Puri, Bhakti Pramode: Palabras de su Divina Gracia Puri Maharaj Sobre Su Vida puri_bp/ 20-May-2008 00:53 - Escritos
El Rey Vaisnava Ambarish MaharajaA menudo oímos ésta declaración de aflicción: ¿Qué es eso que no deja desarrollar un gusto por el canto del Santo Nombre? El compasivo Srila Krsnadasa Kaviraja Gosvami, quien se aflige ante el sufrimiento de otros, ha respondido este interrogante en forma sucinta y precisa por medio de versos simples en el Caitanya Caritamrta, Adi-lila, capítulo octavo. Si somos verdaderamente sinceros y deseosos de absorbernos en bhajana, debemos repetidamente referirnos a esta sección y tratar de seguir sus instrucciones. Srila Bhaktivinoda Thakura escribe en el resumen de este capítulo: Srila Krsnadasa Kaviraja escribe: “Los argumentos basados en la educación cultivada por los eruditos quienes no creen las declaraciones del Caitanya Caritamrta son como el tumultuoso croar de las ranas. Quien no acepte las glorias del Pañca-tattva pero continua haciendo un espectáculo de servicio devocional a Krsna nunca puede lograr la misericordia de Krsna ni tampoco avanza a la última meta espiritual. Anteriormente, reyes como Jarasandha (suegro de Kamsa) estrictamente seguía los rituales védicos adorando al Señor Visnu. Pero él (Jarasandha) o cualquier otro que no acepte a Krsna como la Suprema Personalidad de Dios es ciertamente un demonio. Similarmente cualquier persona que no acepte a Sri Caitanya Mahaprabhu como Krsna, la misma Suprema Personalidad, también es un demonio”. (C.C. Adi 8/6-9) Srila Bhaktivinoda explica los significados de 'e-sab' en su amrta-pravaha-bhasya (a.p.b.): “Quien no acepte las glorias del Pañca-tattva y se dedique al servicio devocional de Krsna nunca puede atraer la misericordia de Krsna”. El Supremo Dios Krsna, la personificación del Panca-tattva, aparece como el Señor Caitanya para la enseñanza personal del Krsna-bhakti con el ejemplo a todo el mundo. Por lo tanto, si no aceptamos las enseñanzas de Sri Caitanya, ¿cómo podemos fijarnos en lo que es la esencia cristalizada de la filosofía y práctica del Krsna-bhakti? Aquí se cita a Jarasandha como un ejemplo. Srila Bhaktisiddhanta Prabhupada escribió en su comentario del 'anubhasya': “El Rey Jarasandha adoraba al Señor Visnu con sus rituales védicos y mantras, pero debido a que él era enemigo o más bien apático hacia el Señor Krsna, el origen del Señor Visnu y la cima de la divinidad entre todas las divinidades, su espectáculo de religiosidad no era mejor que sus ritos demoníacos. Similarmente, los empeños de la jiva en adorar al Señor Visnu en un estado de olvido de su infinitesimal estatura espiritual y de su eterna posición como sirviente de Sri Caitanya Mahaprabhu, causa caos en la sociedad, debido a que tal adoración es equivalente a ritos demoníacos sencillamente una práctica no-vaisnava”. La Divina forma de Sri Caitanya Mahaprabhu es la amalgama de los cuerpos transcendentales del Supremo Señor Krsna y Srimati Radharani, por lo tanto, en la plataforma de la verdad espiritual absoluta Él no es diferente de Radha y Krsna. Él apareció en Kali-yuga para revelarnos el proceso transcendental del bhajan esotérico (adoración y meditación) a la divina pareja Sri Radha y Krsna, y para este propósito Él escoge desempeñar el papel de un devoto puro como se mencionó en el Caitanya Caritamrta: “apani acari dharma jivere sikhaye”. ¿Cuál fue la necesidad por la cual el Supremo Dios abrazó la orden de sannyasa? Ninguna, más debido a que la gente en general por naturaleza respeta mucho a un sannyasi y por ofrecerles reverencias a Él se alivian sus sufrimientos, con éste pensamiento en mente el Señor Caitanya se volvió un sannyasi, Srila Krsnadasa Kaviraja amargamente se lamenta diciendo: “Quien es irrespetuoso al más munificente Señor, Sri Caitanya Mahaprabhu, y no lo adora debe ser considerado un demonio, aun cuando él tenga una posición exaltada en sociedad. Por lo tanto, yo digo de nuevo con los brazos levantados: ¡Oh semejantes!, por favor adoren a Sri Caitanya y Sri Nityananda y dejen a un lado todo sofisma y argumentos inútiles.” Los amantes de la lógica afirman: “A no ser de que haya una prueba concluyente por medio de la lógica y argumentos sobre cual Deidad adorar, ¿cómo puede alguien decidir? Si estás verdaderamente impresionado con lógica y retórica entonces aplica las mismas en el tema de la misericordia de Sri Caitanya. Si así lo haces, encontrarás que es extraordinariamente maravilloso”. (C.C. adi 8/12-15) Los significados de estos versos han sido elaborados por Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Prabhupada en su comentario; 'anubhasya'. Él dice que los lógicos primeramente dependen de inferencias y evidencias directas para apoyar sus argumentos. El punto a examinar es que deducciones eruditas o académicas no son lo suficientemente concluyentes para establecer la verdad en forma inequívoca. En cuanto a las deducciones no-académicas y especulativas del alma condicionada ignorante, ellas nunca pueden acercarse a la verdad. Sin embargo, si una persona conocedora y afortunada fuera a juzgar imparcialmente la magnitud de la magnanimidad de Caitanya Mahaprabhu y comparamos con cualquier otra de cualquier otro ser humano o cualquier otra divinidad (Visnu-tattva) o la lista entera de encarnaciones de Dios o para tal efecto, con la fuente de todas las encarnaciones, el Señor Krsna Mismo, Él unánimemente concluye que la misericordia del Señor Caitanya es decididamente más grande y más sorprendentemente maravillosa. Por lo tanto, a pesar de conocer esta verdad si uno disminuye la responsabilidad de seguir la instrucción del Señor Caitanya, entonces: “Una persona se puede empeñar en oír y cantar por muchas vidas, pero aún el no puede lograr el tesoro inestimable de amor divino por los pies de loto de Krsna. (C.C. Adi 8/16) Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura escribió en su comentario 'anubhasya': “Si una persona se dedica al servicio devocional por muchas vidas, comenzando con oír y cantar, pero sin tomar refugio a los pies de loto de Sri Caitanya, le es imposible obtener el amor de Dios, Krsna”. Conforme a las enseñanzas de Sri Caitanya, aquellos más humildes que una brizna de grama y más tolerantes que un árbol, que no anhelan respeto para sí pero siempre listos para ofrecer respeto a otros sin desear reconocimiento material o prestigio, son liberados de las garras de las diez ofensas (nama-aparadhas). Ellos pueden cantar continuamente y son bendecidos con el amor de Dios. Srila Bhaktivinoda Thakura escribió en A.P.B.: “Si una persona, contaminada con los diez nama-aparadhas, oye y canta durante innumerables vidas, el no desarrollará su amor dormido por Krsna”. Para destacar la gravedad de vaisnava-aparadha, la primera de las diez ofensas, la historia de Ambarisa Maharaja y Durvasa Muni, Srimad Bhagavatam, Canto 19, Capítulos 4-5. En el séptimo manvantara, Vaivasvata Sraddhadeva fue el séptimo Manu. Su hijo fue Nabhaga y su nieto Nabhaga. El exaltado y devoto puro Ambarisa era el hijo de Nabhaga. Su pureza podía evitar la inescapable e irrevocable maldición Brahma-sapa. Ambarisa Maharaja fue un alma infinitamente afortunada. Él gobernó por completo y sin ayuda este planeta que consta de siete islas. Él fue el propietario de inagotable riqueza y tesoros. Aún así, él trató sus fabulosas pero efímeras posesiones materiales con desdén. Habiendo cultivado amor profundo por el Señor Supremo y una afección simpática por los devotos del Señor y santos, el consideró el mundo y todo su atractivo como basura. Él absorbía su mente meditando en los pies de loto de Krsna, su habla para glorificar las cualidades de Krsna, sus manos en limpiar el templo de Krsna y otros servicios domésticos al Señor, sus sentidos auditivos en oír tópicos sobre la conciencia de Krsna, su visión para ver la forma de la Deidad del Señor, los lugares santos de los pasatiempos del Señor y los vaisnavas, el sentido del tacto, para servir los sentidos de los vaisnavas y las Deidades, el sentido del olfato para oler a Tulasi, incienso, flores, etc. ofrecidas al Señor, saboreando alimentos ofrecidos a Krsna, sus piernas para darle la vuelta al templo y a las damas, su torso y cabeza para ofrecer reverencias al Señor. Él enlaza sus deseos para el logro del servicio devocional puro al Señor para poder recibir la gracia del Señor y nada de disfrute de los sentidos materiales como retribución. Así, si cualquiera dedica todos sus sentidos, cuerpo, mente y palabras en el servicio del Señor, entonces él pronto desarrolla atracción por el humor devocional de los asociados puros del Señor y por el Supremo Señor Mismo. Los ministros-devotos y eruditos brahmanas quienes eran los bienquerientes de los reyes aconsejaron a Ambarisa Maharaja como administrar los asuntos del imperio. El emperador no se empeñaba personalmente en rituales piadosos y fruitivos como yajña, sino que se los dejaba a los brahmanas calificados como Vasistha, Asita, Gautama y otros. Él se mantenía libre de todas esas actividades para así poder absorberse en el servicio devocional puro al Supremo Señor. La Suprema Personalidad de Dios, Sri Hari, estando complacido en extremo con Ambarisa y su solo objetivo, devoción, lo dotó con la protección de Su sudarshan-cakra que siempre está lista para resguardar a los devotos del Señor de cualquier daño y que asume la forma terrorífica de un destructor contra las fuerzas enemigas y maléficas. Su darshana estaba siempre al lado de Ambarisa. Para satisfacer al Señor Krsna, Ambarisa Maharaja acompañado por su reina, quien también era una devota calificada, observó los votos de Ekadasi y dvadasi por un año en Mathurâ, en las riberas del Yamunâ. Al final de la vrata, en el mes de kârtika, después de un ayuno de tres noches, Ambarîëa se bañó en el Yamunâ y fue a Madhuvana (Vrndavana) para adorar a Krsna. Srila Visvanatha Chakravarti Thakura escribió en su comentario: “Maharaja Ambarisa observó Ekadasi-vrata a lo largo de su vida. Aun así él desarrolló el anhelo de observar lo mismo por un año en Mathura-dhama. Al final de este vrata se recomienda un ayuno de tres noches. Esto significa, comer (havisyanna) simple prasadam sobre el dasami y dvadasi una vez al mediodía y guardar ayuno seco durante todo el ekadasi, día y noche. Ambarisa Maharaja ejecutó la ceremonia del baño maha abhisekham de Krsna en gran escala de acuerdo con los rituales Védicos, con panca-gauvya, pañcamrta, sarvausadhi, mahausadhi etc. Él decoró al Señor con joyas y artículos finos. Regaló en caridad trajes de seda, vacas y otros regalos costosos a los Brahmanas Siddharthan (Brahmanas satisfechos quienes no aceptan nada excepto cualquier recompensa o adoración). En casa, él distribuyó millones de vacas con los cuernos y cascos coronados con oro y plata respectivamente, y decorados con los equipos más finos, a los sadhus y los brahmanas eruditos. Él hizo una fiesta para todos los brahmanas y los alimentó suntuosamente”. Mientras Ambarisa Maharaja se preparaba para romper su ayuno bajo la dirección de los Brahmanas Siddharthan, Durvasa Muni, el extremadamente influyente sabio con poderes místicos, llegó a la casa de Ambarisa. Ambarisa inmediatamente atendió al sabio excelso ofreciéndole hospitalidad apropiada de acuerdo con su posición. Él se sentó a los pies del Muni y le rogó honrar el prasadam en su casa. El sabio afablemente aceptó la invitación diciendo que él tenía primero que completar sus abluciones diarias y baño y después el estaría listo para comer. El sabio fue a bañarse en el Yamuna y después de sus rituales e inmersiones quedó absorto en profunda meditación en el Brahman impersonal, de pié en el agua. Mientras tanto el muhurtha (tiempo auspicioso calculado por los astrólogos Védicos) para romper el ayuno estaba por terminar. Ambarisa tenia que romper ayuno pronto, de otra manera su observación de Ekadasi vrata se estropearía. De la otra manera, si el anfitrión come antes de que el Brahmana invitado haya comido, es una trasgresión del código de hospitalidad y del respetuoso comportamiento debido a los Brahmanas. En este dilema crucial el emperador buscó el consejo de los Brahmanas. Viendo que los Brahmanas permanecían en un silencio obstinado, el decidió tomar agua. Los Vedas han declarado: “apo'snati tan naivasi tam naivanasitam iti”, lo que significa que el agua tanto rompe como no rompe ayuno, se considera tanto alimento como no alimento. Los Brahmanas consintieron a esta vía de acción. El rey seguidamente meditó en el Señor Supremo, tomó un poquito de agua y esperó a que el sabio regresara. El gran místico Durvasa Muni después de completar sus rituales del mediodía de madhyaknika regresó del Yamuna. Él emperador lo recibió ceremoniosamente. Durvasa Muni pudo entender por medio de sus poderes místicos que el emperador había tomado agua sin su permiso lo que le hizo dar un ataque de ira. Aunque con hambre, el sabio comenzó a castigar al emperador quien permaneció ante él con las manos cruzadas. Él dijo: “¡Ay! Ay! He aquí a este cruel! Grosero e intoxicado con orgullo de riqueza, él piensa que es Dios, en verdad él no es un devoto, este rey ha violado las leyes religiosas. Primero me invitas a comer pero tu has comido ya, sin antes darme de comer a mi. Te castigaré por tu desdeñable comportamiento”. Lívido y con su cara distorsionada de la rabia, Durvasa Muni se arrancó pedazos de su enmarañado cabello con los que hizo un demonio a semejanza del fuego abrasador de la destrucción para castigar a Ambarisa Maharaja. El temido demonio sostenía una tridente en sus manos el que pesadamente dejó caer en el suelo, haciendo temblar a la tierra, mientras se acercaba al emperador. Pero el emperador permaneció sin perturbarse y calmo y no se movió de su posición. El Sudarsana Cakra del Señor Supremo en poder de Ambarisa por previa orden del Señor, inmediatamente consumió las llamas del demonio. Durvasa Muni presenció boquiabierto la destrucción del demonio que el había creado y notó el siniestro Sudarsana, protector de los devotos, se precipitaba hacia él en forma amenazante. Él corrió atropelladamente por temor a su vida. Pero para donde corría, el disco Sudarsana lo seguía detrás escaldando su espalda con su calor incinerador. Durvasa buscó refugio en la cueva del Monte Sumeru, en el firmamento, en todas las direcciones en la superficie de la tierra, en los palacios de gobernantes poderosos, en el océano y para donde fuera el veía el disco flamante acercándose a él. Por lo tanto, él fue primero donde el Señor Brahma y luego donde el Señor Siva, implorándole a ambos refugio, pero ellos rehusaron sabiendo que el era un ofensor de vaisnavas. Sin embargo, el Señor Siva le aconsejó rendirse al Señor Supremo, Hari. Durvasa Muni corrió a Vaikuntha, la morada espiritual del Señor Narayana, y se tiró a los pies del Señor Supremo, quien se encontraba reposando con Su consorte eterna, Sri Laksmi devi, la diosa de la fortuna. Su cuerpo temblando como una hoja y constantemente huyéndole al calor del sudarsan, Durvasa rogó a los pies del Señor: “¡Oh Supremo Señor! Sin darme cuenta de Tu omnipotencia y Tus poderes ilimitados, yo he ofendido a Tu devoto preferido, por favor excúsame por esta ofensa. Un residente del infierno puede inclusive ganar su liberación simplemente cantando Tu nombre, por lo tanto nada se hace imposible para Ti. Sálvame de esta horrible situación”. En respuesta el Señor dijo: “Yo estoy bajo el control de mis devotos. En verdad, Yo no soy independiente en lo absoluto. Debido a que mis devotos están completamente desprovistos de deseos materiales, Yo me siento solamente en el centro de su corazón. Que decir de Mis devotos, inclusive aquellos que son devotos de Mis devotos son muy queridos para Mi. ¡Oh el mejor de los brahmanas!, sin las personas santas para quienes Yo soy su único destino, Yo no deseo gozar Mi transcendental bienaventuranza y Mi opulencia Suprema. Ya que los devotos dejan sus casas, hijos, esposas, parientes, riquezas, incluyendo sus vidas simplemente para servirme, sin ningún deseo para el progreso material en esta vida o en la próxima, ¿cómo puedo Yo abandonar tales devotos en cualquier momento dado? Así como las mujeres castas controlan a sus maridos por su servicio, los devotos puros, quienes son iguales a cualquiera y completamente apegados a Mi en el fondo de su corazón, Me controlan por completo. Mis devotos, quienes están siempre satisfechos de estar ocupados en Mi amoroso servicio, no están interesados ni siquiera en los cuatro principios de la liberación (salokya, samipya, sarupya, sarsti) aún cuando esas son automáticamente logradas por sus servicios. ¿Qué decir entonces de tales felicidades perecederas como la elevación a los más altos planetas celestiales?” El devoto puro está siempre en el fondo de mi corazón, y Yo estoy siempre dentro del corazón de mi devoto puro. Mis devotos no conocen nada más sino a Mi, y Yo no conozco a nadie más sino a ellos. ¡Oh brahmana!, permíteme ahora aconsejarte para tu propia protección. Por favor óyeme. Por ofender a Maharaja Ambarisa has actuado con envidia, por lo tanto debes ir donde él inmediatamente, sin un momento que perder. Las hazañas de uno cuando se emplean en contra del devoto, ciertamente le hacen daño a quien la emplea. Es el sujeto y no el objeto quien recibe el daño. Para un brahmana, la austeridad y el aprendizaje son ciertamente auspiciosos, pero cuando son adquiridos por una persona quien no es caballerosa, tal austeridad y aprendizaje son de lo más peligrosos. ¡Oh el mejor de los brahmanas!, tu debes, por lo tanto, ir inmediatamente donde el rey Ambarisa, el hijo de Maharaja Nabhaga. Te deseo buena fortuna. Si puedes satisfacer a Maharaja Ambarisa, entonces habrá paz para ti”. (S. B. 9/4/63-71) Una vez recibió las instrucciones del Señor supremo, Durvasa Muni de inmediato se apresuró a regresar donde Ambarisa Maharaja. Él se tiró a los pies de este gran devoto y los estrechó apretándolos en sus manos. El hecho que un sabio como Durvasa Muni tocara sus pies desconcertó mucho a Ambarisa Maharaja. Comprendiendo que Durvasa Muni estaba próximo a comenzar su panegírico, su corazón rebosado de simpatía por el sabio. Comenzó a rogar al disco Sudarsana. El emperador dijo: “¡Oh protector confeso de los devotos del Señor Supremo! Destructor de todas las armas. ¡Oh el más poderoso de los vaisnavas! Eres la expansión de la habilidad divina, disipador de la ignorancia impía en la jiva y simultáneamente el revelador del proceso eterno de servicio devocional al Señor. El exterminador de la visión cubierta de la jiva debido a carencia de entendimiento de la relación eterna entre Dios, Sus múltiples energías y la jiva (sambandha-jñana) y el dador de la visión auspiciosa (Sudarsana) en la forma de sambandha-jñana. Tu eres el más amado devoto del Señor”. El Sudarsana-cakra fue pacificado y se contentó con Durvasa Muni. El sabio sintió gran alivio al salvarse del dolor insoportable del disco abrazador, y repetidas veces bendijo a Ambarisa Maharaja y dijo: “Mi querido rey, hoy he experimentado la grandeza de un devoto de la Suprema Personalidad de Dios, muy a pesar de haber yo cometido la ofensa, usted ha rogado por mi buena fortuna”. (S. B. 9/5/14) Durvasa Muni continuó: “Para los devotos que han alcanzado (por medio del servicio devocional) al Señor Supremo, quien es el maestro de los devotos puros, nada es imposible de conseguir, por lo tanto, ¿Qué puede ser imposible de renunciar para ellos? Para los sirvientes del Señor que puede aún permanecer incompleto que no pueda ser hecho por ellos? Simplemente por escuchar los Santos Nombres del Señor uno se Purifica. ¡Oh rey!, eres tan misericordioso que has ignorado mi ofensa y salvado mi vida, estoy muy agradecido contigo”. En esta forma el gran místico Durvasa Muni expresó su profunda gratitud al más exaltado de los devotos, Ambarisa Maharaja. El emperador había estado esperando todo este tiempo por el regreso del sabio, y no había comido por casi un año. Ahora él se postró a los pies de Durvasa y le rogó que comiera. Él lo alimentó suntuosamente con variedad de manjares. Bien alimentado y satisfecho, el gran místico solicitó al emperador que tomara prasadam. Él dijo: “Mi querido Rey, yo estoy muy complacido. Al principio te tomé como una persona ordinaria cuando acepté tu hospitalidad. Pero ahora entiendo que tu eres un extremadamente excelso devoto del Señor Supremo. Por lo tanto, por simplemente verte, tocar tus pies y hablarte me siento contento y muy agradecido contigo. Las benditas mujeres de los planetas celestiales y todos los residentes de este planeta tierra continuarán elogiando tu carácter y actividades sin mancha”. Así, derramando profusas alabanzas y panegíricos para el emperador devoto puro, Durvasa Muni, sintiéndose completamente satisfecho, partió vía camino al cielo a Brahmaloka o el planeta del Señor Brahma, el cual está desprovisto de agnósticos y simplistas filósofos empíricos. Originalmente, Durvasa Muni había dejado el lugar de Ambarisa Maharaja en una sola carrera, sin comer, cuando era perseguido por el temeroso disco Sudarsana, y regresó después de casi un año. Todo este tiempo el emperador había sobrevivido con agua solamente esperando el regreso del sabio. Después de alimentar al sabio brahmana, el honró la comida santificada a su entera satisfacción. Él comprendió en su mente que el indulto de Durvasa del peligro y su propio nivel de tolerancia e indulgencia fueron actos de la Providencia. Nunca por un momento el estuvo lleno de orgullo como para pensar que todo esto fue su hechura. Los devotos del Señor están siempre desprovistos de orgullo falso. En esta forma, Ambarisa Maharaja, quien fue dotado con cualidades transcendentales, debido a su empeño en el servicio devocional realizó la única Verdad Absoluta, el Señor Vasudeva, quien es conocido como el Brahman, Paramatma y Bhagavan. Siempre ejecutando las diferentes extremidades del desempeño devocional, él consideró que inclusive el más avanzado de los planetas materiales de Brahmaloka, con su inmensa opulencia y placeres, es un lugar de sufrimiento como el infierno”. En la conclusión de esta historia Srila Sukadeva se dirige a Pariksit Maharaja y dijo: “Maharaja Ambarisa no desea más ningún tipo de asociación con cosas materiales debido a su posición avanzada en la devoción. Él se retiró de los asuntos familiares. Él dividió su propiedad igualmente entre sus calificados hijos y tomando los votos de la orden vanaprastha, entró en el bosque para absorber sus mente completamente en el Señor Supremo, Vasudeva”. Cualquier persona que narre o medite en este sublime pasatiempo de Ambarisa Maharaja será deseable para empeñarse en el servicio devocional puro a los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios. Esperamos que los respetados lectores hayan medido nuestras principales intenciones al incluir la totalidad del episodio del Srimad Bhagavatam entre Maharaja Ambarisa y Durvasa Muni. Un gran yogui místico, expansión parcial del Señor Siva y dotado con tremenda habilidad, Durvasa Muni cometió ofensas a los pies de loto del más exaltado de los vaisnavas, Maharaja Ambarisa, y aún así no consiguió escapar de sus consecuencias en ningún lugar, no en Brahmaloka, tampoco en Sivaloka. Ni Brahma ni Siva pudieron protegerlo de la ira del disco Sudarsana, el arma personal del Señor Supremo Visnu. Actuando bajo los buenos consejos del Señor Siva, cuando el sabio se acercó a Vaikuntha y se rindió a los pies de loto del Señor Narayana y le imploró protección, el Señor no pudo hacerlo. La razón de la inhabilidad del Señor para hacerlo lo vimos anteriormente en este capítulo de Su propio pronunciamiento, incluso, si un ofensor (un devoto puro del Señor) se rinde a los pies de loto del Señor, Él no acepta esto como un acto devocional favorable. Aunque el Señor Supremo es completa y absolutamente independiente Él es subyugado por el amor de Sus devotos puros por Él. El Señor Supremo rehusa retener Su independencia en relación con Su devoto puro. Por lo tanto la misericordia del Señor tiene éxito solo después de la gracia del devoto puro. Si cualquier persona desea la misericordia del Señor Supremo el debe primero abordar en forma sumisa a un devoto puro y suplicarle con sincero remordimiento. Para refugiarse en la gracia de un devoto puro y rogarle por el alivio de su sufrimiento él debe rogar a los pies de loto del Señor, luego el Señor Supremo, quien es controlado por el amor de Sus devotos, le concederá sus ruegos. Así tomando la posición de un sirviente puro del Señor, un devoto atraerá la misericordia del Señor, por la bendición de Su devoto puro. El Señor Supremo intencionalmente nos advierte contra vaisnava-aparadha dándonos el ejemplo de Durvasa Muni. Durvasa Muni poseía tal habilidad mística por medio de la meditación y las austeridades que con su cuerpo físico pudo visitar Brahmaloka, Sivaloka y aún Vaikunthaloka. Pero aún allí no pudo escapar de la amenazante ira del Sudarsana. Sólo después de seguir las directas instrucciones del Supremo Señor Narayana e incondicionalmente se rindió a los pies de Ambarisa y solo después de Ambarisa haber aplacado el Sudarsana con las más escogidas oraciones, Sudarsana, el arma personal del Señor se vuelve benigna hacia Durvasa Muni. La visión distorsionada y condicionada de la entidad viviente no puede ser corregida sin la gracia benigna del Sudarsan (visión auspiciosa). La comprensión propia de los principios esotéricos de Visnu y vaisnava nos elude sin ella. La buena suerte de perforar la tiniebla de la ignorancia construida por la potencia ilusoria, maya, e iluminándonos con el recóndito conocimiento de los principios de sambandha, abhidheya y prayojana, no ocurre sin la gracia de Sudarsana. (Sambandha: Relación eterna entre el Supremo Señor, Sus múltiples energías y la jiva Abhidheya: Eso que denota lo obvio: De aquí el canto del Santo Nombre. Prayojana: la absoluta necesidad, significando amor por Dios). La Suprema Personalidad de Dios Krsna, hijo de Nanda Maharaja, vino como Sri Caitanya Mahaprabhu, embellecido con el humor sublime y el aspecto de Srimati Radha. El Señor Caitanya entre Su séquito trajo a Sus confidentes eternos, Srila Ramananda Raya y Srila Svarupa Damodara Gosvami, como voceros para difundir la supremamente resplandeciente y pináculo de las relaciones amorosas o rasas de Vraja- (srngara o madhurya o rasa conyugal) El proceso por el cual esta muy secreta y en constante expansión relación espiritual puede ser saboreado, fue comprobado como sankirtana o canto del Santo Nombre de Krsna. El Supremo Señor mismo determinó el pre-requisito sintomático para saborear mejor el proceso del canto: Humildad, más que una brizna de grama, tolerancia, más tolerante que un árbol, no demandando respeto para uno mismo y ofreciendo todo respeto a otros. Él debe también cantar los 16 nombres, 32 sílabas maha-mantra, personalmente iniciado por Sri Caitanya Mahaprabhu, sin cometer las 10 nama-aparadhas. Solo entonces el se hace merecedor de experimentar la morada espiritual del más alto tesoro de Goloka, Vraja-prema-rasa. De otra manera, una persona puede caminar con sus japas por muchas vidas pero no estará lista para recibir este tesoro del amor por Dios, que con antelación a Sri Caitanya nunca fue revelado o dado liberalmente. Por lo tanto todos debemos evitar las 10 nama-aparadhas, especialmente la primera: Ofender a un vaisnava. Esto se debe a que los vaisnavas se han refugiado en el Santo Nombre y se dedican a la propagación de sus ilimitadas glorias transcendentales. La contravención de esto neutralizará los esfuerzos de todas las prácticas devocionales, como echar aceite en cenizas apagadas. 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