martes, 16 de marzo de 2010

Evolución Subjetiva de la Conciencia 5º

CAPITULO CINCO


Un mundo flotante

de experiencia


H H Krishna Das Swami -0004

H H Krishna Das Swami -0004 por ISKCON desire tree.


H H Krishna Das Swami -0005

H H Krishna Das Swami -0005 por ISKCON desire tree.

Hay muchas escuelas de filósofos ateos. El ateo más famoso en la filosofía hindú fue Carvaka Muni. Su filosofía es paralela a las extremas filosofías ateas de occidente. De acuerdo con su opinión, la conciencia es el subproducto de las combinaciones químicas de diferentes sustancias materiales. Con la diso­lución de este cuerpo físico, ni el alma ni la conciencia permanecen. Única­mente la combinación física de los diferentes elementos del cuerpo permanecen. Así como la combinación de diferentes químicos produce algo más que los químicos individuales en sí mismos, la combinación física de diferentes elementos materiales produce la conciencia. Con la disolución de este cuerpo carnal, nada permanece. Esta filosofía fue expuesta por primera vez en occidente por Epicuro.

Luego está el budismo. Los budistas dicen que cuando el cuerpo físico se disuelve, el cuerpo sutil, el sistema mental, sigue para tomar otro nacimiento. Los budistas admiten la transmigración de un cuerpo al siguiente o reencar­nación. De acuerdo con ellos, aunque este cuerpo puede desaparecer, debe­mos entrar a otro cuerpo de acuerdo con nuestro karma. Si trabajamos en una forma en particular, entonces el cuerpo sutil, el sistema mental, se disuelve y nada permanece. De acuerdo con los budistas, no hay alma.

La filosofía de Äaôkarâcârya es similar, con una ligera diferencia. La escuela budista dice que el alma individual no existe. Para ellos no hay un alma espiri­tual permanente. Äaôkarâcârya también ha indicado que no existe alma espiritual permanente. Pero Äaôkarâcârya afirma que la sustancia consciente, Brahman, existe como la realidad última. Ésta es la diferencia entre Äaôka­râcârya y los budistas. De acuerdo con Äaôkara, la conciencia es verdadera en sí misma; es sólo la conciencia de una existencia separada, lo que es falso. En esta visión el alma individual es sólo un reflejo de la sustancia consciente que es la última realidad. Con la disolución del sistema mental, la conciencia de individualidad del alma se desvanece; es no existente en ese último plano de la realidad.

Él da el ejemplo de la luna y su reflejo en un espejo. Quite el espejo y no habrá reflejo. Su visión es que todas las almas individuales son reflejos de una fuente común: Brahman, la conciencia. De esta manera, Äaôkarâcârya dice que, en realidad las almas individuales son uno y lo mismo con el Brahman.

La interpretación de Ärî Caitanya Mahâprabhu del Vedânta es diferente de la de Äaôkarâcârya. Ärî Caitanya dice que tenemos que aceptar la verdad védica en su totalidad sin ninguna modificación. Äaôkarâcârya ha aceptado sólo unos pocos aforismos védicos que constituyen una representación parcial de la verdad. Sus cuatro principales expresiones tomadas de los Vedas son: ahaê brahmâsmi, “yo soy brahman”; tat tvam asi, “Tú eres eso”; so ‘ham, “yo soy eso” y sarvaê khalv idaê brahma: “Todo es brahman”. Ärî Caitanya analizó el significado del aforismo sarvaê khalv idaê brahma, como sigue: De acuerdo con Äaôkarâcârya todo es uno. Él dice, brahma satyaê jagan mithyâ: ‘El espíritu es verdadero, el mundo es falso’. Äaôkarâcârya determina que brahma (espíritu) existe y que sarva (todo) no existe. Si esto es realmente verdadero y todo es uno, entonces ¿por qué el problema de la existencia y no existencia surge en todo? En el aforismo sarvaê khalv idaê brahma, sarva, todo, existe, y brahma, espíritu, también existe. En esta expresión, muchos existen y uno también existe. Hay muchos y hay uno.

Nuevamente, si todo es uno, entonces la pregunta surge: “¿A quién estamos hablando?” ¿Para quién han venido los Vedas con este aviso? Tanto lo rela­tivo como lo absoluto existen juntos; ellos están coexistiendo. Lo absoluto y lo relativo están también representados en el aforismo védico, tat tvam asi: Tú eres eso. Tat o “eso” está ahí y tvam “tú” está ahí también. Tanto la variedad como la unidad se encuentran representados en el aforismo tat tvam asi, pero Äaôkarâcârya acepta lo uno y rechaza lo otro. De ahí que su explicación es una mala interpretación del significado original de los Vedânta-sûtras. No es una interpretación adecuada de los Vedas, porque él ha metido su propia idea o concepción en el nombre del Vedânta. La interpretación de Äaôkarâcârya del Vedânta es artificial. Es egoísta y provinciana.

Esta es la refutación a Äaôkarâcârya dada por Ärî Caitanya Mahâprabhu y en lo que a nosotros se refiere, no se la puede ver de otra manera. Si tratamos de seguir la interpretación de Äaôkarâcârya, entonces ¿qué significado puede ser encontrado en esta declaración de los Upaniëads: Yato vâ imâni bhûtâni jâyante yena jâtâni jîvanti? “La Verdad Absoluta es Él, de quien todo proviene, quien está manteniendo todo, dentro de quien todo existe y dentro de quien todo entra en el momento de la aniquilación”. ¿Qué significa esto? ¿Dice esta declaración que la Verdad Absoluta es no diferenciada? Es sufi­ciente para nuestro entendimiento aceptar su significado directo. ¿Es sufi­ciente el significado autoexplicatorio de estas palabras para entender esta declaración de los Upaniëads?

Ärî Caitanya Mahâprabhu derrota a Äaôkarâcârya a través del sentido común. Esta es la única característica de Su argumento. Él derrota a Sus oponentes filosóficos no con argumentos difíciles, abstractos o intelectuales, sino con el sentido común.

Cuando Ärî Caitanya quiso demostrar la supremacía de Nârâyaòa sobre Äiva, Él dijo que uno sólo tiene que considerar la posición del Ganges. El Ganges es el agua que baña los pies de Nârâyaòa y aun así ella descansa sobre la cabeza de Äiva. De esto, podemos fácilmente usar el sentido común para ver cuál de los dos tiene la posición superior. Cuando Ärî Caitanya quiso demostrar que Kèëòa es más grande que Nârâyaòa, Él señaló el ejemplo de Lakëmîdevî. Ella aspira a la asociación de Kèëòa. Aunque ella tiene todo con Nârâyaòa, aun así tiene una aspiración por la compañía de Kèëòa. Por otro lado, las gopîs no tienen atracción por Nârâyaòa. Cuando ellas se encuentran con Nârâyaòa, oran por Su gracia, para que su devoción a Kèëòa pueda ser incrementada.

De esta manera, aplicando el sentido común, la intuición, podemos juzgar la naturaleza de la realidad. La intuición será de mucha más ayuda que los argumentos obtusos. El Vedânta confirma esto en el aforismo tarko-pra­tiëùânât: “Los argumentos nunca podrán ayudarnos a alcanzar una conclusión real”. Al contrario, es sólo la intuición y el sentido común lo que realmente nos ayudará. Esta es la recomendación de Ärî Caitanya y ésta es la manera como refutó a muchos eruditos, incluyendo al gran todo conquistador digvi­jaya paòàîta de Kashmir.

Pregunta: Los budistas dicen que después que uno transciende la experien­cia sensorial encontrará que debajo de todo no hay realmente fundamento para la vida. Uno encontrará que no hay nada ahí sino el vacío. De acuerdo con su enseñanza, después que nuestra experiencia es removida, no hay alma, no hay base para la existencia. ¿Cómo los Âcâryas vaiëòavas tratan con el budismo?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: En el sur de la India y especialmente en Andhra Pradesh, hay muchos eruditos budistas. Ärî Caitanya Mahâprabhu se enfrentó a los budistas cuando pasaba a lo largo del sur de la India. Ärî Caitanya Mahâprabhu dice: veda nâ mâniyâ bauddha haya ‘ta nâstika, “debido a que los budistas no aceptan las Escrituras védicas son considerados ateos”. Äaôka­râcârya, en una manera escondida, también predica en beneficio de los budistas. La diferencia entre ellos es que Äaôkarâcârya admite la existencia del Brahman como la realidad fundamental, mientras los budistas dicen que en última instancia nada existe.

Los Âcâryas vaiëòavas se hallan en desacuerdo tanto con Äaôkarâcârya como con Buda. Ellos determinan que la jîva es un alma eterna individual. La partícula de energía individual de energía conocida como la jîva o espíritu es diminuta, como las partículas de polvo de la tierra o los rayos del sol. Existe la Suprema Alma Infinita o Conciencia y las chispas finitas de conciencia. Su relación se puede comparar con la relación entre un gran fuego y las chispas que emanan de él. Las chispas que emanan del fuego pueden ser cubiertas por la oscuridad, pero cuando ellas reingresan al refugio de esa gran confla­gración, nuevamente están perfectamente situadas.

Para refutar el ateísmo de los budistas, podemos mirar al moderno filósofo europeo Descartes. Descartes conceptuó: “Dudo de todo. De cualquier cosa que tú digas, yo dudo”. Luego, Descartes indica que el problema que surge es: “¿Existe el escéptico, verdadero o falso?” Usted tiene que comenzar su búsqueda de la verdad desde ahí. ¿Quién soy? Para que ninguna verdad sea dicha, ninguna idea sea establecida, uno puede decir: “Me opongo a esa declaración, dudo de ella”. Luego la pregunta que surge es: ¿Existe el que duda o él es inexistente? Si él es inexistente, entonces no podría haber pregunta de duda. Si uno toma la posición de un escéptico extremo, debe explicar su propia posición. Él puede aseverar: “De cualquier cosa que tú digas, yo dudo”; pero él debe discernir si él existe o no. Ese debe ser el punto de partida para cualquier indagación posterior.

Y ¿qué es el escéptico? ¿Es él un átomo? ¿Una partícula de polvo? ¿Está él sin conocimiento? Y si es así, entonces ¿cómo ha venido él a aseverar la duda? Este problema debe ser examinado. En cualquier momento que uno pueda dudar, la pregunta debe ser hecha: “¿Quién es el que duda? ¿Está él consciente? ¿Tiene razón? ¿Tiene una existencia en el todo? ¿O es él imagi­nario? ¿Es materia eso que emite la pregunta? ¿O es una unidad de concien­cia haciendo la pregunta? ¿Cuál es el origen de esta pregunta? ¿Quién está haciendo la pregunta? ¿Ha venido desde la región consciente? Y si lo ha hecho, ¿entonces qué consideraremos como la base de la existencia? ¿La conciencia o la materia? ¿A un fósil o a Dios?”

Antes de la Primera Guerra Mundial, yo era un estudiante de leyes en la universidad. En el último año estudiaba filosofía con un profesor llamado Mr. Stevenson. Él era un escolástico alemán, pero durante la guerra tomó ciuda­danía hindú. Su clase trataba de ontología y psicología. El lenguaje del profe­sor Stevenson era muy simple y usaba argumentos finos para establecer su punto de vista. Él dio cuatro argumentos contra el ateísmo, uno de los cuales yo encontré muy útil: “La conciencia es el punto de partida de todo”. Cual­quier cosa que usted diga presupone conciencia. Cualquier declaración presupone conciencia.

Si examinamos el fósil, ¿qué vemos? Es negro, es duro, tiene algún olor, algunos atributos, pero ¿qué son estas cosas? Estas son todas diferentes esta­dos de conciencia. Sin la ayuda de la conciencia, ninguna aseveración puede ser hecha. En total ninguna aseveración es posible. Uno puede decir que el fósil es la sustancia más elemental, pero ¿qué significa un fósil? Algún color, sensación, dureza, sabor; pero el trasfondo es la conciencia.

Después que todo sea analizado, encontraremos que es una idea. Ésta es la teoría de Berkeley. Todo es una idea en el océano de la conciencia. Así como un témpano de hielo flota en el océano salado, así el fósil está flotando en el océano consciente. En última instancia todo, cualquier cosa que podamos aseverar, cualquier objeto dentro del mundo de nuestra experiencia, está flotando como un témpano de hielo en el océano de la conciencia. Este punto nunca podrá ser refutado.

Yo he tenido experiencia personal con esta disertación. Cuando tenía 23 años, tenía una indiferencia profunda y natural hacia el mundo. En ese tiempo tuve una experiencia de la realidad de la conciencia. Sentí el mundo material flotando en la conciencia igual como la crema flota sobre la leche. La realidad consciente es mucho más profunda que la realidad aparente de nuestra experiencia presente. El mundo de la experiencia es como la crema flotando sobre la leche, la cual es la mente. Este mundo físico es sólo la porción visible de la realidad flotando sobre el mundo mental. Yo sentí esto por mí mismo. Cuando hay una enorme cantidad de leche, la crema que flota sobre la leche y la cubre es muy escasa. De la misma manera, pude sentir en ese momento que este mundo físico es solamente una porción escasa de la realidad y ese mundo sutil, que está actualmente en el trasfondo, es mucho más vasto. El mundo mental es una enorme y vasta realidad y el mundo físico es una pequeña cubierta sobre este mundo mental.

Cualquier cosa que pueda ser percibida por el ojo, el oído, la lengua, la nariz, la piel, cualquiera de los sentidos externos, es sólo una cubierta de la realidad. En el Ärîmad-Bhâgavatam Prahlâda Mahârâja dice: na te viduì svârtha-gatiê hi viëòuê, durâäayâ ye bahir-artha-mâninaì, estamos gastando mucho en la cubierta de la realidad, estamos dedicando nuestras mentes al vestido externo, bahir-artha-mâninaì, pero no nos sumergimos profunda­mente en la sustancia eterna. Si sólo nos sumergiéramos profundamente dentro de la realidad, ahí encontraríamos a Viëòu. La sustancia más pacífica está dentro, pero está cubierta, igual como la leche está cubierta por la crema y estamos gastando mucho en esa cubierta. La sustancia real está dentro, igual como la fruta está cubierta por su piel. Nuestra experiencia actualmente es la cubierta, la piel y estamos dedicándonos mucho a ella, ignorando la verdadera sustancia que la cubierta está protegiendo.

El paso primordial en la búsqueda de la verdad es penetrar la cubierta y encontrar al conocedor dentro. Y luego comienza nuestro análisis. ¿Qué es él? ¿Es un átomo como una partícula atómica de polvo? ¿O es él un fantástico átomo en el plano consciente? Al principio debemos acercarnos a la realidad de esta forma. Existe el conocedor y lo desconocido, el indagador y lo indagado.

Trate de encontrarse a usted mismo. Luego gradualmente, vendrá a conocer que usted es el alma, la partícula de conciencia adentro y de igual manera como usted es espíritu cubierto por la materia, el mundo completo es también así; la realidad espiritual interior está cubierta. Al realizar su ser como un alma espiritual, usted será capaz de ver que todo es una parte de la conciencia. Dentro del mundo de la conciencia, mundos de diferentes tipos de experien­cia están flotando. En el mar consciente, el sol, la luna, árboles, piedras, seres humanos, nuestros amigos y nuestros enemigos, están todos flotando. A medida que nos aproximemos al plano espiritual, lo encontraremos como más cercano a nuestro verdadero ser. Y de esta manera veremos que la materia está lejos, muy lejos, y el alma está cerca.

Trate de concebir la realidad a lo largo de estas líneas. El alma, espíritu, conciencia, está más cerca del alma y usted es un niño en ese terreno. La materia está lejos, muy lejos. Pero los planos de interrupción están tan cerca que no vemos la naturaleza de la realidad espiritual, igual que si usted pone su mano sobre su ojo, usted no puede ver la mano. Pero si la mano está solamente a un pie de distancia, podemos verla claramente. Algunas veces lo que está muy cerca, no puede verse. Yo puedo ser capaz de ver muchas cosas, pero no puedo verme a mí mismo. Aunque los budistas y otros ateos argumentan que la conciencia es una cosa material, yo digo que no hay cosa material. Si voy a contestar la pregunta de si la conciencia es producida o no por la materia, entonces diré que nada es material. Cualquier cosa que sinta­mos es sólo una parte de la conciencia. Todo es una idea. Estamos preocupa­dos sólo con la conciencia desde el comienzo hasta el fin de nuestra experiencia. Más allá de eso no podemos ir. Todo es una idea: La piedra, el árbol, la casa, el cuerpo; todas son ideas. El plano de conciencia está mucho más cerca para nosotros que lo que percibimos. Y lo que se muestra como una cosa particular está lejos. Estamos involucrados solamente con ideas. No podemos ir fuera de eso. Todo dentro de nuestra experiencia es una parte de nuestra mente.

Pregunta: Los Purâòas dicen que hay 8'400.000 especies de vida. ¿Son ellas sólo ideas?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Todas ideas. La conciencia está siempre en la posición primordial. Aun así estas ideas son reales, porque ellas están origi­nalmente también presentes en la realidad espiritual de Vèndâvana. Nada se elimina en nuestra concepción de la realidad; todo es armonioso. Todo tiene su posición apropiada, nada debe ser eliminado. La única verdad necesaria es la armonía. Sólo nuestra observación, nuestro ángulo de visión necesita ser cambiado. Pero para tener esa clase de visión, debemos desistir de estar situados en el centro. Tanto la explotación como la renunciación deben aban­donarse. Estas dos posiciones causan alucinación. Todo tiene su contribución al servicio del Supremo, el centro, y si podemos entender eso, nos volveremos libres de este mundo relativo. El mundo material es un reflejo del mundo espiritual. Hay indeseabilidad aquí. Desde Brahmâ, quien tiene la más elevada posición en este universo, hasta la más baja criatura (âbrahma-bhuvanâl lokâì), todo es propenso a la concepción errónea. Por el contrario, todo en Vèndâvana contribuye a los pasatiempos de Râdhâ-Govinda.

Todo en Vèndâvana es consciente de Kèëòa: Cada árbol, enredadera y arbusto. ¿Cómo pueden ellos ser enredaderas y arbustos inútiles u ordinarios? Uddhava es el más grande devoto de Kèëòa y aspira tomar nacimiento como una enredadera o un arbusto en Vèndâvana. ¡Cuál entonces será el valor de los arbustos y enredaderas de Vèndâvana! ¿Deberíamos pensar que la aspira­ción de Uddhava es imaginaria o teórica, sin un valor práctico?

Todo en Vèndâvana es necesario para los pasatiempos de Râdhâ-Govinda. Todo en el medio ambiente espiritual tiene su valor indirecto. Esto es llamado äânta-rasa o melosidad pasiva. Se lo puede entender en esta manera: Si un hombre no perjudica a nadie, ni a una mosca ni a un mosquito, eso no signi­fica que está paralizado o enfermo; él está simplemente en un humor pasivo. Así en Vèndâvana, se puede rendir servicio en un humor pasivo. El río Yamunâ, los árboles, los pájaros y los insectos, están absortos en rendir servi­cio en un humor pasivo.

Esto puede ser entendido por la analogía de un drama. En un drama en el teatro, un actor puede hacer el papel de un hombre muerto. Mientras su cuerpo está siendo cargado, él no dice nada; no puede moverse. Eso no significa que él está muerto. Similarmente, un devoto en äânta-rasa puede asumir un papel pasivo como una enredadera, un arbusto o un árbol en Vèndâvana para mejorar el drama del Râdhâ-Govinda-lîlâ.

Un devoto también puede aceptar el papel de un sirviente. Él puede ser un rey pero para la satisfacción del Señor, puede hacer la parte de un barren­dero. Mientras uno está haciendo la parte de un barrendero, puede hacer su papel tan bellamente que la gente se parará para aplaudir en aprecio. Así el humor de servidumbre es también una contribución al servicio de Kèëòa.

Otro ejemplo de äânta-rasa es el Râdhâ-kuòàa. El Râdhâ-kuòàa (El lago de Râdhâ), el lugar para bañarse de Ärîmatî Râdhârâòî, donde Kèëòa ejecuta Sus pasatiempos de amor conyugal es considerado como el lugar más elevado de Vèndâvana. Todos los dioses y devotos oran al Râdhâ-kuòàa. ¿Deberíamos mirarlo como un ordinario cuerpo de agua? Al contrario, cuán exaltada es la posición del Râdhâ-kuòàa.

Luego está la colina de Govardhana. Ésa es también un tipo de postura. Aparentemente es una colina, pero Govardhana es adorada como Kèëòa mismo. Él también aparece como una piedra, como äâlagrâma; Él aparece en la forma de las deidades.

Ärî Caitanya Mahâprabhu ora: “¡Oh Señor! Por favor considérame como el polvo de Tus sagrados pies de loto”. (vibhinnâêäa jîva). El polvo de los pies es generalmente inanimado. Pero cuando Caitanya Mahâprabhu ora: “Considérame el polvo de los pies”, el polvo al cual Él se refiere no es mate­ria; es una unidad de conciencia llena de conocimiento y amor. El polvo de los pies de loto del Señor es el emblema de conocimiento y éxtasis. En la esfera espiritual, la existencia y el conocimiento son presupuestos. Pero más que eso, las almas ahí en Vèndâvana y Navadvîpa son puntos de amor divino. Y con la conversión al por mayor de las almas de este mundo, en todas partes encontraremos el Reino de Dios. El Reino de Kèëòa, el Reino de Mahâprabhu, existe; sólo hemos perdido el ángulo apropiado de visión para verlo. Una vez más debemos adquirir esa visión. Actualmente estamos en medio de enemi­gos, pero si nuestro ángulo de visión es cambiado, pensaremos: “No, estoy en medio de amigos”.

Y ese ángulo de visión es tan amplio que quien ve de esa manera se vuelve intrépido. Cuando Jaàa Bharata fue capturado por bandidos y llevado a la deidad de Kâlî para ser sacrificado, su ángulo de visión fue tan espacioso que él no se preocupó de nada. Él pensaba: “Cualquier cosa que me suceda es el deseo del Señor. Él es el propietario y testigo de todo. Él lo ve todo. Todo es Su voluntad y yo no tengo nada que hacer con el resultado”. Con esta idea, dondequiera que Jaàa Bharata fuera llevado, el iría sin resistencia. Aunque estaba cerca de ser sacrificado, él estaba despreocupado. Él pensaba: “Estoy en un círculo amigable. No hay peligro”. Él estaba en tal plano de conciencia que ninguna aprensión, ningún peligro, podía afectarlo; él pensaba: “Estoy bajo el cuidado de Kèëòa”. Y así se ha demostrado por medio del ejemplo práctico de Jaàa Bharata que este ángulo de visión no es simple filosofía o imaginación. Es realidad.

La voluntad divina de Kèëòa está en el trasfondo de todo lo que existe. Y cuando uno se conecta con ese poder supremo, ese plano original de la reali­dad, no tiene que temer; se vuelve intrépido, mayâ santuëùa-manasaì sarvâì sukha-mayâ diäaì (Ärîmad Bhâgavatam 11.14.13).

Y aun así, en el plano de la realidad donde Kèëòa es adorado con devoción libre de conocimiento, jñâna-äûnya-bhakti, ese tipo de postura está ahí. Ahí parece haber miedo y preocupación, pero esa preocupación es totalmente diferente en naturaleza de la preocupación natural. Influenciadas por Yoga­mâyâ, las gopîs y los amigos de Kèëòa quieren saber, “¡Kèëòa no está aquí! ¿Dónde está?” Y de esta manera, las gopîs y los vaqueritos corren de aquí para allá buscando a Kèëòa. Aun las vacas se preocupan y paran de pastar, pero todo esto es conducido por Yogamâyâ para la satisfacción de Kèëòa. Tal es la naturaleza del lîlâ en el plano de jñâna-äunya-bhakti. Nosotros estamos empeñados en una búsqueda interna de la verdad. Y en los Vedas la respuesta a nuestras preguntas, la esencia de toda la verdad revelada por las Escrituras, puede resumirse en una palabra: , “SI”. ¿Cuál es significado de ese sí? “Lo que usted quiere, sí, existe. Lo que usted está buscando, sí, ¡está ahí! Su búsqueda interna para vivir y para mejorar será satisfecha: Busque y encontrará”. Si usted se examina a sí mismo y busca su necesidad más interna, encontrará que la verdad revelada dice: “Sí, su sed será saciada. Usted será bien satisfecho”.

Pregunta: En el Bhagavad-gîtâ, Kèëòa dice: jîva-bhûtâê mahâ-bâho yaye­daê dhâryate jagat, “la energía espiritual está sosteniendo este mundo mate­rial”. ¿Cómo debemos entender esto?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Las almas mal guiadas de este mundo vienen del taùashâ-loka, del plano marginal y mal orientadas por la concepción errónea han venido dentro de este ángulo ilusorio de visión.

Kèëòa dice que este mundo es materia muerta. Las almas entraron y el movimiento vino. Ellas entraron en esta concepción material y la comenzaron a mover. En ese sentido, ellas están sosteniendo el universo, yayedaê dhâryate jagat. Pero en última instancia todo es sostenido por Él.

Kèëòa afirma también: ahaê sarvasya prabhavo, “todo emana de Mí”. Y en los Vedas se indica: yato vâ imâni bhûtâni jâyante, “Él es el origen de todo en la creación, manutención y aniquilación”. Pero aquí en este mundo material, las almas caídas han entrado como muchas chispas, como luciérnagas en una región oscura mostrando la oscuridad que les rodea. Las jîvas almas son como luciérnagas en la noche oscura de este mundo material. De algún modo ellas continúan en la oscuridad. Nosotros apenas podemos seguirlas como una luz escasa en la oscuridad. Ellas están casi cubiertas por la oscuridad, pero aún pueden ser distinguidas. El espíritu puede conocerse a sí mismo.

Pregunta: ¿Quién dijo usted que expuso la filosofía del ateísmo en occi­dente?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Epicuro es el más grande ateo del occidente, como Carvaka Muni lo es en el oriente. Según Epicuro, con la disolución de este cuerpo físico nada permanece. Y de acuerdo con está concepción no hay sistema mental; el sistema mental, lo que nos viene a través de los sueños, no tiene una existencia separada. Pero Äaôkara y Buda aceptaron la existencia del sistema mental dentro del cuerpo físico. La transmigración del alma es también admitida en sus filosofías. Pero Buda dice que con la disolución del sistema mental, el sukëma äarira, nada queda.

Äaôkarâcârya, por otro lado, dice que la conciencia en el cuerpo mental es un reflejo del Brahman y que éste es la última instancia de la existencia. Con la disolución del cuerpo nada queda excepto el brahman. Äaôkarâcârya dice:


ëloka dhenu pravakëyâmi, yad aktam yânti kotibhiì

brahma satyaê, jagan mithyâ, jîva brahmaiva na paraì


En medio verso, yo estoy resumiendo la verdad que ha sido expresada en volúmenes y volúmenes de Escritura. En sólo medio verso daré la esencia de todas las verdades: brahma satyam, jagan mithyâ. Brahman, el espíritu, es verdadero, este mundo es falso. Y la jîva no es nada sino brahman. Esta es la sustancia de todas las Escrituras”.

El conocimiento apropiado no es posible bajo los sistemas filosóficos de Buda y Äaôkarâcârya. Si lo que ellos dicen es verdad (que el mundo es falso), luego debemos preguntar: “¿Por qué habla usted? ¿Y para quién? Si todo es falso, ¿es su filosofía también imaginación?” Tendremos que preguntar a Äaôkarâcârya, “¿su venida a este mundo y su esfuerzo para refutar al budismo y establecer la unidad como la verdad última no tienen significado? ¿A quién ha venido usted a predicar? ¿Por qué ha venido a predicar si este mundo no es realidad? Si este mundo es falso, entonces ¿por qué está tomándose tanto trabajo para explicar su filosofía? ¿Para qué? ¿Es su misión también imaginación?”

El primer gran oponente de Äaôkarâcârya fue Râmânuja. La refutación de Râmânuja fue muy fuerte y basada en un fundamento sólido. Râmânuja argumentó: “¿Cuál es la necesidad de Äaôkarâcârya de esforzarse con tanta energía para establecer su filosofía si todo es imaginario? Decir que ‘el mundo es falso’ es una posición suicida. ¿Ha venido para hacer nada? Él ha venido para corregirnos y librarnos del error, pero debe haber errores. El error o la concepción errada tienen una realidad; de otra forma, ¿cuál es la necesidad de gastar tanta energía refutando tantas proposiciones? Mâyâ existe. Mâyâ es eterna. El alma individual es eterna y mâyâ es también eterna”.

La base de la existencia material es la posibilidad del taùasthâ jîva de come­ter errores y desarrollar una concepción errónea. El alma es anu cetana, conciencia atómica. Y como unidades de conciencia atómica, nuestra libertad no es perfecta. Nuestra libertad defectuosa es la causa de esta ilusión. El alma debe tener libertad. Antes que un crimen sea cometido, la posibilidad de cometerlo está presente en el sujeto ordinariamente pacífico. La posibilidad de enfermedad está ahí, así que los hospitales, la medicina y las dietas especiales son todas necesarias. De la misma manera, la posibilidad de concepción errónea está ahí en el alma debido a que somos débiles y limitados.

Mâyâ, el mundo de las medidas, es innecesaria para el Absoluto, pero nece­saria para aquellos en la posición relativa. Cuando hay sólo un autointerés, mâyâ no es necesaria. Pero donde hay división, diferenciación y distribución, cuando hay muchas ideas de autointerés, mâyâ es necesaria.

Dentro del mundo de la concepción errónea, mâyâ es la ley de la tierra. La ley ayuda a quien guarda la ley y la ley castiga al infractor de la ley. La ley es la misma para todos; y esa misma ley significa protección para el bueno y represión para el malo. La ley significa división de derechos. La misma ley proporciona protección para el bueno y castigo para el malo. La svarûpa-äakti, la energía interna del Señor, ayuda al bueno y la mâyâ-äakti castiga al malo.

Äakti o la energía, sirve al propósito del Señor y de ahí que necesariamente tiene dos aspectos: paritrâòâya sâdhûnâm vinâäâya ca duëkètâm, castigar la maldad y recompensar el bien. Cuando el Señor mismo aparece, Su propó­sito tiene dos aspectos: Uno para el bueno y otro para el malo. Él también viene aquí con ese propósito combinado. Así aunque Él es uno, vemos estos dos aspectos de Su carácter.

La concepción que la unidad del Absoluto no es una cosa gastada, no dife­renciada, es una teoría que fue propuesta por Râmânuja. Ésta es llamada viäiëthâdvaita-vâda, unidad con diferencia. La filosofía de Äaôkarâcârya, por el contrario, es conocida como keval-advaita-vâda, unidad exclusiva. Râmânuja acepta que la Verdad Absoluta es una, pero es una unidad dife­renciada. Él no acepta una unidad no diferenciada. Aquello es uno, él no tiene duda. Pero ese uno está caracterizado por la especificación y la diferen­ciación. Esto es similar al panenteísmo de Hegel.

Pregunta: De acuerdo con lo que usted está diciendo, la materia es también consciente porque proviene del Señor quien es la Suprema Conciencia. En el comienzo, cuando primero diferenciamos entre materia y espíritu, aprendimos que la materia está muerta y que las entidades vivientes la manipulan, pero cuando desarrollemos una realización más elevada, ¿veremos que la materia también está viva?

Ärîla Ärîdhara Mahârâja: Sí, y eso es conocido como äânta-rasa. En un estado más elevado de realización podemos detectar conciencia en todas partes: En el vidrio, la piedra, la tierra, la madera, en todas las innumerables formas y colores con que la materia aparece.

Estamos siempre en medio de la conciencia. La conciencia es todopene­trante, pero se sitúa en diferentes grados de concepción. El grado de concep­ción puede diferir, pero todo es conciencia, todo eterno: paäu-buddhi-tanturâjanam hariëyeti, paäu buddhi. Debemos tratar de reinstalarnos en nuestro propio plano de la realidad. Ahí, sin la ayuda de este elemento mortal, podemos vivir felizmente. Ese plano trascendental no es un mundo no diferenciado. No es que ahí no hay individualidad. Si una masa no diferen­ciada de conciencia puede ser admitida, entonces ¿por qué no deberíamos admitir la existencia de un sistema de conciencia? Râmânuja dice que es un sistema, Äaôkarâcârya dice que sólo es una masa indiferenciada de luz-con­ciencia. Râmânuja contradice este postulado. Él concluye que la luz-masa diferenciada de conciencia es la base de la realidad. No es indiferenciada o indistinguible.

Y Ärî Caitanya Mahâprabhu afirma que la base de la realidad es acintya-bhedâbheda, inconcebible bipolaridad. En todas partes hay algo común y algo diferente. Cualesquiera puntos opuestos que usted pueda discutir tendrán algo en común y algo diferente. Nada es completamente igual que lo demás. Y sobre todo, el Infinito no está dentro de su puño. Es inconcebible. El carácter unificado y diferenciado de la realidad es inconcebible; su secreto está en la mano del Supremo. No depende de su capricho. Aun así, ese carác­ter diferenciado del Absoluto será visto en forma diferente de acuerdo con la relación subjetiva que tengamos con Él.

Un ejemplo de esto se encuentra en el Ärîmad-Bhâgavatam (10.43.17):


mallânâm aäanir nèòaê nara-varaì, strîòaê smaro mûrtimân

gopânâê sva-jano ‘satâê këiti-bhujâê, äâstâ sva-pitroì äiäuì

mètyur bhoja-pater virâà aviduëâê, tattuaê paraê yoginâm

vèëòînâê para-devateti vidito, raôgaê gataì sâgrajaì


Cuando el Señor Kèëòa, acompañado por Baladeva, entró a la arena de lucha de Kaêsa, Él apareció para los espectadores de diferentes maneras. Todos lo vieron de acuerdo con su propia relación (rasa) con Él. Para los luchadores apareció como un rayo relampagueante. Para la gente en general apareció como la más hermosa personalidad. Para las damas, apareció como el joven más atractivo, Cupido personificado, y por eso incrementó su lujuria. Los vaqueros miraron a Kèëòa como su propio pariente venido de la misma villa de Vèndâvana. Los reyes que estaban presentes ahí lo vieron como el más poderoso soberano. Sus padres Nanda y Yaäodâ lo vieron como su más bien amado chico. Kaêsa, el rey de la dinastía Bhoja, lo vio como la muerte personificada. Los de mentalidad mundana lo vieron como la Forma Univer­sal; los no inteligentes lo vieron como incapaz y para los yogîs Él apareció como la Superalma. Para los miembros de la dinastía Vèëòî, fue considerado como su descendiente más célebre”.

Cuando Kèëòa entró en la arena todos lo vieron desde su propia perspec­tiva. De esta forma podemos entender cómo Él satisface a todos. Cuando Yaäodâ lo ve, ella dice, “¡mi hijo!” Pero las gopîs ven a un muchacho maduro, no a un niño. Sus amigos lo ven como a uno de sus compañeros de juego. Kèëòa satisface a todos. Aun los animales en Vèndâvana se ponen extáticos cuando entran en conexión con Kèëòa.


barhâpîàaê naùa-vara-vapuì karòayoì karòikâraê

bibhrad vâsaì kanaka-kapiäaê vaijayantîê ca mâlâm

randhrân veòor adhara-sudhayâpûrayan gopa-vèndair

vèndâranyaê sva-pada-ramaòaê prâviäad gîtâ-kîrtiì

Ärîmad-Bhâgavatam 10.21.5


Mientras las gopîs estaban describiendo la dulce vibración de la flauta de Kèëòa, también recordaban sus pasatiempos con Él; de ahí que sus mentes se volvían encantadas y ellas eran incapaces de describir completamente las hermosas vibraciones. Mientras discutían sobre la vibración trascendental, recordaban también cómo vestía Kèëòa, se decoraba con una pluma de pavo real en Su cabeza, igual que un actor danzarín, y con flores azules puestas en Sus orejas. Su prenda de vestir era de color amarillo-dorado y estaba engala­nado con una guirnalda vaijayantî hecha de tulasî, kuòàa, mandâra, pârijâta y flores de loto. Vestido de tan atractiva manera, Kèëòa llenaba los huecos de Su flauta con el néctar emanado de Sus labios. De esta manera ellas lo recorda­ban, entrando al bosque de Vèndâvana, cuyo suelo experimenta el placer de la relación conyugal cuando es abrazado por el toque de Sus pies de loto”.

Conciencia de Kèëòa significa teísmo completo, que va hacia la relación conyugal. Todas las concepciones de satisfacción son encontradas ahí en su posición más pura y más deseable. Este mundo material, sin embargo, es sólo una sombra, una imitación negra de la realidad. Teísmo completo significa conciencia de Kèëòa. En la concepción más completa de teísmo, el Infinito abraza en forma total al finito. Baja para abrazarlo completamente y dar acogida al finito. Esta clase de teísmo completo se encuentra en Vèndâvana. Ahí, una parte negligente del finito puede encontrar la bienaventuranza del abrazo del Infinito completo. En Vèndâvana ninguna esquina del finito es dejada sin satisfacción; cada partícula de arena y cada enredadera están bien representadas ahí, con completa personalidad en los pasatiempos amorosos de Ärî Kèëòa.

Aquí en este mundo material, sin embargo, una partícula de arena es nada; es ignorada. Pero allá, todo está bien atendido. En Vèndâvana no hay igno­rancia. Ningún interés es ignorado ahí; todo es armónico y de ahí que la concepción de Vèndâvana en conciencia de Kèëòa, es la más elevada concepción de teísmo completo. El Ärîmad-Bhâgavatam explica: “En cual­quier momento que Kèëòa pone Sus pies de loto en Vèndâvana, la Tierra personificada dice: ‘Mi destino está satisfecho, he logrado mi más elevada fortuna’”. En Vèndâvana, la tierra, el polvo, siente el placer del tipo más elevado de amor conyugal simplemente por el toque de Sus pies de loto. Donde quiera que Kèëòa pone Su pisada, el gozo de la Tierra no conoce límites. Por Su toque, la Tierra siente el más intenso tipo de éxtasis.

En Vèndâvana, Kèëòa es mâdhurya, dulzura personificada. El es ânanda, éxtasis personificado. Y Kèëòa responde a nuestras propias demandas internas según cada cual. El Centro Supremo tiene la peculiar capacidad de responder a nuestras necesidades y satisfacer la sed de toda existencia. De acuerdo con su capacidad, grado y dignidad Kèëòa distribuye a todas las almas el jugo de Su dulce mar de melosidad transcendental, yo yaê äraddhâ sa eva saì.

Uno puede saborear la dulzura del azúcar candi del Absoluto, de acuerdo con su propia capacidad, así como el azúcar candi se saborea de diferentes maneras. Para una lengua normal el azúcar candi es muy dulce, pero si hay una irritación en la lengua aun el azúcar candi es picante.

Cuando un hombre está trabajando, su administrador lo verá como un trabajador; su hijo lo verá como un padre y su esposa lo verá como un marido. Su sirviente lo verá como su amo. Los perros y otros animales lo verán de otra forma. La misma persona será vista diferentemente según sean las relaciones entre vidente y visto. Similarmente, Kèëòa aparece de manera diversa para aquellos que lo ven en su respectiva rasa. De esta manera, el carácter diferenciado del Absoluto se revela de acuerdo con las calificaciones subjetivas del alma.



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jueves 11 de marzo de 2010

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