Adoración a los semidioses:
TEXTO 20
Wz daTaa Xar
YaXaae ivTaiNaTaa SvaNaa& daEZYaiNTairv YaJvNaaMa( )) 20 ))
eïa dätä çaraëyaç ca
yathä hy auçenaraù çibiù
yaço vitanitä svänäà
dauïyantir iva yajvanäm
eñaù—este niïo; dätä—dador de caridad; çaraëyaù—protector de los entregados; ca—y; yathä—como; hi—ciertamente; auçénaraù—el país llamado Usinara; çibiù—Çibi; yaçaù—fama; vitanitä—propagador; svänäm—de los parientes; dauñyantiù iva—como Bharata, el hijo de Duñyanta; yajvanäm—de aquellos que han ejecutado muchos sacrificios.
TRADUCCIÓN
Este niïo será un munífico dador de caridad y protector de los rendidos, como el famoso rey Çibi del país de Uçénara. Y el expandirá el nombre y la fama de su familia, tal como Bharata, el hijo de Mahäräja Duñyanta.
SIGNIFICADO
Un rey se vuelve famoso por sus actos de caridad, por sus ejecuciones de yajïas, por la protección de los rendidos, etc. Un rey kñatriya se siente orgulloso de brindarles protección a las almas entregadas. Esta actitud del rey se denomina éçvara-bhäva, o verdadera capacidad de proteger la causa justa. En El Bhagavad-gétä, el Seïor les indica a los seres vivientes que se entreguen a El, y les promete absoluta protección. El Seïor es todopoderoso y fiel a Su palabra, y, en consecuencia, jamás deja de brindarles protección a Sus diferentes devotos. El rey, siendo el representante del Seïor, debe poseer esta actitud de darles protección a las almas entregadas, cueste lo que cueste. Mahäräja Çibi, el rey de Uçénara, era un amigo íntimo de Mahäräja Yayäti, el cual pudo llegar a los planetas celestiales junto con Mahäräja Çibi. Mahäräja Çibi estaba consciente del planeta celestial al que habría de ser trasladado despues de su muerte, y la descripción de ese planeta celestial se da en El Mahäbhärata (Ädi-parva, 96.6-9). Mahäräja Çibi tenía una disposición tan caritativa, que la posición que había adquirido en el reino celestial se la quiso ceder a Yayäti, pero este no la aceptó. Yayäti fue al planeta celestial junto con grandes åñis, tales como Añöaka y otros. A pedido de los åñis y cuando todos se hallaban camino del cielo, Yayäti hizo una descripción de los actos piadosos de Çibi. Este se ha vuelto un miembro de la asamblea de Yamaräja, el cual se ha convertido en su deidad venerable. Como se confirma en El Bhagavad-gétä, el adorador de los semidioses va a los planetas de los semidioses (yänti deva-vratä devän); así que, Mahäräja Çibi se ha vuelto un asociado de Yamaräja, la gran autoridad vaiñëava, en ese preciso planeta. Mientras se hallaba en la Tierra, se hizo muy famoso como protector de las almas entregadas y como dador de caridades. Una vez, el rey del cielo adoptó la forma de un pájaro cazador de palomas (un águila), y Agni, el dios del fuego, adoptó la forma de una paloma. Mientras el águila perseguía a la paloma, esta se refugió en el regazo de Mahäräja Çibi, y el águila cazadora le pidió al rey que se la devolviera. El rey quiso darle al ave cazadora otra carne que comer, y le pidió que no matara a la paloma. El ave cazadora rehusó aceptar la oferta del rey, pero luego se llegó al acuerdo de que el águila aceptaría carne del cuerpo del rey en una cantidad equivalente al peso de la paloma. El rey comenzó a cortar carne de su cuerpo y a ponerla en la balanza para equilibrar el peso de la paloma, pero la paloma mística siempre seguía siendo más pesada. El rey se puso entonces a sí mismo en la balanza para equilibrar a la paloma, y los semidioses se complacieron con el. El rey del cielo y el dios del fuego revelaron sus respectivas identidades, y bendijeron al rey. Devarñi Närada tambien glorificó a Mahäräja Çibi por sus grandes logros, especificamente en relación con la caridad y la protección. Mahäräja Çibi sacrificó a su propio hijo por la satisfacción de los seres humanos de su reino. Y, así pues, el niïo Parékñit había de convertirse en un segundo Çibi, en cuanto a caridad y protección se refiere.
Dauñyanti Bharata. En la historia existen muchos Bharatas, de los cuales el hermano del Seïor Räma, el hijo del rey Rñabha y el hijo de Mahäräja Duñyanta son muy famosos. Y a todos estos Bhäratas se los conoce históricamente en todo el universo. Este planeta Tierra es conocido como Bhärata, o Bhärata-varña, en honor del rey Bharata, el hijo de Rñabha; pero, según algunos, a esta Tierra se la conoce como Bhärata debido al reinado del hijo de Duñyanta. En lo que nosotros se refiere, estamos convencidos de que el nombre de Bhärata-varña que tiene esta Tierra se debe al reinado de Bharata, el hijo de Rñabha. Antes de el aparecer, a la Tierra se la conocía como Ilävåta-varña, pero justo despues de la coronación de Bharata, el hijo de Rñabha, esta Tierra se hizo famosa como Bhärata-varña.
Más, a pesar de todo esto, Bharata, el hijo de Mahäräja Duñyanta, no era menos importante. El es el hijo de la famosa beldad Çakuntalä. Mahäräja Duñyanta se enamoró de Çakuntalä en el bosque, y así se concibió a Bharata. Despues de eso y debido a la maldición de Kaëva Muni, Mahäräja se olvidó de su esposa Çakuntalä, y el niïo Bhärata fue criado en el bosque por su madre. Incluso en su infancia el niïo era tan poderoso, que desafiaba a los leones y elefantes del bosque y peleaba con ellos, tal como los niïitos juegan con gatos y perros. A raíz de que el niïo se había vuelto tan fuerte, más que el llamado Trazan de la actualidad, los rñis del bosque lo llamaban Sarvadamana, o aquel que es capaz de controlar a todo el mundo. En El Mahäbhärata, Ädi-parva, se da una descripción completa de Mahäräja Bharata. A los Päëòavas, o los Kurus, a veces se les llama Bharata por haber nacido en la dinastía del famoso Mahäräja Bharata, el hijo del rey Duñyanta.(S.B. 1º, Cap. 12, V. 20, págs. 593-595).
Adoración a los semidioses vs. a Dios:
TEXTO 12
YataeJaSaaQa >aGavaNa( YauiDa eUl/Paai
ivRSMaaiPaTa" SaiGairJaae_ïMadaiàJa& Mae )
ANYae_iPa cahMaMauNaEv k-le/vre
Pa[aáae MaheNd]>avNae MahdaSaNaaDaRMa( )) 12 ))
yat-tejasätha bhagavän yudhi çüla-päëir
vismäpitaù sagirijo ’stram adän nijaà me
anye ’pi cäham amunaiva kalevareëa
präpto mahendra-bhavane mahad-äsanärdham
Otra cosa significativas de este verso es que, por la gracia del Seïor Kåñëa, Arjuna, pudo llegar al planeta celestial incluso con su mismo cuerpo, y fue honrado por Indradeva, el semidiós celestial, sentándose con el en un asiento semielevado. Uno puede llegar a los planetas celestiales en virtud de los actos piadosos que se recomiendan en los çästras en la categoría de las actividades fruitivas. Y, como se declara en El Bhagavad-gétä (9.21), cuando las reacciones de esos actos piadosos se terminan, el que disfrutaba de ellos es de nuevo degradado y enviado a este planeta terrenal. La Luna tambien está en el mismo nivel que los planetas celestiales, y únicamente a las personas que sólo han realizado actos virtuosos - celebrando sacrificios, dando caridad y haciendo severas austeridades -, sólo a ellas puede permitírseles entrar en los planetas celestiales al terminarse el plazo de la vida del cuerpo. A Arjuna se le permitió entrar en los planetas celestiales con el mismo cuerpo simplemente por la gracia del Seïor, pues, de lo contrario, eso no es posible. Los actuales esfuerzo de los científicos modernos para tratar de entrar en los planetas celestiales, sin duda que demostraran ser inútiles, porque estos científicos no están en el nivel de Arjuna. Ellos son seres humanos ordinarios, sin ningún recurso en la forma de sacrificios, caridad o austeridades. El cuerpo material es influido por las tres modalidades de la naturaleza material, es decir, la bondad, la pasión y la ignorancia. A la población actual la influyen más o menos las modalidades de la pasión y la ignorancia, y los signos de esa influencia se manifiestan en que la gente se vuelve muy lujuriosa y codiciosa. Estos degradados sujetos difícilmente pueden acercarse a los sistemas planetarios superiores. Por encima de los planetas celestiales, existen además muchos otros planetas, que sólo aquellos que están influidos por la bondad pueden alcanzar. En los planetas celestiales y otros planetas del universo, los habitantes son todos sumamente inteligentes, muchas más veces que los seres humanos, y todos ellos son piadosos y se hallan bajo la influencia de la bondad superior y de la bondad máxima. Todos ellos son devotos del Seïor, y aunque su bondad no deja de estar adulterada, aun así se les conoce como semidioses que poseen buenas cualidades en la máxima cantidad posible dentro del mundo material. (S.B. 1º, Cap. 15, V. 12, págs. 738-739).
Adoración al Seïor como la perfección:
TvMaev MaaTaaQa SauôTPaiTa" iPaTaa )
Tv& Sad(GauåNaR" ParMa& c dEvTa&
YaSYaaNauv*tYaa k*-iTaNaae b>aUivMa )) 7 ))
bhaväya nas tvaà bhava viçva-bhävana
tvam eva mätätha suhåt-patiù pitä
tvaà sad-gurur naù paramaà ca daivataà
yasyänuvåttyä kåtino babhüvima
Adoración al Seïor recomendada:
Taàae >avaNa( vE >aGavTPa[DaaNaae
eue[UzTaa& Naae ivTaNaaeTau ivÜNa( )) 15 ))
tan no bhavän vai bhagavat-pradhäno
harer udäraà caritaà viçuddhaà
El expositor de las actividades trascendentales del Seïor debe tener únicamente un objeto de adoración y servicio: el Seïor Kåñëa, la Suprema Personalidad de Dios. Y el auditorio de esas narraciones debe estar ansioso de oír hablar de El. Cuando se logra una combinación de esa índole, es decir, un orador apto y un auditorio apto, en ese preciso momento y lugar es muy idóneo continuar los discursos acerca de la Trascendencia. Unos oradores de profesión y un auditorio absorto en lo material no pueden obtener un verdadero beneficio de esa clase de discursos. Los oradores de profesión hacen un espectáculo de Bhägavata-saptäha para sostener a la familia, y el público con inclinaciones materiales oye esos discursos de Bhägavata-saptäha en aras de algún beneficio material, es decir, religiosidad, riqueza, complacencia de los sentidos o liberación. Esa clase de discursos del Bhägavatam no se encuentran purificados de la contaminación de las cualidades materiales. Pero los discursos que hubo entre los santos de Naimiñäraëya y Çré Süta Gosvämé están en el nivel trascendental. No los motiva la ganancia material. En esos discuros, tanto el auditorio como el orador disfrutaran de un ilimitado placer trascendental, y, en consecuencia, pueden continuar con las narraciones durante muchos miles de aïos. Ahora, los Bhägavata-saptähas se realizan únicamente por siete días, y despues de concluir el espectaculo, tanto el auditorio como el orador se dedican como de costumbre a las actividades materiales. Eso se debe a que el orador no es un bhagavat-pradhäna y el auditorio no es çuçrüñatäm, como se explicó anteriormente. (S.B. 1º, Cap. 18, V. 15, págs. 889–890).
Adoración al dios del Sol en contraste con el servicio devocional:
Ta}aaePaNaqTabl/Yaae rvedsPaiMavad*Taa" )
AaTMaaraMa& PaU
Pa[qTYauTfu-çMau%a" Pa[aecuhRzRGaÓdYaa iGara )
iPaTar& SavRSauôdMaivTaariMava>aRk-a" )) 5 ))
El Seïor es el Padre Supremo de todos los seres vivientes, y, por lo tanto, aquellos que están conscientes de esta relación vital que se tiene con Dios, pueden hacerle al padre exigencias filiales, y al Padre le agrada satisfacer las exigencias de esos hijos obendientes, sin regatear. El Seïor es como el árbol de los deseos, y todo el mundo puede obtener todo de El, por Su misericordia sin causa. No obstante, como Padre Supremo que es, el Seïor no le provee a un devoto puro de algo que se considere un obstáculo en el desempeïo del servicio devocional. Aquellos que están dedicados al servicio devocional del Seïor pueden elevarse a la posición de servicio devocional puro, por el atractivo trascendental del Seïor. (S.B. 1º, Cap. 11, V. 4-5, págs. 524-526).
Adoración bajo la ignorancia y la pasión:
MauMau+avae gaaeræPaaNa( ihTva >aUTaPaTaqNaQa )
NaaraYa
La Suprema Personalidad de Dios Çré Kåñëa, quien es la persona original de las categorías de Viñëu, se expande en dos diferentes categorías, a saber, las porciones plenarias integradas y las partes integrales separadas. Las partes integrales separadas son los servidores, y las porciones plenarias integradas de viñëu-tattvas constituyen los venerables objetos de servicio.
Todos los semidioses apoderados del Seïor Supremo son tambien partes integrales separadas. Ellos no pertenecen a las categorías de viñëu-tattvas. Los viñëu-tattvas son seres vivientes tan poderosos como la forma original de la Personalidad de Dios, y Ellos exhiben diferentes categorías de poder, tomando en consideración los diferentes tiempos y circunstancias. Las partes integrales separadas son poderosas de manera limitada. Ellas no tienen ilimitado poder, como los viñëu-tattvas. De manera que uno nunca debe clasificar a los viñëu-tattvas, o las porciones plenarias de Näräyaëa, la Personalidad de Dios, en las mismas categorías que las partes integrales. Si alguien lo hace, se convierte de inmediato en un päñaëdé u ofensor. En la era de Kali, muchas personas necias cometen esas ofensas ilícitas e igualan las dos categorías.
Las partes integrales separadas tienen diferentes posiciones desde el punto de vista de los poderes materiales, y algunas de ellas son, por ejemplo, Käla-bhairava, Çmaçäna-bhairava, Çani, Mahäkälé, Caëòikä. Estos semidioses son adorados principalmente por aquellos que se encuentran en las categorías más bajas de la modalidad de la oscuridad o la ignorancia. Otros semidioses, como Brahmä, Çiva, Sürya, Gaëeça y muchas deidades similares, son adorados por hombres influenciados por la modalidad de la pasión, e impulsados por el deseo de disfrute material. Pero aquellos que verdaderamente están situados bajo la influencia de la modalidad de la bondad (sattva-guëa) de la naturaleza material, adoran únicamente a los viñëu-tattvas. Los viñëu-tattvas se representan con varios nombres y formas, tales como Näräyaëa, Dämodara, Vämana, Govinda y Adhokñaja.
Los brähmaëas capacitados adoran a los viñëu-tattvas representados por el çälagräma-çilä, y algunas de las castas superiores, como los kñatriyas y los vaiçyas, tambien adoran generalmente a los viñëu-tattvas.
Los brähmaëas altamente capacitados que están situados en el plano de la modalidad de la bondad, no guardan ningún resentimiento en contra del modo de adoración de otros. Ellos tienen un gran respeto por los semidioses, aun a pesar de que estos tengan una apariencia espantosa, como Käla-bhairava o Mahäkälé. Ellos saben muy bien que esos horribles aspectos del Seïor Supremo son todos servidores diferentes del Seïor bajo diferentes condiciones; mas, aun así, rechazan la adoración tanto de los aspectos horribles de los semidioses como de los atractivos, y se concentran únicamente en las formas de Viñëu, pues están sumamente interesados en liberarse de las condiciones materiales. Los semidioses, incluso hasta la etapa de Brahmä, que es el supremo de todos los semidioses, no pueden ofrecerle la liberación a nadie. Hiraëyakaçipu se sometió a un severo tipo de penitencia para lograr la vida eterna, pero la deidad que adoró, Brahmä, no pudo satisfacerlo con una bendición semejante. Así que Viñëu, y nadie más, recibe el nombre de mukti-pada, o la Personalidad de Dios que puede otorgarnos mukti, la liberación. Los semidioses, que son como las demás entidades vivientes del mundo material, son todos liquidados en el momento de la aniquilación de la estructura material. Ellos mismos son incapaces de obtener la liberación, ¡que decir de darles la liberación a sus devotos! Los semidioses únicamente pueden conferirles a los adoradores algún beneficio temporal, mas no el beneficio máximo.
rJaSTaMa"Pa[k*-TaYa" SaMaXaql/a >aJaiNTa vE )
iPaTa*>aUTaPa[JaeXaadqNa( ie[YaEìYaRPa[JaePSav" )) 27 ))
Si uno está sumamente interesado en ir de vuelta a Dios, no hay ninguna necesidad de que adore a los semidioses de ninguna categoría. En El Bhagavad-gétä (7.20.23) se dice claramente que aquellos que están locos por el disfrute material, se dirigen a los diferentes semidioses en busca de beneficios temporales, los cuales están hechos para los hombres con un escaso acopio de conocimiento. Nunca deberíamos desear aumentar la intensidad del disfrute material. El disfrute material debe aceptarse únicamente en la medida de la satisfacción de las necesidades básicas de la vida, y ni más ni menos que eso. Aceptar más disfrute material significa atarse más y más a los sufrimientos de la existencia material. Más riqueza, más mujeres y falsa aristocracia son algunas de las exigencias del hombre con inclinaciones materialistas, debido a que no tiene información alguna acerca del beneficio que se obtiene de adorar a Viñëu. Por el hecho de adorar a Viñëu, uno puede obtener beneficios en esta vida, así como tambien en la vida que está despues de la muerte. Olvidando estos principios, la gente necia que persigue más riqueza, más esposas y más hijos, adora a diversos semidioses. La vida tiene por objeto el ponerles fin a los sufrimientos que hay en ellas, y no el aumentarlos.
Las dos diferentes clases de Adoración:
TaMaSaSTau rJaSTaSMaaTSatv& Yad(b]ødXaRNaMa( )) 24 ))
Es un error, entonces, considerar que la adoración que de cualquier cualidad o de cualquier forma de la Suprema Personalidad de Dios es igualmente beneficiosa. Con la excepción de Viñëu, todas las formas separadas se manifiestan bajo las condiciones de la energía material, y, por ende, las formas de la energía material no pueden ayudar a nadie a ascender a la plataforma de sattva, que es la única que puede liberar a una persona del cautiverio material.
La modalidad de tamas controla el estado de la vida incivilizada, o la vida de los animales inferiores. La vida civilizada del hombre, con una pasión por diversos tipos de beneficios materiales, es la etapa de rajas. La etapa de rajas de la vida proporciona un leve indicio acerca de la compresión de la Verdad Absoluta, en la forma de sentimientos finos por la filosofía, el arte y la cultura, con principios eticos y morales; pero la modalidad de sattva es una etapa aún más elevada de cualidad material, que verdaderamente lo ayuda a uno a comprender la Verdad Absoluta. En otras palabras, existe una diferencia cualitativa entre las diferentes clases de metodos de adoración, así como tambien entre los respectivos resultados que se obtienen de las deidades predominantes, es decir, Brahmä, Viñëu y Hara. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 24, págs. 109-111).
Adoración como actividad humana general:
TaSMaadeke-Na MaNaSaa >aGavaNa( SaaTvTaa& PaiTa" )
e[aeTaVYa" k-IiTaRTaVYaê DYaeYa" PaUJYaê iNaTYada )) 14 ))
Satv& rJaSTaMa wiTa Pa[k*-TaeGauR
YauR¢-" Par" Pauåz Wk- whaSYa Datae )
iSQaTYaadYae hiriviriÄhreiTa Sa&ja"
e[eYaa&iSa Ta}a %lu/ SatvTaNaaeNa*R
sattvaà rajas tama iti prakåter guëäs tair
yuktaù paraù puruïa eka ihäsya dhatte
sthity-ädaye hari-viriïci-hareti saàjïäù
çreyäàsi tatra khalu sattva-tanor nåëäà syuù
Tal como se explicó anteriormente, esta declaración confirma que al Seïor Çré Kåñëa debe prestársele servicio devocional a traves de Sus partes plenarias. El Seïor Çré Kåñëa y todas Sus partes plenarias son viñëu-tattva, o la Seïoría de Dios. La siguiente manifestación de Çré Kåñëa es Baladeva. La de Baladeva es Saìkarñaëa, la de Saìkarñaëa es Näräyaëa, la de Näräyaëa es el segundo Saìkarñaëa, y de este Saìkarñaëa surgen los Viñëus puruña-avatäras. El Viñëu o la Deidad de la cualidad de la bondad del mundo material es el puruña-avatära conocido como Kñérodakaçäyé Viñëu o Paramätmä. Brahmä es la deidad de rajas (pasión), y Çiva es la deidad de la ignorancia. Ellos son tres directores de los departamentos de las tres modalidades de este mundo material. La creación la hace posible la bondad de Viñëu, y cuando se requiere que sea destruida, el Seïor Çiva lo hace mediante el täëòava-nåtya. Los materialistas y los seres humanos necios adoran a Brahmä y a Çiva, respectivamente. Pero los trascendentalistas puros adoran la forma de la bondad, Viñëu, en Sus diversas formas. Viñëu se manifiesta mediante Sus millones y billones de formas integradas y formas separadas. Las formas integradas se denominan Dios, y las formas separadas se denominan entidades vivientes o jévas. Tanto las jévas como Dios tienen sus formas espirituales originales. A veces, las jévas están sujetas al control de la energía material, pero las formas Viñëu son siempre las controladoras de esa energía. Cuando Viñëu, la Personalidad de Dios, aparece en el mundo material, viene a redimir a los seres vivientes condicionados que se hallan bajo el control de la energía material. Esos seres vivientes aparecen en el mundo material con intenciones de ser seïores, y, en consecuencia, quedan atrapados por las tres modalidades de la naturaleza. Debido a esto, las estidades vivientes tienen que cambiar sus coberturas materiales para someterse a diferentes períodos de encarcelamiento. La prisión del mundo material es creada por Brahmä bajo la instrucción de la Personalidad de Dios, y al concluir un kalpa, todo ello es destruido por Çiva. Pero en lo que respecta a la manutención de la prisión, la realiza Viñëu, de la misma manera en que el Estado mantiene la prisión estatal. Por lo tanto, cualquiera que desee salirse de esta prisión de la existencia material - la cual está llena de sufrimientos tales como la repetición del nacimiento, la muerte, las enfermedades y la vejez -, debe complacer al Seïor Viñëu para obtener dicha liberación. El Seïor Viñëu es adorado únicamente mediante el servicio devocional, y si alguien tiene que continuar una vida de prisión en el mundo material, puede perdirles a semidioses tales como Çiva, Brahmä, Indra y Varuëa, facilidades relativas para un alivio temporal. Ningún semidiós, sin embargo, puede liberar de la vida condicionada de la existencia material al ser viviente encarcelado. Esto únicamente lo puede hacer Viñëu. Así que el beneficio máximo puede recibirse de Viñëu, la Personalidad de Dios. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 23, págs. 108-109).
El Seïor Çré Caitanya Mahäprabhu es el propio Seïor Çré Kåñëa. Sin embargo, en esa ocasión, apareció como un gran devoto del Seïor, para predicarle a la gente en general, así como tambien a los religiosos y filósofos, acerca de la posición trascendental de Çré Kåñëa, el Seïor primordial y la causa de todas las causas. La esencia de Su predica consiste en que el Seïor Çré Kåñëa, que apareció en Vrajabhümi (Våndävana) como el hijo del rey de Vraja (Nanda Mahäräja), es la Suprema Personalidad de Dios, y, por consiguiente, es digno de la adoración de todos. Våndävana-dhäma no es diferente del Seïor, debido a que el nombre, la fama, la forma del Seïor y el lugar en que El se manifiesta, son todos identicos al Seïor en terminos de conocimiento absoluto. Por consiguiente, Våndävana-dhäma es tan digno de adoración como el Seïor. Las doncellas de Vrajabhümi exhibieron la más elevada forma de adoración trascendental del Seïor, en la forma de un afecto puro por El, y el Seïor Çré Caitanya Mahäprabhu recomienda ese proceso como la más excelente de todas las formas de adoración. El acepta El Çrémad-Bhägavata Puräëa como la literatura inmaculada para entender al Seïor, y predica que la meta máxima de la vida para todos los seres humanos es la de llegar a la etapa de prema, o de amor por Dios. (S.B. 1º, Introduc., pág. 6).
TaSMaadeke-Na MaNaSaa >aGavaNa( SaaTvTaa& PaiTa" )
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sattvaà rajas tama iti prakåter guëäs tair
yuktaù paraù puruïa eka ihäsya dhatte
sthity-ädaye hari-viriïci-hareti saàjïäù
çreyäàsi tatra khalu sattva-tanor nåëäà syuù
Tal como se explicó anteriormente, esta declaración confirma que al Seïor Çré Kåñëa debe prestársele servicio devocional a traves de Sus partes plenarias. El Seïor Çré Kåñëa y todas Sus partes plenarias son viñëu-tattva, o la Seïoría de Dios. La siguiente manifestación de Çré Kåñëa es Baladeva. La de Baladeva es Saìkarñaëa, la de Saìkarñaëa es Näräyaëa, la de Näräyaëa es el segundo Saìkarñaëa, y de este Saìkarñaëa surgen los Viñëus puruña-avatäras. El Viñëu o la Deidad de la cualidad de la bondad del mundo material es el puruña-avatära conocido como Kñérodakaçäyé Viñëu o Paramätmä. Brahmä es la deidad de rajas (pasión), y Çiva es la deidad de la ignorancia. Ellos son tres directores de los departamentos de las tres modalidades de este mundo material. La creación la hace posible la bondad de Viñëu, y cuando se requiere que sea destruida, el Seïor Çiva lo hace mediante el täëòava-nåtya. Los materialistas y los seres humanos necios adoran a Brahmä y a Çiva, respectivamente. Pero los trascendentalistas puros adoran la forma de la bondad, Viñëu, en Sus diversas formas. Viñëu se manifiesta mediante Sus millones y billones de formas integradas y formas separadas. Las formas integradas se denominan Dios, y las formas separadas se denominan entidades vivientes o jévas. Tanto las jévas como Dios tienen sus formas espirituales originales. A veces, las jévas están sujetas al control de la energía material, pero las formas Viñëu son siempre las controladoras de esa energía. Cuando Viñëu, la Personalidad de Dios, aparece en el mundo material, viene a redimir a los seres vivientes condicionados que se hallan bajo el control de la energía material. Esos seres vivientes aparecen en el mundo material con intenciones de ser seïores, y, en consecuencia, quedan atrapados por las tres modalidades de la naturaleza. Debido a esto, las estidades vivientes tienen que cambiar sus coberturas materiales para someterse a diferentes períodos de encarcelamiento. La prisión del mundo material es creada por Brahmä bajo la instrucción de la Personalidad de Dios, y al concluir un kalpa, todo ello es destruido por Çiva. Pero en lo que respecta a la manutención de la prisión, la realiza Viñëu, de la misma manera en que el Estado mantiene la prisión estatal. Por lo tanto, cualquiera que desee salirse de esta prisión de la existencia material - la cual está llena de sufrimientos tales como la repetición del nacimiento, la muerte, las enfermedades y la vejez -, debe complacer al Seïor Viñëu para obtener dicha liberación. El Seïor Viñëu es adorado únicamente mediante el servicio devocional, y si alguien tiene que continuar una vida de prisión en el mundo material, puede perdirles a semidioses tales como Çiva, Brahmä, Indra y Varuëa, facilidades relativas para un alivio temporal. Ningún semidiós, sin embargo, puede liberar de la vida condicionada de la existencia material al ser viviente encarcelado. Esto únicamente lo puede hacer Viñëu. Así que el beneficio máximo puede recibirse de Viñëu, la Personalidad de Dios. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 23, págs. 108-109).
TaMaSaSTau rJaSTaSMaaTSatv& Yad(b]ødXaRNaMa( )) 24 ))
Es un error, entonces, considerar que la adoración que de cualquier cualidad o de cualquier forma de la Suprema Personalidad de Dios es igualmente beneficiosa. Con la excepción de Viñëu, todas las formas separadas se manifiestan bajo las condiciones de la energía material, y, por ende, las formas de la energía material no pueden ayudar a nadie a ascender a la plataforma de sattva, que es la única que puede liberar a una persona del cautiverio material.
La modalidad de tamas controla el estado de la vida incivilizada, o la vida de los animales inferiores. La vida civilizada del hombre, con una pasión por diversos tipos de beneficios materiales, es la etapa de rajas. La etapa de rajas de la vida proporciona un leve indicio acerca de la compresión de la Verdad Absoluta, en la forma de sentimientos finos por la filosofía, el arte y la cultura, con principios eticos y morales; pero la modalidad de sattva es una etapa aún más elevada de cualidad material, que verdaderamente lo ayuda a uno a comprender la Verdad Absoluta. En otras palabras, existe una diferencia cualitativa entre las diferentes clases de metodos de adoración, así como tambien entre los respectivos resultados que se obtienen de las deidades predominantes, es decir, Brahmä, Viñëu y Hara. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 24, págs. 110-111).
>aeiJare MauNaYaae_QaaGa]e >aGavNTaMaDaae+aJaMa( )
Satv& iveuÖ& +aeMaaYa k-LPaNTae Yae_Nau TaaiNah )) 25 ))
MauMau+avae gaaeræPaaNa( ihTva >aUTaPaTaqNaQa )
NaaraYa
La Suprema Personalidad de Dios Çré Kåñëa, quien es la persona original de las categorías de Viñëu, se expande en dos diferentes categorías, a saber, las porciones plenarias integradas y las partes integrales separadas. Las partes integrales separadas son los servidores, y las porciones plenarias integradas de viñëu-tattvas constituyen los venerables objetos de servicio.
Todos los semidioses apoderados del Seïor Supremo son tambien partes integrales separadas. Ellos no pertenecen a las categorías de viñëu-tattvas. Los viñëu-tattvas son seres vivientes tan poderosos como la forma original de la Personalidad de Dios, y Ellos exhiben diferentes categorías de poder, tomando en consideración los diferentes tiempos y circunstancias. Las partes integrales separadas son poderosas de manera limitada. Ellas no tienen ilimitado poder, como los viñëu-tattvas. De manera que uno nunca debe clasificar a los viñëu-tattvas, o las porciones plenarias de Näräyaëa, la Personalidad de Dios, en las mismas categorías que las partes integrales. Si alguien lo hace, se convierte de inmediato en un päñaëdé u ofensor. En la era de Kali, muchas personas necias cometen esas ofensas ilícitas e igualan las dos categorías.
Las partes integrales separadas tienen diferentes posiciones desde el punto de vista de los poderes materiales, y algunas de ellas son, por ejemplo, Käla-bhairava, Çmaçäna-bhairava, Çani, Mahäkälé, Caëòikä. Estos semidioses son adorados principalmente por aquellos que se encuentran en las categorías más bajas de la modalidad de la oscuridad o la ignorancia. Otros semidioses, como Brahmä, Çiva, Sürya, Gaëeça y muchas deidades similares, son adorados por hombres influenciados por la modalidad de la pasión, e impulsados por el deseo de disfrute material. Pero aquellos que verdaderamente están situados bajo la influencia de la modalidad de la bondad (sattva-guëa) de la naturaleza material, adoran únicamente a los viñëu-tattvas. Los viñëu-tattvas se representan con varios nombres y formas, tales como Näräyaëa, Dämodara, Vämana, Govinda y Adhokñaja.
Los brähmaëas capacitados adoran a los viñëu-tattvas representados por el çälagräma-çilä, y algunas de las castas superiores, como los kñatriyas y los vaiçyas, tambien adoran generalmente a los viñëu-tattvas.
Los brähmaëas altamente capacitados que están situados en el plano de la modalidad de la bondad, no guardan ningún resentimiento en contra del modo de adoración de otros. Ellos tienen un gran respeto por los semidioses, aun a pesar de que estos tengan una apariencia espantosa, como Käla-bhairava o Mahäkälé. Ellos saben muy bien que esos horribles aspectos del Seïor Supremo son todos servidores diferentes del Seïor bajo diferentes condiciones; mas, aun así, rechazan la adoración tanto de los aspectos horribles de los semidioses como de los atractivos, y se concentran únicamente en las formas de Viñëu, pues están sumamente interesados en liberarse de las condiciones materiales. Los semidioses, incluso hasta la etapa de Brahmä, que es el supremo de todos los semidioses, no pueden ofrecerle la liberación a nadie. Hiraëyakaçipu se sometió a un severo tipo de penitencia para lograr la vida eterna, pero la deidad que adoró, Brahmä, no pudo satisfacerlo con una bendición semejante. Así que Viñëu, y nadie más, recibe el nombre de mukti-pada, o la Personalidad de Dios que puede otorgarnos mukti, la liberación. Los semidioses, que son como las demás entidades vivientes del mundo material, son todos liquidados en el momento de la aniquilación de la estructura material. Ellos mismos son incapaces de obtener la liberación, ¡que decir de darles la liberación a sus devotos! Los semidioses únicamente pueden conferirles a los adoradores algún beneficio temporal, mas no el beneficio máximo.
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iPaTa*>aUTaPa[JaeXaadqNa( ie[YaEìYaRPa[JaePSav" )) 27 ))
Si uno está sumamente interesado en ir de vuelta a Dios, no hay ninguna necesidad de que adore a los semidioses de ninguna categoría. En El Bhagavad-gétä (7.20.23) se dice claramente que aquellos que están locos por el disfrute material, se dirigen a los diferentes semidioses en busca de beneficios temporales, los cuales están hechos para los hombres con un escaso acopio de conocimiento. Nunca deberíamos desear aumentar la intensidad del disfrute material. El disfrute material debe aceptarse únicamente en la medida de la satisfacción de las necesidades básicas de la vida, y ni más ni menos que eso. Aceptar más disfrute material significa atarse más y más a los sufrimientos de la existencia material. Más riqueza, más mujeres y falsa aristocracia son algunas de las exigencias del hombre con inclinaciones materialistas, debido a que no tiene información alguna acerca del beneficio que se obtiene de adorar a Viñëu. Por el hecho de adorar a Viñëu, uno puede obtener beneficios en esta vida, así como tambien en la vida que está despues de la muerte. Olvidando estos principios, la gente necia que persigue más riqueza, más esposas y más hijos, adora a diversos semidioses. La vida tiene por objeto el ponerles fin a los sufrimientos que hay en ellas, y no el aumentarlos.
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vaSaudevPara YaaeGaa vaSaudevPara" i§-Yaa" )) 28 ))
vaSaudevPar& jaNa& vaSaudevPar& TaPa" )
vaSaudevParae DaMaaeR vaSaudevPara GaiTa" )) 29 ))
Que Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios, es el único objeto que debe ser adorado, se confirma en estos dos çlokas. En la literatura vedica se encuentra el mismo objetivo: establecer nuestra relación con Dios y, finalmente, revivir el perdido servicio amoroso que le debemos a El. Esa es la esencia de los Vedas. En El Bhagavad-gétä, el Seïor confirma la misma teoría en Sus propias palabras: el propósito último de los Vedas es únicamente el de conocerlo a El. El Seïor, a traves de Su encarnación en el cuerpo de Çréla Vyäsadeva, prepara todas las Escrituras reveladas, sólo para que las almas caídas, condicionadas por la naturaleza material, recuerden a Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios. Ningún semidiós puede otorgar la libertad del cautiverio material. Ese es el veredicto de todas las Escrituras vedicas. Los impersonalistas que no tienen ninguna información acerca de la Personalidad de Dios, minimizan la omnipotencia del Seïor Supremo y lo ponen en el mismo nivel que todos los demás seres vivientes, y por este acto, esos impersonalistas logran liberarse del cautiverio material únicamente con gran dificultad. Ellos pueden entregarse a El sólo despues de muchísimos nacimientos en los que cultiven el conocimiento trascendental.
Uno pudiera aducir que las actividades vedicas se basan en ceremonias de sacrificio. Eso es cierto. Pero todos esos sacrificios tambien tienen por objeto comprender la verdad acerca de Väsudeva. Otro nombre de Väsudeva es Yajïa (sacrificio), y en El Bhagavad-gétä se afirma claramente que todos los sacrificios y todas las actividades deben realizarse para la satisfacción de Yajïa, o Viñëu, la Personalidad de Dios. Esto sucede tambien en los sistemas de yoga. Yoga significa ponerse en contacto con el Seïor Supremo. El proceso, sin embargo, incluye varios aspectos corporales, tales como äsana, dhyäna, präëäyäma y la meditación, y todos ellos tienen por objeto la concentración en el aspecto localizado de Väsudeva, representado por Paramätmä. La comprensión Paramätmä no es sino una comprensión parcial de Väsudeva, y si uno logra el exito en ese intento, llega a comprender a Väsudeva a plenitud. Pero por mala fortuna, la mayoría de los yogés se quedan estancados, debido a los poderes del misticismo que han conseguido a traves del proceso corporal. Los yogés desafortunados reciben una oportunidad en el siguiente nacimiento, siendo colocados en las familias de brähmaëas buenos y eruditos o en las familias de comerciantes ricos, a fin de ejecutar la inconclusa tarea de la comprensión de Väsudeva. Si esos brähmaëas afortunados e hijos de hombres ricos utilizan debidamente la oportunidad, pueden comprender fácilmente a Väsudeva mediante la buena asociación con personas santas. Desgraciadamente, esas personas privilegiadas son cautivadas de nuevo por la riqueza y honor materiales, y por ello prácticamente se olvidan de la finalidad de la vida.
Esto tambien es cierto en lo que se refiere al cultivo de conocimiento. Según El Bhagavad-gétä, existen dieciocho elementos para el cultivo de conocimiento. Mediante ese cultivo de conocimiento, uno gradualmente llega a ser humilde, estar libre de vanidad, ser no violento, tolerante, sencillo, estar consagrado al gran maestro espiritual, y ser autocontrolado. Mediante el cultivo de conocimiento, uno llega a desapegarse del calor del hogar y se vuelve consciente de los sufrimientos que se deben a la muerte, al nacimiento, a la vejez y las enfermedades. Y todo el cultivo de conocimiento culmina en el servicio devocional a la Personalidad de Dios, Väsudeva. Por consiguiente, Väsudeva es el objetivo último del cultivo de todas las diferentes ramas de conocimiento. El cultivo de conocimiento que lo conduce a uno al plano trascendental de encontrar a Väsudeva, es verdadero conocimiento. El Bhagavad-gétä condena el conocimiento físico en sus diversas ramas, diciendo que es ajïäna, o lo opuesto al verdadero conocimiento. El objetivo último del conocimiento físico es el de satisfacer los sentidos, lo cual implica prolongar el período de existencia material y, en virtud de ello, la continuación del sufrimiento triple. De manera que el hecho de prolongar la desoladora vida de la existencia material es ignorancia. Pero si ese mismo conocimiento físico conduce al sendero del entendimiento espiritual, lo ayuda a uno a terminar la desoladora vida de la existencia física y a comenzar la vida de existencia espiritual en el plano Väsudeva.
Väsudeva es la original Personalidad de Dios, el Seïor Çré Kåñëa. Como se explicó anteriormente, la Personalidad de Dios original se expande mediante formas innumerables. Esa expansión de formas la hacen posible Sus diversas energías. Estas tambien son múltiples y variadas, y Sus energías internas son superiores y Sus energías externas son inferiores, cualitativamente. En El Bhagavad-gétä (7.4-6) se las explica diciendo que son las prakåtis parä y aparä. De manera que Sus expansiones de diversas formas, que ocurren por intermedio de las energías internas, son formas superiores, mientras que las expansiones que ocurren por intermedio de las energías externas, son formas inferiores. Las entidades vivientes tambien son expansiones de El. Las entidades vivientes que Su potencia interna expande, son personas eternamente liberadas, mientras que aquellas que se expanden en función de las energías materiales, son almas eternamente condicionadas. En consecuencia, todo cultivo de conocimiento, austeridades, sacrificios y actividades debe apuntar hacia el cambio de la calidad de la influencia que está actuando sobre nosotros. Por los momentos, todos nosotros estamos siendo controlados por la energía externa del Seïor, y tan sólo para cambiar la calidad de la influencia, debemos esforzarnos por cultivar energía espiritual. En El Bhagavad-gétä se dice que aquellos que son mahätmas, o aquellos cuya mente se ha ampliado tanto como para estar dedicados al servicio del Seïor Kåñëa, se hallan bajo la influencia de la potencia interna, y el efecto de ello es que esos seres vivientes de mente abierta están constantemente dedicados al servicio del Seïor, sin desvío alguno. Ese debe ser el objetivo de la vida. Y ese es el veredicto de todas las Escrituras vedicas. Nadie debe preocuparse por las actividades fruitivas o la especulación árida acerca del conocimiento trascendental. Todo el mundo debe dedicarse de inmediato al amoroso servicio trascendental del Seïor. Y tampoco debe uno adorar a diferentes semidioses, los cuales actúan como diferentes manos del Seïor para la creación, manutención o destrucción del mundo material. Existe una infinidad de poderosos semidioses que supervisan la administración externa del mundo material. Todos ellos son diferentes manos asistentes del Seïor Väsudeva. Hasta el Seïor Çiva y el Seïor Brahmä están incluidos en la lista de semidioses, pero el Seïor Viñëu, o Väsudeva, siempre está situado trascendentalmente. Aunque El acepte la cualidad de la bondad del mundo material, aun así es trascendental a todas las modalidades materiales. El siguiente ejemplo aclarará el asunto más explícitamente. En la prisión se hallan los prisioneros y los encargados de la prisión. Tanto los encargados como los prisioneros están regidos por las leyes del rey. Pero, aunque a veces el rey entra en la prisión, no está sujeto a las leyes de la misma. Así que el rey siempre es trascendental a las leyes de la prisión, tal como el Seïor siempre es trascendental a las leyes del mundo material. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 28-29, págs. 115-118).
Adoración de la Deidad del Seïor:
Sa vE >avaNa( ved SaMaSTaGauù‚
sa vai bhavän veda samasta-guhyam
såjaty avaty atti guëair asaìgaù
Una persona que está dedicada ciento por ciento al servicio del Seïor, es el emblema de todo el conocimiento. Semejante devoto del Seïor, completamente perfecto en el desempeïo del servicio devocional, tambien es perfecto en terminos de las cualidades de la Personalidad de Dios. Por ende, las perfecciones óctuples del poder místico (añöa-siddhi) constituyen un mínimo de su opulencia divina. Un devoto como Närada puede actuar de una manera maravillosa mediante su perfección espiritual, que todo individuo trata de alcanzar. Çréla Närada es un ser viviente perfecto en un ciento por ciento, aunque no es igual a la Personalidad de Dios. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 6, págs. 211-212).
hNTaaiSMaÅNMaiNa >avaNMaa Maa& d]íuiMahahRiTa )
En El Bhagavad-gétä se describe a la Personalidad de Dios como el más puro de todos, el Supremo y la Verdad Absoluta. No hay en Su persona ninguna traza de algún vestigio de materialidad, y por eso aquel que tenga el más ligero vestigio de afecto material no puede acercarse a El. El comienzo del servicio devocional parte del punto en el que uno está liberado al menos de dos formas de modalidades materiales, es decir, la modalidad de la pasión y la modalidad de la ignorancia. El resultado de ello se exhibe mediante los signos de estar liberado de käma (lujuria) y lobha (codicia). Es decir, uno debe estar liberado de los deseos de satisfacer los sentidos y de la avaricia por la complacencia de los sentidos. La bondad constituye la modalidad equilibrada de la naturaleza. Y estar completamente liberado de todos los matices materiales es quedar libre tambien de la modalidad de la bondad. Buscar una audiencia con Dios en un bosque solitario se considera una acción en el plano de la modalidad de la bondad. Uno puede integrarse en el bosque a fin de alcanzar la perfección espiritual, pero eso no significa que uno puede ver ahí al Seïor personalmente. Uno debe estar completamente liberado de todo apego material y estar situado en el plano de la trascendencia, que es lo único que ayudará al devoto a ponerse personalmente en contacto con la Personalidad de Dios. El mejor metodo consiste en vivir en un lugar en el que se adore la trascendental forma del Seïor. El templo del Seïor es un lugar trascendental, mientras que el bosque es un buen lugar para habitar, en sentido material. A un devoto neófito siempre se le recomienda adorar a la Deidad del Seïor (arcanä), en vez de ir al bosque a buscar al Seïor. El servicio devocional comienza con el proceso de arcanä, que es mejor que irse al bosque. En su vida actual, que está completamente libre de toda clase de anhelos materiales, Çré Närada Muni no se interna en el bosque, si bien con sólo su presencia el puede convertir todo lugar en Vaikuëöha. El viaja de un planeta a otro para convertir en devotos del Seïor a hombres, dioses, Kinnaras, Gandharvas, åñis, munis, y a todos los demás seres. Mediante sus actividades, el ha ocupado en el trascendental servicio del Seïor a muchos devotos, tales como Prahläda Mahäräja, Dhruva Mahäräja y muchos otros. Por consiguiente, un devoto puro del Seïor sigue los pasos de los grandes devotos, tales como Närada y Prahläda, y emplea todo su tiempo en glorificar al Seïor por medio del proceso de kértana. Un proceso de predica de esa índole es trascendental a todas las cualidades materiales. (S.B. 1º, Cap. 6, V. 21, págs. 276-278).
TaTaae_NYaQaa ik-ÄNa YaiÜv+aTa"
Pa*QaGd*XaSTaTk*-TaæPaNaaMai>a" )
Na k-ihRicTKvaiPa c du"iSQaTaa MaiTa‚
lR/>aeTa vaTaahTaNaaEirvaSPadMa( )) 14 ))
tato ’nyathä kiïcana yad vivakïataù
påthag dåças tat-kåta-rüpa-nämabhiù
na karhicit kväpi ca duùsthitä matir
labheta vätähata-naur iväspadam
Çré Vyäsadeva es el editor de todas las clases de Escrituras vedicas, y por eso el ha descrito la comprensión trascendental de diferentes maneras, a saber, mediante las activiades fruitivas, el conocimiento especulativo, el poder místico y el servicio devocional. Además de eso, en sus diversos Puräëas, el ha recomendado la adoración de muchísimos semidioses con diferentes formas y nombres. El resultado de ello es que la generalidad de la gente está intrigada en cuanto a cómo fijar la mente en el servicio del Seïor; ello siempre están preocupados por encontrar el verdadero sendero de la autorrelización. Çréla Näradadeva está recalcando ese defecto en particular de las Escrituras vedicas recopiladas por Vyäsadeva, y, en consecuencia, está tratando de enfatizar que todo debe describirse en relación con el Seïor Supremo, y nadie más. En efecto, nada existe con excepción del Seïor. El Seïor se manifiesta en diferentes expansiones. El es la raíz de todo el árbol. El es el estómago de todo el cuerpo. Verter agua en la raíz es el proceso correcto para regar el árbol, de la misma manera en que alimentar el estómago le suministra energía a todas las partes del cuerpo. De manera que, Çréla Vyäsadeva no debió haber recopilado ningún otro Puräëa más que El Bhägavatam Puräëa, debido a que apartarse de ello ligeramente puede crear estragos en la autorrealización. Si una ligera desviación puede crear un estrago tal, entonces ni hablar de la deliberada expansión de las ideas que están separadas de la Absoluta Verdad y Personalidad de Dios. La parte mas defectuosa de la adoración de los semidioses consiste en que crea una concepción definida de panteísmo, lo cual termina desastrosamente en muchas sectas religiosas que van en detrimento del progreso de los principios del Bhägavatam. Y estos últimos son los únicos que pueden proporcionar la dirección precisa para la autorrealización en una relación eterna con la Personalidad de Dios, por medio del servicio devocional con amor trascendental. El ejemplo del bote que es perturbado por un torbellino es idóneo a este respecto. La desviada mente del panteísta nunca puede llegar a la perfección de la autorrealización, debido a la perturbada condición de la selección del objeto. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 14, págs. 222-224).
Un experto devoto del Seïor puede amoldar su vida de manera tal, que mientras desempeïa toda clase de deberes, ya sea para esta vida o para la siguiente, puede recordar constantemente el nombre, la fama, las cualidades, etc., del Seïor. La orden del Seïor está muy clara en El Bhagavad-gétä: uno debe trabajar únicamente para el Seïor en todas las esferas de la vida. En cada esfera de la vida, el Seïor debe estar situado como el propietario de todo. Según los ritos vedicos, incluso en la adoración de algunos semidioses, tales como Indra, Brahmä, Sarasvaté y Gaëeça, existe el sistema de que en todas las circunstancias debe estar la representación de Viñëu como yaneçvara, o el poder controlador de dichos sacrificios. Se recomienda que para un propósito en particular se adore a un semidiós en particular, pero aún así es obligatoria la presencia de Viñëu para hacer que la función este bien.
La mayor porción de nuestro ingreso monetario, no menos del cincuenta por ciento, debe gastarse en ejecutar la orden del Seïor Kåñëa. No sólo debemos darle a esta causa el beneficio de nuestras ganancias, sino que además debemos hacer lo posible por predicarle a otros este culto de la devoción, ya que tambien esa es una de las órdenes del Seïor. El Seïor dice, de manera categórica, que nadie le es más querido que aquel que siempre está dedicado a la labor de predicar por todas partes del mundo el nombre y la fama del Seïor. Los descubrimientos científicos del mundo material pueden tambien ser ocupados igualmente en la ejecución de Su orden. El quiere que el mensaje de El Bhagavad-gétä se predique entre Sus devotos. Eso no debe hacerse entre aquellos que no tienen en su haber ninguna austeridad, caridad, educación, etc. Por consiguiente, debe continuarse con el esfuerzo de convertir en devotos de El a hombres que no están dispuestos a ello. El Seïor Caitanya ha enseïado un metodo muy sencillo en relación con esto. El ha dado el ejemplo de predicar el mensaje trascendental a traves del canto, el baile y el refrigerio. De manera que, el cincuenta por ciento de nuestros ingresos puede gastarse en eso. En esta caída era de riïa y disención, si tan sólo los dirigentes y personas ricas de la sociedad acceden a gastar el cincuenta por ciento de sus ingresos en el servicio del Seïor, tal como lo enseïa el Seïor Çré Caitanya Mahäprabhu, hay la absoluta certeza de convertir este caótico infierno en la morada trascendental del Seïor. Nadie estará en desacuerdo con participar en una función en la que se provea de buen canto, buen baile y sabrosos refrigerios. Todo el mundo asistirá a una función de esa índole, y es seguro que todos sentirán individualmente la trascendental presencia del Seïor. Eso sólo ayudará al asistente a asociarse con el Seïor y así purificarse en lo referente a la comprensión espiritual. La única condición para ejecutar con exito esas actividades espirituales, es que deben ser conducidas bajo la guía de un devoto puro que este completamente libre de toda clase de deseos mundanos, actividades fruitivas y áridas especulaciones acerca de la naturaleza del Seïor. Nadie tiene que decubrir la naturaleza del Seïor. El propio Seïor ya la ha expuesto de manera especial en El Bhagavad-gétä, y de manera general en todas las demás Escrituras vedicas. Simplemente tenemos que aceptarlas en su totalidad y acatar las órdenes del Seïor. Eso nos guiará hacia la senda de la perfección. Uno puede permanecer en su propia posición. Nadie tiene que cambiar su posición; especialmente en esta era de variadas dificultades. La única condición es que uno debe dejar el hábito de la árida especulación con la intención de volverse uno con el Seïor. Y despues de dejar esas arrogantes y engreídas vanidades, uno puede recibir muy sumisamente las órdenes del Seïor que se hallan en El Bhagavad-gétä o El Çrémad-Bhägavatam, de labios de un devoto genuino, cuya aptitud se describió anteriormente. Eso hará que todo sea un exito, sin ninguna duda. (S.B. 1º, Cap. 5, V. 36, págs. 253-255).
Adoración del Seïor mediante las actividades:
Kåñëa como la meta de la Adoración:
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Si uno está sumamente interesado en ir de vuelta a Dios, no hay ninguna necesidad de que adore a los semidioses de ninguna categoría. En El Bhagavad-gétä (7.20.23) se dice claramente que aquellos que están locos por el disfrute material, se dirigen a los diferentes semidioses en busca de beneficios temporales, los cuales están hechos para los hombres con un escaso acopio de conocimiento. Nunca deberíamos desear aumentar la intensidad del disfrute material. El disfrute material debe aceptarse únicamente en la medida de la satisfacción de las necesidades básicas de la vida, y ni más ni menos que eso. Aceptar más disfrute material significa atarse más y más a los sufrimientos de la existencia material. Más riqueza, más mujeres y falsa aristocracia son algunas de las exigencias del hombre con inclinaciones materialistas, debido a que no tiene información alguna acerca del beneficio que se obtiene de adorar a Viñëu. Por el hecho de adorar a Viñëu, uno puede obtener beneficios en esta vida, así como tambien en la vida que está despues de la muerte. Olvidando estos principios, la gente necia que persigue más riqueza, más esposas y más hijos, adora a diversos semidioses. La vida tiene por objeto el ponerles fin a los sufrimientos que hay en ellas, y no el aumentarlos.
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Que Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios, es el único objeto que debe ser adorado, se confirma en estos dos çlokas. En la literatura vedica se encuentra el mismo objetivo: establecer nuestra relación con Dios y, finalmente, revivir el perdido servicio amoroso que le debemos a El. Esa es la esencia de los Vedas. En El Bhagavad-gétä, el Seïor confirma la misma teoría en Sus propias palabras: el propósito último de los Vedas es únicamente el de conocerlo a El. El Seïor, a traves de Su encarnación en el cuerpo de Çréla Vyäsadeva, prepara todas las Escrituras reveladas, sólo para que las almas caídas, condicionadas por la naturaleza material, recuerden a Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios. Ningún semidiós puede otorgar la libertad del cautiverio material. Ese es el veredicto de todas las Escrituras vedicas. Los impersonalistas que no tienen ninguna información acerca de la Personalidad de Dios, minimizan la omnipotencia del Seïor Supremo y lo ponen en el mismo nivel que todos los demás seres vivientes, y por este acto, esos impersonalistas logran liberarse del cautiverio material únicamente con gran dificultad. Ellos pueden entregarse a El sólo despues de muchísimos nacimientos en los que cultiven el conocimiento trascendental.
Uno pudiera aducir que las actividades vedicas se basan en ceremonias de sacrificio. Eso es cierto. Pero todos esos sacrificios tambien tienen por objeto comprender la verdad acerca de Väsudeva. Otro nombre de Väsudeva es Yajïa (sacrificio), y en El Bhagavad-gétä se afirma claramente que todos los sacrificios y todas las actividades deben realizarse para la satisfacción de Yajïa, o Viñëu, la Personalidad de Dios. Esto sucede tambien en los sistemas de yoga. Yoga significa ponerse en contacto con el Seïor Supremo. El proceso, sin embargo, incluye varios aspectos corporales, tales como äsana, dhyäna, präëäyäma y la meditación, y todos ellos tienen por objeto la concentración en el aspecto localizado de Väsudeva, representado por Paramätmä. La comprensión Paramätmä no es sino una comprensión parcial de Väsudeva, y si uno logra el exito en ese intento, llega a comprender a Väsudeva a plenitud. Pero por mala fortuna, la mayoría de los yogés se quedan estancados, debido a los poderes del misticismo que han conseguido a traves del proceso corporal. Los yogés desafortunados reciben una oportunidad en el siguiente nacimiento, siendo colocados en las familias de brähmaëas buenos y eruditos o en las familias de comerciantes ricos, a fin de ejecutar la inconclusa tarea de la comprensión de Väsudeva. Si esos brähmaëas afortunados e hijos de hombres ricos utilizan debidamente la oportunidad, pueden comprender fácilmente a Väsudeva mediante la buena asociación con personas santas. Desgraciadamente, esas personas privilegiadas son cautivadas de nuevo por la riqueza y honor materiales, y por ello prácticamente se olvidan de la finalidad de la vida.
Esto tambien es cierto en lo que se refiere al cultivo de conocimiento. Según El Bhagavad-gétä, existen dieciocho elementos para el cultivo de conocimiento. Mediante ese cultivo de conocimiento, uno gradualmente llega a ser humilde, estar libre de vanidad, ser no violento, tolerante, sencillo, estar consagrado al gran maestro espiritual, y ser autocontrolado. Mediante el cultivo de conocimiento, uno llega a desapegarse del calor del hogar y se vuelve consciente de los sufrimientos que se deben a la muerte, al nacimiento, a la vejez y las enfermedades. Y todo el cultivo de conocimiento culmina en el servicio devocional a la Personalidad de Dios, Väsudeva. Por consiguiente, Väsudeva es el objetivo último del cultivo de todas las diferentes ramas de conocimiento. El cultivo de conocimiento que lo conduce a uno al plano trascendental de encontrar a Väsudeva, es verdadero conocimiento. El Bhagavad-gétä condena el conocimiento físico en sus diversas ramas, diciendo que es ajïäna, o lo opuesto al verdadero conocimiento. El objetivo último del conocimiento físico es el de satisfacer los sentidos, lo cual implica prolongar el período de existencia material y, en virtud de ello, la continuación del sufrimiento triple. De manera que el hecho de prolongar la desoladora vida de la existencia material es ignorancia. Pero si ese mismo conocimiento físico conduce al sendero del entendimiento espiritual, lo ayuda a uno a terminar la desoladora vida de la existencia física y a comenzar la vida de existencia espiritual en el plano Väsudeva.
Väsudeva es la original Personalidad de Dios, el Seïor Çré Kåñëa. Como se explicó anteriormente, la Personalidad de Dios original se expande mediante formas innumerables. Esa expansión de formas la hacen posible Sus diversas energías. Estas tambien son múltiples y variadas, y Sus energías internas son superiores y Sus energías externas son inferiores, cualitativamente. En El Bhagavad-gétä (7.4-6) se las explica diciendo que son las prakåtis parä y aparä. De manera que Sus expansiones de diversas formas, que ocurren por intermedio de las energías internas, son formas superiores, mientras que las expansiones que ocurren por intermedio de las energías externas, son formas inferiores. Las entidades vivientes tambien son expansiones de El. Las entidades vivientes que Su potencia interna expande, son personas eternamente liberadas, mientras que aquellas que se expanden en función de las energías materiales, son almas eternamente condicionadas. En consecuencia, todo cultivo de conocimiento, austeridades, sacrificios y actividades debe apuntar hacia el cambio de la calidad de la influencia que está actuando sobre nosotros. Por los momentos, todos nosotros estamos siendo controlados por la energía externa del Seïor, y tan sólo para cambiar la calidad de la influencia, debemos esforzarnos por cultivar energía espiritual. En El Bhagavad-gétä se dice que aquellos que son mahätmas, o aquellos cuya mente se ha ampliado tanto como para estar dedicados al servicio del Seïor Kåñëa, se hallan bajo la influencia de la potencia interna, y el efecto de ello es que esos seres vivientes de mente abierta están constantemente dedicados al servicio del Seïor, sin desvío alguno. Ese debe ser el objetivo de la vida. Y ese es el veredicto de todas las Escrituras vedicas. Nadie debe preocuparse por las actividades fruitivas o la especulación árida acerca del conocimiento trascendental. Todo el mundo debe dedicarse de inmediato al amoroso servicio trascendental del Seïor. Y tampoco debe uno adorar a diferentes semidioses, los cuales actúan como diferentes manos del Seïor para la creación, manutención o destrucción del mundo material. Existe una infinidad de poderosos semidioses que supervisan la administración externa del mundo material. Todos ellos son diferentes manos asistentes del Seïor Väsudeva. Hasta el Seïor Çiva y el Seïor Brahmä están incluidos en la lista de semidioses, pero el Seïor Viñëu, o Väsudeva, siempre está situado trascendentalmente. Aunque El acepte la cualidad de la bondad del mundo material, aun así es trascendental a todas las modalidades materiales. El siguiente ejemplo aclarará el asunto más explícitamente. En la prisión se hallan los prisioneros y los encargados de la prisión. Tanto los encargados como los prisioneros están regidos por las leyes del rey. Pero, aunque a veces el rey entra en la prisión, no está sujeto a las leyes de la misma. Así que el rey siempre es trascendental a las leyes de la prisión, tal como el Seïor siempre es trascendental a las leyes del mundo material. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 28-29, págs. 115-118).
La liberación como la meta de Adoración:
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Si uno está sumamente interesado en ir de vuelta a Dios, no hay ninguna necesidad de que adore a los semidioses de ninguna categoría. En El Bhagavad-gétä (7.20.23) se dice claramente que aquellos que están locos por el disfrute material, se dirigen a los diferentes semidioses en busca de beneficios temporales, los cuales están hechos para los hombres con un escaso acopio de conocimiento. Nunca deberíamos desear aumentar la intensidad del disfrute material. El disfrute material debe aceptarse únicamente en la medida de la satisfacción de las necesidades básicas de la vida, y ni más ni menos que eso. Aceptar más disfrute material significa atarse más y más a los sufrimientos de la existencia material. Más riqueza, más mujeres y falsa aristocracia son algunas de las exigencias del hombre con inclinaciones materialistas, debido a que no tiene información alguna acerca del beneficio que se obtiene de adorar a Viñëu. Por el hecho de adorar a Viñëu, uno puede obtener beneficios en esta vida, así como tambien en la vida que está despues de la muerte. Olvidando estos principios, la gente necia que persigue más riqueza, más esposas y más hijos, adora a diversos semidioses. La vida tiene por objeto el ponerles fin a los sufrimientos que hay en ellas, y no el aumentarlos.
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Que Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios, es el único objeto que debe ser adorado, se confirma en estos dos çlokas. En la literatura vedica se encuentra el mismo objetivo: establecer nuestra relación con Dios y, finalmente, revivir el perdido servicio amoroso que le debemos a El. Esa es la esencia de los Vedas. En El Bhagavad-gétä, el Seïor confirma la misma teoría en Sus propias palabras: el propósito último de los Vedas es únicamente el de conocerlo a El. El Seïor, a traves de Su encarnación en el cuerpo de Çréla Vyäsadeva, prepara todas las Escrituras reveladas, sólo para que las almas caídas, condicionadas por la naturaleza material, recuerden a Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios. Ningún semidiós puede otorgar la libertad del cautiverio material. Ese es el veredicto de todas las Escrituras vedicas. Los impersonalistas que no tienen ninguna información acerca de la Personalidad de Dios, minimizan la omnipotencia del Seïor Supremo y lo ponen en el mismo nivel que todos los demás seres vivientes, y por este acto, esos impersonalistas logran liberarse del cautiverio material únicamente con gran dificultad. Ellos pueden entregarse a El sólo despues de muchísimos nacimientos en los que cultiven el conocimiento trascendental.
Uno pudiera aducir que las actividades vedicas se basan en ceremonias de sacrificio. Eso es cierto. Pero todos esos sacrificios tambien tienen por objeto comprender la verdad acerca de Väsudeva. Otro nombre de Väsudeva es Yajïa (sacrificio), y en El Bhagavad-gétä se afirma claramente que todos los sacrificios y todas las actividades deben realizarse para la satisfacción de Yajïa, o Viñëu, la Personalidad de Dios. Esto sucede tambien en los sistemas de yoga. Yoga significa ponerse en contacto con el Seïor Supremo. El proceso, sin embargo, incluye varios aspectos corporales, tales como äsana, dhyäna, präëäyäma y la meditación, y todos ellos tienen por objeto la concentración en el aspecto localizado de Väsudeva, representado por Paramätmä. La comprensión Paramätmä no es sino una comprensión parcial de Väsudeva, y si uno logra el exito en ese intento, llega a comprender a Väsudeva a plenitud. Pero por mala fortuna, la mayoría de los yogés se quedan estancados, debido a los poderes del misticismo que han conseguido a traves del proceso corporal. Los yogés desafortunados reciben una oportunidad en el siguiente nacimiento, siendo colocados en las familias de brähmaëas buenos y eruditos o en las familias de comerciantes ricos, a fin de ejecutar la inconclusa tarea de la comprensión de Väsudeva. Si esos brähmaëas afortunados e hijos de hombres ricos utilizan debidamente la oportunidad, pueden comprender fácilmente a Väsudeva mediante la buena asociación con personas santas. Desgraciadamente, esas personas privilegiadas son cautivadas de nuevo por la riqueza y honor materiales, y por ello prácticamente se olvidan de la finalidad de la vida.
Esto tambien es cierto en lo que se refiere al cultivo de conocimiento. Según El Bhagavad-gétä, existen dieciocho elementos para el cultivo de conocimiento. Mediante ese cultivo de conocimiento, uno gradualmente llega a ser humilde, estar libre de vanidad, ser no violento, tolerante, sencillo, estar consagrado al gran maestro espiritual, y ser autocontrolado. Mediante el cultivo de conocimiento, uno llega a desapegarse del calor del hogar y se vuelve consciente de los sufrimientos que se deben a la muerte, al nacimiento, a la vejez y las enfermedades. Y todo el cultivo de conocimiento culmina en el servicio devocional a la Personalidad de Dios, Väsudeva. Por consiguiente, Väsudeva es el objetivo último del cultivo de todas las diferentes ramas de conocimiento. El cultivo de conocimiento que lo conduce a uno al plano trascendental de encontrar a Väsudeva, es verdadero conocimiento. El Bhagavad-gétä condena el conocimiento físico en sus diversas ramas, diciendo que es ajïäna, o lo opuesto al verdadero conocimiento. El objetivo último del conocimiento físico es el de satisfacer los sentidos, lo cual implica prolongar el período de existencia material y, en virtud de ello, la continuación del sufrimiento triple. De manera que el hecho de prolongar la desoladora vida de la existencia material es ignorancia. Pero si ese mismo conocimiento físico conduce al sendero del entendimiento espiritual, lo ayuda a uno a terminar la desoladora vida de la existencia física y a comenzar la vida de existencia espiritual en el plano Väsudeva.
Väsudeva es la original Personalidad de Dios, el Seïor Çré Kåñëa. Como se explicó anteriormente, la Personalidad de Dios original se expande mediante formas innumerables. Esa expansión de formas la hacen posible Sus diversas energías. Estas tambien son múltiples y variadas, y Sus energías internas son superiores y Sus energías externas son inferiores, cualitativamente. En El Bhagavad-gétä (7.4-6) se las explica diciendo que son las prakåtis parä y aparä. De manera que Sus expansiones de diversas formas, que ocurren por intermedio de las energías internas, son formas superiores, mientras que las expansiones que ocurren por intermedio de las energías externas, son formas inferiores. Las entidades vivientes tambien son expansiones de El. Las entidades vivientes que Su potencia interna expande, son personas eternamente liberadas, mientras que aquellas que se expanden en función de las energías materiales, son almas eternamente condicionadas. En consecuencia, todo cultivo de conocimiento, austeridades, sacrificios y actividades debe apuntar hacia el cambio de la calidad de la influencia que está actuando sobre nosotros. Por los momentos, todos nosotros estamos siendo controlados por la energía externa del Seïor, y tan sólo para cambiar la calidad de la influencia, debemos esforzarnos por cultivar energía espiritual. En El Bhagavad-gétä se dice que aquellos que son mahätmas, o aquellos cuya mente se ha ampliado tanto como para estar dedicados al servicio del Seïor Kåñëa, se hallan bajo la influencia de la potencia interna, y el efecto de ello es que esos seres vivientes de mente abierta están constantemente dedicados al servicio del Seïor, sin desvío alguno. Ese debe ser el objetivo de la vida. Y ese es el veredicto de todas las Escrituras vedicas. Nadie debe preocuparse por las actividades fruitivas o la especulación árida acerca del conocimiento trascendental. Todo el mundo debe dedicarse de inmediato al amoroso servicio trascendental del Seïor. Y tampoco debe uno adorar a diferentes semidioses, los cuales actúan como diferentes manos del Seïor para la creación, manutención o destrucción del mundo material. Existe una infinidad de poderosos semidioses que supervisan la administración externa del mundo material. Todos ellos son diferentes manos asistentes del Seïor Väsudeva. Hasta el Seïor Çiva y el Seïor Brahmä están incluidos en la lista de semidioses, pero el Seïor Viñëu, o Väsudeva, siempre está situado trascendentalmente. Aunque El acepte la cualidad de la bondad del mundo material, aun así es trascendental a todas las modalidades materiales. El siguiente ejemplo aclarará el asunto más explícitamente. En la prisión se hallan los prisioneros y los encargados de la prisión. Tanto los encargados como los prisioneros están regidos por las leyes del rey. Pero, aunque a veces el rey entra en la prisión, no está sujeto a las leyes de la misma. Así que el rey siempre es trascendental a las leyes de la prisión, tal como el Seïor siempre es trascendental a las leyes del mundo material. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 28-29, págs. 115-118).
(Vease: Kåñëa como la meta de la Adoración).
Liberación mediante Adoración:
TaMaSaSTau rJaSTaSMaaTSatv& Yad(b]ødXaRNaMa( )) 24 ))
Es un error, entonces, considerar que la adoración que de cualquier cualidad o de cualquier forma de la Suprema Personalidad de Dios es igualmente beneficiosa. Con la excepción de Viñëu, todas las formas separadas se manifiestan bajo las condiciones de la energía material, y, por ende, las formas de la energía material no pueden ayudar a nadie a ascender a la plataforma de sattva, que es la única que puede liberar a una persona del cautiverio material.
La modalidad de tamas controla el estado de la vida incivilizada, o la vida de los animales inferiores. La vida civilizada del hombre, con una pasión por diversos tipos de beneficios materiales, es la etapa de rajas. La etapa de rajas de la vida proporciona un leve indicio acerca de la compresión de la Verdad Absoluta, en la forma de sentimientos finos por la filosofía, el arte y la cultura, con principios eticos y morales; pero la modalidad de sattva es una etapa aún más elevada de cualidad material, que verdaderamente lo ayuda a uno a comprender la Verdad Absoluta. En otras palabras, existe una diferencia cualitativa entre las diferentes clases de metodos de adoración, así como tambien entre los respectivos resultados que se obtienen de las deidades predominantes, es decir, Brahmä, Viñëu y Hara. (S.B. 1º, Cap. 2, V. 24, págs. 110-111).
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Satv& iveuÖ& +aeMaaYa k-LPaNTae Yae_Nau TaaiNah )) 25 ))
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NaaraYa
La Suprema Personalidad de Dios Çré Kåñëa, quien es la persona original de las categorías de Viñëu, se expande en dos diferentes categorías, a saber, las porciones plenarias integradas y las partes integrales separadas. Las partes integrales separadas son los servidores, y las porciones plenarias integradas de viñëu-tattvas constituyen los venerables objetos de servicio.
Todos los semidioses apoderados del Seïor Supremo son tambien partes integrales separadas. Ellos no pertenecen a las categorías de viñëu-tattvas. Los viñëu-tattvas son seres vivientes tan poderosos como la forma original de la Personalidad de Dios, y Ellos exhiben diferentes categorías de poder, tomando en consideración los diferentes tiempos y circunstancias. Las partes integrales separadas son poderosas de manera limitada. Ellas no tienen ilimitado poder, como los viñëu-tattvas. De manera que uno nunca debe clasificar a los viñëu-tattvas, o las porciones plenarias de Näräyaëa, la Personalidad de Dios, en las mismas categorías que las partes integrales. Si alguien lo hace, se convierte de inmediato en un päñaëdé u ofensor. En la era de Kali, muchas personas necias cometen esas ofensas ilícitas e igualan las dos categorías.
Las partes integrales separadas tienen diferentes posiciones desde el punto de vista de los poderes materiales, y algunas de ellas son, por ejemplo, Käla-bhairava, Çmaçäna-bhairava, Çani, Mahäkälé, Caëòikä. Estos semidioses son adorados principalmente por aquellos que se encuentran en las categorías más bajas de la modalidad de la oscuridad o la ignorancia. Otros semidioses, como Brahmä, Çiva, Sürya, Gaëeça y muchas deidades similares, son adorados por hombres influenciados por la modalidad de la pasión, e impulsados por el deseo de disfrute material. Pero aquellos que verdaderamente están situados bajo la influencia de la modalidad de la bondad (sattva-guëa) de la naturaleza material, adoran únicamente a los viñëu-tattvas. Los viñëu-tattvas se representan con varios nombres y formas, tales como Näräyaëa, Dämodara, Vämana, Govinda y Adhokñaja.
Los brähmaëas capacitados adoran a los viñëu-tattvas representados por el çälagräma-çilä, y algunas de las castas superiores, como los kñatriyas y los vaiçyas, tambien adoran generalmente a los viñëu-tattvas.
Los brähmaëas altamente capacitados que están situados en el plano de la modalidad de la bondad, no guardan ningún resentimiento en contra del modo de adoración de otros. Ellos tienen un gran respeto por los semidioses, aun a pesar de que estos tengan una apariencia espantosa, como Käla-bhairava o Mahäkälé. Ellos saben muy bien que esos horribles aspectos del Seïor Supremo son todos servidores diferentes del Seïor bajo diferentes condiciones; mas, aun así, rechazan la adoración tanto de los aspectos horribles de los semidioses como de los atractivos, y se concentran únicamente en las formas de Viñëu, pues están sumamente interesados en liberarse de las condiciones materiales. Los semidioses, incluso hasta la etapa de Brahmä, que es el supremo de todos los semidioses, no pueden ofrecerle la liberación a nadie. Hiraëyakaçipu se sometió a un severo tipo de penitencia para lograr la vida eterna, pero la deidad que adoró, Brahmä, no pudo satisfacerlo con una bendición semejante. Así que Viñëu, y nadie más, recibe el nombre de mukti-pada, o la Personalidad de Dios que puede otorgarnos mukti, la liberación. Los semidioses, que son como las demás entidades vivientes del mundo material, son todos liquidados en el momento de la aniquilación de la estructura material. Ellos mismos son incapaces de obtener la liberación, ¡que decir de darles la liberación a sus devotos! Los semidioses únicamente pueden conferirles a los adoradores algún beneficio temporal, mas no el beneficio máximo.
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