martes, 16 de marzo de 2010

Sri Guru y Su Gracia 8º

CAPITULO OCHO


Separación del Guru


Mahavishnu Swami at Brighton Ratha Yatra 2009 - 11

Mahavishnu Swami at Brighton Ratha Yatra 2009 por ISKCON desire  tree.

Mahavishnu Swami at Brighton Ratha Yatra 2009


Mahavishnu Swami at Brighton Ratha Yatra 2009 - 12

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Mahavishnu Swami at Brighton Ratha Yatra 2009


Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svâmî Prabhupâda aconsejó a sus discípulos mayores que si surgiese la necesidad de consultar a una autoridad espiritual superior después de su desaparición, su hermano espiritual mayor Ärîla Ärîdhara Mahârâja, debiera ser consultado. En más de una ocasión él dijo: “Yo considero a Ärîla Ärîdhara Mahârâja como mi Äikëâ-guru, Maestro Espiritual instructor, qué decir entonces del beneficio que pueden obtener los demás con su asociación”. Justamente después de su desaparición, sus discí­pulos mayores se acercaron a Ärîla Ärîdhara Mahârâja y le pidieron consejo para guiar la Sociedad Internacional para la Conciencia de Kèëòa. El siguiente es un extracto de esas conversaciones.

Devoto: Después de la partida de nuestro amado Maestro Espiritual, hemos venido aquí a ofrecerle nuestros respetos así como a escuchar su consejo altamente estimado acerca de ciertos asuntos, si usted fuera tan gentil.

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: La desaparición de un Maestro Espiritual se menciona en la Äâstra con un ejemplo. El discípulo es como un loto. El Maestro Espiritual es como el agua alrededor del loto, como en una laguna o en un lago. La posición de su desaparecido Gurudeva es como el agua. Y Kèëòa es como el sol. Mientras el loto este flotando en el agua, el sol alimen­tará al loto. Pero si el agua desaparece. Ese mismo sol quemará el loto. Sin agua, el sol, Kèëòa, quemará el loto. Sin la ayuda del Guru, el discípulo no está en ninguna parte.


Sin el Guru todo es vacío


Raghunâtha Dâsa Gosvâmî ha dicho: “En ausencia de mi Gurudeva, la colina de Govardhana, la representación de Kèëòa mismo, me parece exacta­mente igual que una enorme boa que viene a devorarme. Y Râdhâ-kuòàa, el lugar divino más santo de la Gauàîya-sampradâya, parece como las fauces de un tigre que viene a devorarme. Ellos me causan tanta ansiedad en ausencia de mi Gurudeva, mi guardián espiritual más elevado y querido. Mi Gurudeva, quien tiene el más intenso afecto por mí no está aquí. ¿Cómo puede ser? Todo esta vacío. Todo ha desaparecido con su partida”. Tal sentimiento profundo de separación llegará al corazón de un discípulo sincero.

Cierta vez uno de sus devotos dijo en su conferencia que la separación es la más elevada de las realizaciones. Estuve muy contento de escuchar de sus labios que la separación (vipralambha) es el logro más elevado. Sin separa­ción nada más puede venir a nosotros. La expectativa de encontrar a Kèëòa se nos presentará como vipralambha, por lo tanto, vipralambha es la cosa más auspiciosa en la conciencia de Kèëòa. Y también podemos tener conexión con Kèëòa en esa separación. Así que vipralambha es la posición más segura y valiente. Si nosotros podemos permanecer firmes y conservar el recuerdo de Gurudeva en su separación, entonces habremos pasado la prueba más elevada.

Devoto: Cuando nuestro Maestro Espiritual vivía lo veíamos como la autori­dad absoluta por encima de todo incluyendo nuestro cuerpo gobernante, ¿cómo deberíamos entender la posición de los nuevos Maestros Espirituales y sus relaciones con sus hermanos espirituales y sus discípulos?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: La posición del Âcârya con sus discípulos debe ser absoluta; él tendrá autoridad absoluta con sus discípulos. Sin embargo, debe ser cuidadoso para que la autoridad no lo vuelva insensato. La autori­dad es parte del pratiëùha, nombre y fama. También existe otra tendencia. Cuando un Guru se relaciona con el vâtsalya-rasa, humor de guardianía sobre sus discípulos, disminuye su relación amistosa con sus hermanos espiri­tuales, surge cierta clase de discriminación y cautelosamente se mueve hacia sus discípulos, descuidando con indiferencia su relación con sus hermanos espirituales. Es seguro que llegue esta tendencia y es muy difícil mantener un equilibrio. Por lo tanto, se descuida a los hermanos y se presta más atención a los hijos. De esta forma, el Guru se parcializa. Cuando él está en asociación estrecha con sus discípulos, ellos tienen libertad; se le da la oportunidad de superioridad absoluta. En esa posición es muy difícil conservar la pureza debido a la tentación; existe la posibilidad de caerse del plano de Âcârya.


El Guru lo es todo


La autocracia y la democracia no se llevan bien. Nuestro sistema es auto­crático. El Guru lo es todo. Nuestra sumisión al Guru es incondicional. Si un discípulo ve que los poderes de su Guru son restringidos por otros vaiëòavas, sentirá una gran confusión en su mente. Una perturbación en la fe absoluta en su Guru. Es aquí cuando el concepto de Kèëòa como Dios viene en nuestra ayuda. A Él, de quien pensamos que es el más supremo, Kèëòa, Yaäodâ le da azotes. ¿Él lleva los zapatos de Nanda sobre Su cabeza? y Él es la Suprema Personalidad de Dios. De esta manera podemos arreglarlo todo. Debemos armonizar tanto la fe absoluta como la posición relativa de lo no absoluto.

Al Guru se debe reconocer por su juicio imparcial. Todo el mundo piensa que su madre es la más cariñosa. Pero cuando se hace una comparación entre dos madres para ver quién es la más cariñosa, se debe aplicar un criterio imparcial. Esto se llama tatastha-vicara: Una comparación imparcial de las consideraciones absoluta y relativa. Cuando las dos son pesadas, el cálculo absoluto siempre tendrá un mayor valor.

La posición de Âcârya es muy intrincada. Es muy difícil someter a un Âcârya a las reglas. Verá usted, es nuestra experiencia práctica. Por favor, escuche y tenga en cuenta. La posición de Âcârya es una cosa relativa y también lo es la posición del discípulo, igual que la relación entre madre y niño, esposa y esposo. Aunque para sus hermanos espirituales un Guru sea visto en una posición relativa, para el discípulo el Guru es absoluto. Así que el ajuste entre lo relativo y lo absoluto es una cosa difícil; este es un problema eterno. Aun en el Kèëòa-lîlâ hay enemistad entre el mâdhurya-rasa y el vâtsalya-rasa, pero cuando llega la consideración absoluta, las dos rasas deben ser incluidas.


El Guru: Más que Dios


Para un discípulo la posición de su Guru es Suprema, aun más que Dios. Esto se dice en las Escrituras. El Guru está más cerca y es más querido para nosotros que Dios mismo. Dios tiene que tratar con muchas cosas, pero el Guru sólo está preocupado por mi bienestar. La posición del Guru es de más ayuda para el discípulo que Dios. Si dentro de su sociedad, usted desea un crecimiento natural del respeto del discípulo por el Guru y la Verdad Abso­luta, debe dársele tal cabida en su constitución para que esta constitución tenga plena efectividad.

La ley no lo es todo. La ley de nuestra sociedad se debe acomodar para que nutra el sentimiento divino, de otra manera no es ley. La ley debe promover la fe. La jurisdicción de la Äâstra es limitada. Está hecha sólo para promover el amor y cuando el amor llegue será libre; el trabajo tranquilo y armonioso únicamente es posible en el área del amor. Ärîla Rûpa Gosvâmî dice que vaidhi-bhakti, devoción bajo la guía del Äâstra o leyes y reglas, es provechoso sólo hasta cierto punto. Ayudará al despertar interno del amor y el afecto y luego se retirará. La ley se retirará, dando paso a la corriente espontánea del amor. La ley es necesaria, especialmente en las primeras etapas, pero debe dejar espacio para el movimiento libre en la relación. La libertad es lo más elevado. El servicio libre es râga-mârga, y éste es el servicio apropiado, no el servicio que es regulado y forzado y presionado por la ley. Eso no es servicio. Nuestra aspiración es Vèndâvana. Así que queremos un servicio libre. Sin libertad el servicio no tiene valor. El trabajo forzado no es un trabajo, se necesita un trabajo de amor. Por eso todos estamos afuera. Debemos pensar esencialmente que todos estamos afuera no solamente por la constitución, sino por lo que se ha creado esta constitución, estamos afuera por ese alto objetivo de vida: El amor divino. La constitución debe promover esa aspiración. Con este sentimiento deberíamos continuar. Los recién llega­dos vienen con su fe y se les debe fortalecer su fe y también ajustarla, para que la fe de una persona no perturbe a otra.


Los mesías de la fe libre


Ninguna ley debe limitar o controlar al Âcârya, porque entonces la äraddhâ del discípulo desaparecerá y todo será una máquina mecanizada. Mejor dicho, todo será reducido a materia. Somos los mesías para desarrollar la fe interna y libre en el Señor. Esta fe es la que debe ser alimentada. Esta clase de enredadera debe ser plantada en el jardín del corazón, regada y alimen­tada. La característica misma de la fe no debe ser perdida por la violación o la presión excesiva de las leyes y las reglas. Se debe conservar la corriente libre del corazón. El movimiento del Señor Caitanya es más de corazón que de intelecto. Siempre debemos considerar esto. El intelecto no debe estorbar la corriente libre del corazón. Siempre debemos recordar esto. El amor libre y la fe libre son las únicas cosas, las más valiosas, por las cuales hemos salido de nuestra propia casa y nos hemos unido a esta misión. Esta pureza de propósito debe permanecer intacta siempre. Por supuesto, es necesaria alguna ayuda de la ley y de las regulaciones, pero no tanta que impida el crecimiento de nuestra vitalidad. Tenemos que promover la vitalidad. El espíritu verda­dero, el propósito real de la misión, debe ser lo más importante. Y los tratos indulgentes son necesarios entre ustedes. Se dice: “Si un diente me corta la lengua, ¿tengo que sacarme el diente?” Ustedes son un todo orgánico; sus tratos no deben ser de tal clase que se olvide el perdón del amor. La entrega de amor conquistará más que la entrega de la ley. ¿Cuál es la necesidad de tanta formalidad y estilo, cuando al final de cuentas todos somos sirvientes del Señor?

El Âcârya enfrenta dos peligros. El primero es la parcialidad. Parcialidad significa libertad total con sus discípulos. Esta relación también es más atrac­tiva para él. El segundo peligro es la desviación. Por lo tanto la desviación y la parcialidad pueden causar la caída del Âcârya. Estos son los dos enemigos del Âcârya. Y aquél que toma esta posición debe ser particularmente cuidadoso con estas dos cosas. La posición de un Âcârya es peligrosa. Está llena de tentaciones. En consecuencia, un deseo fuerte, sincero e indomable deseo por las aspiraciones más elevadas de la conciencia de Kèëòa es la necesidad indispensable de un Âcârya. De otra manera, él no puede conservar su posi­ción. Él caerá. Se ha convertido en maestro y pensará: “Soy el maestro de todo lo que estudio”. Él es monarca dentro de un círculo particular. Y la monarquía puede acarrear la locura. Esta es una gran tentación. Si uno no es suficientemente consciente de este hecho, uno no podrá mantener su posi­ción. Para alguien que tiene poder sobre hombres y dinero, es muy difícil mantener una posición de sirviente. El ego de la autoridad, el cual se encuen­tra dentro de todos nosotros, viene a atacar al Guru. Después de todo, esta­mos vagando por la tierra de la explotación. Por lo tanto, debemos ser muy vigilantes y escudriñadores en nuestro autoanálisis. El síntoma general de salud es que mientras más alto llega alguien, más piensa: “Estoy cayendo”. Este método indirecto de medición se puede aplicar para medir nuestro avance interno. Externamente, uno puede mantener una posición superior, pero internamente siempre debe estar pensando: “¡Oh, mi Señor! Estoy tan necesitado. ¡Dame más gracia! No puedo conservar mi posición”.


Dinero, mujeres y fama


Es una gran desgracia cuando un Guru vaiëòava se desvía de la línea. Es raro, pero sucede ocasionalmente. Los síntomas generales de desviación caen en tres diferentes clases: kanaka, kâminî y pratiëùhâ, dinero, mujeres y reputa­ción. Primero, el Guru pierde su atracción por su propio Guru y el äâstra-upadeäa, el consejo de la Äâstra. Luego, lo que él expresaba anteriormente citando las Escrituras y las palabras de su propio Guru, se va ausentando gradualmente de él. Su atracción por las cosas más elevadas se debilita. Esto es pratiëùhâ, prestigio. Kanaka, kâminî, pratiëùhâ: Dinero, mujeres, nombre y fama, éstas son las tres pruebas que deben hacerse para ver si alguien es un sâdhu o no, o que grado de sâdhu es él. La primera cosa es la desviación de los Gurus más altos. Eso puede detectarse. Eso es pratiëùhâ, orgullo.

Después, él mostrará tendencia a amasar el dinero y no a gastarlo. Se debe recoger dinero, pero debe ser distribuido para el servicio de la sampradâya, para el servicio de los vaiëòavas. Pero acumular dinero ésta es la segunda señal de desviación. La tercera, es la atracción hacia las damas. Por supuesto que puede tener relación con el dinero y las mujeres y también con el honor de sus discípulos. Esto también es necesario, pero solamente con un objetivo divino, un propósito divino, no para él mismo. Pero si podemos detectar que él está utilizando todas estas cosas para su interés personal y no para la causa de la sampradâya, entonces deberíamos ser muy cuidadosos.

Al principio, podemos descuidar algunos problemas ocasionales; algunos ejemplos de estas clases de desviaciones pueden ser ignorados. Pero si nota­mos que ellas se vuelven más frecuentes, entonces debemos inspeccionar la situación cuidadosamente. Y debemos hacerlas conocer de personas que estén en posición similar a la nuestra. Y después de consultar, podemos llevar el asunto a fuentes más altas y consultar con otros Âcâryas en quienes confiemos. Cuando encontremos que lo que nos pareció en un principio algo sin importancia, es verdadero, injurioso y de gran magnitud, y que nuestro Maestro Espiritual está cayendo, entonces tenemos que actuar para salvarnos. Debemos tratar de tomar medidas que nos salven de esa contaminación epidémica. Tenemos que tratar de salvarnos. Y también tenemos que tratar de salvar a los demás que podrían caer presas de la misma explotación como nosotros. Esto debe hacerse con toda sinceridad. Existe la posibilidad; se menciona en los Äâstras y también existen muchos ejemplos prácticos. Por lo tanto no podemos progresar si estamos soñolientos, sino que debemos avan­zar con nuestros ojos siempre abiertos.


Abandonar a los Gurus falsos


Devoto: Si el Guru iniciador cae del camino, ¿qué debería hacer su discí­pulo?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Él puede tomar refugio de nuevo en el Santo Nombre de Kèëòa y esperar algún tiempo. Si desde el principio el Guru fue un discípulo sincero de su Maestro Espiritual y ahora, como resultado de algunas ofensas, está siendo abandonado por su Guru, él quizá se desvíe por algún tiempo. Pero puede regresar de nuevo a su posición. Sin embargo, se dice en el Mahâbhârata (Udyoga-parva 179.25):


guror apy avaliptasya, kâryâkâryam ajânataì

utpatha-prathipannasya, parityâgo vidhîyate


Un Guru que no sabe lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, quien ha dejado el camino del servicio devocional, debe ser abandonado”. Esto se encuentra en la declaración de Bhîëma en el Mahâbhârata. Bhîëma es uno de los doce Mahâjanas y esto es lo que le manifiesta a su Astra-guru, Paraäurâma.

Jîva Gosvâmî dice que si el Guru se desvía, debe ser abandonado, pero debe haber circunstancias en las cuales, por el deseo inconcebible de Kèëòa, el Guru puede desviarse durante un tiempo y luego regresar de nuevo. En este caso, el discípulo debe esperar algún tiempo. Es muy infortunado para el discípulo que estas cosas sucedan. En el Harinâma-cintâmaòi de Ärîla Bhaktivinoda Ùhâkura se trata ampliamente de esto. Si un hijo deja su hogar y desobedece a su padre, el padre se volverá indiferente con él y puede excluirlo del testamento. Sin embargo, si después de un tiempo el hijo regresa y de nuevo es obediente, entonces podrá recoger su herencia. De una manera similar, un Maestro Espiritual puede desobedecer a su Guru y enton­ces su Guru se volverá indiferente hacia él por algún tiempo, pero si él regresa al camino correcto, él no será desheredado. Esto se explica en el Bhagavad-gîtâ (api cet sudurâcâro). En consecuencia no debemos actuar precipitada­mente ante estos incidentes desafortunados, sino que debemos esperar y ver. Todo debe hacerse sensatamente.

Al tratar de comprender las relaciones entre un Guru y su hermano espiri­tual, y un Guru y el discípulo, encontraremos muchos puntos sutiles de sentimiento. De la misma manera que cuando Kèëòa entró en la arena de Kaêsa, Él parecía diferente a las diferentes personas, los discípulos tendrán una visión de su Guru y sus hermanos espirituales tendrán otra visión y disposición. Los discípulos de un Guru genuino verán a su Guru como estando con Kèëòa, pero eso no puede ser visto por sus hermanos espirituales. En el mâdhurya-rasa, Kèëòa es visto de una manera y en el vâtsalya-rasa, la madre Yaäodâ lo ve de otra forma. Los sirvientes lo ven de otra forma. Los èëis, como Gargamuni, lo verán de otra forma. Así como Kèëòa desee mos­trarse será visto.

Usted puede ver a su Guru a su propia manera, sin embargo, usted tiene que comportarse de tal forma que la fe de los recién llegados no sea pertur­bada. Siempre debemos animar a los recién llegados. Porque es muy difícil para un alma caída recobrar el dominio de sí misma, su estima y ofrecerlos al Guru. Nuestra preocupación debería ser que ellos recobren su máxima estima y la ofrezcan al Guru. Por otro lado, yo puedo tener mi propio concepto sobre mi hermano espiritual. Puedo alimentar eso dentro de mi corazón. Debo tratar de no molestar a sus discípulos tanto como me sea posible. Si desafor­tunadamente cae un Âcârya y él mismo prueba su falta de capacidad, si esto llega a un grado suficiente, entonces se pueden tomar ciertas medidas; puede que tengamos que tomar alguna acción desafortunada. Pero que Dios nos salve de esa condición desastrosa, éste debe ser nuestro sentimiento.

Por otro lado, el rango debe ser respetado tanto como sea posible. La consideración relativa como la absoluta van de la mano. Los discípulos deben ser animados principalmente por la consideración relativa. Y los hermanos espirituales tendrán más sentimiento por la consideración absoluta. Pero de todas maneras, ellos no deberían inquietar la primera posición de los recién llegados. Aún si usted piensa que la persona que realiza la función de Âcârya es menos calificada que usted (adhikâra), aún así usted debería formalmente rendirle honor especial puesto que él está en esa posición. El hijo puede ser el juez y el padre puede ser el abogado, pero el padre debe dar respeto al hijo. Él tiene que respetar la silla. Se deben mantener esta clase de arreglos en la misión. Cuando usted está solo, el hermano Âcârya y su hermano no Âcârya pueden mezclarse libremente. Usted puede abofetearlo en la cara. Pero cuando está en público con sus discípulos, usted no debe tener aquella clase de comportamiento. Se debe mantener una conducta respetuosa en público para conservar la paz de la misión.


Vyâsa...Puede que no sepa


Devoto: Aunque los discípulos deben considerar al Guru como absoluto y en el más alto nivel de logro espiritual, ¿cómo debe ver él su propia posición?

Ärîdhara Mahârâja: Ärîdhara Svâmî escribió un comentario sobre el Ärîmad-Bhâgavatam. Era un poco diferente a los comentarios anteriores, así que los eruditos, especialmente los Äaôkaritas, no quisieron aceptar ése comentario como universal. Lo pusieron a prueba. Dejaron el comentario en el templo de Viävanâtha, el señor Äiva, y se pusieron de acuerdo en que si él aceptaba el comentario, ellos también lo harían. Entonces, el siguiente verso fue revelado del templo de Äiva: aham vedmi äuko vetti, vyâso vetti na vetti , “el propósito real del Ärîmad-Bhâgavatam es muy difícil de concebir”, dice el señor Äiva. “Yo conozco el verdadero propósito del Bhâgavatam; Äukadeva, el hijo y discípulo de Vyâsadeva, lo conoce perfectamente, y el autor del Bhâgavatam, Ärîla Vyâsadeva, puede que sepa o puede que no sepa el significado”.

Cuando estaba enseñando a Sanâtana Gosvâmî, Mahâprabhu dijo: “Sanâtana, Kèëòa va a entregarte Su bondad por intermedio Mío. Estoy hablando como un loco. Siento que muchas cosas me atraviesan y llegan a ti. Pero no sé si Yo mismo tenga esa cosa”. Es posible. Es maravilloso pero, sin embargo, lo encontramos allí. No es irracional, aunque no sea comprensible.

Usted ve, cuando la Segunda Guerra Mundial estalló, había en la Plaza Dalhousie en Calcuta un afiche del gobierno muy popular. Pintaron en la pared un uniforme militar. Debajo decía: “Solamente póngase este uniforme y el uniforme le mostrará qué debe hacer”. De la misma manera, cuando un hombre sincero ha tomado un cargo particular, él encontrará de alguna forma cuáles son los deberes de su posición. Él es sincero y Dios lo ayudará. Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos. Usted ha tomado el cargo y éste le ha llegado sólo como una oportunidad, pero hay un eslabón escondido. Entonces si usted trata de seguir adelante, le llegará la ayuda. Él no es un fraude. Usted ha tomado sinceramente esta responsabilidad como le fue dada por su maestro, y el maestro no es un fraude. Él vendrá a ayudarle con todo su poder, diciendo: “Haz esto. Yo estoy ayudando; lo estoy apoyando”. Cuando somos sinceros, las cosas sucederán así.



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jueves 11 de marzo de 2010

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