martes, 16 de marzo de 2010

Sri Guru y Su Gracia 13º

CAPITULO TRECE


Vidas de santos


H H Indadyumna Swami- 16

H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.


H H Indadyumna Swami- 17


H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.


H H Indadyumna Swami- 18


H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.

H H Indadyumna Swami- 19


H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.

H H Indadyumna Swami- 20


H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.




Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura explica en su Caitanya Äikëâmèta que hay dos clases de devotos en la etapa de premâru­rukëu, las etapas iniciales del amor divino puro. Estas dos clases de devotos se dividen en viviktânandi y goëùhyânandi. El goëùhyânandi ama la prédica por naturaleza. Ellos están entre los vaiëòavas. Pero hay otro grupo el viviktânandi, quienes prefieren una posición solitaria. Allí ellos cantan el Santo Nombre del Señor o piensan acerca de los pasatiempos del Señor (lîlâ). Se dice que estos dos grupos están situados en una alta plataforma del servi­cio devocional, exactamente antes del nivel del amor puro por Dios. Cuando han alcanzado completamente la etapa más alta no hay una diferencia cuali­tativa entre el uno y el otro, ellos son uno y el mismo. Cualquier trabajo que Kèëòa quiera hacer a través de ellos, ellos lo ejecutarán rindiéndose a Él. Por lo tanto, no se puede afirmar que quien no tiene tendencia a la prédica sea un vaiëòava inferior.

Bhaktivinoda Ùhâkura ha agrupado claramente estas dos secciones de devotos en el nivel de aquellos que están próximos a ocupar el plano más elevado. Existen dos grupos: Uno del tipo de prédica y el otro del tipo solita­rio, pero de acuerdo con Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura no podemos hacer distinción que uno sea más elevado y otro más bajo. De conformidad con el deseo de Kèëòa, ellos hacen Su voluntad. El devoto que Kèëòa quiera que predique hará ese trabajo, pero aquéllos que no les gusta trabajar de esa manera no se pueden llamar incompetentes. Aquellos a quienes les gusta predicar hablarán naturalmente en favor del campo de la prédica por que ellos están inspirados por Kèëòa para hacer ese servicio, ellos son exitosos. Kèëòa dice: âcâryam mâê vijâniyâm, “es Mí inspiración realmente la que puede liberar a las almas caídas”. Quienquiera que Kèëòa desee aceptar podrá comprenderlo, los otros no podrán. (yam evaiëa vènute tena labhyas). Cuando Kèëòa delega poder suficiente a un vaiëòava y quiere liberar por su conducto a muchas almas caídas, esto se realiza por Su voluntad. Svarûpa Dâmodara no predicó de manera extensiva. Râmânanda Râya tampoco predicó en forma amplia para hacer discípulos, yendo de puerta en puerta. Por otra parte, Nityânanda Prabhu y otros sí lo hicieron. Kèëòa selecciona Sus instrumentos de acuerdo con Sus propios deseos.

Kavirâja Gosvâmî ora: vande ‘haê ärî guroì ärî yuta pada kamalaê ärî gurûn vaiëòavaêä ca. Primero él ofrece sus respetos al grupo de Maestros Espirituales que están en comunicación inmediata con las almas caídas. Luego dice, ärî rûpam sâgrajâtaê: Él ofrece sus respetos a los Äâstra-gurus. Ärî Rûpa y Sanâtana no estuvieron prácticamente en contacto con las masas a través de la prédica, pero dieron las Escrituras para los predicadores. Las Äâstras, las reglas y regulaciones y las preguntas ontológicas fueron entrega­das por Rûpa y Sanâtana. ¿No son ellos uttama-adhikârî? Ellos no tuvieron contacto con la gente, pero, según fueron destinados por Ärî Caitanya Mahâprabhu, sentaron la base para la prédica del Vaiëòavismo Gauàîya. Ellos son los Äâstra-gurus, los Maestros Espirituales que entregan las Escrituras reveladas.


Piedras de toque espirituales


Kèëòadâsa Kavirâja Gosvâmî ofrece primero sus respetos a los Gurus reclu­tadores, luego en un nivel más alto a los Äâstra-gurus y luego a Ärî Caitanya Mahâprabhu, quien vino con Sus asociados y Su parafernalia a inaugurar una nueva verdad en el mundo. Él ofrece sus respetos a sus Maestros Espirituales en cinco etapas, y en los niveles más altos ofrece sus respetos a los pies de loto de Ärî Ärî Râdhâ y Govinda y a todas las gopîs, encabezadas por Lalitâ y Viäâkhâ (ärî râdhâ kèëòa pâdân saha-gana lalitâ ärî viäâkhânvitaês ca). Así que los Äâstra-gurus están haciendo algún trabajo puesto que ellos fueron inspirados por Ärî Kèëòa. Ellos no vienen en contacto directo con las almas caídas. Por lo tanto, no podemos decir que porque ellos no están predicando directamente a las almas caídas, ellos no sean sparäa-maòi o piedras de toque. Decir esto expresaría solamente nuestra parcialidad por el grupo de prédica.

Tenemos que poner fe en el Maestro Espiritual. Tenemos que tener fe que lo que él hace es la actividad del Señor Supremo trabajando dentro de él, que Kèëòa a venido a predicar acerca de Él mismo a través de nuestro Maestro Espiritual. Tenemos que tratar de ver a Kèëòa en el Guru y las acciones del Guru como hechas para liberarnos. Somos fortalecidos de esta manera.

Sin embargo, ésta es una visión relativa. Desde un punto de vista estricta­mente imparcial, podemos clasificar al Guru de acuerdo con su realidad como un devoto intermedio (madhyama-adhikârî) o como un devoto del más alto grado (uttama-adhikârî). Entre los servidores de Kèëòa, algunos se inclinan por Râdhârâòî, algunos por Candrâvalî y algunos están en la mitad. Algunos devotos están atraídos por el Vraja-lîlâ, algunos por el Gaura-lîlâ y algunos están en el medio. Esta es la naturaleza de los pasatiempos del Señor. Estas diferencias existirán eternamente.


Gaura-lîlâ más elevado que el Kèëòa-lîlâ


Algunos devotos tienen una naturaleza predicadora, mientras que otros pueden ser del tipo solitario, pero eso no significa que todos aquellos que son de esta naturaleza sean inferiores y aquellos de naturaleza predicadora sean superiores. No podemos decir eso. Ellos deberían ser juzgados de acuerdo con su rendición y aceptación de Kèëòa. Tanto el Gaura-lîlâ como el Kèëòa-lîlâ son los más elevados en Goloka, pero si somos audaces para afirmar que el Gaura-lîlâ es superior al Kèëòa-lîlâ por sus tratos magnánimos, porque se distribuye a sí mismo, se le debería dar más importancia. En este sentido es superior al Kèëòa-lîlâ. Y si vamos a seguir estrictamente este punto, entonces por supuesto, tenemos que apreciar a la sección predicadores de los vaiëòa­vas, considerando que ellos están haciendo el trabajo más benéfico en el universo (loka hitaya ca).

Los predicadores son los más afortunados porque a través de ellos Kèëòa está tratando de liberar a muchas almas caídas”. Una forma relativa de esta visión puede ser considerada así: El Gaura-lîlâ es más elevado que el Kèëòa-lîlâ. ¿Por qué? Porque es espacioso y amplio; está al alcance de todo el mundo. Y en el Gaura-lîlâ, Kèëòa se está distribuyendo a Sí mismo a las almas caídas. Esto es algo adicional al Kèëòa-lîlâ. Entonces dondequiera que encon­tremos que la buena fortuna ha hecho de alguien un agente que pueda elevar a las almas caídas, debemos sentir un gran aprecio por él. Una justificación para considerar que los predicadores son más afortunados puede venir si consideramos que Kèëòa es mejor cuando predica que cuando juega dentro de Su propio grupo.

Naturalmente, tenemos preferencia por los predicadores quienes han traído la conciencia de Kèëòa hasta nosotros. Kèëòa ha escogido ciertos devotos como Sus agentes para predicar acerca de Él a las almas caídas. Y en nuestra condición actual, esto es más deseable para nosotros. Por lo tanto, si desarro­llamos en esa línea nuestra perspectiva, podemos decir por supuesto, que las almas caídas como nosotros darán más énfasis a aquellos que son la causa de nuestra liberación. Pensar que algunos agentes son preferibles a otros porque el síntoma de la magnanimidad se puede seguir más fácilmente en ellos es un punto de vista relativo, en el contexto último de la realidad.

Aunque algunas veces juzguemos a los vaiëòavas de acuerdo con sus dife­rentes actividades, esto no es siempre correcto, porque un devoto es escogido por el Señor para realizar un servicio particular y cualquier cosa que el Señor quiera hacer a través de él, se hará por Su Voluntad.

Este es el principio más importante: Es Su selección. Algunas veces selec­ciona a A, algunas veces a B y algunas veces a C. Estamos a la disposición de la voluntad infinita del Señor y de acuerdo con Su dulce deseo, de acuerdo como Kèëòa quiera utilizarnos, nuestras actividades serán exitosas. Esta es la consideración absoluta. No podemos dejar de relacionar al éxito con el inter­mediario (médium), también hay algún valor en eso, pero tenemos que considerar que Kèëòa está allí en el trasfondo. Tenemos que comprender siempre que la voluntad divina, la más elevada voluntad, está trabajando a través de nosotros. Así que no debemos ser extremistas al juzgar a un devoto de acuerdo con las consideraciones externas.


Bâbâjîs y predicadores


Gaura Kiäora Dâsa Bâbâjî Mahârâja no predicó, pero su discípulo nuestro Maestro Espiritual, Ärîla Bhaktisiddhânta Sarasvatî Ùhâkura Prabhupâda, predicó intensamente. Ärîla Lokanâtha Gosvâmî nunca predicó, pero encon­tramos que la prédica de su único discípulo, Ärîla Narottama Dâsa Ùhâkura fue de las más intensas. Así que un vaiëòava no debe ser juzgado solamente por la cantidad de trabajo exterior que haya realizado. Su éxito está a dispo­sición de la voluntad divina. Kèëòa otorga el servicio a una persona particular de acuerdo con Su propia elección y capacita a esa persona para llevar a cabo ese servicio. Hay muchos ejemplos de esto.

Ärîla Nityânanda Prabhu predicó con gran fuerza a todo lo largo y ancho de Bengala, pero de Gadâdhara Paòàîta se dice que es la encarnación de los sentimientos trascendentales, del bhâva de Râdhârâòî, aunque aparente­mente no hizo ningún servicio tangible en el lîlâ de Ärî Caitanya Mahâprabhu. Y la afinidad de Gadâdhara Paòàîta por Mahâprabhu excede la de todos los otros.

Por lo tanto, no deberíamos juzgar la posición de un vaiëòava solamente por la magnitud de sus actividades externas. Por supuesto que no podemos igno­rar el servicio prestado por un devoto. Esta es una cosa noble, es una gran cosa, pero en última instancia, la llave está en manos del Señor (ekalâ iävara kèëòa âra saba bhètya)


Kèëòa está bailando


Kèëòa es la raíz de todo y cualquier cosa que Él desee es exitosa. Kèëòa desea bailar con Su sirviente particular de una forma particular y baila exito­samente de acuerdo con Su propia dulce voluntad. Kèëòa es quien mueve las cuerdas, el controlador. La llave está en Sus manos. Él controla tanto las transacciones universales como las especificas. Al comprender esto, nos salva­remos del pratiëùha o prestigio falso, la sed del nombre y fama. Si estamos completamente conscientes del hecho que todo está en las manos del Señor, entonces no podremos sentir ningún orgullo.

Así que para enseñarnos que no es muy fácil reconocer a un vaiëòava verdadero solamente por su vestido externo o por sus maneras, Gadâdhara Paòàîta aparentemente malinterpretó la posición de Punàarîka Vidyânidhi, un asociado exaltado del Señor.

Mukunda Datta llevó a Gadâdhara Paòàîta a ver a Puòàarîka Vidyânidhi. Mukunda Datta había nacido en la misma aldea que Puòàarîka. Mukunda lo conocía y, por tanto, le preguntó a Gadâdhara Paòàîta: ¿Quiere ver a un vaiëòava verdadero? Gadâdhara Paòàîta le dijo: “Sí. Siempre he estado ansioso por tener un daräan de un vaiëòava genuino”. Entonces, Gadâdhara Paòàîta fue con Mukunda Datta a la casa de Puòàarîka Vidyânidhi y se quedó pasmado con lo que vio. “¿Qué es esto?” -pensó. “Lo que hay aquí es un aristócrata, con los cabellos rizados y perfumados y vestido como un prín­cipe, fumando una pipa decorada con un hilo de oro y todo el cuarto está lleno de una esencia dulce. ¿Es él un vaiëòava?”

Mukunda Datta pudo comprender los sentimientos del corazón de Ga­dâdhara y comenzó a cantar un verso del Ärîmad-Bhâgavatam (3.2.23):


aho bakî yaê stana-kâla-kûùaê

jighâêsayâpâyayad apy asâdhvî

lebhe gatiê dhâtry-ucitâê tato ‘nyaê

kaê dayâluê äaraòaê vrajema.

¡Oh esto es asombroso! La hermana de Bakâsura (Pûtanâ) queriendo matar a Ärî Kèëòa, untó veneno en sus senos y obligó a Kèëòa a tomar de su leche. Y aun así, el Señor Kèëòa la aceptó como Su madre y, por lo tanto, ella alcanzó el destino apropiado como la madre de Kèëòa. ¿En quién puedo tomar refugio que no sea en Kèëòa, el más misericordioso?”


Rodando en éxtasis


Cuando Puòàarîka Vidyânidhi escuchó esto, se puso muy serio. Sus movi­mientos se detuvieron y un temblor apareció en su cuerpo. Toda la atmósfera cambió. Comenzó a mover sus manos y pies a diestra y siniestra. Hizo a un lado su pipa de fumar y empezó a rodar por su cama, rompiendo sus vestidos de seda y las sábanas de seda y halándose su cabello hermosamente rizado y decorado, comenzó a gritar: “¿En quién puedo refugiarme que no sea el Señor más magnánimo? ¿Donde podré refugiarme sin tal Señor?” Él rodaba por el suelo en éxtasis mientras decía estas palabras.

Después de mucho tiempo se fue calmando poco a poco y Gadâdhara pensó para sí mismo: “¿Qué estaba pensando de esta gran personalidad? Él tiene en su interior tanto amor por Kèëòa. Aunque aparezca externamente como un hombre ordinario, un esclavo del lujo, es un gran devoto interna­mente”. “¡Qué amor tan intenso tiene por Kèëòa!” Luego pensó: “He come­tido un vaiëòava aparâdha, una ofensa a un gran devoto. ¿Cómo puedo liberarme? Yo pensé mal de él. ¿Cuál será el remedio para esa ofensa?” Él pensó todo esto para sí mismo y luego le dijo a Mukunda: “He cometido una ofensa contra este gran mahâtmâ. ¿Cómo puedo repararla? Estoy pensando que por lo general aquellos que vienen a esta línea devocional tienen que aceptar formalmente a un preceptor, pero yo no he tomado todavía iniciación de ningún vaiëòava. Si tomo iniciación de él, él me perdonará y olvidará mis ofensas. No se sentirá ofendido por mí si yo me rindo a sus santos pies. Entonces así podré liberarme de esta falta. Pero tengo que consultar con mi Maestro Gaurâôga Mahâprabhu”. Así que fue a consultarlo con Ärî Caitanya Mahâprabhu.

Algún tiempo antes que esto pasara, habían visto a Ärî Caitanya Mahâpra­bhu pronunciando el nombre de Puòàarîka y gritando: “¡Puòàarîka, padre Mío! ¡Puòàarîka! ¿Dónde estás?” Él gritaba sorpresivamente de esta manera. La gente ordinaria no entendía y comenzaban a preguntar: “¿Quién es ese Puòàarîka? ¿Por quién se está lamentando tanto el Señor? ¿Por qué está Nimâi Paòàîta gimiendo? ¡Puòàarîka! ¡Puòàarîka!”

En unos pocos días, Puòàarîka llegó a su casa de Navadvîpa procedente de otra aldea. Mukunda Datta era su coterráneo, así que lo conocía. Cuando los devotos preguntaron: “¿Quién es ese Puòàarîka?” Mukunda Datta contestó: “Puòàarîka tiene una pequeña propiedad, es un hombre acomodado y casado”. Entonces Gadâdhara Paòàîta le preguntó a Ärî Caitanya Mahâpra­bhu acerca de Puòàarîka Vidyânidhi diciendo: “He cometido una gran ofensa contra el gran vaiëòava Puòàarîka Vidyânidhi, así que para mi propio bienes­tar espiritual siento la necesidad de tomar iniciación de él. Pero no puedo hacer nada sin consultártelo y obtener Tu consentimiento. Expongo esto ante Ti. ¿Qué debo hacer?”

Ärî Caitanya Mahâprabhu acogió la idea y le dijo: “Sí. Me parece muy bien. Puedes aceptarlo como tu Guru”. Se dice de fuentes autoritativas que Può­àarîka Vidyânidhi era el padre de Râdhârâòî, que era la encarnación de Vèëa­bhânu Mahârâja. Así que Gadâdhara Paòàîta tomó iniciación de Puòàarîka Vidyânidhi. De la misma manera no deberíamos ser extremistas al juzgar a un devoto solamente por sus actividades externas.



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jueves 11 de marzo de 2010

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