Puri, Bhakti Pramode: Palabras de su Divina Gracia Puri Maharaj Sobre Su Vida puri_bp/ 20-May-2008 00:53 - Escritos
Mahadeva Siva Y El Sacrificio De SatiEn el cuarto canto del Srimad Bhagavatam se narra la historia de cómo el rey Daksa ofende a Siva y decide no invitarlo a su yajña (ceremonia de sacrificio). Debido a esto el Señor Visnu rehúsa dar sus bendiciones al sacrificio de Daksa. Sati, la casta esposa del señor Siva, siendo invitada a la ceremonia por su padre (Daksa) decide asistir a la ceremonia a pesar de la oposición de su esposo; Daksa difama públicamente de Siva y Sati, profundamente apenada por esto, se lamenta: “¡Ay de mí! Debido al sentimentalismo y a mi inestabilidad mental no presté atención a las advertencias de mi esposo y vine a la casa de mi padre solo para ser torturada al escuchar blasfemia en contra de tan exaltado vaisnava. ¡Qué avergonzada estoy! ¿Cómo podré rectificar este vil crimen del vaisnava-aparadha? No podré seguir viviendo en este cuerpo concebido por mi ofensor padre. Abandonaré este cuerpo contaminado y Purificaré mi alma por rendirla a los pies de loto de mi santo esposo”. Luego se dirigió a su padre Daksa: “¡Escucha padre! Solo tú pudiste comportarte de manera tan vil en contra de una personalidad tan sagrada como Siva, querido por todos los seres vivientes y que está siempre igualmente dispuesto para con todos y por esto no posee enemigos. La naturaleza de una persona santa es la de ignorar las faltas de los demás y apreciar sus buenas cualidades. Pero una persona envidiosa como tú ve como faltas hasta las buenas cualidades de los demás. El devoto madhyama adhikari discrimina apropiadamente entre las buenas y malas cualidades y las glorifica como si fueran símbolos de grandeza. Pero tú maldices de una personalidad que posee cualidades divinas”. La naturaleza del crítico superficial es la de buscar solo las faltas de los demás. Ignoran los buenos rasgos y tratan de hacerlos ver como si fueran defectos. Las hormigas buscarán hasta la más pequeña grieta y causarán rompimiento aún en la cubierta de gemas del más bello templo. Estos críticos son como tamices llenos de agujeros (faltas) que a conveniencia pasan por alto sus propias faltas pero ridiculizan la más pequeña equivocación en los demás. La persona santa está liberada de esta tendencia a buscar faltas. El Caitanya-caritamrta define al vaisnava de primera clase: uttama haña vaisnava habe “Aunque un vaisnava es la personalidad más exaltada, él no es orgulloso y ofrece respeto a los demás sabiendo bien que ellos son el lugar de reposo de Krsna”. Aquellos que consideran el cuerpo material como el yo real están despistados y locos teniendo el corazón endurecido no siendo sorprendente que difamen de las personalidades exaltadas. Las personas santas toleran con ecuanimidad todas las injurias lanzadas en contra pues esa es su naturaleza. Ellos son ecuánimes e imperturbables ante la alabanza o la calumnia, el honor o el deshonor, la alegría o la tristeza. Pero en cuanto a sus seguidores o discípulos que son como polen aferrado a sus pies de loto, ¿podrán ellos tolerar las ofensas en contra de su Señor y protector? Ciertamente capturarán y acabarán con los poderes demoníacos de los torturadores. Las dos sílabas que forman la palabra Siva (si y va) son tan auspiciosas que por su simple pronunciación son removidos el pecado y los síntomas inauspiciosos. Sus instrucciones son leyes y sus pasatiempos los más santos y gloriosos. Por lo tanto, sólo el más abominable malhechor podría pensar en criticar a este amigo y bienqueriente de todas las entidades vivientes. A este punto Daksa coloca un contra argumento en la forma de pregunta: “Tú has descrito las características sublimes de los santos y me adviertes acerca de encontrar faltas en otros. Pero, ¿qué hay de mí? Soy un brahmana además en mi posición de prajapati (progenitor) soy adorable para todos. Soy tu padre y merezco tú respeto. ¿En este caso no constituye una ofensa de parte tuya el que me critiques de esta manera?” Sati respondió: Escuchemos las instrucciones de las escrituras sobre el tema: yad akalpa ise dharmavitary “Si uno escucha a una persona irresponsable blasfemar en contra del maestro o guía espiritual, debería cubrir sus oídos y salir del lugar si se es incapaz de responder. Pero si se tiene la fuerza, debería cortársele la lengua y matársele, y luego abandonar la existencia propia”. En su comentario a este sloka, Srila Visvanatha Cakravarti escribe: “Bajo la autoridad del Ksatriya-dharma (deberes y responsabilidades para los ksatriyas, la clase marcial) se está empoderado para cortar la lengua del ofensor. Las otras clases de la sociedad védica (brahmanas, vaisyas y sudras) no están autorizadas para ejercer castigo físico a otros; de ahí que los brahmanas cubrirán sus oídos, cantaran el nombre de Visnu y abandonarán el lugar debido a su gran pesadumbre”. Debido a que los vaisnavas son como mínimo iguales a los brahmanas, ellos seguirán el código brahmana. Srila Jiva Gosvami escribe en su Bhakti-sandarbha, en el contexto del sadhu-ninda relativo al primero de los nama-aparadhas: “el solo escuchar vaisnava-ninda ya es una grave falta”. El Srimad Bhagavatam establece: nindam bhagavatah srnvams “La persona que al escuchar ofensas en contra del Señor Supremo o de su devoto rendido no abandona ese lugar impuro, está implicada en la ofensa y es carente de todo sentimiento de piedad”. Las instrucciones acerca de abandonar el lugar de la ofensa están indicadas para aquellos que son débiles e incapaces de ofrecer resistencia, pero aquellos que son fuertes y poderosos deben como asunto de deber arrancar la lengua del ofensor. Srila Bhaktisiddhanta Thakura Prabhupada escribe en su significado del sloka del Srimad Bhagavatam 4/4/17: “Los seguidores del sistema védico de Sociedad Varnasrama son los instructores o Gurus de los sin casta (aquellos que no se ajustan a los edictos de las leyes védicas). Los brahmanas son los Gurus de la Sociedad Varnasrama. El Guru del brahmana es el vaisnava Acarya o el preceptor espiritual y el protector de la teología y religión vaisnava. Al primer signo de blasfemia en contra del Acarya es el deber de uno reaccionar y abandonar inmediatamente el lugar. Si uno está en la capacidad de hacerlo debería idealmente cortar la lengua del ofensor, y si se es incapaz de hacer esto debería uno abandonar su vida estando afligido por insoportable dolor y vergüenza”. Las personas que rondan en el plano mental son críticas y hostiles hacia el Señor Supremo y su devoto. Juzgan y analizan el fenómeno material estando influenciados por la naturaleza dualista que los seduce constantemente a la argumentación. A pesar de que sus opiniones mundanas son peligrosas estas no tienen efecto en lo absoluto. Por esto las Escrituras no absortan a que evitemos la compañía de los materialistas. Es parte de la etiqueta vaisnava evitar la asociación no-vaisnava. Srila Bhaktivinoda Thakura escribe: “El carácter y el comportamiento del vaisnava es siempre ideal y puro. Cualquiera que envidiosamente difame de él será rechazado por mí (Bhaktivinoda) y no me preocuparé de ver su cara o hablarle”. El Srimad Bhagavatam declara; “Uno debe por tanto evitar las malas compañías y asociarse solamente con devotos. Con sus sabias instrucciones tales santos pueden cortar el nudo que nos ata a las actividades desfavorables al servicio devocional.” (S.B. 11/26/26) De nuevo: yosit-sangat yatha pumso yatha tat-sangi-sangatah (S.B. 3/31/35) “La ilusión y esclavitud que un hombre acumula como resultado de su apego a un objeto en particular no son tan desastrozas como los resultados de la asociación con mujeres o con hombre apegados servilmente a mujeres”. Estas afirmaciones, con citas de las Escrituras en los significados de Srila Bhaktisiddantha reiteran claramente que no solo esta prohibida la asociación de vaisnava-aparadhis sino también de sus asociados. Sati, la exaltada esposa y compañera del mejor de los vaisnavas (Sri Siva), continuó reprendiendo a su ofensor padre Daksa de una manera firme y temeraria: “No deseo permanecer ni un minuto más en este despreciable cuerpo, ácido de la semilla de un ofensor a los vaisnavas. Cuando una persona consume equivocadamente cosas inmundas, los doctores le recomiendan el vómito como una forma de curarse. Similarmente, mi cuerpo contaminado, el cual se ha originado de un enemigo del Señor Siva, es una carga innecesaria digna de ser tirada. Eres despreciable y estoy extremadamente avergonzada de estar relacionada contigo debido a este cuerpo. Mi nacimiento es una desgracia debido a que soy hija de un vil ofensor a las grandes almas. Mi Señor que monta un toro (Sri Siva) se dirige a mi como “Daksayani” (la hija de Daksa). Cuando pienso en esto y en como ese nombre me relaciona contigo siento repugnancia y dolor en mi corazón. Por esto, este cuerpo, nacido de ti, es abominable y lo dejaré sin demora”. Sati recriminó fuertemente a su padre aún en la presencia de muchos, en la arena de sacrificio. Luego entró en profunda meditación y mediante sus poderes yóguicos abandonó su cuerpo. La desconcertada asamblea lloró su muerte con lamentación. Daksa, duro de corazón por naturaleza, permaneció impasible y silencioso mientras su propia hija hacía esto. El grupo de acompañantes de Sati llegó a saltar en furia ante la insensibilidad de Daksa y tomando las armas se dispusieron a ejecutarle. Viendo avanzar peligrosamente a los guardias de Sati el poderoso sabio Bhrigu entonó un poderoso mantra del Yajur Veda y ofreció oblaciones en el fuego de sacrificio. Del fuego surgieron cientos de ribhus espadachines (seres militantes celestiales) que mediante sus poderes mágicos empezaron a contraatacar. Superados en el número por guerreros superiores, los guardias huyeron en todas las direcciones. Mientras tanto Narada Muni, quien vio todo el incidente mediante su visión mística, vino donde Siva y le narró todo. El Señor Siva, en una modalidad enfurecida, arrancó un mechón de su pelo enmarañado y lo tiró al piso. El mechón se transformo instantáneamente en un guerrero llamado Virabhadra. Este se inclinó en profunda reverencia ante su maestro y solicitó instrucciones. El Señor Siva dijo: -Eres mi expansión parcial; ve y destruye a Daksa y a su arena de sacrificio-. Virabhadra reunió de nuevo a los guardias de Sati y se aprestaron a sitiar a Daksa. Sri Visnu, el Señor de los sacrificios, no presta atención a un sacrificio que no es bendecido por la presencia de su devoto puro, el Señor Siva. Sri Visnu el reconocido protector de sus devotos (bhaktavatsala) nunca tolera insultos en su contra. Si una persona presta adoración al Señor Supremo pero no toma en cuenta a sus devotos rendidos, el Señor Supremo rechaza tal adoración considerando al adorador un tonto arrogante. Los soldados de Siva devastaron la arena de sacrificio haciendo que los asistentes huyeran por miedo a perder la vida. Virabhadra arrestó a Daksa; Maniman capturó Bhrigu Muni; Candesa capturó a Suryadeva y Nandisvara puso cautivo a Bhaga. Virabhadra arrancó el bigote de Bhirgu debido a que se le enroscó mientras se reía burlonamente del Señor Siva. Luego arrojó a Bhagadeva al piso y sacó sus ojos pues éste había animado a Daksa guiñándole el ojo mientras insultaba a Siva. Y debido a que Pusadeva (Surya) había mostrado sus dientes sonriendo por el insulto a Siva, Virabhadra quebró todos sus dientes. En el Srimad Bhagavatam (10/61/29-37) hay una descripción del Señor Balarama haciendo lo mismo con los dientes de Dantavakra. Después Virabhadra se sentó sobre el pecho de Daksa y trató de cortar su cabeza con un hacha (kharga). Fallando en su intento trató con muchas otras armas cortantes sin lograr causar siquiera un rasguño en la piel de Daksa. Para completa sorpresa de la asamblea tomó finalmente el afilado puñal usado para matar el animal de sacrificio y cortó la cabeza de Daksa. Luego arrojó la cabeza al fuego a manera de oblación y prendió fuego a todo el escenario. Después reunió a sus soldados y partió de regreso a Kailasa. De este modo es destruida una oración de sacrificio que blasfema de un vaisnava puro como el Señor Siva. El sacerdote del sacrificio (ritvik), los semidioses asistentes y los prajapatis, estando supremamente afectados, se aproximaron al Señor Brahma y le narraron el sangriento episodio. El Señor Brahma y el omnisciente Señor Narayana no habían asistido al sacrificio conociendo de antemano el fatídico desenlace. El Señor Brahma escuchó pacientemente las quejas de los semidioses y dijo: “Aquellos que maldicen de una personalidad poderosa y desean vivir pacíficamente encontrarán la vida totalmente inauspiciosa. Ustedes han ofendido gravemente a Siva quien es parte receptora de las oblaciones ofrecidas en sacrificio y han tramado inventivas para forzarlo a marcharse. Ahora con sincero arrepentimiento deben ir y arrojarse a sus pies. Él es Asutosha (muy fácil de satisfacer), así que traten de complacerlo. Cuando se enoja es capaz de destruir el mundo entero. Él está muy lastimado por la crítica sarcástica y por la pérdida de su querida esposa. No veo forma de solucionar este asunto aparte de la súplica sincera a sus pies de loto”. El Señor Brahma condujo luego a Indra y a los demás semidioses hacia Kailasa. Allí encontraron a Siva, el mejor de los vaisnavas meditando en el Señor supremo sentado bajo un árbol. Luego ofrecieron sus respetuosas reverencias y el respondió a su saludos de igual manera. Glorificando con fuerza al Señor Siva, el Señor Brahma pidió perdón por la ofensas de Daksa y así poder culminar la ceremonia de sacrificio. Luego imploró perdón para los semidioses ofensores y alivio para sus heridas. Asutosha, el Señor Siva, fue complacido de ésta manera por las oraciones del Señor Brahma y los semidioses. Él colocó una cabeza de carnero a Daksa y lo regresó a la vida. Los otros semidioses afectados también fueron curados. Luego el Señor Siva los acompaño a la arena del sacrificio. Daksa dándose cuenta de su error cayó a los pies de Siva e imploró su misericordia. El yajña fue reiniciado. El supremo Señor Narayana vino personalmente a recibir las oblaciones. Después el Señor Siva y el Señor Brahma fueron también adorados y recibieron los remanentes de las ofrendas de sacrificio. De esta manera fue completado el yajña de Daksa. Con el tiempo, Sati reencarnó como Parvati la hija de Menaka y el Himalaya, y obtuvo de nuevo a Siva como su esposo. Por escuchar ésta sagrada historia del Señor Siva, la joya cumbre entre los vaisnavas, las jivas serán extremadamente cuidadosas de cometer vaisnava-aparadha y obtendrán así el amor por Dios por la misericordia de los vaisnavas. Fuentes - FontsSOUV2P.TTF - 57 KB SOUV2I.TTF - 59 KB SOUV2B.TTF - 56 KB bai_____.ttf - 46 KB babi____.ttf - 47 KB bab_____.ttf - 45 KB SOUV2T.TTF - 56 KB inbenr11.ttf - 64 KB inbeno11.ttf - 12 KB inbeni11.ttf - 12 KB inbenb11.ttf - 66 KB balaram_.ttf - 45 KB indevr20.ttf - 53 KB Disculpen las Molestias
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