martes, 16 de marzo de 2010

Sri Guru y Su Gracia 14º

CAPITULO CATORCE


La línea de Ärî Rûpa


H H Indadyumna Swami - 21

H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.


H H Indadyumna Swami - 22

H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.


H H Indadyumna Swami - 23


H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.


H H Indadyumna Swami - 24


H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.


H H Indadyumna Swami - 25

H H Indadyumna Swami  por ISKCON desire tree.



Los trascendentalistas impersonalistas dicen que la conciencia del alma humana es lo más elevado y que una vez que nos independizamos de la conexión carnal, no puede existir nada tan puro y superior. Pero las Escrituras dicen que la Superalma o Paramâtmâ es superior en existencia del alma individual y que la concepción de Bhagavân, el concepto personal de Dios, es aun más elevado. Esto comienza con la concepción de Vâsudeva: Kèëòa solo. La concepción de Nârâyaòa está por encima y la concepción de Kèëòa es lo más elevado. En la concepción de Kèëòa también hay divisiones: Dvârakâ, Mathurâ y Vèndâvana. Ärî Caitanya Mahâprabhu y el Ärîmad-Bhâgavatam afirman que Kèëòa es la Suprema Personalidad de Dios: kèëòas tu bhagavân svayaê.

La concepción de Vèndâvana de Kèëòa como la Entidad Suprema es la más elevada porque la belleza está por encima de todo. La belleza es superior a la grandeza y el poder. Ni el poder físico, mental o intelectual, ni ningún otro poder, solamente la belleza y el amor son el poder controlador fundamental. Bondad absoluta es belleza absoluta y ésta es la controladora absoluta. La misericordia está por encima de la justicia.

Por lo general, no podemos concebir que haya algo más grande que la justicia, pensamos que la justicia tiene que ser el principio más elevado. Pero no se nos ha dicho que la misericordia está por encima de la justicia. Y ¿quién puede mostrar misericordia? Solamente un rey, no una persona ordinaria. Uno que puede compensar la pérdida de la justicia, puede dar misericordia. Y la corte suprema está en la capacidad de compensarlo todo. Tal reino existe. Y allí, el Señor está ocupado en Sus pasatiempos con Su parafernalia de igual calidad. Existe tal ley, una disposición más allá del sentido de justicia de nuestro cerebro infantil.

Se reconoce a Uddhava como el devoto principal del Señor y su afirmación acerca de la misericordia se encuentra en el Ärîmad-Bhâgavatam (3.2.23):


aho bakî yaê stana-kâla-kûùaê

jighâêsayâpâyayad apy asâdhvî

lebhe gatiê dhâtry-ucitâê tato ‘nyaê

kaê vâ dayâluê äaraòaê vrajema


Él dice: “¿Dónde más puedo rendirme? ¿Cómo puedo rendirme a alguien más misericordioso que Kèëòa, cuando veo que la demoníaca Pûtanâ con la apariencia de una madre amorosa fue a matar a Kèëòa, pero en lugar recibió la bendición maravillosa de tener una posición superior como una de las madres de Kèëòa? Mí Señor es tan generoso, tan benevolente. ¿Dónde más debería rendirme? ¡Su seno envenenado fue puesto en la boca del pequeño Kèëòa! ¡Y ella fue bendecida con una posición tan alta y afectuosa! Así que, ¿cómo podemos medir Su gracia, Su infinita misericordia? Sus caminos y Su misericordia están más allá de toda expectativa”. En lugar de haberla tratado con justicia, fue exactamente lo contrario. Él demostró un comportamiento magnánimo hacia Su más grande enemiga. Por lo tanto, más allá de la justicia está la misericordia y un grado tan alto de misericordia, tal cantidad e intensi­dad de misericordia no puede ser medida. Uddhava ora: “¿Dónde podré encontrar un tipo de gracia como ésta? Tengo que caer tendido a los pies divinos del Señor Kèëòa. ¿Por qué cualquier hombre inteligente no va a correr a tenderse a los pies de una personalidad tan magnánima como la de Kèëòa? Su naturaleza es aquella del más grande amor”.


Departamento de misericordia


Nosotros, los finitos, deberíamos acercarnos al Infinito con este espíritu: “No tengo esperanza alguna si la justicia se aplica. Yo omito tal departamento. He venido solamente a buscar mi fortuna en el departamento de misericordia, donde no hay cálculos de lo correcto o de lo equivocado, del mérito o del demérito. Mi Señor, he venido a ese departamento porque no conozco lo que hay dentro de mí. Cuando analizo y estudio mi corazón, encuentro que yo mismo me desconozco. Estoy tan desamparado y desdichado que ni siquiera me conozco a mí mismo. Entonces, ¿cómo me voy a aventurar a pelear en un departamento donde se garantiza algo sólo después de calcular mis méritos y deméritos? No quiero eso. No quiero ninguna decisión basada en la justicia.

Yo me rindo. Usted puede hacer lo que quiera conmigo. Soy el peor de los pecadores. Lo que vaya a ser de mí está ahora en Sus manos. A Ti, Salvador, he venido a Ti. Si hay alguna posibilidad: Sálveme. Esta es mi única apela­ción, mi apelación unilateral”. Esta clase de autoabnegación limpiará auto­máticamente nuestros corazones. Con esta actitud de äaraòâgati o rendición estamos invitando a la máxima atención desde arriba. Äaraòâgati, rendición, es el único camino para ser restablecidos en nuestra esperanza perdida.

En la actualidad estamos desconectados con la perspectiva del amor divino, el cual acariciamos en lo más profundo de nuestros corazones. Si queremos tener ese privilegio muy fácil y rápidamente, tenemos que acercarnos al Señor con franqueza y con el cuerpo y la mente desnudos, sin ocultar nada. Ärîla Rûpa ha escrito en el Bhakti-rasâmèta-sindhuì (1.2.154):


mat-tulyo nâsti pâpâtmâ, nâparâdhî ca kaäcana

parihâre ‘pi lajjâ me, kiê bruve puruëottama


Mi Señor, me siento avergonzado. ¿Cómo podré ofrecerte tantas cosas puras como las flores? Generalmente se te ofrecen cosas puras, pero, ¿qué decir de mí? He venido a ofrecerte las cosas más sucias. Me siento avergon­zado. He venido ante Ti solamente con mi vergüenza a implorar Tu miseri­cordia. No hay paralelo con mi vida pecaminosa y pecadora. Todo lo malo que pueda concebirse está en mí. Inclusive es muy difícil hablar de las carac­terísticas de mis pecados y crímenes atroces. Sin embargo, Tu naturaleza, existencia, fama y benevolencia no pueden sino atraerme. Tú puedes salvarme. Tú puedes purificarme. Esperando sin esperanza he venido ante Ti. Y tengo un único consuelo, que yo soy el objeto real de Tu misericordia. Tu tendencia es la de purificar a los más miserables. Aquéllos que están más necesitados pueden implorar Tu misericordia. Soy el más insignificante de los insignificantes. Ésta es mi única esperanza para llamar Tu atención y apelar a Tu magnanimidad”.

Rûpa Gosvâmî dice en su Bhakti-rasâmèta-sindhuì (1.2.153) que todavía hay una clase de elemento subconsciente en él:


yuvatînâê yathâ yûni, yûnañca yuvatau yathâ

mano ‘bhiramate tadvan, mano ‘bhiramatâm tvayi


Así como un joven siente atracción por una muchacha, yo quiero sentirme atraído de esa forma hacia Ti. Quiero estar absorto en Ti, olvidándome de todos los atavíos materiales. Y al rendirme sinceramente, de inmediato nues­tro progreso comienza. Y el desarrollo de esa clase de atracción nos lleva a la posición más elevada. Quiero esa conexión íntima contigo, mi Señor. Soy el más necesitado entre los necesitados, pero tengo esta ambición al mismo tiempo. Estoy tan disgustado con el mundo exterior que quiero la relación más intensa y comprensiva contigo. El proceso de rendición empieza con esta actitud y se eleva paso a paso. Yo deseo ese estándar de amor divino, de intimidad contigo. Quiero sumergirme profundamente en Ti”.


Escrituras que aparecen y desaparecen


govinda-vallabhe râdhe, prârthaye tvâm ahaê sadâ

tvadîyam iti jânâtu, govindo mâê tvayâ saha


Esta oración se encuentra en el Arcana Paddhati, en la edición del Hari-bhakti-vilâsa de Gopâla Bhaùùa Gosvâmî. De allí ha brotado a través de él. Está en la Äâstra, la cual es un flujo eterno de una corriente particular de conocimiento. Todo es eterno en Vaikuòùha y Goloka. Así como el sol sale y se oculta, aparece y desaparece, el pensamiento es eterno y algunas veces aparece y desaparece.

En este verso: govinda-vallabhe râdhe, hay un giro sorpresivo. Kèëòa dice a Su devoto: “¡Oh! ¿Tú quieres una relación íntima Conmigo? No la encontra­rás en Mi departamento. Tienes que ir a otro departamento. Ve al departa­mento de Râdhikâ”. Entonces el pensamiento del devoto es transferido inmediatamente hacia el otro lado. Toda la energía es monopolizada allí. Es Su monopolio. “La respuesta a tu investigación interior no la encontrarás en Mi departamento”, dice Kèëòa: “Tú tendrás que ir a otra parte y llenar una solicitud”.

El devoto hace inmediatamente su petición a Râdhârâòî con esta inspira­ción: govinda-vallabhe râdhe, “¡oh Ärî Râdhe! Tu Amo y Protector es Govinda. Él es el Señor de tu corazón”. Govinda significa “Aquél que puede complacer todos nuestros sentidos”. Nosotros podemos sentir la percepción y adquirir el conocimiento con nuestros sentidos. Govinda es el amo que colma todos nuestros canales de percepción. “Govinda es tu Señor. Pero lo opuesto también es verdad. Tú eres la dueña del corazón de Govinda, el Amo Supremo. ¿No es verdad? Tú eres la reina del corazón de Govinda. Me han enviado a ti con mi petición. Por favor enrólame en tu departamento y admí­teme como un sirviente de tu grupo”.


Un río de néctar fluyendo


râdhe vèndâvanâdhiäe, karuòâmèta-vâhini

kèpayâ nija-pâdâbja, dâsyaê mahyam pradîyatâm


¡Oh Râdhe! ¡Oh reina de Vèndâvana! Tú eres como un río fluyendo lleno con el néctar de la misericordia. Por favor sé generosa conmigo y concede sobre mí algún servicio pequeño a tus pies de loto. Tú eres la reina que mane­jas todo el éxtasis (rasotsava)”. Rasa significa ‘éxtasis’. Ésta es una corriente infinita de éxtasis. Ésta es la especialidad de Vèndâvana: âdi-rasa, la rasa original, mâdhurya-rasa, la melosidad conyugal. Todas las rasas son ramas de esa rasa, en el peculiar desarrollo de su carácter. Si se analiza, todas las rasas se encontrarán en el mâdhurya-rasa. Y el mâdhurya-rasa ha sido reconocido como la melosidad más elevada de devoción.

En su conversación con Râmânanda Râya, Ärî Caitanya Mahâprabhu rechazó la devoción contaminada con la razón. Él dijo: eho bâhya âge kaha âra, “esto es superficial, ve más allá”. Mahâprabhu aceptó que el verdadero bhakti comienza en el nivel de la devoción pura, no mezclado con la razón. Cuando Râmânanda sugirió dâsya-rasa, Mahâprabhu dijo: “Esto es bueno, pero ve más allá”. Entonces Râmânanda mencionó sakhya-rasa, Mahâprabhu dijo: “Esto también es bueno, pero ve más allá”. Luego él llegó a vâtsalya-rasa, relación paternal o maternal con el Señor. “Eso está muy bien”, dijo Mahâprabhu, “pero ve más allá”. Entonces llegó a mâdhurya-rasa y Mahâprabhu dijo: “Sí, esto es lo mejor”. En esa etapa de desarrollo de la rasa, Vèndâvana es el sitio más apropiado.

Mâdhurya-rasa se encuentra extensamente en Vèndâvana. Así se dice: râdhâ vèndâvanâdhiäe, “tú eres la reina de esa clase de rasa que se encuentra en Vèndâvana. Allí fluye el tipo de néctar más elevado. Tú eres como un río de néctar fluyendo”.


Distribuyendo éxtasis


La naturaleza misma de Kèëòa ha sido descrita como “Éxtasis en Sí mismo”. “Él prueba de Su mismo innato éxtasis. Él conoce Su éxtasis y lo siente, pero para distribuir exteriormente ese éxtasis innato, es indispensable una potencia peculiar, conocida como hlâdinî. La sustancia de hlâdinî-sakti o la potencia interna extática de Kèëòa es Râdhikâ, quien atrae la rasa más íntima, el éxtasis del orden más elevado, sacándolo del interior y distribuyéndolo en el exte­rior”.

Por eso se dice: karuòâmèta-vâhini, “el éxtasis mezclado con la magnanimi­dad está fluyendo de aquella fuente inmensa y así como un río que fluye de las montañas puede llevar en su corriente muchos minerales valiosos hacia el mundo exterior, la potencia hlâdinî saca la rasa de la morada del rasa-svarûpa, Kèëòa mismo, el éxtasis personificado”. La corriente de ese río de néctar lleva éxtasis y rasa, la corriente de dulzura y magnanimidad para distri­buirla a otros.

Mientras tanto otro cambio categórico se efectúa en la mente del devoto, en el transcurso de su progreso. Él comprende: “¡Oh, Kèëòa tiene importancia secundaria para mí! Mi primera conexión eres tú, Ärî Râdhe. Yo quiero tu servicio directo y no el servicio directo de Kèëòa”. Este despertar del corazón, la adhesión íntima y obligación hacia el agente más cercano, se desarrolla en una alma rendida. En esta etapa, el devoto piensa: “Obtendré más beneficio si presto atención más íntima al agente más cercano, mi Gurudeva. Allí tendré éxito”. Y su preocupación es confirmar las conexiones superiores. Por supuesto, nuestras intenciones deben ser puras y genuinas y el negocio con ese agente es para darnos una conexión favorable y normal con la jerarquía del servicio.

Toda nuestra atención debería concentrarse en el servicio de nuestro Guru. Esta debería ser la idea. Nuestra primera tendencia es acercarnos a Kèëòa. En esa etapa, lo primero que hay que entender es que estamos desamparados. Por supuesto todas las cosas tienen que ser sinceras. Primero, está la etapa de desamparo, luego deseamos el abrigo de Kèëòa, la dulzura personificada, luego nos sentimos atraídos por una dulzura específica y por aproximarnos a ese departamento. Allí suplicamos por la conexión final más íntima, por ser socios permanentes como sirvientes. Ärîla Raghunâtha Dâsa Gosvâmî ha enseñado que éste es el logro más elevado de la entidad viviente.

Dâsa Gosvâmî vivió dieciséis años en continua asociación con Ärî Caitanya Mahâprabhu y Svarûpa Dâmodara. Después que ellos desaparecieron de este mundo. Raghunâtha Dâsa disgustado con la perspectiva de su futuro, fue a Vèndâvana para terminar con su vida. Pero cuando se encontró con Rûpa y Sanâtana, tuvo otra visión, un sueño de una nueva vida. Entonces encontró que “Aunque Ärî Caitanya Mahâprabhu y Svarûpa Dâmodara han desapare­cido de mis ojos físicos, ellos están viviendo aquí en Rûpa y Sanâtana, en sus actividades, en su tendencia a predicar. Mahâprabhu, está aquí, tan vivo como cualquier otra cosa”. Tuvo que abandonar la idea de terminar con su vida. Y comenzó a servir en Vèndâvana con renovado valor.

Y Dâsa Gosvâmî nos ha dado la comprensión de nuestra aspiración más elevada. Él dice: “¡Oh Râdhikâ! Yo deseo tú servicio. Si tú no estás satisfecha conmigo, yo no quiero a Kèëòa ni a Su tierra Vraja”. Esta es su oración y él ha sido aceptado como el prayojana-âcârya, el Guru que nos ha mostrado cuál es el propósito más elevado de nuestra vida, prajoyana-tattva, el destino final. Y este äloka prueba que su posición es la del dador de nuestro destino.



Un océano de néctar


âäâbharair-amèta-sindhu-mayaiì kathâñcit

kâlo mayâtigamitaì kila sâmprataê hi

tvaê cet kèpamayi vidhâsyasi naiva kiê me

prânair vrajema ca varoru bakarinâpi


Este äloka es una oración directa a Râdhârâòî. Expresa cierto tipo particular de esperanza la cual es tan dulce y tranquilizadora que es comparada con un océano de néctar ilimitado. Él dice: “Con esa esperanza yo paso los días de alguna forma, languideciendo arrastrando mi vida a través de ese tiempo tedioso solo por esa esperanza. Esa esperanza me sostiene, el océano nectá­reo de esperanza me atrae y me sostiene. De igual manera estoy arrastrando mis días hacia mi única salvación”.

De otra forma, he perdido la asociación directa de Mahâprabhu, de Svarûpa Dâmodara y de tantas otras grandes almas y todavía estoy vivo. ¿Por qué? Yo tengo un rayo particular de esperanza. Y la perspectiva y la cualidad de mi esperanza es muy grande y elevada. Pero mi paciencia ha llegado al límite. No puedo soportarlo por más tiempo. No puedo esperar. Estoy acabado en este momento, si Tú no me muestras tu gracia, estoy acabado. Perderé mi oportunidad para siempre. No tendré deseo de continuar viviendo. Todo será inútil”.

Sin Tu gracia no puedo soportar vivir un momento más. Y estoy disgus­tado con Vèndâvana, a quien quiero más que a mi propia vida. Esto es dolo­roso; me está oprimiendo siempre. Qué decir de lo demás, estoy disgustado aun con Kèëòa. Es vergonzoso pronunciar tales palabras, pero no puedo sentir amor ni por Kèëòa hasta y a menos que me lleves a tu campo de servicio confidencial. He venido por tal encanto. He visto la llave de ese encanto en el servicio de tu campo. Sin esto, todo es insípido para mí. Y no puedo vivir ni siquiera en Vèndâvana. Y ni siquiera Kèëòa tiene encanto para mí, qué decir de los otros”. Esta es la oración de Raghunâtha Dâsa Gosvâmî.


Servicio a Râdhârâòî


Por eso se dice que Râdhâ-dâsya, la servidumbre a Ärîmatî Râdhârâòî, es el logro más elevado de una entidad viviente en la escuela establecida por Mahâprabhu. Esta es la sustancia del Ärîmad-Bhâgavatam. Es la versión de Kèëòa. Él dice en el Ärîmad-Bhâgavatam (11.14.15):


na tathâ me priyatama, âtmâyonir na äankaraì

na ca saôkaräano na ärîr, naivâtmâ ca yathâ bhavân


¡Oh Uddhava! Ni Brahmâ, ni Äiva, ni Baladeva, ni Lakëmî, ni siquiera Mi propio Yo me es tan querido como tú lo eres”. Y ese Uddhava glorifica a Vèndâvana, las Vraja-gopîs y a Râdhârâòî de la siguiente manera (10.47.61):


âsâ maho caraòa-renu-juëâm aham syâm

vèndâvane kim api gulma-latauëadhînâm

dustyajaê svajanam ârya-pathaê ca hitvâ

bhejur mukunda-padaviê ärutibhir vimègyâm


Las gopîs de Vèndâvana han abandonado la asociación de sus esposos, hijos y otros miembros de la familia, a quienes es tan difícil renunciar, y han sacrificado aun sus principios religiosos, para tomar refugio a los pies de loto de Kèëòa, los cuales son buscados inclusive por los Vedas. ¡Oh! Concédeme la fortuna de nacer como una brizna de pasto en Vèndâvana para que yo pueda recibir el polvo de aquellas grandes almas sobre mi cabeza”.


La búsqueda de Ärî Râdhâ


Uddhava nos ha mostrado la posición elevada de las gopîs. Y entre todas las gopîs y Râdhârâòî también hay una diferencia categórica. Esto fue probado en el râsa-lîlâ. Cuando Kèëòa y las gopîs mostraron abiertamente Su intercambio de sentimientos, con ese rasa divino fluyendo e inundando todas las direcciones, Râdhârâòî también estaba allí. Ella dio la más elevada contri­bución a la exhibición del râsa-vilâsa común de la parakîya-mâdhurya-rasa, la melosidad de los amantes. Entonces de pronto llegó la insatisfacción al cora­zón de Râdhârâòî. Ella comenzó a pensar: “¿Me están contando dentro de la corriente común del rasa?” Alguna reacción llegó a su mente y se fue sorpre­sivamente. Después de exhibir su tipo peculiar de baile y canto superexce­lente e introducir un nuevo tipo de flujo ahí, ella partió de repente. Ella abandonó el círculo de la danza del râsa. Y Kèëòa sorpresivamente se dio cuenta: “Râdhârâòî no está aquí. Esto es insípido”. El flujo de la rasa estaba allí, pero la sustancia, la calidad, se había disminuido. Él sintió: “¿Por qué esto no es satisfactorio a Mi corazón interior?” Él experimentó que la marea dismi­nuía. Y entonces durante la inspección del lugar, encontró que Râdhârâòî estaba ausente. Disgustado, Él abandonó el círculo de la danza del râsa y se fue a buscarla.

Aunque la parakîya-mâdhurya-rasa, la más elevada melosidad de amor conyugal, Vèndâvana y las gopîs estaban allí, sin embargo había una diferen­cia categórica en calidad entre las otras gopîs y el campo particular de Râdhârâòî. Hay una diferencia categórica en todas las formas tanto en calidad como en cantidad. Jayadeva Gosvâmî en su Gîtâ-govinda (3.1) ha descrito cómo Kèëòa dejó el círculo de la danza del râsa:


kaêsârir api saêsâra, vâsanâ-baddhaäènkhalâm

râdhâm âdhâya hèdaye, tatyaja vraja sundariì


El Señor Kèëòa llevaba a Ärîmatî Râdhârâòî en Su corazón porque quería bailar con ella. De esta forma, Él abandonó la arena de la danza del râsa y la compañía de todas las otras hermosas doncellas de Vraja”. Jayadeva ha descrito de esta manera cómo Kèëòa abandonó el círculo de danza del râsa llevando a Râdhâ en Su corazón. Kèëòa partió en busca de Râdhârâòî. Su posición es tan exaltada. Se dice: “Los deseos trascendentales de intercam­bios amorosos del Señor Kèëòa no pueden ser satisfechos aunque se encuen­tre en medio de un billón de gopîs. Por lo tanto, Él fue a buscar a Ärîmatî Râdhârâòî. ¡Sólo imagínense cómo está ella de calificada trascendentalmente! (äata koti-gopîte nahe kâma nivâpna)”.

Las otras gopîs son numerosas, pero en calidad ellas son un poco menos. Su combinación total no puede satisfacer a Kèëòa. La diferencia cualitativa estaba allí. Eso puede verse.

La Rûpânuga-sampradâya, los seguidores de la línea de Ärî Rûpa son aque­llos que tienen el gusto único del servicio en el campo de Râdhârâòî. En ese plano, no hay cabida a la explotación mundana o a la renunciación, ni siquiera para la devoción äâstrica legalizada. La clase más elevada de devo­ción no está controlada por ley alguna. Es espontánea y automática. El sacrificio en el grado más alto sólo es posible en este campo. La clase más elevada de sentimiento divino se distribuye desde el campo de Ärîmatî Râdhârâòî y nunca puede ser comparado con ningún logro conocido hasta ahora ni siquiera en el factor eterno de tiempo y espacio.

Entonces existe otra etapa para la cual debemos estar preparados. ¿Por qué debemos tratar de entrar en el campo de Râdhârâòî? ¿Deberíamos pensar que allí, en esa mejor atmósfera, tendremos más confidencialmente la presencia de Kèëòa? ¿Deberíamos pensar: “Tendré contacto íntimo con Kèëòa”, deberíamos querer entrar en ese campo? No, queremos evitar la conexión con Kèëòa y concentrarnos en el servicio a Râdhârâòî. ¿Por qué? ¿Cuál otro beneficio es posible allí en el servicio a Râdhârâòî? Si nos acerca­mos a Kèëòa directamente para darle servicio, seremos perdedores. El servicio de Râdhârâòî a Kèëòa es del orden más elevado en todas las formas. Si dedi­camos toda nuestra energía para ayudar a Râdhârâòî, nuestra energía se utilizará en su servicio. De esta manera, ella servirá a Kèëòa con un mejor servicio. Entonces la reciprocidad pasará a nosotros a través de ella, como una recompensa. Esa será una devoción del tipo más elevado (mahâbhâva).

Por lo tanto, la inclinación general de las äakhîs, las sirvientes confidenciales de Râdhârâòî, es no ponerse en contacto directo con Kèëòa. Ellas evitan esto. Sin embargo la naturaleza benevolente y generosa de Râdhârâòî es la de ponerlas en contacto con Kèëòa cuando se lo ruegan en cualquier momento. Pero su naturaleza innata es evitar siempre a Kèëòa y concentrarse en el servicio de Râdhârâòî. Esto se confirma en el Caitanya-caritâmèta Madhya (8.209):


râdhâra svarûpa-kèëòa-prema kalpalatâ

sakhi-gaòa haya târa pallava-puëpa pâtâ


Ärîmatî Râdhârâòî, por naturaleza, es como una enredadera de amor a Dios y las gopîs son los retoños, las flores y las hojas de esa enredadera”. Las ramitas, las flores y las hojas brotan eternamente de la enredadera de Ärîmatî Râdhârâòî. Ella es el tronco y ellas las ramas. Esa es su relación.

Sin embargo, todavía hay otra cosa más elevada. Nosotros somos conoci­dos como rûpânugas, los seguidores de Ärî Rûpa. ¿Por qué? El servicio de Ärîmatî Râdhârâòî elimina todo lo demás, aun a Nârâyaòa, para ir hacia Kèëòa. Existe Kèëòa de Dvârakâ, el Kèëòa de Mathurâ y el Kèëòa de Vèndâvana. Luego nuevamente en Vèndâvana, donde no hay mezcla, sin vacilación el campo de Râdhârâòî es el más elevado. El servicio directo a Râdhârâòî se considera como el supremo, eliminando todos los otros campos. Sin embargo hay otro punto.


Ärîla Rûpa Gosvâmî, Ärî Rûpa Mañjarî


¿Quién es Rûpa? Rûpa Mañjarî. La jerarquía en el mundo espiritual es generalmente eterna. Los nuevos reclutas pueden ocupar un rango de mañjarî asistente, en la mâdhurya-rasa. Y el líder de las mañjarîs es Ärî Rûpa Mañjarî. ¿Cuál es el rasgo especial en el campo mañjarî, el cual no se encuen­tra entre las äakhîs, las amigas de Kèëòa? Primero está Râdhârâòî, luego el campo de Lalitâ, su mano derecha de sirviente personal. Luego abajo de Lalitâ está Ärî Rûpa Mañjarî. ¿Cuál es la posición incomparable de los segui­dores de Ärî Rûpa? Los reclutas nuevos pueden adquirir ese estado. Por lo tanto, los privilegiados de esta clase de mañjarî tenemos que imaginarlos como los más respetados y solícitos.

Cuando Râdhâ y Govinda están en secreto, en un lugar privado, a las äakhîs quienes son muy versadas en el arte de esta clase de juego, porque ellas están un poco crecidas, no les gusta acercarse allí para no molestar Su unión confidencial. Si las äakhîs mayores entran allí, tanto Râdhâ como Govinda se sentirán tímidos. Así que su presencia causará alguna perturba­ción. Pero las niñas más jóvenes pueden entrar allí y Râdhâ y Govinda no vacilarán en continuar libremente Su unión. Así en la etapa más elevada de la unión de Râdhâ-Govinda, el juego libre de Râdhâ-Govinda, estas mañjarîs, las niñas más jóvenes son admitidas. Pero las äakhîs mayores no pueden ser admitidas allí. Los nuevos reclutas pueden llegar a la clase mañjarî. Y las mañjarîs tienen una clase de ventaja especial bajo el liderazgo de Ärî Rûpa Mañjarî. Por lo tanto, ellos obtienen allí la mejor ventaja, el tipo más sagrado de servicio puro, el cual no está abierto ni para las äakhî pero sí para las mañjarîs. Esto se encuentra en el campo de Râdhârâòî. En consecuencia, la posición de los rûpânugas, los seguidores de Ärî Rûpa, es la más provechosa. Esto ha sido regalado por Ärî Caitanya Mahâprabhu. Ha sido mostrado por Él y está marcado como el límite más elevado de nuestra fortuna en el interés de Kèëòa. Esto es inesperado, involuntario y más allá de toda esperanza, pero nuestra perspectiva yace allí en ese campo sutil de Ärî Rûpa Mañjarî, Rûpa Gosvâmî.

Por eso el campo de la sampradâya de Ärî Caitanya Mahâprabhu es cono­cido como la Rûpânuga-sampradâya. Allí se encuentra nuestro destino y nuestra fortuna. Tenemos que conducirnos ahora de tal forma que podamos conectarnos naturalmente desde aquí con esa concepción espiritual tan elevada y pura. No debemos permitirnos estar satisfechos con algo menos que este ideal supremo. Esa debe ser la meta más elevada de nuestra vida. Y debemos ajustar nuestro acercamiento desde nuestra posición presente.


Herencia espiritual


Nosotros somos menores: Nuestro padre nos ha dejado muchos documen­tos importantes acerca de las propiedades que vamos a heredar. Como menores, debemos tratar de averiguar en esos documentos qué propiedades nos pertenecen. Cuando seamos mayores tomaremos posesión de nuestra herencia legítima. Las Râgânuga-äâstra, las Escrituras del amor devocional espontáneo, nos han sido entregadas, dejadas por nuestro Guru, nuestro guardián, nuestro padre. Y a medida que crezcamos más y más en la línea espiritual, tendremos que detectar cuál es nuestra perspectiva, cuál es nuestra riqueza verdadera. Tenemos que recobrarlas. Está allí en el documento. Es nuestra. Esta es nuestra posición. Somos menores, pero debemos convertir­nos en mayores y pedir el servicio hecho para nosotros por nuestros guar­dianes.

Devoto: Le estamos presentando nuestra petición. Pensamos que en ausen­cia de nuestro padre, la corte ha señalado un guardián para mantenernos lejos del mal y también para regular nuestra herencia.

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Esto no es mío. Esto es propiedad de mi Maestro Espiritual. Y Bhaktivedanta Svâmî Prabhupâda les dio a ustedes una guía. Él ha distribuido ampliamente el fundamento y dado una clave: “Vengan con la llave y abran el cofre de hierro y descubran qué ornamentos y joyas de valor están dentro del cofre”. Por supuesto que nadie nos entenderá cuando hablemos de tales cosas. ¿Quién llegará a apreciar? Ellos dirán: “¡Oh! Todo esto es el producto de un cerebro desorganizado. Esta gente está tratando de tomar la electricidad del firmamento dejando a un lado esta tierra concreta. Ellos son el pájaro câtaka”. Rûpa Gosvâmî dice que hay una clase de pájaro conocido como câtaka, el cual nunca toma una gota de agua de la tierra. Su naturaleza es tal que siempre que quiere una gota de agua, dirige sus ojos a las nubes: “¡Una gota de agua pura!” Así es su grito. Y ellos esperan con sus picos hacia el cielo, hacia las nubes, y nunca utilizan el agua de la tierra. Nuestra línea es parecida a esa. El espíritu de ese pájaro es descrito por Rûpa Gosvâmî de la siguiente manera.


Una gota de su gracia


virachaya mayi daòàaê dîna bandho dayâm

gatîr iha na bhavataì kâcid anyâ mamâsti

nipatatu äata-koùi nirbharaê navâmbas

tad api kila payodaì stûyate câtakena


Puedes castigarme, ¡oh nube! Puedes castigarme. Si viene un rayo, no estaré en ninguna parte. Tú puedes lanzar un rayo o puedes darme agua. Pero, ¿cuánto puedo beber con mi pequeño pico? Puede venir un diluvio. ¡Oh Señor de los pobres, Señor de los desamparados! Tú puedes darme una gota de Tu devoción o puedes castigarme todo lo que quieras”. Él siempre está orando por agua. La nube puede satisfacerlo inmediatamente o enviarle un rayo que termine con él y borrarlo de la tierra. El pájaro por naturaleza no tiene otra alternativa. Así que él dice: “Mi posición es también como la de ese pájaro. ¡Oh Kèëòa! Tú puedes acabarme, destruirme, borrarme de este mundo o puedes salvarme solamente con una gota de Tu gracia. No buscaré satisfa­cerme en el barro. Eso se terminó, nunca volveré a buscar mi fortuna en la tierra, en lo mundano. Estoy dispuesto a hacerlo o morir. O recibo una gota de Tu gracia o puedes acabarme”. Ärîla Rûpa Gosvâmî ora de esta manera para que la misericordia de Kèëòa descienda como la lluvia de las nubes y no solamente apague su sed, sino que lo bañe, que satisfaga su más profundo anhelo y que colme su necesidad más íntima.

Por lo tanto, nunca debemos buscar nuestra fortuna en el barro, tenemos que mirar hacia el alto cielo y orar por el verdadero Ärî Guru y su Gracia.



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jueves 11 de marzo de 2010

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