domingo, 14 de marzo de 2010

Jaiva Dharma - LAS FUNCIONES DEL ALMA - IX

CAPÍTULO VIII



LA RELIGIÓN ETERNA Y LA CONDUCTA EN LA VIDA


ISKCON desire tree - Srivas Pandit Disappearance

ISKCON desire tree - Srivas Pandit Disappearance por ISKCON desire  tree.

This Festival poster is prepared by ISKCON desire tree for the pleasure of Srila Prabhupada and the devotee community.

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Un día, los Vaishnavas de Srî Godrum se encontraban sentados en una residencia apartada perteneciente a otros Vaishnavas que habitaban el bosquecillo del lado sudeste del tanque de Srî Gora; era por la tarde y acababan de tomar Prasada, cuando Lahiri Mahasaya estaba despertándoles el sentimiento de Vraja, al entonar la siguiente canción:

«¡Oh, cuántos Juegos y Pasatiempos llevó

a cabo Srî Goura aquí!

Con devotos como Advaita;

Él danzó alegremente en este bosquecillo,

Él suprimió a Kaliya con Su gran Sânkirtan.

De este estanque el Gran Señor rescató al cocodrilo.

Como Krishna rescató a Kaliya».

Al terminar la canción, los Vaishnavas se pusieron a discutir acerca de las similitudes entre las actividades juguetonas de Srî Goura y Srî Krishna, cuando tres o cuatro Vaishnavas de Baragachi llegaron al lugar y ofrecieron sus reverencias al postrarse primero ante el estanque de Srî Gora y luego en presencia de todos los Vaishnavas. Estos últimos les devolvieron los saludos respetuosamente y les ofrecieron donde sentarse. En ese bosquecillo solitario se erguía un viejo árbol baniano, al pie de ese árbol los Vaishnavas construyeron un asiento de cemento; todos le llamaban a ese árbol Nitai Bata con gran adoración, porque al Señor Nityananda le gustaba mucho sentarse bajo ese árbol de baniano.

Sentados debajo de ese baniano Nitai Bata, los Vaishnavas hablaban íntimamente unos con otros. Entre los Vaishnavas llegados de Baragachi, se hallaba un Vaishnava muy joven e inquisitivo que inició la conversación diciendo, ‘quisiera hacer una consulta, ¿alguno de ustedes podría responderme adecuadamente a la pregunta que voy presentar?’.

Haridas Bâbaji Mahasaya, perteneciente a ese bosquecillo apartado era un escolar muy erudito que casi nunca se entusiasmaba; tenía cerca de cien años de edad. En raras ocasiones él solía ir al Pradyumna Kunya a disfrutar de la asociación de Paramahansa Bâbaji; al haber tenido la fortuna de ver al Señor Nityananda sentado debajo de ese árbol baniano, el deseo más íntimo en su corazón era poder expirar en ese lugar; él le respondió, ‘hijo mío, no debes sentirte ansioso por las respuestas cuando en este lugar se encuentra reunida la asamblea de Paramahansa Bâbaji’.

El Vaishnava de Baragachi expuso su pregunta. ‘La Religión Vaishnava es Eterna; me gustaría saber a ciencia cierta, ¿cómo debe comportarse alguien que ha tomado a la Religión Vaishnava como refugio respecto a todas las otras religiones?

Haridas Bâbaji Mahasaya se le quedó mirando a Srî Vaishnava das y le dijo, ‘¡oh Vaishnava das!, en el momento presente no existe otro escolar tan erudito como tú entre todos los Vaishnavas de Bengala; contesta pues esta pregunta, ya que tú has tenido la asociación de Srîla Saraswati Goswami y también has estudiado a los pies de Paramahansa Bâbaji; eres extremadamente afortunado y el receptáculo de la misericordia de Srîman Mahâprabhu’.

Modestamente, Vaishnava das Bâbaji Mahasaya respondió, ‘¡oh reverenciable señoría, usted ha tenido la fortuna de contemplar a Srî Nityananda Prabhu, Quien es la misma Encarnación de Srî Baladeva, y también ha instruido a muchas personas en compañía de grandes personalidades. El día de hoy háganos el favor de darnos algunas instrucciones’.

Los otros Vaishnavas le suplicaron a Srî Haridas Bâbaji Mahasaya que respondiera a la pregunta; al final accedió. Bâbaji Mahasaya le ofreció sus respetuosas reverencias a Nityananda Prabhu postrándose al pie del árbol baniano para luego decir, ‘yo me postro ante todas las criaturas de este mundo como Krishna das (sirviente de Krishna). Algunos admiten esto y otros no, pero todos son Sus sirvientes, respecto a este noble dicho, yo lo respeto y admito.

Aun cuando todos son sirvientes de Krishna constitucionalmente, los que no admiten esta servitud por el Señor debido a su ignorancia o error, pertenecen a un grupo y los que la admiten pertenecen a otro. Así, existen dos clases de personas en este mundo: las que tienden hacia Krishna y las que no lo hacen o se apartan. En este mundo el número de personas que prefieren apartarse es abundante; incluso muchos de entre éstos no admiten la religión. Es innecesario decir algo acerca de ellos debido a que se encuentran desprovistos de cualquier sentido de lo que está bien o mal. El interés personal es su fin y su todo en la vida. Aquéllos que admiten la religión tienen sentido del deber; para ellos Manu, el mejor de los Vaishnavas estableció que el contentamiento, el perdonar, el autocontrol, la ausencia de avaricia, la purificación física, dominio sobre los órganos de los sentidos, el conocimiento de los Shâstras, el conocimiento del alma, la veracidad y la ausencia de la ira, son los diez síntomas de la religión’.

De entre éstos; seis, los cuales son: el contentamiento, el autocontrol, la purificación física, el dominio sobre los órganos de los sentidos, el conocimiento de los Shâstras y el conocimiento del alma, son deberes para con uno mismo. Y el perdonar, la ausencia de avaricia, la veracidad y ausencia de la ira, son los deberes para con los demás. Ninguno de los diez deberes religiosos antes mencionados habla acerca de la adoración a Krishna, pues éstos fueron establecidos para las personas ordinarias. No se puede decir que por desempeñar fielmente estos diez deberes, la vida estará colmada de bienaventuranza absoluta; como menciona el Vishnu Dharmottara:

«Cinco días de la vida de un devoto de Vishnu son muchísimo mejores que la vida de un hombre durante millones de años que no posee devoción a Krishna, debido a que la vida de este último trae consigo innumerables males para el mundo en lugar de bienestar».

Nadie excepto un devoto de Krishna puede ser llamado ser humano; a todos los demás se les debe considerar como bestias bípedas, como lo menciona el Bhâgavata (II. 3-19):

«Aquél en cuyos oídos nunca ha entrado el Nombre de Krishna se le debe considerar como a una bestia bípeda. Tal hombre es odiado y tan bajo como un perro; comedor de cosas prohibidas como un puerco de aldea; comedor de arbustos y espinas como un camello; y una bestia inútil de carga que es pateada por burras siempre vagando por el desierto del mundo como un asno».

El asunto no incluye lo que tal hombre debe hacer o no; sólo quisiera mencionar lo que debe hacer un hombre que ha tomado el sendero de la devoción para sí mismo y para con los demás.

Aquéllos que han aceptado el sendero de la devoción se les puede dividir en tres clases: los de tercera clase, los de segunda clase y los de primera clase. Los devotos de tercera clase no son verdaderos devotos; sus síntomas son los siguientes según el Bhâgavata (XI. 2-47):

«Aquél que sólo adora la Imagen Divina de Srî Hari para su propia satisfacción y que no tiene amor por ningún otro devoto de Srî Hari o por los demás seres es llamado devoto ordinario o de tercera clase».

Es admitido unánimemente que Shrâddha es el fundamento de la devoción. Adorar a Hari con respeto es devoción. Mas tal devoción sin la adoración a Sus devotos no puede ser devoción pura; porque es carente de la completa característica de la devoción, o en otras palabras, se encuentra en la entrada del templo de la devoción. Los Shâstras dicen (Bh. X. 84-13):

«Aquél que considera a este cuerpo burdo material como si fuera el alma; se encuentra muy apegado a su esposa y familia; piensa que las cosas materiales como la tierra, las piedras o la madera, etc., son Dios; también toma el agua o algún lugar ordinario como un sitio donde habitan los reclusos, y no tiene ninguna consideración para con los devotos de Dios; es un asno entre los cuadrúpedos, esto es, un idiota en grado sumo».

El significado sería el siguiente. Aun cuando el comienzo de la devoción principia con la adoración de una imagen, tal imagen debe considerarse como trascendental; los argumentos áridos tan sólo atormentan al corazón y no ayudan a determinar el verdadero objeto de la adoración. Todas las criaturas de este mundo en realidad son seres trascendentales; mas aquéllos que poseen devoción a Krishna son objetos puramente trascendentales. Dios y Sus devotos son objetos puros y trascendentales; para poder comprenderlos como tales, es necesario entender la relación que existe entre la materia burda, las criaturas y Krishna. Si alguien adora a la Imagen Divina con conocimiento pleno de esta relación, él deberá adorar a Krishna y a Su devoto al mismo tiempo. Tal respeto con el cual la Verdad Trascendental es honrada de esta manera es llamado Shastriya Shrâddha o respeto de acuerdo a los mandatos shástricos. Adorar a la Imagen Divina sin conocer por separado la relación de Ésta con la Verdad Trascendental, tendrá como resultado un respeto costumbrista. Así, aun cuando esto se puede considerar como un proceso rudimentario de devoción, no es devoción pura; ésta es la decisión confirmada. Los Shâstras describen a los diferentes hombres que han alcanzado la puerta de la devoción de la siguiente manera: los eruditos le llaman Vaishnava a aquél que se ha iniciado en el Mantra de Vishnu de acuerdo con las reglas de los Shâstras y se empeña en la adoración de Vishnu; a todos los demás se les considera no-Vaishnavas. Aquéllos que son iniciados generación tras generación por un preceptor familiar en el Mantra de Vishnu y que con aparente respeto personal o costumbrista adoran la Imagen Divina, son llamados Vaishnavas de tercera clase o devotos ordinarios, mas no puros. En este tipo de personas, la sombra o apariencia de la devoción es fuerte. La reflexión de la devoción se encuentra ausente en ellos, debido a que ésta es considerada como una ofensa; no existe Vaishnavismo en ella. Por otro lado, esta apariencia de la devoción es también el resultado de una gran fortuna, debido a que estas personas pueden elevarse gradualmente a la plataforma de segunda y primera clase dentro del Vaishnavismo. Los hombres que pertenecen a esta clase no son devotos puros; ellos adoran la Imagen Divina con un respeto basado en la costumbre y en concordancia con los diez síntomas religiosos mencionados para los hombres ordinarios, comportándose de la misma manera respecto a otras personas. El trato que se les debe ofrecer a los devotos mencionados en los Shâstras no está dirigido a ellos. El convertir a los no-devotos a devotos, está fuera del alcance de estas personas. De esta manera el Bhâgavata (XI. 2-46) ha ordenado el tipo de conducta que los devotos de segunda clase deben seguir:

«Un Vaishnava es considerado de segunda clase cuando muestra amor por el Señor Supremo Krishna, amistad a los devotos, bondad con los hombres simples y tontos, e indiferencia hacia los que se muestran antagónicos con Dios y Sus devotos».

La clase de conducta establecida en este caso es la incluida en la Religión Eterna. Esto no se refiere únicamente a la conducta informal o mundana. Dentro de la vida de un Vaishnava esta clase de conducta es necesaria; otras clases de conducta pueden ser adoptadas como recurso en caso de necesidad, si éstas no van en contra del Vaishnavismo.

Existen cuatro objetos a los cuales se les demuestra algún tipo de conducta: Dios, Su devoto que Le sirve, el tonto o persona ignorante y mundana, y el malicioso o enemigo de la devoción. La conducta Vaishnava consiste en demostrar amor, amistad, bondad e indiferencia a estas cuatro clases de personas, es decir, amor por Dios, amistad para con los devotos, bondad para el ignorante de la verdad, e indiferencia ante el adverso. Primero que todo está el amor a Dios, el cual es el amor por Krishna o el Señor Supremo. La palabra ‘amor’ denota a la devoción pura. Los síntomas de la devoción pura son los siguientes (Bhakti Rasamrita Sindhu):

«La más alta clase de devoción es aquélla que se encuentra desprovista de deseo por alguna cosa que no sea ella misma, que no es menoscabada por el conocimiento o la acción y que consiste en una continua meditación en Krishna con una determinación firme del corazón».

El Vaishnava de segunda clase tiene derecho a alcanzar este tipo de devoción junto con los síntomas de sus prácticas religiosas, el trance espiritual y el amor divino considerado como locura. La adoración de la Imagen Divina con respeto es el síntoma del devoto de tercera clase. Este último, no posee el tipo de devoción que estriba en falta de cualquier deseo, ausencia de la influencia del conocimiento y de la acción, y constante meditación en Krishna con una aguda convicción dentro del corazón. Tan pronto la devoción con los síntomas arriba mencionados surge en su corazón, él es considerado como Vaishnava de segunda clase y como un verdadero devoto. Pero mientras este tipo de devoción no surge en su corazón, él no es mas que un devoto ordinario o la apariencia de un devoto o Vaishnava. La meditación en Krishna es el único amor a Krishna, pero el atributo de Anukulyam incluye en sí mismo los atributos de amistad, bondad e indiferencia, los cuales son favorables para alcanzar el amor a Krishna; estos últimos tres son los atributos o síntomas de un devoto Vaishnava de segunda clase.

En segundo término se encuentra la amistad que se les da a los devotos entregados a Dios. Las personas en quienes la devoción se ha despertado son los devotos entregados a Dios. Los devotos de tercera clase, no son devotos puros entregados a Dios, y también no se muestran hospitalarios para con los devotos puros; únicamente los devotos de primera y segunda clase son personas adecuadas para mostrar amistad verdadera. Dentro de la respuesta que Srîman Mahâprabhu le dio a una de las preguntas que se le hicieron en Kuligram, Él describió las características de los devotos de primera, segunda y tercera clase; y en éstas se pueden incluir a todos los devotos de primera y segunda clase, pues ninguno de los descritos eran Vaishnavas de tercera clase que adoraran únicamente a la Imagen Divina. El verdadero Nombre de Krishna no es exclamado por aquéllos que sólo adoran a la Imagen Divina; expresando únicamente la sombra o apariencia del Nombre. Srîman Mahâprabhu ha ordenado a los Vaishnavas jefes de familia de segunda clase, que sirvan a las tres clases de Vaishnavas descritos a continuación: aquél que ha invocado aunque sea una sola vez el Nombre de Krishna, aquél que siempre pronuncia el Nombre de Krishna, y por último, aquél que en cuanto se le contempla inmediatamente y en forma espontánea viene a los labios el Nombre de Krishna. Todos estos son considerados como verdaderos Vaishnavas y merecen ser servidos. El Vaishnava que sólo pronuncia la apariencia del Nombre no merece ser servido. Los Vaishnavas que exclaman los verdaderos Nombres Divinos son los únicos dignos de aceptar ser servidos por otros. La diferencia de servicios se recomienda de acuerdo a la distinción existente entre Vaishnavas. La palabra amistad, incluye en sí misma la asociación, la conversación y el servicio. Tan pronto veamos a un Vaishnava puro será indispensable servirle de tres maneras distintas: él requerirá que se le dé la bienvenida, que se le honre, también que se le ofrezca un asiento y se hable con él; todas sus necesidades deben ser atendidas. Así debe servírsele. Nunca se le debe envidiar, ni insultar, ni faltársele al respeto debido a su fealdad o estado enfermizo.

En tercera instancia viene la bondad a los tontos. La palabra ‘tonto’ denota a la persona ignorante de la verdad que se encuentra en la ilusión, o que se encuentra desprovista de sentido común. Se le considera a un hombre como ‘tonto’, si éste se halla muy absorto con el mundo debido a que no recibió la educación apropiada, si bien no ha aceptado la doctrina de la ilusión u otras similares, o no ha aprendido a ser envidioso para con los devotos o la devoción; mas debido a su fuerte egoísmo y apego en demasía, se abstiene de ser respetuoso con Dios. Incluso un erudito que no tiene la fortuna de tener fe en Dios debe ser considerado como un ‘tonto’. A un devoto de tercera clase u ordinario, también se le debe considerar como ‘tonto’, aun cuando haya llegado cerca del umbral de la devoción, pues no conoce la verdad acerca de la relación con Dios. Al llegar a conocer su relación con Dios, e iniciar la invocación del Nombre Divino de la manera adecuada en compañía de los devotos puros, gradualmente su tontería se desvanecerá y será elevado al estado de Vaishnava de segunda clase. El cual debe mostrar misericordia a los ‘tontos’, ya que esto es absolutamente necesario para él. Dentro de lo posible deberá satisfacer las necesidades de estos últimos al aceptarlos como invitados. Aun cuando todo esto no sea suficiente. Mas hacer que el respeto y el interés se desarrolle en un tonto hasta el punto de la devoción pura y que crezca el gusto por el Nombre Divino, será mostrar una verdadera misericordia. Los tontos no están versados en los Shâstras, así que existe cualquier posibilidad de degradación, debido a las malas compañías. Los Vaishnavas de segunda clase deben ser lo suficientemente bondadosos para darles oportunidad a los tontos de tener su asociación y permitirles gradualmente escuchar acerca de la magnanimidad del Nombre Divino, junto con su noble consejo. Un paciente no puede curarse a sí mismo, tiene que aceptar el tratamiento de otro. Y esta misericordia verdadera se demuestra cuando se disculpa la conducta impropia de un tonto así como se disculpan las palabras de enojo de un paciente. Pues las faltas que tiene un tonto son numerosas, tales como la fe en ritos ceremoniales; en ocasiones inclinación por el conocimiento árido, adoración de la Imagen Divina con propósitos mundanos, interés por las prácticas del yoga, indiferencia por las cosas favorables como la asociación con Vaishnavas puros y apego a las clases sociales o castas; y así por el estilo. Cuando todas estas faltas se eliminan mediante la asociación, la misericordia y los buenos consejos, el Vaishnava de tercera clase muy pronto es elevado a la condición de devoto puro de segunda clase, pues desde el momento en que ha comenzado adorar a Dios a través de la Imagen Divina, sin duda el fundamento de todo lo bueno ha sido establecido. Por encontrarse libre de la falta relacionada con los ‘ismos’, él muestra un poco de respeto o interés. Por otra parte, aquél que adora a Dios con base en la teoría del ilusionismo no posee el menor respeto por la Imagen Divina y por ello es culpable. Es por esa razón que el epíteto ‘irrespetuoso’ se aplica al devoto de tercera clase; ya que existe una impresión muy enraizada dentro del corazón del ilusionista de que el Señor Supremo no posee ninguna Imagen Divina; y tiene la idea de que la adoración de la imagen es puramente imaginaria. Si este es el caso, ¿en dónde se encuentra el respeto o la fe por la Imagen Divina? Se puede decir que existe un océano de diferencia entre la adoración de un ilusionista y la de un novicio Vaishnava de la tercera clase. Es por esta razón que aun cuando el Vaishnava de tercera clase no posee todos los síntomas de un completo Vaishnava, debido a que se encuentra libre de la falta del ilusionismo, se le ha dado el epíteto de Vaishnava ordinario; pues hasta ese punto se encuentra su Vaishnavismo. Y en virtud de esto es que sin duda él recibe el favor de los santos y siempre se eleva. Los devotos de segunda clase les deben mostrar una misericordia sincera. Si la reciben, su adoración de la Imagen Divina y su canto del Nombre Divino muy pronto los elevará por encima de su plataforma de apariencia hasta alcanzar la condición trascendental.

Y por ultimo, la indiferencia por las personas maliciosas. Se debe tener en consideración a quiénes se les llama personas maliciosas, y cuántas clases existen. La malicia y la envidia es una propensión, y es un sobrenombre del recelo, o lo opuesto a la propensión llamada amor. Dios es el único objeto del amor; y la propensión o inclinación de la mente que va en contra de este amor es llamada malicia o recelo; la cual es de cinco clases.

1.- Escepticismo o Agnosticismo.

2.- Considerar a Dios como el resultado natural de sus propias acciones.

3.- No creer en ninguna forma particular de Dios.

4.- Creer que las criaturas no son sirvientas eternas.

5.- Absoluta falta de misericordia.

Las personas contaminadas con esta propensión de malicia están desprovistas de la devoción pura. También se encuentran desposeídas de la más elemental u ordinaria devoción que se requiere para adorar a la Imagen Divina y que poseen los devotos de tercera clase; la cual gradualmente lleva a la devoción pura. Estas cinco clases de malicia son concomitantes al mucho apego por los asuntos mundanos. A veces, una indiferencia suicida se encuentra en la tercera y cuarta clase de malicia. Las vidas de los ilusionistas se consideran dentro de éstas. ¿Cómo debe la devoción pura tratar a estas personas maliciosas? Mostrándoles indiferencia.

La indiferencia no significa abandonar toda conexión normal existente entre un hombre y otro. Ni tampoco significa que si una persona maliciosa se encuentra en peligro o escasez no se debe tratar de aliviarla. Un Vaishnava jefe de familia se encuentra conectado de muchas formas con otros hombres. A través de matrimonios, tratos de negocios, administración de propiedades, crianza de animales, por el tratamiento de enfermedades y por las relaciones con los dueños de tierras donde trabaja. La indiferencia no significa cortar toda conexión con las personas maliciosas para siempre, mas sólo para llevar a cabo los anteriores deberes que se requieran. Uno deberá comportarse apropiadamente con los hombres que tienen aversión a Dios, tan sólo por propósitos prácticos mundanos; pero para actividades espirituales, la asociación con tales personas debe ser evitada. Como resultado de sus propias acciones, podría darse el caso de que algunos de los miembros de tu familia pudieran adquirir hábitos maliciosos; ¿deberían ser expulsados del seno familiar? No, tienes que conducirte con ellos apropiadamente respecto a los asuntos mundanos, pero no tener ninguna conexión espiritual con ellos, sólo indiferencia. La asociación, la conversación, el bienestar recíproco y el servicio para la elevación espiritual, son acciones para el bien espiritual. El no sostener tales relaciones es llamado indiferencia. Una persona maliciosa que mantiene un punto de vista adverso, te buscará riña si en forma innecesaria él escucha la albanza de la devoción pura o cualquier consejo respecto a ésta. La indiferencia repercutirá en beneficios para ti o para él, al no caer en argumentaciones estériles y sólo mantener conexiones mundanas con él. Y si tú dices que es mejor considerar a las personas maliciosas como tontos y mostrarles misericordia, en este caso se les haría más daño a ellos que bien. Trata de hacerles el bien, pero de una manera cuidadosa.

El devoto de segunda clase, necesita tomar recurso de estas cuatro clases de conducta práctica. Si alguno se comporta deficientemente al respecto, se volverá culpable de interferencia innecesaria o falta de esfuerzo para vivir dentro de su propia jurisdicción; lo cual significa una grave ofensa:

«Cualquier esfuerzo que se lleva a cabo para vivir dentro de la propia jurisdicción, se dice que es una gran virtud; y cualquier cosa que va en contra de esto, es una ofensa. Éste es el único criterio acerca de la virtud y de la ofensa».

Éste es el deber de un devoto puro de segunda clase, que a través del razonamiento de los Shâstras, él muestre amor por Dios, amistad a los devotos puros, misericordia para con los tontos e indiferencia con las personas maliciosas. La diferentes clases de demostración de amistad dependen de la diversidad en la devoción. Así como los diferentes grados de indiferencia dependerán del grado de malicia que posea una persona de esta clase. Al tener en su mente estas diferencias, un devoto de segunda clase deberá relacionarse espiritualmente con otros. La conducta mundana se llevará a cabo en forma franca y subordinada a la conducta espiritual.

Cuando la devoción de los devotos de segunda clase se profundiza y toma la forma de amor, ellos son elevados a la condición de devotos de primera clase. Los síntomas de los devotos de primera clase se establecen en el Bhâgavata de la siguiente manera:

«Aquél que es el mejor entre los devotos, ve al Señor Supremo Srî Krishna Chandra, Quien es el alma de todas las almas, dentro de todas las criaturas, y también ve a todas las criaturas en el Señor Krishna, el Alma de todas las almas».

Quien siente el amor de Dios en todas las criaturas y el amor de todas las criaturas en Dios, es el mejor de entre todos los Vaishnavas. El mejor de los Vaishnavas no desea sino un tipo de amor; otras formas de sentimientos que surgen de las relaciones terrenales y que crecen en él, son formas de amor transformadas. Por ejemplo, cuando Sûkadeva Goswami hizo un comentario malicioso acerca de Kamsa, al decir que era Bhoja panshula (una cicatriz dentro de la raza Bhoja), aun cuando él es considerado un devoto de primera clase, se debe entender esto como amor transformado y no como verdadera malicia. Cuando esta clase de amor puro se vuelve la misma existencia del devoto, se dice entonces que este Vaishnava es el mejor dentro de los devotos. En esta condición toda diferencia entre el amor, la amistad, la misericordia y la indiferencia desaparece, y todo es metamorfoseado en amor. Para él no existe diferencia entre las tres distintas clases de Vaishnavas, e incluso no encuentra desigualdad entre un Vaishnava y un no-Vaishnava; tal plataforma es muy rara.

Ahora, debido a que el Vaishnava de primera clase no hace distinción entre un Vaishnava y un no-Vaishnava, y para asegurarse de que un Vaishnava de tercera clase no le ofrezca servicio a ningún Vaishnava; el Vaishnava de segunda clase tiene el honor de servir a todos los Vaishnavas. Es necesario para este último el rendirles servicio a las tres clases de Vaishnavas; al que invoca el Nombre de Krishna y aquél que por verle, espontáneamente viene hacia los labios el Nombre de Krishna; dándoles un servicio apropiado de acuerdo con el grado de Vaishnavismo, esto es, si es un buen Vaishnava, o un muy buen Vaishnava, o el mejor de los Vaishnavas. Si un Vaishnava es bueno o el mejor, no debe ser juzgado mas que por el Vaishnava de primera clase. Si un Vaishnava de segunda clase lo hace, él cometerá ofensas. Srîman Mahâprabhu hizo que los habitantes de Kulingram entendieran esto en forma indirecta. Tal consejo encubierto debe ser honrado y seguido en forma más implícita que los Vedas por todos los Vaishnavas de segunda clase. ¿A qué le llamamos Veda o Sruti? El Veda es el mandato del Señor Supremo. Después de decir esto, Haridas Bâbaji guardó silencio por un momento.

Nityananda de Baragachi con las manos juntas dijo, ‘¿puedo presentar ahora otra pregunta? Haridas Bâbaji le respondió, ‘sí, tú está en libertad de hacerlo’. El joven Nityananda preguntó, ‘Bâbaji Mahasaya, ¿en qué categoría de Vaishnava me incluye a mí? Esto es, si es que soy un Vaishnava de segunda clase o de tercera clase; pues es innecesario el hablar de que pertenezca a la primera clase’.

Con una sonrisa Bâbaji Mahasaya le dijo, ‘¿puede alguien que se llame Nityananda das ser menos que un Vaishnava de primera clase? Mi Nitai es muy misericordioso, Él recibe golpes y a cambio da amor; si alguien toma Su Nombre y se vuelve Su sirviente, ninguna otra cosa necesitará para su rendición’.

Nityananda das.- ‘Me gustaría saber con franqueza mi verdadera posición’.

Haridas Bâbaji.- ‘Entonces, tienes que decirme tus antecedentes hijo mío. Y si Nitai me permite decir algo, yo lo haré’.

Nityananda das.- ‘Yo nací en el seno de una familia muy baja en una aldea que se encuentra a la orilla del Padmavati; me casé siendo muy joven; y nunca acepté la maldad; cuando mi esposa murió, en mi mente surgió la indiferencia. Vi en Baragacchi cierto número de Vaishnavas que habían abandonado sus hogares, y que recibían un honor especial de parte de la gente. Con la esperanzas de recibir tales honores y estimulado por la indiferencia temporal, derivada de la muerte de mi esposa, me dirigí a Baragachhi y me inicié. Después de unos días mi mente comenzó a turbarse, pero mi compañero Vaishnava de gran corazón y que actualmente vive en Vraja (el lugar de los Pasatiempos de Srî Krishna), me dio muy buenos consejos al tenerme siempre a su lado, ayudándome a purificar mi mente que ahora no gusta de desviarse y se deleita en cantar un millón de Nombres de Hari por día. He llegado a la realización de que el Señor y Su Nombre son Uno y lo mismo, y ambos trascendentales. Observo el Srî Ekâdasi de acuerdo con los mandatos de los Shâstras y regularmente riego la planta de Tulasi; siempre que los Vaishnavas cantan en voz alta el Nombre Divino en forma congregacional, yo me les uno con gran anhelo; también tomo el agua utilizada para lavar los pies de los Vaishnavas, la cual es considerada como néctar, y estudio el Srî Chaitanya Mangal. No me siento muy inclinado al disfrute de la ropa y la comida, y comienzo a sentirme enfermo cuando escucho conversaciones vulgares. Al ver los trances emocionales de los Vaishnavas, me da por revolcarme en el piso, si bien con un poco de esperanza por obtener fama y honores. Ahora, por favor dígame, ¿qué clase de Vaishnava soy, y cómo debiera comportarme?’

Con una ligera sonrisa, Haridas Bâbaji se dirigió a Vaishnava das, diciéndole, ‘usted diga a qué clase de Vaishnava pertenece Nityananda das’.

Vaishnava das.- ‘Con base en lo que he escuchado, yo supongo que él ha sobrepasado la tercera clase y ha ingresado a la segunda clase’.

Haridas Bâbaji.- ‘Yo también estoy de acuerdo’.

Nityananda das.- ‘Personalmente creo que es bueno saber mi posición espiritual de labios de un gran hombre. Por favor tenga compasión de mí, para que pueda elevarme a la condición de un Vaishnava de primera clase’.

Vaishnava das.- ‘Cuando tú te iniciaste, tenías esperanza de obtener honor y fama; y por esto fuiste degradado al intervenir indebidamente en los asuntos de otros. Sin embargo, la gracia de los Vaishnavas te ha hecho mucho bien’.

Nityananda das.- ‘Tal esperanza por obtener honor y fama aún se encuentran en mí, y todavía pienso que obtendré una alta estima y honor de parte de otros si los cautivo con mis lágrimas y mis arrebatos emocionales’.

Haridas Bâbaji.- ‘Deshazte de eso con cuidado, porque si no, existe la posibilidad de que tu devoción disminuya, y si esto sucede, tendrás que descender otra vez a la tercera clase. Pues aun cuando un Vaishnava pueda estar libre de la lujuria y la ira, el anhelo por el honor y la fama es muy dañino para él, ya que éste es muy difícil de erradicar. Además, es un hecho que incluso una gota de verdadera emoción es mucho mejor que un océano de apariencia emocional’.

Nityananda das tomó el polvo de los pies de Haridas Bâbaji mientras le decía, ‘por favor tenga misericordia de mí’. Inmediatamente, Haridas Bâbaji lo abrazó e hizo que se sentara junto a él; ¡qué maravilloso es el efecto de asociarse con un Vaishnava! Los ojos de Nityananda das instantáneamente se llenaron de lágrimas, y tomando un pedazo de hierba entre sus dientes en señal de humildad comenzó a decir, ‘yo soy malvado y bajo’. Haridas Bâbaji lo tomó en sus brazos y empezó a llorar. ¡Oh, qué divina escena! La vida de Nityananda das se bendijo. Al poco tiempo que la emoción menguó, Nityananda das aceptó a Haridas como su preceptor para luego preguntarle, ¿cuáles son los principales síntomas de devoción en un Vaishnava de tercera clase, y cuáles los secundarios?’

Haridas.- ‘Los dos principales signos de un Vaishnava de tercera clase son: la fe en la Forma Eterna de Dios y la adoración de la Imagen Divina. Mientras que todas las otras actividades, como el escuchar el Nombre Divino, cantarlo, recordar la Misericordia Divina y ofrecer homenaje a Dios, etc., son signos secundarios’.

Nityananda das.- ‘Uno no puede ser un Vaishnava sin tener fe en la Forma Eterna y Divina de Dios; y también si no adora a la Imagen Divina de acuerdo con las reglas establecidas; así que ahora claramente entiendo que estos dos síntomas son los principales. Lo que no entiendo son los signos secundarios’.

Haridas.- ‘El Vaishnava de tercera clase no tiene una idea muy clara acerca de la naturaleza de la devoción pura. El escuchar los Discursos Divinos y cantar el Nombre Divino, etc., son partes de la devoción pura. Por la falta del verdadero conocimiento acerca de esto, tales acciones no funcionan apropiadamente y por eso aparecen como secundarias; es más, la armonía, el movimiento y la inercia, son cualidades nacidas de la materia. Y bajo la tutela y guía de estas cualidades, tales acciones se llevan a cabo; por eso son secundarias. Así, cuando el shrâvana (escuchar), el kîrtana (cantar), etc., se desasocian de estas cualidades, ellas se vuelven parte y porción de la devoción. Tan pronto sucede esta separación, el derecho a pertenecer a la segunda clase aparece’.

Nityananda das.- ‘Un Vaishnava de tercera clase es acreedor a faltas debido a la acción, al conocimiento y a otros diversos deseos; entonces, ¿cómo puede él ser llamado un devoto?’

Haridas.- ‘La estima o respeto es la raíz de la devoción. Aquél en quien este respeto ha crecido, se gana el derecho a la devoción; y sin duda se encuentra en el umbral de la devoción. Pues la palabra ‘respeto’ implica fe. Cuando un devoto de tercera clase ha obtenido fe en la Imagen Divina, entonces obtiene el derecho a la devoción’.

Nityananda das.- ¿Cuándo obtendrá él la devoción?’

Haridas.- ‘Cuando sublime sus acciones y su conocimiento, y no desee nada excepto la devoción pura; y al saber que el servicio a los devotos es diferente al ofrecido a los invitados, tenga el firme deseo de servir a un devoto sabiendo que el hacerlo es favorable para la devoción; entonces y sólo de esa manera, él se volverá un devoto puro y alcanzará la segunda clase’.

Nityananda das.- ‘La devoción pura surge junto con el conocimiento de las relaciones, ¿cómo puede él tener derecho a la devoción pura?’

Haridas.- ‘Cuando el conocimiento contaminado por la doctrina del ilusionismo desaparece, en ese preciso momento el conocimiento de las relaciones junto con la devoción pura aparece’.

Nityananda das.- ‘¿En cuánto tiempo esto llega a suceder?’

Haridas.- ‘Entre más buena fortuna tenga almacenada un hombre de sus existencias previas, más pronto lo obtiene’.

Nityananda das.- ‘¿Cuál es el primer indicio debido a la virtud que encierra la previa buena fortuna?’

Haridas.- ‘Sin duda es la asociación con santos’.

Nityananda das.- ‘¿Y cuál es el resultado gradual de esta asociación?’

Haridas.- ‘El Bhâgavatam dice:

«En la asamblea de los santos se discuten los temas acerca de Mis Glorias, las cuales armonizan los oídos y el corazón. El escuchar asiduamente estos temas, hace surgir en el corazón el respeto, luego el apego y al final todo el amor y la devoción a Mí, los cuales son el sendero que lleva a la beatitud final».

En la asociación con los santos el escuchar los temas divinos gradualmente produce el respeto y otras cosas similares.

Nityananda das.- ‘¿Cómo se puede obtener la asociación con los santos?’

Haridas.- ‘Como ya he mencionado con anterioridad, se puede obtener en la medida de la buena fortuna almacenada en los nacimientos previos’.

«¡Oh Achyuta!, cuando el tiempo llega para el hombre que se encuentra vagando por el mundo, su vida doméstica termina a través de la Gracia de Dios por asociarse con santos, sólo entonces su apego a Ti se incrementa; el cual únicamente los santos tienen derecho a obtener de Ti, Quien eres el Señor de los seres animados e inanimados».

Nityananda das.- ‘Si un devoto de tercera clase tiene inclinación por adorar a la Imagen Divina a través de la asociación con los santos, ¿cómo se puede decir que él ha servido a los santos?’

Haridas.- ‘Por asociarse accidentalmente con los santos, la fe en la Imagen Divina se incrementa, pero es necesario que la adoración a Dios y el servicio a los santos vayan de la mano; pues mientras esta clase de respeto no se desarrolle, el respeto absoluto y el derecho a la devoción absoluta no se desarrollará’.

Nityananda das.- ‘¿Cuál es el proceso gradual para que progrese un devoto de tercera clase?’

Haridas.- ‘Aun cuando su respeto por la Imagen Divina ha crecido, su deseo por otras cosas no le ha abandonado, y debido a esto él es indulgente con los temas vulgares mientras adora a la Imagen Divina todos los días. Entonces, de casualidad los santos aparecen en el lugar de adoración como invitados y obtienen hospitalidad como cualquier invitado ordinario; y el devoto de tercera clase observa la conducta y la vida de tales santos mientras escucha las escrituras que ellos estudian. Después de ver y escuchar, él llega a tener un gran respeto por el carácter de los santos; y de esta manera comienza a rectificar su propio carácter. Gradualmente lo extremo de sus acciones y de su conocimiento se suaviza; y entre más se purifica su corazón, su deseo por otras cosas disminuye. Al encontrarse escuchando los temas acerca de Hari y la verdad de Hari, su estudio de los Shâstras automáticamente continúa. Y por juzgar sin reservas la naturaleza de Hari y Sus Nombres Divinos, como también el shrâvana y el kîrtana (escuchar y cantar), su conocimiento acerca de las relaciones y la verdadera naturaleza de Dios se incrementa. Cuando todo esto se vuelva completo, él tendrá derecho a la segunda clase; es más, sólo hasta ese momento la verdadera asociación con los santos y el servicio a ellos comienza a efectuarse. Entonces, él puede distinguir entre un santo y un invitado ordinario, y considerar al santo como su preceptor’.

Nityananda das.- ‘Muchos devotos de tercera clase no avanzan; ¿cuál es la razón?’

Haridas.- ‘Cuando su asociación con la gente maliciosa se vuelve muy fuerte, pronto su derecho a la tercera clase se extingue y su propensión por la acción y el conocimiento se hacen fuertes; y en otros casos su derecho no avanza ni tampoco se extingue’.

Nityananda das.- ‘¿En qué casos?’

Haridas.- ‘En los casos en que la asociación con los santos y la asociación con personas maliciosas se encuentra en igual circunstancia de fuerza; en tales situaciones el desarrollo o el decaimiento no es perceptible’.

Nityananda das.- ‘¿Cuáles son las circunstancias en que el desarrollo es cierto?’

Haridas.- ‘Las situaciones en que la asociación con los santos es mayor que la asociación con los maliciosos, son en las que hay más rapidez en el desarrollo’.

Nityananda das.- ‘¿Cuál es la naturaleza de la inclinación que poseen los devotos de la tercera clase; por la virtud o por el vicio?’

Haridas.- ‘Dentro de la primera categoría la inclinación es igual a la de aquéllos que son propensos a la acción y el conocimiento; pero si uno es más inclinado a la devoción, su propensión a complacer a Dios se refuerza’.

Nityananda das.- ‘Mi amo, ahora he podido comprender claramente las características de los devotos de tercera clase. Por favor, dígame acerca de los síntomas primarios de los devotos de la segunda clase’.

Haridas.- ‘Los síntomas principales de los devotos de segunda clase son: la devoción pura a Krishna, amistad hacia los devotos, bondad con el ignorante e indiferencia ante el malicioso. El principal proceso para ser admitido dentro de esta jurisdicción es el tener conocimiento de las relaciones divinas, luego la práctica de los principios devocionales, y por último la consumación del amor puro a Krishna, el cual es la necesidad más urgente de la vida humana. Por lo general la asociación con los santos lo hace a uno invocar el Nombre Divino, etc., dentro del proceso de la devoción inmaculada’.

Nityananda das.- ‘¿Cuáles son los signos secundarios?’

Haridas.- ‘Su conducta en la vida es el signo secundario; pues su vida está absolutamente sujeta a la voluntad de Krishna y en disposición favorable a la devoción’.

Nityananda das.- ‘¿Pueden ellos cometer pecados u ofensas?’

Haridas.- ‘Lo que queda del estado previo se manifiesta de una manera leve, como la apariencia de una cáscara de arroz, pero inmediatamente después desaparece. La indiferencia supersaturada de devoción es el síntoma dentro de su vida’.

Nityananda das.- ‘¿Es que la acción, el conocimiento o cualquier otro deseo permanece en ellos, aun cuando sea en mínimas cantidades?’

Haridas.- ‘Al principio se puede hallar un poco de vestigio, pero al final éstos son totalmente desenraizados, y lo que queda del estado anterior sólo en ocasiones se manifiesta, pero gradualmente desaparece’.

Nityananda das.- ‘¿Tienen ellos el anhelo de vivir, y si es así, por qué?’

Haridas.- ‘Ellos tienen el anhelo de vivir pero sólo para la consumación de sus prácticas devocionales; ya que no desean permanecer vivos ni ser liberados’.

Nityananda das.- ‘¿Por qué ellos no desean morir, cuál es el placer de vivir en un cuerpo material? Pues, ¿no tan pronto mueran, vivirán en su verdadera forma espiritual?’

Haridas.- ‘Todos sus deseos están sujetos a la Voluntad de Krishna. Lo que Krishna desea es lo que sucede; no existe la necesidad de una voluntad individual.’

Nityananda das.- ‘Claramente entiendo los síntomas de un devoto de segunda clase; ahora, ¿un devoto de primera clase tiene síntomas secundarios?’

Haridas.- ‘Sólo las acciones físicas, que no parecen ser secundarias debido a que están subordinadas al amor absoluto’.

Nityananda das.- ‘Mi amo, como regla, el devoto de tercera clase no puede abandonar su hogar; pero, ¿puede un devoto de primera clase vivir como jefe de familia?’

Haridas.- ‘Estas condiciones dependen del grado de devoción. No es que alguien gana algún derecho debido a que abandona su hogar o vive en éste. Un devoto de primera clase puede vivir siendo cabeza de familia, como los devotos de Vrajapura (Srî Vrindavana), que son todos de primera clase. Muchos que vivieron con mi Mahâprabhu eran de primer orden; Rai Ramananda es el primero y la prueba más palpable de esto’.

Nityananda das.- ‘Mi amo, si sucede que un devoto de primera categoría es un jefe de familia y un devoto de segunda clase es un renunciante, ¿cómo deben tratarse entre sí?’

Haridas.- ‘El que se encuentra en un plano inferior debe ofrecerle reverencias postrándose ante el que se encuentra en un plano superior. Esta regla sólo se aplica para los devotos de segunda clase, debido a que los devotos de primera clase no le dan mucha importancia a ningún tipo de salutaciones; ya que ellos ven la existencia de Dios en todas las criaturas’.

Nityananda das.- ‘¿Deberían reunirse muchos Vaishnavas para llevar a cabo festivales y tomar Prasada (comida sagrada ofrecida a Dios) juntos?’

Haridas.- ‘Muchos Vaishnavas se han reunido en algunas ocasiones, y los Vaishnavas jefes de familia de segunda clase desean alimentarlos con Prasada; en tales casos no existe ninguna objeción desde el punto de vista espiritual. Mas, no se debe hacer mucho alboroto por estas actividades, porque puede parecer como nacido del orgullo y del poder. Los Vaishnavas puros deben ser alimentados con respeto y cuidado, ya que éste es el deber. Y de esta manera los Vaishnavas serán honrados. Si uno desea alimentar a los Vaishnavas, debe invitar únicamente a los más avanzados’.

Nityananda das.- ‘En nuestro Baragachhi existe una secta separada denominada «La descendencia de los Vaishnavas», que tiene un origen reciente. Los Vaishnavas de condición doméstica y de la tercera clase los invitan y alimentan; ¿es apropiada esta actividad?’

Haridas.- ‘¿Se encuentra en ellos una devoción pura?’

Nityananda das.- ‘No la encuentro en todos ellos; pues algunos de éstos se presentan a sí mismos como Vaishnavas, utilizando el taparrabo’.

Haridas.- ‘Yo no puedo explicarme cómo es que esta costumbre está en boga; no debiera de practicarse. Mas esto sucede porque los Vaishnavas de tercera clase no tienen el poder para reconocer a un verdadero Vaishnava’.

Nityananda das.- ‘¿A un Vaishnava de esta secta se le debe ofrecer un honor especial?’

Haridas.- ‘El honor se le debe ofrecer a todos los Vaishnavas; si un Vaishnava de esta secta en particular es un Vaishnava puro, él es elegible para recibir el honor de acuerdo con el grado de su devoción’.

Nityananda das.- ‘¿Y si tal Vaishnava antes citado es tan sólo un hombre ordinario?’

Haridas.- ‘Entonces se le debe considerar como tal, y no darle los honores que le corresponden a un Vaishnava. Siempre recuerda este consejo dado por Srîman Mahâprabhu: «Aquél que es más humilde que la hierba, y que le ofrece el debido respeto a todos, se encuentra capacitado para cantar el Nombre de Hari». Un hombre debe ser humilde y ofrecerle respeto a todos; incluso a los que no son Vaishnavas, pues si no lo hace, no obtiene el derecho de invocar el Nombre de Hari’.

Nityananda das.- ‘¿Cómo puede un hombre ser humilde?’

Haridas.- ‘La falsa vanidad, como decir: yo soy brâhmana, soy rico, soy erudito en las escrituras, yo soy un Vaishnava y he dejado el seno familiar, deben ser desechados. También debido a la vanidad uno tiene la esperanza de obtener respeto por parte de otros al decir o pensar, ‘que los demás me honren debido a mi condición’; en lugar de esto, uno tiene que pensar que es pobre, humilde y destituido como la hojarasca de la calle’.

Nityananda das.- ‘A mí me parece después de escuchar esto, que uno no puede ser Vaishnava sin humildad y misericordia’.

Haridas.- ‘Completamente cierto’.

Nityananda das.- ‘¿Será que la diosa de la devoción depende de la humildad y la misericordia?’

Haridas.- ‘La devoción es independiente; pues en sí misma es belleza y ornamento, y no depende de ninguna otra buena cualidad. Aun cuando la humildad y la misericordia no son cualidades separadas de la devoción sino que están incluidas. Por ejemplo, cuando decimos, ‘yo soy sirviente de Krishna, soy pobre y no tengo nada, Krishna es todo para mí’; son síntomas de humildad dentro de la devoción; ya que el espíritu de rendición a Krishna es devoción. El reconocer que otras criaturas también son sirvientas de Krishna y por ello mostrarles un espíritu de condescendencia, es misericordia. De esta manera la misericordia se encuentra incluida en la devoción a Krishna. La virtud de perdonar es un atributo entre la humildad y la misericordia. Como el sentimiento de pensar que, ‘yo soy pobre, ¿cómo puedo castigar a otros?’, el cual se encuentra unido a la misericordia y por tanto se traduce en perdón, también incluido en la devoción. Krishna es verdad, la criatura es verdad, el servicio a Krishna es verdad y la condición inerte de una criatura en forma pasajera es verdad; así mismo la devoción es verdad, debido a que este sentimiento de interpretación es devoción. La verdad, la humildad, la bondad y el perdonar, son los cuatro sentimientos incluidos en la devoción’.

Nityananda das.- ‘¿Cómo debe comportarse un Vaishnava con las personas que profesan otras religiones?’

Haridas.- ‘El Srîmad Bhâgavatam (I. 2/26) menciona:

«Los santos que no dominan a otros, adoran a la sublime encarnación de Narâyana’.

No existe otra religión que no sea la Religión Vaishnava; pues las otras religiones que están de moda en el mundo, son, ya sea escalones hacia la Religión Vaishnava o formas distorsionadas de religión. Cuando sucede que son escalones hacia el Vaishnavismo, se les tiene que ofrecer el debido respeto. Mientras que en cuanto a las otras formas distorsionadas de religión, dedícate a cultivar tus propias verdades devocionales con un espíritu libre de malicia. No hables mal o envidies a ningún otro culto. Cuando llegue el día auspicioso, ellos fácilmente se convertirán al Vaishnavismo’.

Nityananada das.- ‘¿Es nuestro deber predicar el Vaishnavismo?’

Haridas.- ‘Si, por todos los medios. Mi Mahâprabhu les ha confiado a todos el deber de predicar esta religión:

(Ch.Ch. Adi. VI. 92/36)

«Dancen y canten fuertemente el Nombre Divino con los devotos, y aconsejen a todos que invoquen el Nombre de Krishna para su redención».

De esta manera, el Jardinero ordena en general que se distribuyan los frutos de amor por Dios a todos, en cualquier parte y en cada lugar. Pero ten en cuenta que las personas de poca valía, primero deben ser convertidas en receptáculos dignos, y luego ser aconsejadas para que canten el Nombre de Krishna. Cuando es necesario ignorar a alguien, no digas algo que pueda convertirse en un obstáculo en el trabajo de prédica.

Después de escuchar las dulces palabras del reverendo Haridas Bâbaji, Nityananda das se revolcó en el suelo en un arrebato de amor divino; mientras todos los Vaishnavas presentes en la asamblea cantaron fuertemente el Nombre de Hari. En seguida, ofrecieron reverencias postrándose ante el reverendo Bâbaji. Al dar por terminado el encuentro auspicioso en ese apartado bosquecillo, todos los ahí presentes se dispersaron dirigiéndose a sus propias destinaciones.




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jueves 11 de marzo de 2010

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