan potente, que cualquiera que se entrega a el adquiere todas las cualidades divinas. La mujer jorobada atrajo a Kåñëa, no por su belleza, sino por su servicio; tan pronto como rindió servicio, inmediatamente se convirtió en la mujer más hermosa. Una persona consciente de Kåñëa no tiene que ser capacitada ni hermosa; despues de hacerse consciente de Kåñëa y rendirle servicio a Kåñëa, se vuelve muy capacitada y hermosa.
Cuando la gracia de Kåñëa convirtió a la mujer en una joven exquisitamente hermosa, como es natural ella se sintió muy endeudada con Kåñëa, y tambien muy atraída por Su belleza. Sin vacilar, agarró la parte trasera de Su ropa y empezó a halarla. Sonrió coquetamente y confesó que estaba agitada por deseos lujuriosos. Se olvidó de que estaba en la calle y en presencia del hermano mayor de Kåñëa y de Sus amigos.
Ella le propuso a Kåñëa francamente:
“Mi querido heroe, no puedo dejarte de esta manera. Debes ir a mi hogar. Ya estoy muy atraída a Tu belleza, y por lo tanto debo recibirte apropiadamente, pues eres el mejor de los varones. Tambien debes ser muy bondadoso conmigo.”
Con palabras llanas le propuso a Kåñëa que fuera a su hogar y satisfaciera sus deseos lujuriosos. Kåñëa, por supuesto, se sintió un poco avergonzado ante Su hermano mayor, Balaräma, pero sabía que la muchacha era sencilla y estaba atraída; por lo tanto El simplemente sonrió ante sus palabras. Mirando hacia Sus amigos pastorcillos de vacas, le respondió a la muchacha:
“Mi querida y hermosa muchacha, estoy muy complacido con tu invitación, así que ciertamente ire a tu hogar despues de terminar aquí con Mis otros asuntos. Una muchacha hermosa con tú es el único medio de consuelo para una persona como Yo, pues esto lejos de Mi hogar y no estoy casado. Ciertamente, siendo una amiga apropiada, puedes aliviarnos de todo tipo de agitación mental.”
De esa forma, Kåñëa satisfizo a la muchacha con palabras dulces. (Libro de Kåñëa, Cap. 41, págs. 275-276).
Oraciones del representante de los reyes al Seïor Çré Kåñëa
Una vez, una persona desconocida por todos los miembros de la asamblea, llegó al portón de la casa de asambleas, y, con el permiso del Seïor Kåñëa, el portero lo admitió en la asamblea. El portero recibió la orden de presentarlo ante el Seïor, y el hombre apareció y le ofreció reverencias respetuosas al Seïor, con las manos juntas. Resulta que cuando el rey Jaräsandha conquistó todos los demás reinos, muchos reyes no inclinaron sus cabezas ante Jaräsandha, y como resultado de esto, todos ellos, que eran veinte mil en total, fueron arrestados y encarcelados por el. El hombre que el portero trajo ante el Seïor Kåñëa era un mensajero y representante de todos esos reyes encarcelados. Al ser debidamente presentado ante el Seïor, el hombre comenzó a explicar la situación concreta de la siguiente manera:
“Mi querido Seïor, Tú eres la forma eterna de bienaventuranza y conocimiento trascendentales. Como tal, Tú Te encuentras más allá del alcance de la especulación mental o de la descripción verbal de cualquier hombre materialista de este mundo. Las personas que están plenamente rendidas a Tus pies de loto pueden conocer una ligera porción de Tus glorias, y, solamente por Tu gracia, esas personas se liberan de toda ansiedad material. Mi querido Seïor, yo no soy una de esas almas rendidas; todavía me encuentro sujeto a la dualidad e ilusión de esta existencia material. Por lo tanto, he venido a refugiarme en Tus pies de loto, pues le temo al ciclo de nacimiento y muerte. Mi querido Seïor, creo que hay muchas entidades vivientes como yo, que están eternamente enredadas en las actividades fruitivas y sus reacciones. Ellas nunca están dispuestas a seguir Tus instrucciones mediante la ejecución del servicio devocional, a pesar de que es muy agradable para el corazón y muy auspicioso para la existencia de uno. Por el contrario, están en contra del camino de la vida consciente de Kåñëa, y están errando por los tres mundos, impulsadas por la energía ilusoria de la existencia material.
“Mi querido Seïor, ¿quien puede estimar Tu misericordia y Tus actividades poderosas? Siempre estás presente como la fuerza insuperable del tiempo eterno, ocupado en impedir el cumplimiento de los deseos infatigables de los materialistas, quienes repetidamente quedan confundidos y frustrados por ello. De modo que, Te ofrezco mis respetuosas reverencias a Ti en Tu forma del tiempo eterno. Mi querido Seïor, Tú eres el propietario de todos los mundos, y Te has encarnado junto con Tu expansión plenaria, el Seïor Balaräma. Se dice que Tu aparición en esta encarnación tiene como propósito proteger a los fieles y destruir a los herejes. Bajo tales circunstancias, ¿cómo es posible que herejes como Jaräsandha puedan ponernos en condiciones de vida tan deplorables, en contra de Tu autoridad? Estamos perplejos ante la situación, y no podemos comprender cómo puede ocurrir algo así. Puede que Jaräsandha haya sido delegado para ocasionarnos estos problemas a causa de nuestras malas acciones del pasado, pero hemos oído decir en las Escrituras reveladas que todo aquel que se rinde a Tus pies de loto, de inmediato se vuelve inmune a las reacciones de la vida pecaminosa. Por consiguiente, yo he sido delegado por todos los reyes encarcelados para ponernos de todo corazón a Tu merced, y esperamos que ahora Vuestra Seïoría nos de completa protección. Hemos llegado ahora a la verdadera conclusión de nuestras vidas. Nuestras posiciones de reyes no son más que la recompensa a nuestras actividades piadosas pasadas, así como el haber sido encarcelados por Jaräsandha es el resultado de nuestras actividades impías pasadas. Comprendemos ahora que las reacciones tanto de las actividades piadosas como de las impías son temporales, y que nunca podremos ser felices en esta vida condicionada. Las modalidades de la naturaleza material nos otorgan el cuerpo material, y, a causa de esto, estamos llenos de ansiedades. La condición material de la vida tan sólo implica soportar la carga de este cuerpo muerto. Como resultado de las actividades fruitivas, hemos sido sometidos, así pues, a ser bestias de carga de estos cuerpos, y, obligados por la vida condicionada, hemos renunciado a la agradable vida de conciencia de Kåñëa. Ahora nos damos cuenta de que somos las personas más tontas de todas. Nos hemos enredado en la red de la reacción material a causa de nuestra ignorancia. Por consiguiente, hemos venido al refugio de Tus pies de loto, los cuales pueden erradicar de inmediato todos los resultados de la acción fruitiva, y así liberarnos de la contaminación de los dolores y placeres materiales.
“Querido Seïor, debido a que ahora somos almas rendidas a Tus pies de loto, puedes liberarnos del aprisionamiento de la acción fruitiva, llevado a cabo mediante la forma de Jaräsandha. Querido Seïor, Tú sabes que Jaräsandha posee el poder de diez mil elefantes, y con ese poder nos ha encarcelado, tal como un león hipnotiza a un rebaïo de ovejas. Mi querido Seïor, ya has luchado con Jaräsandha dieciocho veces consecutivas, de las cuales lo has derrotado diecisiete veces, superando su posición extraordinariamente poderosa. Pero en Tu decimoctava lucha, exhibiste Tu comportamiento humano, y por ello pareció que fuiste derrotado. Mi querido Seïor, sabemos muy bien que Jaräsandha no puede derrotarte en ningún momento, pues Tu poder, fuerza, recursos y autoridad son todos ilimitados. Nadie puede igualarte ni superarte. La aparente derrota a manos de Jaräsandha en la decimoctava batalla, no era nada más que una exhibición de comportamiento humano. Desafortunadamente, el tonto de Jaräsandha no pudo comprender Tus trucos, y desde entonces se ha envanecido con su poder y prestigio materiales. Específicamente, nos ha arrestado y encarcelado, sabiendo bien que como devotos Tuyos, estamos subyugados a Tu soberanía.
“Ahora he explicado nuestra terrible situación, y Vuestra Seïoría puede pensar y hacer lo que desee. Como mensajero y representante de todos esos reyes encarcelados, he presentado mis palabras ante Vuestra Seïoría, y he presentado las oraciones que os dedicamos. Todos los reyes están muy ansiosos de veros para poder todos rendirse personalmente a Vuestros pies de loto. Mi querido Seïor, sed misericordioso con ellos y actuad en pro de su buena fortuna.”
En el mismo momento en que el mensajero de los reyes encarcelados presentaba su súplica ante el Seïor, tambien llegó el gran sabio Närada. (Libro de Kåñëa, Cap. 69, págs. 500-502).
Oraciones de los Sabios al Seïor Çré Kåñëa
Entre las mujeres presentes en Kusukñetra durante el eclipse del Sol, se encontraban Kunté, Gändhäré, Draupadé, Subhadrä y las reinas de muchos otros reyes, así como las gopés de Våndävana. Mientras las diferentes reinas del Seïor Kåñëa relataban cómo el Seïor Kåñëa se había casado con ellas y las había aceptado como esposas, todas las mujeres de la dinastía Kuru quedaron pasmadas de asombro. Ellas se llenaron de admiración al ver cómo todas las reinas de Kåñëa estaban apegadas a El con amor y afecto. Cuando oyeron de la intensidad del amor y afecto que por Kåñëa sentían las reinas, no pudieron evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.
Mientras las mujeres se dedicaban a conversar entre ellas y los hombres se encontraban igualmente dedicados a conversar, llegaron allí de todas las direcciones y con el propósito de ver al Seïor Kåñëa y a Balaräma, casi todos los sabios y ascetas importantes. Los sabios principales eran: Kåñëa-dvaipäyana Vyäsa, el gran sabio Närada, Cyavana, Devala, Asita, Viçvämitra, Çatänanda, Bhäradväja, Gautama, y el Seïor Paraçuräma juntamente con sus discípulos; Vasiñöha, Gälava, Bhågu, Pulastya, Kaçyapa, Atri, Märkaëòeya, Båhaspati, Dvita, Trita, Ekata; los cuatro Kumäras hijos de Brahmä - Sanaka, Sanandana, Sanätana y Sanat-kumära -; Aìgirä y Agastya, Yäjïavalkya y Vämadeva.
Tan pronto como los sabios y ascetas llegaron, todos los reyes, entre ellos Mahäräja Yudhiñöhira y los Päëòavas, y el Seïor Kåñëa y Balaräma, se levantaron de inmediato de sus asientos y ofrecieron sus respetos, postrándose ante los sabios, respetados universalmente. Despues de eso, los sabios fueron adecuadamente recibidos, ofreciendoseles asientos, y agua para lavarse los pies. Se les regalaron frutas apetitosas, guirnaldas de flores, incienso y pasta de sándalo, y todos los reyes, encabezados por Kåñëa y Balaräma, adoraron a los sabios de acuerdo con las reglas y regulaciones vedicas. Cuando todos los sabios se encontraban sentados cómodamente, el Seïor Kåñëa, quien descendió para proteger la religión, comenzó a hablarles en nombre de todos los reyes. Cuando Kåñëa comenzó a hablar, todos hicieron silencio, pues anhelaban oír y entender Sus palabras de bienvenida a los sabios.
El Seïor Kåñëa dijo lo siguiente:
“¡Todas las glorias a los sabios y ascetas reunidos! Hoy sentimos todos que nuestras vidas han logrado el exito. Hoy hemos alcanzado la meta que se desea en la vida, pues estamos viendo ahora, cara a cara, a todos los excelsos y liberados sabios y ascetas, a quienes incluso los grandes semidioses de los cielos desean ver. Las personas que son neófitas en el servicio devocional y que simplemente ofrecen sus respetuosas reverencias a la Deidad del templo, pero que no pueden percibir que el Seïor se encuentra situado en el corazón de todos, así como aquellos que simplemente adoran a diferentes semidioses para cumplir sus propios deseos lujuriosos, son incapaces de entender la importancia de estos sabios. Ellos no pueden aprovecharse de recibir a estos sabios viendolos con sus ojos, tocándoles sus pies de loto, preguntándoles por su bienestar o adorándolos diligentemente.”
Kåñëa continuó:
“Uno no puede purificarse por viajar a los lugares sagrados de peregrinaje y baïarse allí, ni por ver a las Deidades de los templos. Pero si acaso uno se encuentra con un gran devoto, un mahätmä que sea representante de la Personalidad de Dios, uno se purifica de inmediato. Para purificarse, existe la disposición de adorar el fuego, el Sol, la Luna, la Tierra, el agua, el aire, el cielo y la mente. Mediante la adoración de todos los elementos y sus deidades regentes, uno puede liberarse de la influencia de la envidia, pero todos los pecados de una persona envidiosa pueden anularse de inmediato, simplemente por servir a una gran alma. Mis queridos y reverenciados sabios y respetables reyes, he de hacerles saber que una persona que acepta que este cuerpo material hecho de tres elementos - moco, bilis y aire - es su propio ser, que considera que su familia y sus parientes le pertenecen, y que acepta las cosas materiales como dignas de adoración, o que visita los sagrados lugares de peregrinaje para sólo baïarse allí, pero que nunca se asocia con grandes personalidades, sabios o mahätmäs, una persona así, aunque posea la forma de un ser humano, no es más que un animal, como un asno.”
Habiendo concluido que Kåñëa era la Suprema Personalidad de Dios, los sabios comenzaron a hablarle de la siguiente manera:
“Querido Seïor, se supone que nosotros, los líderes de la sociedad humana, poseemos la filosofía correcta de la vida; aun así, nos vemos confundidos por el hechizo de Tu energía externa. Nos sorprende ver Tu comportamiento, que es igual al de un ser humano ordinario, y que encubre Tu verdadera identidad como la Suprema Personalidad de Dios, por lo tanto, consideramos que Tus pasatiempos son absolutamente maravillosos.
“Querido Seïor nuestro, Tú creas, mantienes y aniquilas toda la manifestación cósmica de los diferentes nombres y formas, mediante Tu propia energía, de la misma manera en que la Tierra crea muchas formas de piedra, árboles, y otras variedades de nombres y formas, y, aun así, permanece igual. Si bien Tú creas variedades de manifestaciones a traves de Tu energía, no eres afectado por todas esas acciones. Querido Seïor nuestro, nos quedamos simplemente pasmados al ver Tus acciones maravillosas. Si bien Tú eres trascendental a toda esta creación material, y eres el Seïor Supremo y la Superalma de todas las entidades vivientes, aun así apareces en esta Tierra mediante Tu potencia interna, para proteger a Tus devotos y destruir a los herejes. Mediante esa aparición Tú restableces los principios de la religión eterna, que la sociedad humana olvida debido a la larga asociación con la energía material. Querido Seïor nuestro, Tú eres el creador de las órdenes sociales y posiciones espirituales de la sociedad humana, establecidas de acuerdo con las cualidades y el trabajo; y cuando esas órdenes sociales son desorientadas por personas sin escrúpulos, Tú apareces y las pones en orden.
“Querido Seïor, el conocimiento vedico es la representación de Tu corazón puro. Las austeridades, el estudio de los Vedas y los trances de la meditación, conducen a diferentes revelaciones de Tu Ser en Tus aspectos manifestados y no manifestados. El mundo fenomenal por entero es una manifestación de Tu energía impersonal, pero Tú Mismo, como la original Personalidad de Dios, te encuentras allí no manifiesto. Tú eres el Alma Suprema, el Brahman Supremo. Por lo tanto, las personas que pertenecen a la cultura brahmínica, pueden entender la verdad acerca de Tu forma trascendental. Así pues, Tú siempre respetas a los brähmaëas y, por ello, eres considerado el mejor de todos los seguidores de la cultura brahmínica. Tú eres conocido, por lo tanto, como brahmaëya-deva. Querido Seïor nuestro, Tú eres la última palabra en cuanto a buena fortuna, y el último recurso de todas las personas santas; por lo tanto, todos nosotros consideramos que hemos alcanzado la perfección de nuestra vida, educación, austeridad, y de nuestra adquisición de conocimiento trascendental, al reunirnos contigo. De hecho, Tú eres la meta última de todos los logros trascendentales.
“Querido Seïor nuestro, no existe fin a Tu ilimitado conocimiento. Tu forma es trascendental, y existe eternamente con bienaventuranza y conocimiento plenos. Tú eres la Suprema Personalidad de Dios, el Brahman Supremo, el Alma Suprema. Como te encuentras cubierto por el hechizo de Tu potencia interna, yogamäyä, ahora te encuentras encubriendo temporalmente Tus ilimitadas potencias, pero aun así podemos entender cuál es Tu excelsa posición y, por lo tanto, todos nosotros te ofrecemos nuestras respetuosas reverencias. Querido Seïor, Tú estás disfrutando de Tus pasatiempos en el papel de un ser humano, encubriendo Tu verdadera naturaleza de poseedor de opulencia trascendental. Por lo tanto, todos los reyes que se encuentran aquí presentes, incluso los miembros de la dinastía Yadu, que constantemente se relacionan contigo, comen contigo y se sientan contigo, no pueden entender que Tú eres la causa original de todas las causas, y el alma de todos, la causa original de toda creación.
“Cuando una persona sueïa de noche, acepta como reales las figuras alucinantes creadas por el sueïo, y el cuerpo imaginario del sueïo se acepta como el verdadero cuerpo de uno. Por los momentos, uno olvida que, además del cuerpo creado por la alucinación, hay otro cuerpo, real, en el estado despierto. De forma similar, tambien en el estado despierto la confundida alma condicionada considera que el disfrute sensual es la verdadera felicidad.
“Mediante el proceso de disfrute de los sentidos del cuerpo material, el alma espiritual es cubierta, y su conciencia se contamina materialmente. El hecho de que uno no pueda comprender a la Suprema Personalidad de Dios, Kåñëa, se debe a la conciencia material. Todos los grandes yogés místicos se esfuerzan por despertar su conciencia de Kåñëa, mediante la práctica madura del sistema de yoga y, así pues, logran entender Tus pies de loto, y meditan en Tu forma trascendental. De esa forma, el resultado acumulado de las actividades pecaminosas queda contrarrestado. Se dice que el agua del Ganges puede aniquilar grandes cantidades de las acciones pecaminosas de una persona, pero el agua del Ganges es gloriosa debido sólo a Tus pies de loto. El agua del Ganges fluye como transpiración de los pies de loto de Vuestra Seïoría. Y todos nosotros somos tan afortunados, que hoy hemos podido ver directamente Tus pies de loto. Querido Seïor, somos todos almas rendidas, devotos de Vuestra Seïoría; por lo tanto, por favor se bondadoso y otórganos Tu misericordia sin causa. Sabemos bien que las personas que se han liberado mediante la ocupación constante en Tu servicio devocional, ya no se encuentran contaminadas por las modalidades materiales de la naturaleza; por ello, han adquirido el derecho de ser promovidas al reino de Dios que se encuentra en el mundo espiritual.”
Despues de ofrecerle al principio oraciones al Seïor Kåñëa, los sabios reunidos quisieron pedir el permiso del rey Dhåtaräñöra y del rey Yudhiñöhira, y luego partir hacia sus respectivos äçramas. Sin embargo, en ese momento, Vasudeva, el padre del Seïor Kåñëa y el más celebre de todos los hombres piadosos, se acercó a los sabios, y con gran humildad ofreció sus respetos, cayendo a sus pies. Vasudeva dijo:
“Mis queridos y grandiosos sabios, ustedes son más respetados que los semidioses. Por lo tanto, yo les ofrezco mis respetuosas reverencias. Quisiera que aceptaran, si así lo desean, mi único pedido. Habre de considerar una gran bendición, el que ustedes tengan la bondad de explicar cuál es la suprema actividad fruitiva mediante la cual uno puede contrarrestar las reacciones de todas las demás actividades.”
El gran sabio Närada era el líder de todos los sabios allí presentes. Por lo tanto, el comenzó a hablar:
“Mis queridos sabios”, dijo el, “no es muy difícil entender que debido a su gran bondad y sencillez, Vasudeva, que se ha convertido en el padre de la Personalidad de Dios al recibir a Kåñëa como hijo, sienta inclinación de preguntarnos por su bienestar. Se dice que la familiaridad genera desden. De ahí que Vasudeva, por tener a Kåñëa como hijo, no ve a Kåñëa con respeto y veneración. Algunas veces se observa que las personas que viven en la ribera del Ganges no consideran que este es muy importante, y que se van a un sitio lejano para baïarse en un lugar de peregrinaje. Ya que el Seïor Kåñëa, cuyo conocimiento nunca es superado bajo ninguna circunstancia, se encuentra presente personalmente, no es necesario que Vasudeva nos pida instrucción.
“El Seïor Kåñëa no es afectado por el proceso de la creación, manutención y aniquilación; Su conocimiento nunca es influenciado por ningún agente más allá de Sí Mismo. El no se agita con la interacción de las cualidades materiales, que cambian las cosas con las fuerzas del tiempo. Su forma trascendental está llena de conocimiento que nunca se agita por la ignorancia, el orgullo, el apego, la envidia, ni por el disfrute sensual. Su conocimiento no se encuentra nunca sujeto a las leyes del karma, que se refieren a las actividades piadosas o impías; ni tampoco se encuentra influenciado por las tres modalidades de la energía material. Nadie es más grande ni igual a El, pues El es la autoridad suprema, la Personalidad de Dios.
“El condicionado ser humano ordinario puede que piense que el alma condicionada, que se encuentra cubierta por sus sentidos, mente e inteligencia materialistas, es igual a Kåñëa, pero el Seïor Kåñëa es tal como el Sol, que si bien algunas veces puede que parezca estar cubierto por la nube, la nieve, la neblina o por otros planetas, nunca lo está en realidad. Cuando esas influencias cubren los ojos de los hombres poco inteligentes, estos creen que el Sol no está visible. De forma similar, las personas que se encuentran influenciadas por los sentidos, y que están adictas al disfrute material, no pueden tener una visión clara de la Suprema Personalidad de Dios.”
Los sabios presentes comenzaron entonces a hablarle a Vasudeva en presencia del Seïor Kåñëa, Balaräma y muchos otros reyes, y, tal como lo había pedido, le dieron sus instrucciones:
“Para contrarrestar la reacción del karma, o los deseos que lo impulsan a uno hacia las actividades fruitivas, se deben ejecutar los sacrificios prescritos, destinados a la adoración del Seïor Viñëu con fe y devoción. El Seïor Viñëu es el beneficiario de los resultados de todas las ejecuciones de sacrificios. Grandes personalidades y sabios, que han alcanzado la suficiente experiencia de poseer la visión de las tres fases del elemento tiempo - pasado, presente y futuro - y aquellos que pueden ver todo claramente a traves de los ojos de las Escrituras reveladas, han recomendado unánimemente que, para purificar el polvo de la contaminación material que se ha acumulado en el corazón, y para abrir el sendero de la liberación y así alcanzar la dicha trascendental, uno tiene que complacer al Seïor Viñëu. Esta adoración de la Suprema Personalidad de Dios, el Seïor Viñëu, quien conocido como Puruñottama, la persona original, se recomienda como el único sendero auspicioso para todos aquellos integrantes de las diferentes órdenes sociales (brähmaëa, kñatriya y vaiçya), que viven como personas casadas.
Todas las almas condicionadas que se encuentran en este mundo material, tienen deseos profundamente enraizados de enseïorearse de los recursos de la naturaleza material. Todos quieren acumular riquezas, todos quieren disfrutar de la vida al máximo, todos quieren tener una esposa, un hogar e hijos, y todos quieren ser felices en este mundo y ser elevados a los planetas celestiales en la otra vida. Pero esos deseos son las causas del cautiverio material de uno. Por lo tanto, para liberarse de ese cautiverio, uno tiene que sacrificar sus riquezas, honestamente ganadas, en pos de la satisfacción del Seïor Viñëu.
“El único proceso para contrarrestar toda clase de deseos materiales, es dedicarse al servicio devocional al Seïor Viñëu. De esa forma, una persona autocontrolada, incluso mientras participa de la vida familiar, debe abandonar las tres clases de deseos materiales: el deseo de adquisición de opulencias materiales, el disfrute de esposas e hijos, y el querer ser elevado a los planetas superiores. Finalmente puede abandonar la vida familiar y adoptar la orden de vida de renuncia, dedicándose por completo al servicio devocional del Seïor. Todo el mundo, incluso los que han nacido en el nivel de vida superior, como brähmaëa, kñatriya o vaiçya, se encuentra indudablemente endeudado con los semidioses, con los sabios, con los antepasados, con las entidades vivientes, etc., y para liquidar todas esas deudas, uno tiene que realizar sacrificios, estudiar la literatura vedica y engendrar niïos dentro de una vida familiar religiosa. Si uno de alguna manera adopta la orden de vida de renuncia sin pagar esa deuda, con toda certeza cae de su posición. Hoy tú has liquidado ya tus deudas con tus antes y con los sabios. Ahora, mediante la ejecución de sacrificios, puedes liberarse de la deuda con los semidioses, y así refugiarse por completo en la Suprema Personalidad de Dios. Mi querido Vasudeva, ya tú has realizado indudablemente muchas actividades piadosas en tus vidas previas. De lo contrario, ¿cómo podrías ser el padre de Kåñëa y Balaräma, la Suprema Personalidad de Dios?”
El santo Vasudeva, despues de escuchar a todos los sabios, les ofreció sus respetuosas reverencias a sus pies de loto. (Libro de Kåñëa, Cap. 83, págs. 597-603).
Oraciones de los devotos al Seïor Çré Kåñëa
Como gran devoto de Kåñëa que era, el rey Parékñit se encontraba ya liberado, pero, para efectos de aclaración, le estaba formulando diversas preguntas a Çukadeva Gosvämé. En el capítulo anterior, la pregunta del rey Parékñit fue:
“¿Cuál es la meta última de los Vedas?”
Y Çukadeva Gosvämé explicó el asunto, dando descripciones autoritativas provenientes de la sucesión discipular, que comienza con Sanandana y desciende hasta Näräyaëa Åñi, Närada, Vyäsadeva y, finalmente el mismo. La conclusión fue que el servicio devocional, o bhakti, es la meta última de los Vedas. Un devoto neófito puede que pregunte:
“Si la meta última de la vida, o la conclusión de los Vedas, es que uno se eleve a la plataforma de servicio devocional, entonces, ¿por que se observa que un devoto del Seïor Viñëu por lo general no es muy próspero en sentido material, mientras que un devoto del Seïor Çiva resulta ser muy opulento?”
Con objeto de aclarar este asunto, Parékñit Mahäräja le preguntó a Çukadeva Gosvämé:
“Mi querido Çukadeva Gosvämé, por lo general se observa que aquellos que se dedican a la adoración del Seïor Çiva, bien sea que se encuentren en la sociedad humana, en la demoníaca o en la de los semidioses, se vuelven muy opulentos en sentido material, si bien el mismo Seïor Çiva vive como una persona muy pobre. Por otra parte, los devotos del Seïor Viñëu, quien es el controlador de la diosa de la fortuna, no parecen ser muy prósperos, y algunas veces incluso se observa que viven sin ninguna opulencia material en absoluto. El Seïor Çiva vive bajo un árbol o en la nieve de las montaïas Himalayas. El ni siquiera construye una casa para sí mismo, pero aun así los adoradores del Seïor Çiva son muy ricos. Kåñëa, o el Seïor Viñëu, no obstante, vive muy opulentamente, bien sea en Vaikuëöha o en este mundo material, pero Sus devotos parecen ser muy pobres. ¿Por que ocurre esto?”
En respuesta a las preguntas del rey Parékñit, Çukadeva Gosvämé dijo:
“Que el Seïor Çiva es el amo de la energía material. La energía material está representada por la diosa Durga, y como el Seïor Çiva resulta ser como su esposo, ella se encuentra por completo bajo el dominio de el. Por consiguiente, el Seïor Çiva es reconocido como el amo de esta energía material. La energía material se manifiesta en tres cualidades - a saber: bondad, pasión e ignorancia -, y, por lo tanto, el Seïor Çiva es el amo de esas tres cualidades. Si bien el Seïor Çiva se encuentra asociado con esas cualidades para beneficio del alma condicionada, el es quien las dirige, y no es afectado por ellas. Aunque el alma condicionada es afectada por las tres cualidades, no ocurre así con el Seïor Çiva, debido a que el es el amo de ellas.
Çukadeva Gosvämé continuó:
“La Suprema Personalidad de Dios, Hari, es trascendental a las tres cualidades de la naturaleza material.”
Çukadeva Gosvämé, al responder a la pregunta de Parékñit Mahäräja, continuó y citó un incidente histórico relacionado con el rey Yudhiñöhira, el abuelo de Parékñit Mahäräja. El dijo que el rey Yudhiñöhira, despues de haber concluido el sacrificio Açvamedha en la gran arena de sacrificio, y en presencia de grandes autoridades, preguntó acerca de este mismo punto:
“¿por que los devotos del Seïor Çiva se vuelven opulentos materialmente, mientras que los devotos del Seïor Viñëu no?
El Seïor Kåñëa respondió a la pregunta de Mahäräja Yudhiñöhira de la siguiente manera:
“Si Yo favorezco en especial a un devoto y especialmente deseo cuidar de el, lo primero que hago es quitarle sus riquezas?”
Aquí pudiera plantearse otra pregunta. Si Dios es todopoderoso, ¿por que habría de tratar de reformar a Su devoto, colocándolo en una situación de infortunio? La respuesta es que, cuando la Suprema Personalidad de Dios pone a Su devoto en una condición de infortunio, no lo hace sin un propósito ulterior. Algunas veces el propósito de ello, es que los sentimientos de apego que siente el devoto por Kåñëa se magnifiquen con el infortunio. Por ejemplo, cuando Kåñëa, antes de abandonar la capital de los Päëòavas para ir a Su hogar, estaba pidiendo permiso para partir, Kuntédevé dijo:
“Mi querido Kåñëa, en nuestra condición de infortunio Tú siempre Te encuentras presente entre nosotros. Ahora, debido a que hemos sido elevados a una posición real, nos estás abandonando. Por lo tanto, yo preferiría vivir en una situación de infortunio y no tener que perderte.”
El Seïor continuó:
“Cuando Mi devoto se encuentra desprovisto de toda riqueza material, y sus parientes, amigos y familiares lo abandonan, debido a que no tiene nadie que cuide de el, se refugia por completo en los pies de loto del Seïor.”
Çréla Narottama däsa Öhäkura cantó en relación con esto:
“Mi querido Seïor Kåñëa, ¡oh hijo de Nanda Mahäräja!, Tú Te encuentras ahora de pie ante mí juntamente con Çrématé Rädhäräëé, la hija del rey Våñabhänu. Yo ahora me rindo a Ti. Por favor aceptame. Por favor no me eches. No tengo más refugio que Tú.”
El Seïor Kåñëa le dijo al rey Yudhiñöhira:
“Ninguna condición adversa que haya en la vida desanima a Mi devoto; este siempre permanece firme y estable. Por lo tanto, Yo Mismo Me entrego a el, y Yo lo favorezco de manera que pueda conseguir en la vida el exito más elevado.”
Çukadeva Gosvämé continuó:
“Los semidioses, encabezados por el Seïor Brahmä y el Seïor Çiva, e incluso el Seïor Indra, Candra y Varuëa y otros, pueden ser satisfechos muy rápidamente o pueden enojarse muy rápidamente mediante el buen o mal comportamiento de sus devotos. Pero no ocurre así con la Suprema Personalidad de Dios, Viñëu.”
Çukadeva Gosvämé le habló al rey Parékñit de la siguiente manera:
“Mi querido Rey, el Seïor Brahmä, el Seïor Viñëu y el Seïor Çiva, el trío principal de la creación material, pueden bendecir o maldecir a cualquier persona. De este trío, el Seïor Brahmä y el Seïor Çiva se satisfacen muy fácilmente y al mismo tiempo se enojan muy fácilmente. Cuando están satisfechos, dan bendiciones sin consideración alguna, y cuando están furiosos, maldicen al devoto sin consideración alguna. Pero el Seïor Viñëu no es así. El Seïor Viñëu es muy considerado. Siempre que un devoto quiere algo del Seïor Viñëu, el Seïor Viñëu en primer lugar considera si esa bendición será en fin de cuentas buena para el devoto. El Seïor Viñëu nunca otorga ninguna bendición que en fin de cuentas le resulte desastrosa al devoto. Por Su naturaleza trascendental, El siempre es misericordioso; así pues, antes de dar bendición alguna, El considera si ésta resultará ser beneficiosa para el devoto. Como la Suprema Personalidad de Dios siempre es misericordioso, incluso cuando parece que hubiera matado a un demonio, o incluso cuando aparentemente se enoja con un devoto, Sus acciones siempre son auspiciosas. Por lo tanto, la Suprema Personalidad de Dios es conocido como plenamente bueno. Todo lo que El hace es bueno. (Libro de Kåñëa, Cap. 87, págs. 691-699).
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